Sin nombre, sin rostro
29 septiembre, 2015
Dimas Lidio Pitty
– Último poema escrito por Dimas Lidio Pitty, Potrerillos, 5 de septiembre de 2015
De ti, mi amada,
la sin rostro,
guardo recuerdos y deseos,
ensueños y glorias
que otros no han visto
ni verán.
En realidad, no tienes cara
ni nombre
ni años,
sino ojos, cabello, labios, senos, manos, ombligo, vulva, muslos, nalgas, espalda,
donde terminan los días y los sueños.
Aquí, en lo alto de Loma Verde,
bajo el aguacate añoso,
junto al Río de la Cruz,
en Cabecera de Cochea, Panamá,
te he sentido mía.
Y también en el Cerro de Santa Lucía, de Santiago,
en Chile.
Y en el agua y en la arena de Copacabana
y en la habitación del hotelito próximo a la Quinta de Buena Vista,
al comienzo del otoño, en Río de Janeiro.
Y en el aire y la memoria de los dioses de Teotihuacán, en México.
Y en los paseos y embelesos bajo el cielo del malecón, en La Habana.
Y todo tu encanto ha estado conmigo
en las calles empedradas con cantos y siglos, en Santana y San Felipe,
los barrios coloniales de Ciudad de Panamá.
Nunca he dado un paso
ni tenido un sueño
ni un deseo
ni una tristeza, ni un dolor o un disgusto,
sin ti.
Sentir tu piel, tus manos, tu boca,
es tener la vida,
estar en ella,
ser parte de su esencia mágica.
Por eso a ti,
mujer única,
genérica,
todo hombre bien nacido te debe
atenciones,
gratitud
y pleitesía.
Y, cuando eres madre y templo,
la vida y el futuro.
Eso has sido,
eso eres
y eso serás para mí,
hembra,
mujer,
compañera,
diosa mía,
sin nombre,
sin rostro,
sin edad,
pero siempre esencia, fuente y símbolo de amor.