multicolored abstract painting
Photo by Steve Johnson on Pexels.com

Los microrrelatos de Ahuacalí

4 abril, 2022

A la abeja semejante, 
para que cause placer, 
el epigrama ha de ser 
pequeño, dulce y 
punzante.

Juan de Iriarte

El 4 de enero de este año, mientras en Roma soplaban vientos de nieve, recibí un correo electrónico desde Ahuacalí, Managua. Adjunto venía un archivo con la primera edición de un libro titulado Microrrelatos. Me zambullí en la lectura de sus 50 textos poético-narrativos, que en un santiamén me trasladaron a Nicaragua; primero a Diriamba, luego a Estelí y a las cataratas de La Estanzuela, a León Santiago de los Caballeros, a la oscuridad de Las Segovias, a navegar el Río San Juan, y finalmente, a Managua, donde recorrí las calles en busca de Ahuacalí. Pasaron los meses, los embrujos y los espejismos; comí atolito de maíz, manguito en almíbar y cajetita de zapoyol, pero no hallé ese sitio, cuyo nombre suena a melodía. Desolada, decidí, en última instancia, interpelar al autor del libro: – dime, amigo, ¿dónde está Ahuacalí? –.  Meciéndose a la sombra de un frondoso árbol de aguacate, ubicado a la entrada de su casa, él dejó de anotar perspicacias en su libreta y se volteó hacia la pantalla: – en náhuatl, ahuacatl es aguacate y calli es casa, y yo inventé esta palabra que baila en el viento: Ahuacalí: La casa del aguacate –. 

Mario Urtecho es un escritor prolífico y poliédrico cuya obra se inserta en el panorama literario nicaragüense de las primeras dos décadas del siglo XXI. Su narrativa delata a un autor curioso y detallista, que ama la historia, la antropología, y el humor; y sabe dejar libres a las mariposas de su fantasía. Ha escrito novela, cuento, micro-cuento, ensayo y poesía, además de epistolarios y otras recopilaciones, dando a conocer hechos históricos, personajes y anécdotas de Nicaragua, que revelan a la idiosincrasia de su gente. Microrrelatos reafirma este código expresivo, y pone en evidencia la destreza del autor en implantar lo bíblico y lo mítico, a través de la sátira, en la cotidianidad paisana. 

Si bien es cierto que “los escritores mienten”, como afirma Yourcenar en el epígrafe que antecede este compendio, el “juego epigramático” de Urtecho se funda más en la argucia que en la mentira. Brevitas et argutia, los pilares del epigrama clásico, son también el fundamento de sus microrrelatos. Él construye cada ficción con picardía pero la contundencia narrativa induce a la reflexión. No podría ser de otra manera, ya que el alma de este autor es solidaria y la ironía es su arma más punzante. El artificio está en recurrir a múltiples referencias, que van de la mitología clásica (Circe, Troya, áureos vellocinos), a la babilónica (Ishtar) y a la yoruba (Yemaja), pasando por la Biblia (el Libro del Génesis, los diez mandamientos, la Confesión, la parábola de los Talentos), para hablarnos de situaciones específicas, y absolutamente autóctonas.  Al fin y al cabo, como diría Blake, es en un grano de arena que vemos al mundo. Y viceversa.

Finalmente, cabe mencionar, que al ser nicaragüense el escenario, el autor también escribe en nicaragüense; en ese castellano adaptado para contener el sonido de las cascadas, el trino de pájaros esplendorosos, el canto de las palmeras mecidas al viento, el ritmo de atabales, pitos, chirimillas, maracas, ocarinas y chischiles, y el eco de aquella voz de padre que persigue en los moluscos a reminiscencias de mujeres. Es un verdadero tributo a la tierra y la cultura de Nicaragua, el que hace Mario Urtecho con estos Microrrelatos universales, escritos a lo largo de 40 años y recopilados ahora en Ahuacalí.

Roma, 6 de marzo de 2022

Comparte en:

Poeta, narradora y traductora italiana que escribe en español, italiano, francés e inglés. Sus títulos más recientes son Los naufragios del desierto (Vaso Roto, 2013); Las tentaciones de la luz (Anamá ediciones, 2018); El canto de la Sulamita – Poesía Reunida, (Uniediciones, 2019); y El viaje de la sangre (Huerga & Fierro editores, 2021). Entre sus trabajos de traducción destacan los más recientes poemarios de la nicaragüense Claribel Alegría: Voci (Samuele Editore, 2015), que se adjudicó el premio internacional Camaiore 2016, y Amore senza fine (Edizioni Fili d’Aquilone, 2018).