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Fotografía y memoria: el taller de computación «Jorge Bolívar Campos»

28 julio, 2015

Ernesto Rogelio Laureano Valle

– En este trabajo recupero la propuesta de Sontag sobre la fotografía como vestigio o huella de la realidad. Para Sontag: “Las imágenes son de hecho capaces de usurpar la realidad porque ante todo una fotografía no es sólo una imagen (…); también es un vestigio, un rastro directo de lo real, como una huella o una máscara mortuoria.”


En este trabajo recupero la propuesta de Sontag sobre la fotografía como vestigio o huella de la realidad. Para Sontag: “Las imágenes son de hecho capaces de usurpar la realidad porque ante todo una fotografía no es sólo una imagen (…); también es un vestigio, un rastro directo de lo real, como una huella o una máscara mortuoria.” (Sontag, 226) Esta reflexión de Sontag me ayuda a argumentar la noción de Pierre Nora sobre la historia como “la reconstrucción siempre problemática e incompleta de lo que ya no es” (Nora, 20).  Estudio una fotografía de formato cuadrado (3:2), plano general, con colores algo saturados[1]. En la fotografía que estudio aparecen siete personas. Cinco de ellas mujeres y dos varones. Todos son de nacionalidad nicaragüense, salvo Cornelio Hoppmann de origen alemán.

Hoppmann es el de lentes que está al extremo derecho en la fotografía. Es caucásico, alto y flaco. Él ocupa un lugar privilegiado en la fotografía, ya que en el momento en que fue tomada fungía como Director de la Escuela de Ingeniería en Computación, carrera fundada en 1985 en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Además, Hopmann llegó a Nicaragua en 1983 procedente de Alemania, invitado por Enrique Schmitd Cuadra (1949-1984), Ministro de Telecomunicaciones y Correos de Nicaragua (TELCOR), para explorar posibles aportes para el desarrollo de la ingeniería en computación en el país. Graduado en matemática pura, Hopmann hizo estudios en informática y fue funcionario de confianza en el Centro Nacional de Investigación en Informática en la Republica Federal de Alemania (RFA). Sin embargo, al entrar otro gobierno en la RFA –liderado por el demócrata cristiano Richard von Weizsäcker -, Hopmann pasó una difícil situación laboral que motivó su viaje a Nicaragua. Dos años después, en 1985, se estableció permanentemente en el país hasta el día de hoy. En este periodo de tiempo, procreó cuatro hijos con una nicaragüense. Para los interesados en la historia del internet, como yo, Hoppmann es conocido como el responsable de la conexión de internet de Nicaragua desde 1988. Fue él quien difundió en su blog personal la fotografía y, además, es su voz la que narra quiénes están presentes en la misma. En su blog digital, La Subversión Ética (la-subversion-etica.blogspot.com/), Hopmann toca diferentes temas que van desde la política nacional, economía, educación, cultura, internet y la recuperación de algunos pasajes de sus memorias. Copio a continuación cómo en su relato, él enumera a los demás integrantes de la fotografía:

La secretaria de turno nocturno, Doña Estela, Raquel Rodríguez, Leyín Gonzales, Imara País, Álvaro Calero, estudiantes del 4 año (…), lasecretaria del vespertino y yo; quien era el director de la Escuela de Ingeniería en Computación.

Además de la centralidad de Hopmann en la fotografía, otro elemento de la misma importante para mi análisis es una placa conmemorativa, a la espalda de los personajes. Ella versa lo siguiente:

UNI
Universidad Nacional de Ingeniería
Taller de Computación
“Jorge Bolivar Campos”
Montado con el apoyo solidario de
profesionales de la república federal
de Alemania, Suiza y Gran Bretaña

POR LA PAZ, TODOS CONTRA LA AGRESIÓN 

La placa, hecha principalmente de bronce, se ubicó afuera de las instalaciones del laboratorio. Con ella se conmemoraba la memoria de un estudiante de la UNI que murió en marzo de 1985. Con los elementos presentes en la foto, me pregunto sobre el potencial de la fotografía para documentar un momento histórico del país, así como también sobre los silencios que se generan alrededor de quienes tienen el crédito acerca de la conexión al Internet en Nicaragua.

Indagaciones, medios y reconstrucciones

En el siguiente acápite indago sobre el significado e intención de la fotografía. Mi primer contacto con esta fue en mayo del 2015, hace apenas un mes y medio, cuando investigaba sobre el origen de la conexión del internet en Nicaragua, mi campo de interés en la maestría de Estudios Culturales con énfasis en Memoria, Cultura y Ciudadanía[2]. Me interesé por esta fotografía porque considero que guarda la memoria del inicio del internet en el país, momento fundacional de la cultura electrónica local. Documenta también la presencia de las redes internacionales de solidaridad política en el desarrollo tecnológico del país, en específico la de la República Federal de Alemania. El ejemplo que nos brinda la fotografía es el del laboratorio Jorge Bolívar Campos, ubicado en la UNI. El laboratorio como tal, dejó de existir en 1988, cuando se comenzó a reconstruir el edificio de computación de la sede central de la misma universidad.

En mi análisis exploro lo siguiente: 1) los cruces entre la observación en detalle del retrato, su producción y circulación en plataformas digitales; 2) la cobertura que los medios impresos nacionales dieron a la inauguración del laboratorio de computación; y 3) la reconstrucción de la fotografía  a través de la voz de Hoppmann recuperada por medio de una entrevista.

Inicio mi observación de la fotografía, sin título, mencionando que es obra de Angélika Lukat, fotógrafa aficionada de origen alemán y pareja en ese momento de Hoppmann, cuya importancia en la misma ya mencioné. A propósito de su viaje por Nicaragua a finales de 1985, Lukat documentó algunas iniciativas y proyectos de la Revolución Popular Sandinista con el objetivo de presentarlas a quienes integraban algunos Comités de Solidaridad con Nicaragua en Alemania. La fotografía de mi interés es parte de una selección más amplia a la que no tuve acceso. Sin embargo, esta foto permite abrir una ruta de indagación en torno a la documentación gráfica de la solidaridad internacionalista relacionada al tema de la tecnología, computación y cultura electrónica del país, específicamente con respecto a la relación con la República Federal de Alemania.

El retrato nos ubica en la Managua de fines de 1985, específicamente en el Recinto Universitario Simón Bolivar en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). La fotografía fue tomada en el Taller de Computación «Jorge Bolívar Campos”, instancia tecnológica que permitió a la UNI conectarse en 1988 a UUNET – nodo central en aquel momento, para el envío y recibo de e-mail en el mundo académico y tecnológico. Dicha conexión facilitó la consecución en 1989 del dominio nacional (.ni) en el Internet, lo que nos permitió identificar ciertos sitios web como páginas web nicaragüenses. Nicaragua fue el cuarto dominio de América Latina, aprobado por el Departamento de Defensa (DoD) de los Estados Unidos (EU).

El Taller de Computación Jorge Bolívar Campos constituyó uno de los primeros laboratorios de la UNI. Fue construido con los aportes de profesionales en computación de Alemania, Gran Bretaña y Suiza para el desarrollo de las ingenierías en Nicaragua. Jorge Bolivar Campos fue un estudiante inscrito en la carrera de Ingeniería Eléctrica en la UNI. Bolivar se inscribió como voluntario en el Servicio Militar Patriótico, y cayó en un combate contra la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE) -liderada por Edén Pastora-, en las riberas del Río San Juan en marzo de 1985. La iniciativa de rememorar a Campos inaugurando un laboratorio con su nombre fue de parte de los miembros de la Unión de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), propuesta que Hoppmann aceptó.

Uno de los elementos de la fotografía que más me llamó la atención fue el lema consignado al final de la placa: POR LA PAZ, TODOS CONTRA LA AGRESIÓN. Esta fue la proclama utilizada como insignia nacional en el año 1985, debido a una coyuntura nacional que oscilaba entre la “latente presión” de una intervención norteamericana que nunca llegó, y el inicio de un proceso regional para suscribir acuerdos de paz. Además, hay que denotar que entre marzo de 1983 y mediados 1985, Nicaragua estaba en una fase de intenso y sorprendente desarrollo de las fuerzas contrarrevolucionarias que operaban desde bases situadas dentro del territorio nicaragüense. La presencia de la placa y su contenido, como explicaría Roland Barthes, “nunca es metafórica” (Barthes, 39).  Esto quiere decir que la composición de la fotografía, el texto de la placa y los personajes ahí presentes –salvo las secretarias– no son circunstanciales. Es por ello que podemos decir que la fotografía que estudio adquiere una condición de memoria que evidencia cómo la política se entrecruza en el momento fundacional de la cultura electrónica en el país.

Con respecto a los demás integrantes del retrato, los estudiantes Raquel Rodríguez, Leyín Gonzales, Imara País y Álvaro Calero, fueron parte de la primera generación que cursó la carrera de Ingeniería en Computación cuya graduación fue en 1989. En esos años, la carrera se concentraba más en los usos financieros-administrativos, y menos en las aplicaciones productivas de los microcomputadores [1]. Mientras cursaron la carrera, fueron docentes de Introducción a la Computación en otras carreras de la universidad ya mencionada.

En la fotografía, la presencia de Doña Esthela, secretaria del turno nocturno de la UNI, y la secretaria del turno vespertino -cuyo nombre no he podido precisar- es circunstancial. Según me dijo Hoppmann cuando lo entrevisté: “Estaban por ahí y aprovechamos que estaban cerca para tomarnos la foto”.  El 6 de noviembre de 2010, a propósito del 25º aniversario de la inauguración del laboratorio Jorge Bolivar Campos, Cornelio Hoppmann publicó en su blog personal un artículo en el que difundió la fotografía. En dicho artículo analizó la historia e influencia del laboratorio para el desarrollo tecnológico del país. El mismo artículo -exceptuando la fotografía y la descripción de esta- fue publicado por el periódico de circulación nacional El Nuevo Diario, 22 días después.

La inauguración del taller de computación no suscitó mucho interés de parte de los medios impresos nacionales. Antes, durante y después del jueves 7 de noviembre de 1985, tanto en El Nuevo Diario, como La Prensa, reportaban principalmente la toma del Palacio de Justicia de Colombia por parte de guerrilleros del Movimiento 19 de Abril (M-19). Otro tema imperante en la agenda de los periódicos nacionales fue el tema de la intensidad de las guerras.

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Sin embargo, una semana después, el viernes 15 abril de 1985, se publicó una pequeña nota sobre la apertura de este taller, en la quinta página de la edición de El Nuevo Diario.  En la nota se informa que el Ing. Juan Sánchez Barquero, rector de la UNI, recibe de Cornelio Hopmann, “especialista de la República Federal de Alemania”, -“9 microcomputadoras usadas (…) donadas por técnicos especialistas en computación de la RFA, Inglaterra y Suiza.” Hopmann será el encargado de entrenar a los estudiantes de ingeniería en esa especialización. La nota, firmada por Moisés González, va acompañada por una fotografía. (Anexo 2).  La posición en que se imprime la noticia, la extensión de la misma y el tiempo en que se publica luego del hecho, nos orienta sobre la poca importancia que los editores dieron a la inauguración del laboratorio tecnológico. Recordemos que las tensiones políticas y el conflicto armado en el país dominaban la cobertura mediática nacional.

Fotografía: realidad y memoria

En este acápite analizo y desarrollo sobre, 1) los personajes de la fotografía, su organización genérica y de qué manera la fotografía es testimonio de un momento político del país; y 2) el discurso del crédito que le han cedido a Hopmann por la conexión a Internet en Nicaragua a través del relato que él mismo hace sobre este evento.

Como podemos observar, en la imagen predominan las mujeres. Con la Ley del Servicio Militar Patriótico, Decreto No. 1327, publicado en La Gaceta No. 228 del 6 de octubre de 1983, la presencia masculina mermó en las universidades, pese a que dicha ley excluía a los alumnos regulares de la Educación Superior, media y equivalente que se encontraran cursando el último año de su nivel. ¿Cómo se explica entonces la presencia de Calero en la fotografía? Hoppmann, durante la entrevista, se refirió de la siguiente manera a la situación del muchacho: “Alvarín era hijo de un matrimonio que tuvo 7 hijos más o menos. Entre 3 o 4 de sus hermanos, creo, se habían ido a diferentes lados con el Servicio Militar Patriótico y murieron combatiendo. Por eso, le dijeron que ya no. Que él se podía quedar”.Los hermanos de Álvaro, e incluso, el mismo Jorge Bolivar Campos, forman parte de los 149.590 jóvenes que, según la profesora e investigadora nicaragüense Lilly Soto Vázquez (2012), se enlistaron entre 1983 y 1989 para “cumplir con el ineludible compromiso histórico que implican estos altos valores (deber y el honor de la defensa de la patria) de nuestro pueblo” (1983).

Pierre Nora en su texto: “Entre memoria e historia: la problemática de los lugares” (1986) tenía razón al conceptualizar la historia como “la reconstrucción siempre problemática e incompleta de lo que ya no es” (Nora, 20). Ejemplo de ello es una semblaza publicada en El Nuevo Diario (2013), firmada por la periodista nicaragüense Matilde Córdoba, quién perfila a Hopmann como “la eminencia, quien fundó la carrera de Ingeniería en Computación de la UNI, maestro de generaciones, y el que en 1988 logró que por medio del nodo (…) nos conectáramos a la red de correo electrónico”. Narración no del todo falsa, pero a mi parecer injusta y desprovista de algunos elementos, que culmina acreditando solamente a Hopmann la conexión del internet en Nicaragua y silenciando la importante participación que tuvo el grupo de estudiantes. Con mi investigación y la entrevista que realicé para este trabajo, el mismo Hopmann reivindica el rol de los estudiantes -principalmente mujeres- en la gesta de la conexión local.  Copio a continuación la parte del relato en que se refiere a ello:

“Internet, o sea, conectar a Nicaragua a Internet, nace por decirlo así, dentro de todo un contexto, y obviamente estos muchachos (hace referencia a Raquel Rodríguez, Leyín Gonzales, Imara País y Álvaro Calero) son parte de este contexto. Aunque en la parte más técnica o más operativa, quien lo manejaba fue, primero, Teresa Ortega, y ya después Yadira Mena (estudiante que entraría a la carrera de Ingeniería en Computación en 1987)”.

En esta cita, la voz de Hopmann aclara que él no es el único responsable de la conexión al internet. Por ello, el análisis de la foto misma, en conjunto al relato que Hopmann hace en la entrevista, abre la posibilidad de reconocer la participación de otras personas en el momento fundacional de la cultura electrónica en el país. Por otro lado, hay una intención detrás de la captura de la fotografía con todos los  elementos ya mencionados (Hopmann, estudiantes, placas, contexto), y no es más que la representación gráfica de uno de los resultados que las redes internacionales de solidaridad política han conseguido en el desarrollo tecnológico del país durante la revolución. Esto se materializa aun más en la fotografía con la presencia observadora de Hopmann, quien no sólo representa el apoyo de la República Federal de Alemania, sino el propio humanismo de Hopmann.

Quiero concluir mi reflexión apoyándome nuevamente en la cita de Sontag con la que inicio mi artículo.Para ella, las “imágenes son de hecho capaces de usurpar la realidad porque ante todo una fotografía no es sólo una imagen (…); también es un vestigio, un rastro directo de lo real, como una huella o una máscara mortuoria.” (Sotang, 216).   Uso esta aseveración para decir  que a través de las indagaciones y el análisis de los elementos presentes en la foto, llegamos a la conclusión que la fotografía, 1) sí es un testimonio de un momento político del país y 2)  que funge como imagen de memoria que evidencia cómo la política se entrecruza en el momento fundacional de la cultura electrónica en el país.


Bibliografía:

  • Barthes, R. (1990) La cámara lúcida. Ediciones Paidos.
  • Cordoba, M. (2013) Precursor de la computación y de internet. El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua
  • Gonzalez, M. (1985) Taller de Computación. El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua
  • Hopmann, C. (6 de noviembre, 2010) Un cuarto de siglo “Ingeniería de Software” en Nicaragua. Publicado en La Subversión Ética de la Realidad. Managua, Nicaragua
  • Hopmann, C. (28 de noviembre, 2010) Un cuarto de siglo “Ingeniería de Software” en Nicaragua. Publicado en El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua.
  • Nora, P. (1986) Entre memoria e historia: la problemática de los lugares”
  • Sontang, S. (1973) Sobre la Fotografía. Editorial, Alfaguara. Madrid, España.

NOTAS

[1]Este número es la relación de aspecto de una imagen, un término técnico utilizado en la fotografía para representar la proporción entre su ancho y su altura. La relación 3:2 fue el formato más común en la fotografía analógica y consiste en que el lado más largo es 1,5 veces más extenso que su lado más corto (3 dividido por 2 es igual a 1,5).

[2] Desarrollada por el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA) de la Universidad Centroamericana (UCA).

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