5 poemas de Víctor Coral

1 octubre, 2024

A continuación presentamos una pequeña selección del poemario Aparejos para exhumar la poesía, con el cual el peruano Víctor Coral ganó el Premio de Poesía José Watanabe, en su edición de 2023. Si bien el libro es una suerte de texto de poetas para poetas, es, además, una antología de los autores que han formado parte de los intereses de Víctor Coral a lo largo de su carrera literaria. Los poemas que aquí hemos recogido pueden ser considerados como artes poéticas, las cuales reflexionan de los diversos momentos que se suscitan durante la composición poética: la escritura, la página en blanco, la voz propia, las limaduras del poema y la imagen concreta, paraíso en donde el poeta vierte todo su imaginario.

Poética del lápiz

El lápiz se ha detenido sobre la hoja.
El flujo de grafito y signos sonoros ha cesado.
Atrás —no, mejor arriba— quedan los versos húmedos
recién venidos del mundo

El lápiz se ha detenido y mi cabeza
se ha levantado para mirar por la ventana
el desconcierto común allá afuera:

Una señora pasa con una bolsa flaca en la mano.
El tipo de camisa triste y zapatos baratos lustrados
debe ser un maestro de primaria.
La chica bella cruza la escena ajena a todo
montando una Cannondale o una BMC
(no he logrado ver bien, pues ha pasado muy rápido).
El colegial camina mirando su cel.
En el seno de los ficus, las zuritas zurean…

¿Dónde encontrar un mundo realmente mío
si no en el ángulo que forman
la ordenada de mi lápiz y la abscisa de la hoja?

(…)

El lápiz ha vuelto a correr sobre la página.
El mundo se ha recompuesto.
Todo tiene sentidos (en plural) de nuevo.
Mi corazón recupera su ritmo al igual que mi mano.
Nada está consumado.

Poética de la página

Vuelvo a la página
piscina temperada sumergida en el vórtex de la noche
tibia piel del agua recibe la avidez de las pupilas de mis ojos.
Vuelvo a la página
tiempo y materia erosionan hasta fundirse en la relatividad de la luz.
Vuelvo a mi página
donde magman mis sueños y deseos en infinita variedad de espesores
y los arrabales del espíritu encuentran una salida a su soledad.

¿Te has preguntado dónde puedo hallarte
si no en la selva de grafemas y tildes de este amor?

—Mi página humilde y por ello incorruptible y sucia de luz y de sombras.
    Mi página delirante de pesquisas
    irrisorio paraíso donde me pienso diluir hasta ser sólo una mano
    que se mueve lenta en la oscuridad
    vomitando signos y ya.

Poética del error

Elige tus errores como eliges
la ropa que vas a usar durante el día.
Ellos son los condimentos humildes
que reemplazan a otros
que nunca tendrás; otros
más preciados / más sabrosos
más precisos y preciosos.

[Recuerda:
tus errores son el entorno
que hará brillar tus aciertos;
esas pocas bellas luces
que nunca llegan a tiempo].

Uno casi no elige los aciertos.
Ellos vienen de sorpresa
y se instalan en el poema
como parásitos benéficos
como graciosos lunares
o gestos imprevistos y armoniosos.

Tus errores     en cambio
son parte intrínseca de ti.
Te pertenecen como tu sexo y tu nombre
como es tuya la forma peculiar de tu deseo
o el espesor de tu soledad.

Elige tus errores y dispénsalos minuciosa
mente sobre el texto:
metáfora fácil arriba
imagen mediana al medio
aliteración previsible abajo…

-Acaso la poesía
más que un asunto de complacerte
y engañarte con aciertos
sea el humilde oficio
de dominar y administrar tus errores.

[Tus errores son lo más tuyo del poema].

Poética de la voz

Antes de la imagen y antes

de las evoluciones del estilo
y antes aun
de las vicisitudes del cuerpo
está la voz.

—en ese instante nítido
    cuando empieza la escritura
    y el papel se impregna
    de sus modulaciones sónicas.

Ahí allá y más allá

pero también en el “más aquí”
el silencio no existe      nunca
existió: sublime patraña litera-
ria / sublime litera funeraria.

Porque incluso los astros crepitan.
Porque los fotones crujen brillando
y las ideas y las cosas borbotean
un flujo delirante de marcas sónicas.

Porque aun el silencio ruido
bestial hace con su ausencia
y el rumor de los grafos arrulla
las secreciones de la memoria
y el olvido.

Contraimagen

Cogí el Libro de las Imágenes
por el lomo
y lo sacudí con fuerza.

De inmediato cayeron
sobre la alfombra
miles de imágenes
como retacitos de pica-pica
como un río imaginal e inútil.

Una vez que el último retazo
se hubiera descolgado
de sus páginas
abrí el libro.

Hallé lo que el relator de noticias
hubiera llamado
un panorama desolador:

estructuras en ruinas

harapos de sonidos

rasgones de sintaxis

ideas pulverizadas…

[parecía que lo opuesto
a un huaico había pasado
por esas páginas;
implosión nadal
desvanecer de sustancias].

Pero lo que más me impresionó
fue que el lugar que ocupaban
esas imágenes
estaba ocupado
por una gran 𝐗 negra.

Yo habría esperado una sombra
un borrón sobre las páginas
pero lo que allí había
en el ponderado Libro
de las Imágenes
era un copioso catálogo
de 𝐗 negras uniformes
que hablaban en silencio
en vacío
una verdad tan ínfima como dura:

El meollo de una imagen
no vale ni media palabra.

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Lima, Perú, 1968.
Es poeta y narrador; estudió Ciencias Administrativas y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Entre sus poemarios publicados se encuentran Luz de Limbo (2001), CieloEstrellado (2004), Parabellum (2008), tvpr (2014), Acróstico Deleuziano (2019) y Nada de este mundo (2020). Además, tiene dos novelas publicadas: Rito de Paso (2006) y Migraciones (2009). En el 2021 fue finalista del Premio Internacional de Poesía Copé, así como del Concurso Nacional de Poesía José Watanabe Varas, mismo que obtuvo en 2023.