Poesía: Leyla Aliyeva

2 agosto, 2021

Nunca podré dejarte 

¿Hacia dónde huyó el tiempo tan velozmente?
De nuevo el invierno abre sus puertas.
Nuevamente mi temperamento estival se volvió frío,
Estoy atrapado en esta enfermedad lúgubre. 

Sale el sol, pero las rosas no florecen en el jardín,
Las arenas de Caspio no brillan…
Le dolerá a su alma este anhelo,
De los desolados, hasta la eternidad.

¿Por qué te has entumecido, mi corazón?
¿Quién va a derretir tu hielo?
No quieres calentarte,
Es tu costumbre entristecerte en el invierno.

¿Hacia dónde huyó el tiempo tan velozmente?
Dije: − ¡Detente! – pero él no se detuvo.
Cayó el crepúsculo sobre el camino a las seis en punto,
Y quedé tan sola como el sol. 

Si llegaran mis manos al sol,
Lo atraparía dentro de mi palma
Y lo apretaría tanto para dejarlo entrar a mi alma
Y que nunca llegue el fin del día.

Las noches ven solamente las lágrimas…
Perdóname, corazón mío, perdóname.
Una vez más, no te merezco, 
No puedo escaparme de ti.


No creo

De nuevo me ha hecho daño. 
Mi espíritu está marchito.
Mi corazón lastimado
Se ha hundido entre mis versos rotos…

Mi corazón, como las rocas,
Se hunde en los acantilados.
Ten piedad de mi espíritu,
Dios mío, ¿hacia dónde huyo? 

Meses o días,
¿alguna vez seré fuerte? 
Así será. 
El tiempo no vuelve atrás.

¿Este es el sonido de tu risa?
¿qué esconde tu sonrisa?
Dime, ¿existe algo más sutil
Que mi espíritu?

Mi pobre espíritu late
Como un pájaro en su jaula.
Susurrando en los mares
Como un querido amigo.

Se ahoga…no tengo voluntad
Para llamar a mi espíritu.
Quiero, pero no puedo,
No tengo fuerza para llorar.

Mis manos se debilitan
El dolor se congela en mis ojos…
Este cuento se desvanece lentamente.
Es difícil escribirlo.

Esta historia se ha roto,
A pesar de que insista que “No”.
Mi voz se debilita,
Hay una sensación de veneno en mi boca.

¿Qué cambió de repente?
Es invierno, está nevando…
La escarcha afuera,
¿Cómo lo podría saber?

Las hojas se caen…
El crepúsculo está cubriendo al día.
¿Por qué no me crees?
¿Por qué? No lo sé.


Voy a llorar un poco

Voy a llorar un poco,
Así como así, un poco…
Escondo a mi corazón debajo de mi almohada.
¿O lo arrojo afuera?
No, mejor me voy a llorar.
¿Tal vez lo llevo a nuestra casa de pueblo?
¿O lo tiro al mar para que se mezcla con las olas?
¿Tal vez se lo doy al viento para que se lo lleve lejos de mí?
¿O lo entierro para que de él crezca una flor?
¿Pero él no me dice porque me duele tanto?
¿Tal vez, los niños que juegan al fútbol necesiten una pelota?

¡Tómenlo, este es mi corazón! 

¿Tal vez que vengan los huéspedes para no perder tiempo?
Tomemos mucho vino, que lo degusten de mi alma,
Que lo coman estos misericordiosos huéspedes.
 Mi corazón inquieto
¿Qué está esperando de mí?

¡Estoy vendiendo mi alma en el mercado!
¡Tómalo, hombre, te lo regalo!
Por dentro hay muchas espinas, las tormentas despiadadas…
¡Libérame de él!

No abro mi paraguas los días lluviosos,
Que se quede bajo la lluvia mi alma inquieta.
Tal vez, se calme un poco…
Que las aguas laven su dolor y su pena.

El silencio de la noche, tristeza llena de soledad…
Quedamos cara a cara con mi alma, hasta la madrugada.
“Liberadme de él”- le dije a la Luna, le dije al Sol.
No sé. ¿Por qué no te lo entregué a ti?

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Moscú, 1984. Estudió en Suiza y Gran Bretaña, luego en la Universidad Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú. En 2016 se publicó su libro de poesía “Hoja” en Bielorrusia y “El mundo está derritiéndose como un sueño” en la ciudad de Bakú. Fue nombrada Embajadora de buena voluntad de la ONU en 2015 y es la directora de la Organización de Jóvenes de Azerbaiyán en Rusia. Además, es fundadora y editora responsable de la revista “Bakú”. La Sra. Aliyeva es vicepresidenta de la Fundación de Heydar Aliyev y es directora de la representación rusa de dicha fundación. También es la coordinadora a cargo de fomentar el diálogo intercultural del Foro de Jóvenes de la Organización de Conferencia Islámica.