Conversación de Pablo Antonio Cuadra con el Dalai Lama

5 enero, 2022

Reproducimos el diálogo de Pablo Antonio Cuadra con Tenzin Gyatzo, décimo-cuarto Dalai Lama


Managua, 4 de julio de 1994

PAC: Conocemos la terrible lucha de su Patria y de su religión contra la opresión forzada china. Siempre hemos simpatizado con el misterioso Tíbet, el Techo del Mundo, pero ahora agregamos a este sentimiento nuestra más profunda solidaridad con la causa de Su Santidad y de su pueblo. Para nosotros, además, es un ejemplo de heroísmo en la defensa de una religión y una cultura. ¿Cuál es, en opinión de Su Santidad, la fuerza mayor del espíritu humano para defender y preservar la identidad y soberanía de un pueblo?

Dalai Lama: Lo principal es la fe en sí mismo. Pero para poder tenerla, hay factores que desempeñan un papel importante: los antecedentes históricos, la religión, la cultura. También considero que la experiencia del sufrimiento hace más fuerte, más firme y más determinada la voluntad del pueblo. 

PAC: ¿Cuál es la razón de China para no sólo apoderarse del Tíbet, sino para querer borrar de la historia a su pueblo?

Dalai Lama: Al principio, la razón principal para la ocupación del Tíbet fue de estrategia militar, y los chinos esperaban que un gran número de tibetanos acogieran o dieran la bienvenida a la ocupación del Tíbet. Es bastante complicado, pues también querían el internacionalismo, o sea la revolución mundial. Posteriormente, los chinos encontraron muchos minerales en el Tíbet; y cuando se dieron cuenta del valor económico del Tíbet, fue difícil para ellos concebir un Tíbet aparte de China. La situación actual es que los tibetanos se siguen oponiendo a la ocupación, y entonces China ha recurrido a la represión brutal y total, menospreciando todo lo demás. 

PAC: ¿Hay alguna esperanza de que una presión internacional disminuya la voracidad imperialista de China?

Dalai Lama: Sería de gran beneficio en el marco de las negociaciones que tenemos con el gobierno chino para la independencia del Tíbet y el reconocimiento del Tíbet como Estado soberano e independiente.

PAC: Pasando a otro tema, Su Santidad, la fe en la oración y meditación de la religión budista resiste un paralelo con lo que nos dejaron como experiencia los apóstoles y nuestros místicos. ¿A qué adjudica Su Santidad el poder de la oración? ¿Podemos cambiar el mundo por medio de la oración?

Dalai Lama: Definitivamente la oración tiene su propio potencial, pero el mayor esfuerzo debe venir de la humanidad misma.

PAC: ¿Pero de qué fuerza espiritual se alimenta la no violencia? Porque estamos hablando —tanto los cristianos como los budistas— de no violencia…

Dalai Lama: Veamos un ejemplo de la vida diaria. Digamos, temprano por la mañana, cuando se reza, por la mañana para los budistas que le rezamos a Buda, como los cristianos u otros que le rezan a Dios. Eso, por supuesto, nos da cierta satisfacción interna, pero luego el trabajo diario tiene que ser llevado a cabo por nosotros mismos. Es lo mismo para la paz mundial: a través de la oración podemos obtener cierta paz mental. Pero junto con esa paz mental tenemos que hacer todos los esfuerzos. Las confrontaciones siempre van a existir, pero las personas que tienen paz mental pueden manejar las contradicciones y los desacuerdos, y resolverlos pacíficamente. Las personas con mentes agitadas, en vez de contribuir a resolver las contradicciones o los desacuerdos, pueden perder el temperamento y no contribuir a la paz.

PAC: ¿Sería entonces la irradiación de la paz interior?

Dalai Lama: Así es. Cuando una persona tiene una paz interna crea una atmósfera de paz. Una persona con paz espiritual, si tiene un conflicto puede ver la solución y tratar de resolver esa controversia; pero a una persona sin paz espiritual cualquier problema le puede parecer algo terrible, algo muy grande y sin posibilidades de solución. Así como usted lo ha dicho: hay que irradiar esa paz interna, esa paz mental que se logra por medio de la oración.

PAC: Yo considero de mucha importancia para nosotros los nicaragüenses su forma de resistencia, porque ustedes defienden su independencia y su libertad con la no violencia. Nosotros queremos también el desarrollo de nuestra democracia con la no violencia. Como cristianos rechazamos la violencia. Nosotros creemos, como Buda, que “la malignidad en este mundo no se aplasta con malignidad”. Que la violencia engendra violencia. Por eso es de mucha importancia para nosotros la experiencia de ustedes, de su defensa de la no violencia. ¿Pero en qué confía?

Dalai Lama: No importa lo terrible que sea una persona, en la profundidad de su ser hay una semilla de compasión. O sea que la naturaleza humana básica, fundamental, es la compasión; la compasión es el núcleo del ser humano. Por lo tanto, básicamente, la violencia está en contra de la naturaleza humana. Hoy en día el mundo es interdependiente, somos como una gran familia. En el pasado podíamos darnos el lujo de vivir aislados o marginalmente. Ahora no. Así es que, en realidad, no existe una demarcación clara entre nuestros intereses y los intereses de los demás. Digamos, dos países que sean políticamente hostiles, pero económicamente están muy vinculados. Esa es la situación de nuestros días. En el pasado, por ejemplo, había una diferenciación muy clara entre “ellos” y “nosotros”, y por eso existía ese concepto de defender uno sus propios intereses, y, casi se podría decir, menospreciando los intereses de los demás; o a veces, deliberadamente, destruyendo los demás. Hoy en día estamos entrelazados. Entonces la destrucción de los intereses de los otros realmente representa la destrucción de los propios intereses. Es decir, si sus vecinos tienen más progreso, usted también se beneficiará; si su vecino sufre, usted mismo va a sufrir. Debido a que hay tanta interdependencia, la única alternativa es tratar de resolver los conflictos para beneficio mutuo. Esa es la manera, la forma de la no violencia. Quizás pueda lograrse algo a través de la violencia, pero ésta perjudica y daña a los otros. Entonces al final de cuentas, usted también va a sufrir y va a ser dañado. Por lo tanto, cuando enfrentamos un conflicto tenemos que resolverlo a través de la no violencia. Tal vez a través de la no violencia no se consiga el objetivo, pero por lo menos no van a producirse problemas colaterales o secundarios. Mientras que a través de la violencia quizás no se logre el objetivo, pero aun así se van a dar otros problemas. ¿Qué piensa usted? 

PAC: Creo que sí. Es una empresa difícil porque es de convencimiento y sacrificio, pero es la única manera de obtener un resultado humanista, porque si se hace por medio de la violencia, engendra más violencia. Tengo otra pregunta. El Dr. Napoleón Chow me informó una cosa que fue curiosa y emocionante para mí: que Su Santidad fue amigo de uno de los amigos que más aprecié y que considero uno de los grandes hombres de este siglo XX, como religioso y como poeta: Thomas Merton, quien quería fundar en Nicaragua una nueva versión de la vida de monje, inspirada en la vida del campesino y del indio, así como San Benito en Europa se inspiró en la vida del campesino europeo. Él creía que una serie de monasterios viviendo esa clase de vida, tendrían un efecto mucho más importante que cualquier revolución en el cambio de América. ¿Qué opina sobre esta idea de Merton?

Dalai Lama: En cualquier caso los esfuerzos de los hombres religiosos por crear estos proyectos en los países menos desarrollados es maravilloso, es de gran importancia. Como le dije anteriormente, que los monjes y las monjas recen en los monasterios y conventos todo el día no es suficiente, tienen que ser más activos en los servicios sociales. 

PAC: El catolicismo tiene monjas sólo para la oración, y monjas como las de Calcuta, dedicadas plenamente a la caridad. Creemos que una entrega es tan importante como la otra.

Dalai Lama: También creo que los monjes y las monjas pueden servir como un ejemplo para la sobriedad de la vida, o sea, apartándose de los lujos innecesarios y llevando una vida ordenada y metódica. Especialmente en estos países de América Latina, ahora que se comienza a tener cierta estabilidad social. Pero eventualmente, si tenemos la oportunidad de mejorar la economía, y en este caso (de Nicaragua), si se persigue una economía orientada hacia el mercado, ello posiblemente profundizará la brecha entre ricos y pobres. Mientras para el país se genera una mejor economía, entre ricos y pobres puede ampliarse la brecha. Eso no es sólo moralmente malo, también en la práctica puede traer graves problemas. 

PAC: Esa brecha nosotros también queremos evitarle a Nicaragua en su desarrollo. Para terminar queremos confirmar a Su Santidad la profunda solidaridad nuestra con la lucha del Tíbet. Los ideales y propósitos de esa noble lucha: la libertad, la identidad cultural, los derechos del hombre, la independencia, componen la médula espiritual de Nicaragua, pueblo que a través de su historia ha sufrido también dolorosas agresiones a su independencia. Además, el Budismo de Compasión está muy cerca de la fe en el amor del catolicismo, religión mayoritaria en Nicaragua. Y no deja también de existir una cierta analogía entre ser centro de un Continente y ser Techo del Mundo.

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(Managua 1912-2002). Fue uno de los intelectuales más prominentes de Centroamérica durante el siglo XX, cuya obra abarca poesía, ensayo, teatro, crítica, artes gráficas y cuento. Como integrante del Movimiento de Vanguardia contribuyó a renovar las letras nicaragüenses y ejerció un prolongado magisterio a través del periodismo. Creador de La Prensa Literaria y la revista El pez y la serpiente, fue escritor prolífico y humanista que exploró las raíces de la identidad nicaragüense, en diálogo con la cultura universal. Su defensa del pluralismo político y la libertad le llevó a cuestionar primero la dictadura somocista y luego la revolución sandinista. En enero de 2022 se cumple el vigésimo aniversario de su muerte. La Colección Cultural de Centro América del Grupo Financiero Uno ha publicado sus Obras Completas en nueve volúmenes, bajo la conducción de su nieto Pedro Xavier Solís.