5 poemas de Juan Manuel Rodríguez Tobal
5 agosto, 2024
Presentamos 5 poemas del español Juan Manuel Rodríguez Tobal, pertenecientes a cuatro de sus libros de poesía, entre ellos el aún inédito Flores extrañas. El autor nos regala una exploración a través de imágenes varias veces cantadas por la poesía, como son el mar, el mito, el amor. Dichas imágenes se arraigan a las raíces sintientes humanas por medio de un lirismo que recuerda a Miguel Hernández.
REGRESO
Hundió lejos del mar el largo remo
y el mar perdió sus ecos.
Labraba el corazón de los olivos
para dormir en ellos.
El sabor de la sal ya no sabía
del Nérito en los cielos.
¿En qué palabra al fondo de qué música
bramaba aquel silencio?
Lloró una vez a un perro y recordaba,
pero ya estaba muerto.
(de Dentro del aire)
EL ALA
Inmensa es la extensión
del ala herida.
Tú te adentras en ella.
Atiendes la palabra
que no será por nadie allí escuchada.
Tú dices la ceguera,
la blancura sin lindes
que no conoce sombra de la lluvia.
Saberse así perdido
en esta llama horizontal del canto.
Saberse no encontrado
por más que este sonido,
ebrio de soledad y de certeza,
en la oquedad del cielo
acaso exista.
El ala o el desierto.
Decir.
La huella apenas
que prepara el camino
para los pies del frío.
(de Grillos)
EL MAR
El mar no entraba nunca en nuestra casa.
Para saber del mar
acariciábamos piedras misteriosas,
piedras que eran el alma de tan tristes
y que nos consolaban
de aquella melodía nunca oída.
Duraba el mar lo mismo
que el estremecimiento nuevo de sentir]
la piel del mar en unas pocas piedras.
Pero el mar nunca entraba en nuestra casa.
No habíamos nacido para el mar.
Éramos pobres.
Y nuestras noches, cortas.
(de Esto era)
(MI QUERIDA MINERVA
para Javier Villarreal
He abierto el diccionario por la primera letra.
No busco aquí la poesía.
No quiero que los dioses vengan a despertar
a bestias y relámpagos,
fuegos, nubes y lluvia.
He venido a buscar una palabra solo,
una palabra abierta como la palabra palabra,
que es todo porvenir.
Aquí está, sí:
adamar.
Igual que en la lectura de Profética
cuando aún era del aire
para hacerse caudal de aquel río sediento
que hoy delicadamente te contiene.
(Del libro inédito Flores extrañas)
(SIN TÍTULO)
He dicho oscuridad en otras bocas,
he tocado vacíos con mi lengua,
he saboreado las terminaciones,
la acidez última,
pero no en tu saliva.
Que tu saliva está fuera del mundo,
luminosa, templada, detenida,
deseada y dichosa,
sosteniendo a los hombres, los dioses, las columnas.
(Del libro inédito Flores extrañas)
Zamora, España, 1962.
Ha publicado los libros de poesía Dentro del aire (XVII Premio de Poesía Ciudad de Badajoz), Ni sí ni no, Grillos (Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz), Icaria, Esto era y, recientemente, Issa aliada. Ha traducido a Safo, Anacreonte, Teognis, Catulo, Virgilio y Ovidio, así como una amplia selección de la lírica arcaica griega y de la poesía popular del mismo periodo, traducciones publicadas en su mayoría en la colección de poesía Hiperión. Ha traducido también a Philippe Jaccottet para la colección “El oro de los tigres” de la Universidad Autónoma de Nuevo León.