Anastasio-Lovo

«Retrato platicado y cantares a la Maga» de Alvaro Gutiérrez, una obra maestra

25 septiembre, 2020

Anastasio Lovo

– Retrato Platicado y Cantares a la Maga de Álvaro Gutiérrez con esta magnífica edición del Foro Nicaragüense de Cultura, empieza su avatar por los infinitos y polvosos caminos de la literatura y el arte. No dudo que se convertirá en un clásico. En el futuro, ese tiempo inexistente aún, habrá períodos en que quizás se convierta en una obra de áureo polvo, en una obra polvosa de muchos polvos y polvo eterno será “más polvo enamorado”.


Los que llegaron hasta el final
y zanjaron el asunto y merecieron
un retrato en su viejo sillón rojo
calvo ya como ellos y hermoso.
Sentados para siempre. Fotogénicos.
Idénticos a su celebridad. Fijos los ojos
como si por encima del vano afanarse de la tribu
lo logrado miraran. ¡Lo logrado!
¿Lo logrado?
¿Y si fuera otra cara la verdadera y no ésta,
sino la otra, la mal hecha, la que no se parece
y es distinta cada vez? ¿La del Hombre
del Trapo en la Cabeza, el que se cortó
la oreja con una navaja de afeitar
para dársela a la menuda prostituta?
Pero él fue solamente un pintor.
Retrato de dama con joven donante
Carlos Martínez Rivas

I

Retrato platicado Cantares a la maga (Foro Nicaragüense de Cultura, Managua 2020) de Álvaro Gutiérrez (Santa Teresa, 1944) es la obra maestra de un maestro de obras artísticas  presentadas al lector como poemas, relatos, pinturas y dibujos. Una variedad de veneros creativos, que dice de un niño que habla de un joven que escribe de un viejo, que trazan e inscriben formas, palabras y colores que parten de y confluyen en un artista, ese ser pleno llamado Álvaro Gutiérrez, que da cuenta de manera fiel y bella de las extraordinarias, cotidianas y banales circunstancias de su humana existencia.

En el título de esta obra y en ella misma, Retratado platicado Cantares a la maga, cohabitan dos textos: 1. La prosa poética –intervenida con poemas, testimonios, avisos clasificados, bandos municipales, chats y críticas literarias- de Retrato platicado; y 2. Los versos prosaicos de Cantares a la Maga. Estas dos estructuras literarias no son extrañas (alienadas) entre sí ni para sí, son simbióticas, una alimenta vitalmente a la otra y viceversa. Sin menoscabo que cada lector/a pueda abrir el libro en cualquier remesa, poema o página, leerla y llevarse un poderoso y placentero impacto estético. Huellas postmodernas de Rayuela, 62 Modelo para armar, La vuelta al día en ochenta mundos o Último round del inmenso cronopio Julio Cortázar.

No desperdiciaré el momento para señalar, que esta estructura de bisagra constituye una unidad  que deviene en un haz polisémico, es decir de muchos sentidos, además también de multiplicar el horror vacui propio del barroco al contraponer dos espejos para crear la infinita construcción en el vacío  (trompe l’oeil). Y esto debe advertirnos que pese a su claridad, transparencia, sencillez de la escritura, nos encontramos ante la creación de una estructura transtextual muy compleja –cultísima- y que esa accesibilidad al texto por cualquier lector u oyente del español, denuncia un excelso magisterio de la escritura en esta obra de Álvaro Gutiérrez.

Retrato platicado se nos entrega según su índice y el discurrir del texto en diez remesas. He bien sabido por sus corresponsales facebookeros, que el autor fue realizando y entregando gradualmente su retrato platicado en esta plataforma (Fb), que se ha constituido en una vecindad, cuartería o conventillo de dimensión planetaria, donde el chisme y el voyeurismo han anulado el tiempo y el espacio. Facebook ha sabido explotar y canalizar el prurito humano de entregar en imagen texto y sonido (audiovisual) el qué hago, qué hice y qué hare en cualquier latitud de la tierra.

Si bien pintores, dibujantes, escultores y fotógrafos han sido los dueños del retrato no han faltado en el relato y la poesía: El retrato de Dorian Grey de Oscar Wilde, El retrato de Nicolai Gogol, El retrato del artista adolescente de James Joyce, Retrato de un asesino de Patricia Cornwell (todos relatos) y en poesía en Nicaragua es inevitable recordar a Carlos Martínez Rivas con su Retrato de dama con joven donante.

Creo importante señalar que el hablante nos indica desde su título la oralidad, como elemento fundamental de esta pareja de obras simbióticas –Retrato platicado y Cantares a la maga-. Oralidad en el título que es necesario subrayar. Se platica y se canta con la voz humana, pero la trascripción literaria de esa oralidad o más bien la entrega en bellas formas escritas, capturar y plasmar ese fluir de la fonética del lenguaje humano es toda una hazaña que han logrado Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, Joao Guimaraes Rosa, José María Arguedas y Fernando Silva, en relato o Joaquín Pasos, José Coronel Urtecho, Ernesto Cardenal, José Cuadra, Fernando Silva y Leonel Rugama en poesía,  solo para mencionar  algunos autores de nuestro cercano universo literario.

Gutiérrez no tiene ningún empacho en reconocer, este y otros magisterios, vale decir, por ejemplo, Ernesto Mejía Sánchez en el prosema-relato “Tercera Clase” del Cuaderno Disposición de Viaje (Recolección a mediodía, Joaquín Mortiz, Mexico D.F.); donde el Maestro Mejía Sánchez recrea el habla popular castellana en un vagón de tercera en un tren español. Amén de otros grandes escritores provenientes de otras lenguas, que son lecturas favoritas de Álvaro: Lawrence Durrell, Franz Kafka, Marcel Schbow, Yasunari Kawabata, Marguerite Yourcenar, etc.

Tan sólo en la primera página de la Primera Remesa del Retrato Platicado, Gutiérrez se atreve a hacer esta confesión, toda una exposición desnuda de la génesis de sus escritos:

Retrato platicado fue escrito sin pretensión futura de publicación. Pocos meses antes los seis poemas iniciales de Cantares a la Maga ya estaban levantados. Ambos textos caminaron y crecieron paralelamente, retroalimentándose. Por las noches leía en voz alta lo escrito para que entrara por los oídos, siendo lector y oyente.

En este interactuar fueron partícipes (amén de la oralidad), el habla popular, refranes, cuentos, microrelatos, poesía, filosofía de solar y barrio, avisos clasificados, consejos, grafitis, mensajes de celular, recetas de cocina, salmos, crítica literaria, anécdotas, chistes de mal gusto, etc., y el uso intensivo de lo que Roland Barthes define como “un diálogo con otras escrituras” (El grano de la voz. México, Siglo XXI Editores, 1968), es decir, de la transtextualidad, que me ha servido como la manera más fácil de querer ser bueno a costa de los realmente buenos o, lo que es lo mismo, de andar con ropa ajena sin que te acusen de plagio. p.9

Por amor de responsabilidad epistemológica, debo aclarar que el concepto de transtextualidad fue acuñado y taxonomizado por Gerard Genette y que Roland Barthes, Julia Kristeva, Tzvetan Todorov et al,  utilizan –para analizar este fenómeno de las interrelaciones del  texto con otros textos, tan bien descritas y confesadas por Gutiérrez- más el concepto de intertextualidad que el de transtextualidad, que es mucho más complejo.

Retrato Platicado Cantares a la Maga se nos presenta como un libro polifónico (muchas voces son escritas por el autor) y poligráfico (hay prosa, versos, ensayos críticos del autor y de otros, testimonios de vivencias, epígrafes, epitafios, avisos clasificados, bandos municipales, recetas de cocina, transcripciones de chats, etc. Más una espléndida portada a todo color de un cuadro acrílico sobre tela y 20 dibujos donde las líneas de Gutiérrez capturan los múltiples fantasmas de la Maga).  Conozco de buena ley y como testigo Masaya, que este rabdomante o raboamante de la escritura,  las bellas artes y las mujeres, ha capturado con sus ensalmos y conjuros a más de una maga.

Los textos en conjunto son de una riqueza incalculable presentados con una pasmosa fragmentariedad postmoderna que obliga al lector, oyente, espectador y al crítico, a completar y complementar el retrato o a incluirse en el corito de los cantares, para lograr obtener versiones propias-particulares del autor y su más reciente maga. Por supuesto que cada lector completará el retrato a placer de sus necesidades, gustos, antojos, simpatías y antipatías, culturas y anticulturas; así como cada cantante se ubicará en el coro para echar segunda o con una antífona intentar evocar y capturar a su propia maga.

Intentaré a través de la intertextualidad tejer un hilo de tela de araña, un puente detectivesco y analítico que va desde el epígrafe de San Agustín (Por medio de la memoria me presento a mí mismo…) en la Segunda Remesa del retrato Platicado hasta el contundente epílogo, que es todo un knock out para nosotros los siempre hipócritas lectores: Lo único que hice fue escribir para que la siguiente generación niegue mi obra y las demás la olviden.

Memoria y olvido es el hilo donde discurre la existencia, es el signo vacío/lleno donde se columpia el ser, desde el cual alarga o acorta su espacio tiempo. Es decir va desde el nacimiento (olvido) pasando por la vida (memoria) hasta la muerte (memoria y olvido). De memoria y olvido están hechos la cultura, la historia, la literatura y las artes. Y con en ese hilo o puente, Álvaro Gutiérrez en Retrato Platicado Cantares a la Maga, ha plasmado una obra maestra para este y todos los venideros tiempos.

II

Imagen tomada de la revista Cáñamo en Internet.

La tela de araña, sería una imagen más o menos próxima de la obra Retrato Platicado Cantares a la Maga, textos simbióticos, concomitantes y simultáneos. Coexisten simultáneamente pese a que nuestro orden cultural de presentación y lectura se desplace de izquierda a derecha y que por causa de esta linealidad occidental, consideramos que lo que viene primero –selon Aristote– es primero. En el caso de esta obra no es así, no opera solo linealmente sino que igual se obtiene un excelente desempeño estético leyendo en cualquier orden: de atrás para adelante y viceversa, del medio para atrás o adelante y viceversa, etc. Es una obra sin desperdicio, pero incompleta en el sentido que el lector tiene que participar en su construcción, completar a su aire, el retrato del hablante y el  ectoplasma poético de la maga. ¡Y esto la hace absolutamente post post moderna!

Las coordenadas o abcisas horizontales y las ordenadas verticales de la tela de la araña, constituyen su compleja red paragramática, interconectadas entre sí y haciendo fluir un sentido vivo de la existencia poética y textual. En el punto cero está la araña que teje para atrapar lectores/as experimentados o no, o capturar magas maléficas o hadas benéficas, para devorarlas devorándose y devorándonos, todos –autor y lector- convertidos en literatura y arte.

Sin pretender ser exhaustivo, un rápido inventario a ojo de águila buscando como atrapar a la inasible araña, podemos encontrar en este maravilloso texto, las siguientes series de sentido:

  • Datos biográficos:

Sucede que me llamo Álvaro. Pinto y escribo, llego tarde o no llego, creo y crío peces. Amo de casa y de oficios domésticos –lavo, plancho, lampaceo, cocino– y no uso ni calcetines ni calzoncillos para ahorrar agua. p.10

Escritor tardío y tardado, escribo poco, corrijo mucho y publico menos. Lo mismo pasa con la pintura, pero no es igual: ni escribo con colores ni pinto con palabras. p. 11

Soy el blanco predilecto de mis yambos. p. 13

  • Familia: Imago mater e imago pater:

¡Ah mi papa! A veces me levantaba a orinar a medianoche y sorprendía su voz en la biblioteca donde mamé el otro calostro. Leía un poema mientras todos dormíamos. Se detenía en un verso, guardaba silencio como agazapado auditivamente, cuando el diapasón interno vibraba ante el hallazgo de la palabra precisa, retomaba la lectura con el nuevo signo incorporado al poema, tecleando en su máquina de escribir. Yo no bajaba la llave del inodoro y me quedaba callado y descalzo al otro lado de la pared, es decir, mucho antes de esta motedad, de esta huerfandad sin fondo. p. 22

Cuando nací, Santa Teresa era un raquítico caserío con cultivos de chismes, fantasmas y caña de azúcar. La comadrona que asistió el parto le dijo a mi mama:

—Ve Monchá, el cipote te salió gatito.

Luego con ese aire de quien es propietaria del saber universal, agregó algo que estremeció los cimientos del caserío y del departamento de Carazo:

—Tenelo un tiempo en la oscuridad para que no se le

destiñan.

Mi madre siguió el consejo. Mientras, comencé a ejercer la vocación de llorar y callarme cuando ella prendía un fósforo para averiguar si tenía algo. Notó que cada vez que prendía el fósforo me calmaba. Cansada de la escena que se repetía todo el tiempo, decidió arriesgar mis ojos a la luz con la siguiente conclusión revelada a mi papa:

—Prefiero que al chavalo se le quite lo gato a que se me vuelva murciélago.

  1. 29
  • Relaciones sencillas y complejas del autor con:
  • El amor:

En algún lugar del planeta, no hace mucho tiempo, existió una pareja de amantes a la que le gustaba llamarse y tocarse en voz baja. No fue necesariamente un amor clandestino, pero a la luna le gustaba sorprenderlos anochecidos y jugar con ellos pizizigaña en la cama.

Todo iba tan de lo más bien pero en un abrir y cerrar de ojos fueron expulsados del Paraíso donde los amantes comunes y silvestres retozan y se multiplican. p.51

  •  La amistad:

De niño, cuando una mancha de pecas me definía, la  Moncha inauguró una pulpería. De la caja de las gaseosas de vidrio vacías yo tomaba una y orinaba dentro y por esas cosas del vacío no existencial aún, quedaba pegado. Tras inútiles intentos mi mama me envolvía en una toalla de la cintura para abajo y pegado a la botella me llevaba chineado a la clínica del doctor Macías. Con un poco de paciencia y frotamientos dilataba el cuello de la botella y quedaba libre para repetir la hazaña días después.

Diagnóstico del doctor Macías: – ¡Que chavalo más vago tenés, Monchá!

Años más tarde, en México D.F., solía visitar la casa de Ernesto Mejía Sánchez en la calle Luis Khüne, Colonia Las Águilas, frente a un vivero (convento) de monjas. Ya dentro, si habían visitas, el poeta me presentaba: –Este es alvarillo pecho amarillo. Pinta y escribe. Precoz, de niño su primer amante fue una coca–cola. pp.19-20

  • La comunidad:

¿Qué diría Darwin? De compras en el mercado de Jinotepe y a la hora de mayor asistencia, escucho gritar furiosa a una de las vendedoras:

— ¡No se cuelguen de la malla! ¡Nunca se les quitó el complejo de monos! p.32

  • La política, el poder:

AVISOS CLASIFICADOS

Se necesitan pobres de verdad para ocupar cargos directivos en el Estado, sindicatos, partidos de oposición, iglesia, etcétera. Requisitos: que entren palmados y salgan con una mano adelante y otra atrás, dispuestos a rifarse la cara vendiendo agua helada, tortillas, melcochas, lecheburras, mercancías indispensables para ganarse el futuro honradamente.

Se buscan empresarios que no incluyan a Dios como socio en sus conocidas suciedades anónimas y que tampoco lo embarren en la caridad cristiana que parcela en el cielo la reforma agraria. En el salario se incluyen una aguja y un camello para que se entretengan. p. 37

  • La historia, literatura, filosofía, cultura popular y cultura de élite:

Al solicitarle asilo a Platón, éste les notificó que por dedicarse a oficios tan degradantes como la poesía y sus afluentes, a su República no entraban ni por la aduana ni mojados por el río. Expulsados de la Utopía se encaminaron al Estado prusiano de Hegel, quien con una sola mirada los descalificó por el aire pacífico e inofensivo que los presidía, incapaces de ser reconocidos como gloriosos y combativos ciudadanos del Estado y la Historia. Marx, apelando a las insondables diferencias de clases y Lenin, en nombre del Partido por la mitad, fueron –entre otros- satanizándolos, unos alegando que si la norma o la horma de su zapato y otros que cada gavilán con su paloma. p.51

  • Medios de comunicación/incomunicación contemporáneos:

Se abre el telón. Centro Comercial de Avenida Central, Jinotepe. Entran cuatro parejas de adolescentes chateando con sus celulares. Uno de ellos ubica un lugar para sentarse, juntan dos mesas y piden ocho cervezas, petición que repetirán muchas veces, sin despegarse de los celulares, sonriendo de vez en cuando a la pantalla.

 Al final, uno interrumpe el onanismo digital para ver si hay más dinero y continuar. Se percatan que no ajustan la siguiente ronda. Piden la cuenta, pagan y se retiran chateando con los ausentes. Se cierra el telón. p. 27

  • La economía y el mercado:

En la geometría de las clases sociales soy un poetario marginado de la economía, ciudadano non grato en las planillas laborales, un cero a la izquierda en la población excedente, estadísticamente con una renta inclasificable hasta en la perra calle. En suma, un impenitente irredento,a todas luces jodido… pero contento. p. 82

  • Meta-literatura y meta arte: crítica foránea y propia a la propia obra y a la ajena:

Álvaro Gutiérrez en su labor de escritor ha logrado a punta de economía verbal, traslucidez reveladora, visión sesgada, más veladuras y opacidades –no en balde el niño es pintor-, entregarnos una visión de mundo real con una atmósfera de humor, de ironía, de sátira, de iconoclastia e irreverencia y sarcasmo, pero desde los ojos de un creador competente –que como todo creador contemplará al mundo con la infinita ternura de un niño. Gutiérrez siempre es un niño que juega con el mundo. (Anastasio Lovo) pp. 97-98

 d) Amo a mi generación y me siento privilegiado por pertenecer a ella. Generación que en el mundo protagonizó capítulos enteros de la historia, innovando y transformando en todos los quehaceres de la humanidad. En Nicaragua, generación decisiva y decidora, dueña de cantos inolvidables. La edad promedio de la publicación de sus primeros libros es de 26 años, aclarando que entre los 16 y los 19 años habían escrito poemas como para pasearse campantes por todas las antologías. El tiempo lo ha corroborado.

 En cambio, el piche que les habla, en 1997 publicaba su primer libro y catorce años después, en el 2011 salía el segundo, aclarando que, en cuanto a grosor, de ambos se hace uno. Aunque por esos años, y ya en México, a partir de 1967 continué publicando mis primeros peores poemas en una que otra revista, supe que no había llegado mi tiempo. Fue cuando decidí convertirme en ese lector compulsivo y perseverante que siempre he sido. Continué escribiendo, pero guardando silencio editorial. pp.104-105

  • Y todas las series no incluidas en esta enumeración.

 

III

Al otro lado del puente textual nos encontramos en verso la poesía pura y romántica, pero de un romanticismo contemporáneo de los Cantares a la Maga de Álvaro Gutiérrez. Como dice Rubén Darío en La canción de los pinos y Gutiérrez le cumple desde el porvenir con holgura:

Románticos somos… ¿Quién que Es, no es romántico?
Aquel que no sienta ni amor ni dolor,
aquel que no sepa de beso y de cántico,
que se ahorque de un pino: será lo mejor…

Yo, no. Yo persisto. Pretéritas normas
confirman mi anhelo, mi ser, mi existir.

¡Yo soy el amante de ensueños y formas
que viene de lejos y va al porvenir.

Previendo que no confundamos romanticismo con cursilería, les recuerdo que este movimiento cultural es de ruptura, sturm und drang (tormenta e ímpetu) y puso en crisis la escritura y todas las formas artísticas en occidente, para abrir los caminos a la experimentación y a la creación más desenfrenada (vanguardia, post vanguardia y postmodernidad).

Cantares a la Maga es una poesía de poeta enamorado en nuestros aciagos tiempos donde pareciera que hasta el amor ha muerto. Una poesía para mí, ésta de los Cantares a la Maga, a las alturas del Cantar de los Cantares de Salomón, las Rimas de Gustavo Adolo Bécquer o 20 poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda. Si aquellos grandes textos fueron para la episteme erótica de tiempos idos, los de Gutiérrez son los cantos de amor de nuestra episteme contemporánea desde el castellano de la escritura nicaragüense.

Existen tres grandes afluentes poéticos contemporáneos que confluyen en esta obra: la antipoesía de Nicanor Parra, los antipoemas de Efraín Huerta y el magisterio del humor hecho relato logrado paradigmáticamente por Augusto Monterroso.

Así Álvaro Gutiérrez, acusa el tiempo que le toca vivir y hace que haya en los textos roconolas, bares y bachatas, chats y muros de Facebook, celulares y señales de etílicos humos, donde se inscriben en y con ellos con una belleza impar los amores de los sexos básicos.

Una poesía de una ternura y una crueldad infinita, epigráfica, epigramática, antipoética y poética, memoria y olvido, constructora y deconstructora, abierta y cerrada, unívoca para su autor y polisémica para sus lectores. De una riqueza y belleza satisfactorias.

Los espejos contrapuestos Retrato… y la Cantares, en esa construcción textual en el vacío  producen infinidad de imágenes que se multiplican  en la fragmentariedad de espejos hechos trizas por el tiempo y uno que otro huracán del ser. Veamos estos ejemplos:

Y aunque sea tan leve el amor
-como la raya de tiza que traza
en el pizarrón de la noche
una estrella fugaz-
me hice amigo de la luna de octubre
que rielaba en tus ojos
y esto, maga, pese a tanto
y tanto dolor en el mundo,
fue suficiente para hacer de mí
un profeta irresponsablemente feliz.

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No tengo ni la más mínima idea
dónde queda Andrómeda
en el mapa de la noche estrellada
pero debe ser bien largo
y por eso te amo de aquí
a tu ventana
y de tu ventana a la galaxia,
aunque también la quisiera
a un tiro de flecha
para derribarla
y que caiga en tus manos.

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IV

 …el enamorado es un semiólogo.
Roland Barthes

Antes de conocerte anduve
como perro perdido en procesión,
como barrilete sin cola,
al bote y al miado y al miedo,
hablando solo en las calles
hasta que sorprendí
tus manos de pianista tocándome
y –virtuoso también supe
tocar en tu cuerpo
las más apasionadas melodías.

Y así aprendimos a querernos
un día libre de oráculos y horóscopos,
pronósticos y presagios,
viéndonos y viviéndonos,
sabiéndonos y bebiéndonos la luz
hasta la embriaguez,
con la muerte tan mansa
y con el tiempo saturado
en su plenitud terrestre
sin el tributo de las lágrimas.

Día espejo de agua
al que nos asomamos tomados de la mano
como dos ciegos que se desdoblan
sin preguntarse cuánto es uno más uno.

Lo cierto
es que nos quisimos entre candilejas,
con las locuras más locas de los hermanos Marx,
como el pajarito Emilio
sintiéndose águila calva
en el techo de la casa de Snoopy,en los rincones apagados,
en los lugares comunes de la lengua,
en todos los pleonasmos
para que terminés subiéndote arriba,
vos, mi amada inmortal
por la que yo también soy rey
aunque sea en la más chiquita
de las versiones.

Y nos quisimos porque sí,
porque E es igual a mc al cuadrado,
por el olote
por nuestra regalada gana,
por nuestra grandísima
y deslumbrante culpa.

Y porque la distancia más corta
entre dos puntos
canto este amor
que como flor nocturna se abre
al menor aleteo del aire
y que en el amanecer del mundo
ordena las palabras
para encontrarnos en ellas.

  1. 118-119

VI

porque amores que matan
nunca mueren
Joaquín Sabina

Todos nos vamos a morir maga:
los que van a los entierros
y llevan flores al cementerio
el día de difuntos.

Los que compran seguros de vida.
Los que se pasan de vivos.
Los que cruzan el mar con salvavidas.
Los que se ríen de la muerte
y luego la muerte les hace cosquillas
para que se sigan riendo
y ya no se ríen.

Todos vamos a ser esa “buena persona”
que los vivos reconocen en el muerto
ya cuando está bien muerto.

Por eso, démosle a la arcilla
su vocación celeste
y en este conjurarnos en plural
dejemos que la muerte entre
como Pedro por su casa y así,
en el apapacho de la comunión
ella vaya cumpliendo su oficio
y nosotros creciendo en amor con su muerte.

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Retrato Platicado y Cantares a la Maga de Álvaro Gutiérrez con esta magnífica edición del Foro Nicaragüense de Cultura, empieza su avatar por los infinitos y polvosos caminos de la literatura y el arte. No dudo que se convertirá en un clásico. En el futuro, ese tiempo inexistente aún, habrá períodos en que quizás se convierta en una obra de áureo polvo, en una obra polvosa de muchos polvos y polvo eterno será “más polvo enamorado”.

Jinotepe, Agosto de 2020.

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Bluefields, Nicaragua, 1952.
Poeta y crítico literario educado en Juigalpa, Chontales, y formado en Chile, donde se especializó en Literatura Hispanoamericana y Semiótica. Ha sido asiduo colaborador de revistas y suplementos literarios. Entre sus obras más recientes figuran Frutos del deseo (Poesía, Managua 2012), Carlos Martínez Rivas: Una poética de dimensión humana (Crítica, Managua 2012) y la novela La Mujer que Olvidó el Amor (Secretariado de Cultura de Puebla, 2000, México).