PORTADA_algunos regresamos

6 poemas de Alain Pallais

2 diciembre, 2024

Los poemas de Alain Pallais exploran la tensión entre la vida cotidiana y una búsqueda más profunda del significado de la palabra. De esta manera, en sus versos, los actos cotidianos como «jugar con los hijos» o «conversar en voz baja con los padres» contrastan con la profunda reflexión sobre la fugacidad de la existencia, representada en la metáfora de «la noche» como un ensayo de la muerte. El deseo de ser «uno» resalta una sensación de soledad y de limitación ante la inmensidad del mundo y el misterio de la existencia.

***

los gallos aún no cantan
pero ya las mujeres han llorado
un maternal terror

galería en ruinas es mi habitación
obras inconclusas
diálogos albos con la pluma

sólo quedan huecos en la pared
un tesoro escondido en el cielo raso

son pocas las cosas que llevo

tinta
         lámpara
                       lágrimas
una brizna para encender el hogar       
fotografías?                no
no llevaré fotografías
valor
          valor para cambiar
temor
           temor para vivir
un morral donde echaré los trozos
de esto que ahora soy
y dejaré de ser en el desierto

la puerta está cerrada

al partir          siempre olvidamos

en Fort Hood
no hay gallos que canten
mientras inicia a rotar el engranaje
de la muerte

***

el capitán anuncia el descenso
en una pantalla sobrevolamos el centro de Europa
miradas confusas                   nadie pregunta
sabemos de la información clasificada

se harán inspecciones mecánicas
se llenarán los tanques de combustible

la puerta se abre
las cosas se quedan
cuando un soldado deja su fusil desatendido
una luciérnaga se despierta
vuela en la consciencia prendiendo su luz
a un ritmo menos intenso cada vez
y sólo se detiene
cuando el soldado vuelve a posar su mirada
sobre el animal que sólo sabe dormir
                                               y matar

al cruzar el umbral
corre mi mirada         sabueso
en busca de algo que me ubique
la pista                       la pista
la interminable pista              tumultos de nieve
a          lo         lejos                                        PRAHA
Bohemia

bohemio
a tientas en la oscuridad de un verso

***

la ternura del alba nos alcanza el rostro
retira el hiyab del extenso vacío

en busca de vida mi mirada tienta
el desvelo ha cerrado los ojos de muchos
                      juegan con sus hijos
                     conversan en voz baja con sus padres
                     endurecen los pezones de la amada
o tan sólo sueñan con la noche
como un efímero ensayo de la muerte

si pudiera cerrar mis ojos

viajaría hasta San Juan del Sur
o Santa Mónica
frente a olas que agreden mi silencio
sobre la arena que me increpa por ser uno
                                                                      sólo uno

***

hacia dónde van los dromedarios
con esa calma de perenne peregrino?
 van de charco en charco
 humedeciendo el anafe en sus gargantas
 entre retazos de sal tendidos
sobre el desierto que los nutre con espinas

hacia dónde van esas mujeres
con múltiples carencias?
llevan inquietud en el rostro
y se mueven cual fantasmas
por un camino interminable

habrán pernoctado
en la solitaria caseta de barro
construida a escala inhumana?

sus hijos extienden una mano
y con la otra
depositan un trozo de aire en su boca

desde vehículos de guerra
lanzamos bolsas de comida
con la intención de amansar el hambre
que en silencio les estruja el vientre

crecen entre marionetas por el terror manipuladas
empuñan ese odio milenario
y afeitan su cuerpo antes de inmolarse

***

hilo rojo         crisantemos
una araña teje la noche
mientras limpio y aceito mi fusil

las miras en su sitio

desgrano cargadores
empujo hacia adentro el elevador
                                    repetidamente
golpeo y sacudo
extraigo la arena que raspa
                                    paredes

120 balas examinadas
pulidas con una vieja camiseta
— serán suficiente? qué si un IED?
qué si el combate se extiende?
podremos salir?

a mi cita llegaría
con las venas hinchadas de adrenalina
entre tambores y sordera
ladrándole a esa bala que me busca

si me encuentra
que cumpla su deber
y celebre con la sangre
que tanto anhela

en la polvosa calle
en la fragilidad de mis cuerdas
en el viento indiferente
que conoce al enemigo

enemigo infecto         asignado        
                                    sin uniforme
que aparece con ventaja y desaparece
en un pueblo avezado a la traición

un pueblo temeroso del terrorista
                                del US Army
un pueblo que no ve              no escucha
                                                ni sabe nada 
un pueblo de bombas caseras fabricante
donde nadie se escapa del dolor
cada uno reza a su dios
aunque todos vayamos al mismo infierno
si me encuentra
el ímpetu crecerá garras y colmillos
morderé manos clandestinas
             manos degolladoras
             manos encallecidas
en el mercado de favores

si me encuentra
el ímpetu crecerá garras y colmillos
morderé manos clandestinas
             manos degolladoras
             manos encallecidas
en el mercado de favores

el Soldado Desconocido
embriagado de metal fundido
cae en combate donde siempre gana la muerte

entre campanas          estertores        danzas de huríes
mientras en su país
inflamado de orgullo
los ciudadanos inventan canciones al honor
viven felices con videojuegos
envenenándose           
creyendo alimentarse

mañana
como cada viernes
iremos en convoy a Bagdad

esta noche
limpio y aceito mi fusil
en ceremonia de sombras
mi nombre se pierde entre lápidas

***

sería la necesidad innata de encontrar
la fruta podrida que devoran los hombres
antes de afilar sus jambias

sería el deseo ancestral de atinar
la mezcla de colores en cada cuadro
animado por la muerte

o la curiosidad
ave primitiva que advierte
          que nos lleva hasta la última huella
ignorando lluvia        montaña
la turbación del hallazgo

en el sitio                   ogrish.com
en sus habitaciones umbrías
se tritura huesos a mordiscos
y la sangre se escurre entre alaridos

— mi nombre es Nick Berg

con voz resignada
el nombre de sus padres        sus hermanos

Pensilvania
lleva un traje naranja
muñecas y tobillos atados

uno de sus captores lee el manifiesto
su cuello es serruchado
por 45 segundos

cuánto puede expresar una mirada
cuando la resiliencia se diluye 

si eres capturado por estos insurgentes
y deseas salvar tu cuello de la afilada jambia
sacudirías las bases del templo
donde aprendiste a ser

tragarías el credo
con el sudor de ladrones

borrarías al Redentor de las páginas
que devoraste para atenuar el dolor?

o

aceptarías el ahogo
con la sangre de suicidas
huesos de diamante
incapaces de luz?

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Managua, 1975. Poeta y traductor. Realizó estudios arquitectura en la Universidad Nacional de Ingeniería de Nicaragua (UNI). Sus poemas y traducciones se hallan dispersas en múltiples medios tanto impresos como digitales en inglés y español como: Círculo de Poesía, Álastor, Nueva York Poetry Review, Altazor, May Day y Vuela Pluma. Pallais fue movilizado a Irak en calidad de soldado de la Primera División de Caballería (1st Cavalry Division) del ejército de los Estados Unidos. Esta experiencia fue recogida y transformada en poesía en el poemario Algunos regresamos vivos (Valparaíso Ediciones,2024). Actualmente reside en California, Estados Unidos, donde combina su trabajo técnico para el Departamento de Defensa con su pasión por la literatura.