Salomón de la Selva
Salomón de la Selva

Breve semblanza de Salomón de la Selva

1 marzo, 2021

Salomón de la Selva nació en León el 20 de marzo de 1893. Al concluir su enseñanza primaria en el Seminario Conciliar de San Ramón, el Congreso de la República de Nicaragua le otorgó una beca —suspendida posteriormente por circunstancias políticas— para estudiar en los Estados Unidos de Norteamérica. Vive cuatro años (1906-1910) en Nueva York, donde aprende inglés y se familiariza con la literatura norteamericana. A la muerte de su padre retorna a Nicaragua en 1910. El ambiente cultural leonés influye en su vocación de humanista. A finales de 1911, con la colaboración del Dr. Luis H. Debayle, regresa a Nueva York. Permanece en Estados Unidos hasta 1921. Se destaca como poeta de lengua inglesa y entabla amistad con el gran humanista dominicano Pedro Henríquez Ureña. En la Universidad de Columbia asiste a cursos del helenista Gilbert Murray y de los filósofos Betrand Russell y John Dewey. Se enamora de la poetisa Edna Saint Vicent Millay y entabla con ella una relación literaria y sentimental (“Nadie escribió a la Millay cartas tan apasionadas como las del poeta nicaragüense. Estas cartas rivalizan con las mejores cartas de amor que se hayan escrito nunca, y es una lástima que hayan estado escondidas, sin editarse, sin publicarse, por tantos años. Las cartas son un tesoro literario que pertenece con toda justicia al pueblo de Nicaragua, al que Salomón representó como Embajador en Francia, antes de su muerte en 1959”, afirma el crítico literario Daniel Mark Epstein en su libro “What Lips my Lips have Kissed”. The Loves and Love Poems of Edna St. Vincent Millay, publicado en el año 2001). 

De la Selva actúa como secretario e intérprete de Darío cuando éste llega a Nueva York en noviembre de 1914. Imparte un cursillo sobre literatura medieval francesa en el Departamento de Lenguas Romances de la Universidad de Columbia. Durante tres años es catedrático de español y francés en el Williams College de Massachussets. En 1918 ingresa al ejército inglés (Salomón tenía una abuela inglesa) para combatir al lado de Inglaterra en la Primera Guerra Mundial. De esa experiencia surge su novedoso poemario El soldado desconocido (1922), al cual calificaría Pablo Neruda como “uno de los libros más admirables -severo y monumental a la vez- de nuestro continente”. Publica en inglés Tropical town and other poems (1918), libro lleno de reminiscencias de León y su Nicaragua natal, por el que resulta postulado  candidato al Premio Nobel de literatura. Inicia su colaboración de varias décadas con la destacada revista costarricense Repertorio Americano, que dirigía Joaquín García Monge y servía de enlace continental. A partir de 1921 radica en México, invitado por José Vasconcelos, donde imparte clases de Historia Universal y Literatura en la Escuela Normal Preparatoria. Entabla amistad con el pintor Diego Rivera y destacados intelectuales y políticos mexicanos, entre ellos Alfonso Reyes. Octavio Paz diría más tarde de Salomón de la Selva: “Fue el primero en lengua castellana que aprovechó las experiencias de la poesía norteamericana”. Y Roberto Armijo asevera: “Con Salomón de la Selva irrumpe la vanguardia en Centroamérica”. Es por eso considerado por José Emilio Pacheco como el primer poeta moderno de Mesoamérica. Entabla una relación amorosa e intelectual con la poetisa salvadoreña Claudia Lars, que lo describe como “un muchacho delgado y vibrante, de blanco rostro pálido, que se iluminaba con la sonrisa de labios burlones o con el fulgor centelleante de ojos azules de tritón”. En julio de 1927 inicia en Nueva York una campaña a favor de la lucha de Sandino en Nicaragua con motivo de la Conferencia Obrera Panamericana celebrada en Washington, a la que acude como delegado de la Federación Obrera Nicaragüense. De regreso en Nicaragua el 10 de octubre de 1928, apoya la gesta de Sandino contra la intervención norteamericana con una serie de contundentes y brillantes artículos en los diarios La Tribuna y La Prensa, por lo que el presidente José María Moncada lo expulsa del país el 5 de octubre de 1929. Pasa varios años de exilio en Costa Rica (1930-32), viviendo en Heredia, donde sobrevive modestamente como profesor y periodista. Se encuentra allí con Gabriela Mistral, quien trata de conseguirle trabajo en Chile y le recomienda a su compatriota el catedrático Carlos Vicuña Fuentes con estas palabras: “Es un caso muy especial. Educado en Estados Unidos sabe el inglés tanto como el español y lo escribe admirablemente. Tiene una grande y verdadera cultura literaria, clásica y grecolatina, y escribe una de las mejores prosas de América…Salomón de la Selva es un escritor del orden de Alfonso Reyes, de esos que pueden nutrir y salar un ambiente entero”. En noviembre de 1932 se traslada a Panamá y escribe su Sonata a Alejandro Hamilton. A partir de octubre de 1933 comienza a publicar el Digesto Latinoamericano, semanario bilingüe en inglés y español que se divulga durante pocos meses en ediciones de hasta 15.000 ejemplares, tanto en Panamá como en el extranjero. El asesinato de Sandino en 1934 le conmueve profundamente. Redacta su novela Pueblo desnudo o la guerra de Sandino. Con el apoyo del presidente panameño Arnulfo Arias funda, como germen de una futura universidad, el Centro de Estudios Pedagógicos e Hispanoamericanos. “Más que la literatura le preocupaba la educación”, asevera su biógrafo Jorge Eduardo Arellano en su obra Aventura y genio de Salomón de la Selva.  Por  apremios económicos se ve obligado a retornar a México, donde fija nuevamente residencia en octubre de 1935. Colabora con el presidente Lázaro Cárdenas. Propone a la Rockefeller Foundation la publicación de una Historia de los Estados Unidos en 21 volúmenes. Escribe un único tomo sobre la guerra de secesión y cuatro capítulos más. En 1943 escribe Elogio del pudor y su vasta obra en prosa Ilustre familia. Comienza a escribir en 1945 su gran obra poética Evocación de Horacio. Dice al respecto: “En esta  hora del mundo, de tremenda responsabilidad intelectual y, sobre todo, moral, conviene volver a Horacio resueltamente y respirarlo con fuerza. Ello puede servir –aun mejor que para devolverle cordura a la poesía, que se viene enredando en laberinto de no saber qué decir- para mejor comprender los Santos Evangelios”. Colabora con el gobierno del presidente Miguel Alemán (1946-52). El 12 de octubre de 1947 pronuncia una conferencia sobre Rubén Darío en la Unión Panamericana de Washington. Como Consejero de la Presidencia mexicana viaja por España, Italia y Francia en 1948, en el séquito del Arzobispo de México, con el fin de estrechar vínculos extraoficiales con Pío XII. En 1950 trabaja como agregado cultural de la Embajada mexicana de Washington; regresa a México y en 1951 es nombrado profesor del Instituto de Altos Estudios Internacionales. Bajo la presidencia de Adolfo Ruíz Cortínez (1952-58) Salomón de la Selva cae en desgracia y pierde todo influjo político. En 1953 escribe su Canto a la Independencia Nacional de México y un ensayo sobre Sandino que se conserva inédito. Su Evocación de Píndaro obtiene en 1955 el primer  premio de poesía en el Certamen Nacional de Cultura de El Salvador. Proyecta una biografía del papa Pablo III, por su defensa de la dignidad de los aborígenes americanos. En 1957 escribe Versos y versiones nobles y sentimentales y sendos ensayos sobre Alejandro Hamilton y Julio César. Vuelve a Nicaragua por primera vez desde 1929 y el presidente Luis Somoza Debayle le nombra Embajador itinerante en Europa. Investiga sobre Pablo III en la Biblioteca Nacional de París. Visita Roma y Munich. En 1958 asiste al entierro de Pío XII y a la ceremonia de entronización pontificia de su amigo personal el Cardenal Angelo Giuseppe Roncalli, electo  papa Juan XXIII, junto con los miembros de la familia Roncalli. Publica en noviembre –en edición de 100 ejemplares- su último gran poema: Acomixtle Netzahualcóyotl. El presidente mexicano López Mateo califica así esta obra: “Como todo lo que Salomón de la Selva escribió, es magistral, erudito, profundo e inmensamente humano”. Gran parte de su obra en prosa permanece aún inédita. Julio Valle Castillo compiló en 2009 tres volúmenes suyos en la Colección Cultural de Centroamérica de Banco Uno: el primero de ensayos, el segundo de narrativa y el tercero de poesía. En 2015 María Augusta Montealegre  dedicó a Salomón de la Selva una erudita y extensa tesis doctoral presentada ante la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca, reivindicando su rol como iniciador de la Vanguardia en Centroamérica (Las ideas estéticas y políticas de las Vanguardias en Nicaragua -1918/1933-. Salomón de la Selva y el autodenominado Movimiento Nicaragüense de Vanguardia). En 2019 el estudioso británico Peter Hulme le dedicó un enjundioso estudio de 397 páginas a El proyecto panamericano de Salomón de la Selva en Nueva York (The Dinner at Gonfarone´s. Salomón de la Selva and his Pan-American Project in New York, 1915-1919. Liverpool University Press).

El crítico rumano Stefan Baciú describió así al poeta de la Selva:

“Cuando estuvimos frente a frente, después de mirarme con sus ojos que tenían una fuerza casi hipnótica y una luz fosforescente, como la de los gatos, me abrazó fuertemente y me dio la bienvenida a México…Percibí su rostro rosáceo y sus ojos que brillaban en una inolvidable expresión, pareciendo hechos de un metal extraño: los ojos más demoníacos y tiernos que me fue dado ver, brillando con una extraordinaria fuerza, a veces profundamente sentimentales, otras veces cintilando exquisitamente, brillando con ternura e ironía”.

Salomón de la Selva murió en París el 6 de febrero de 1959.


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Teólogo y escritor nicaragüense. Obtuvo una maestría en filosofía y un doctorado en teología en las Universidades de Heidelberg y Tubinga, en Alemania. Es autor de una biografía del poeta y sacerdote Azarías H. Pallais y de obras didácticas de amplia divulgación. Con el Equipo Teyocoyani ha promovido la formación de líderes laicos en la Iglesia de Nicaragua.