Uranga_200pxs

Selección poética

28 noviembre, 2015

Ignacio Uranga

– Ignacio Uranga no elige escribir. No puede no escribir. Para él la escritura es un trabajo de 24 horas los 365 días del año. Y no remunerado. Pero no le importa. Dice que no es un tipo afecto a lo material (por algo estudió Licenciatura en Letras) y que para él la escritura es el capital que le brinda felicidad. Y si bien admite que el dinero se necesita, cree que la felicidad no tiene precio. Nacido en 1982, vivió en el barrio Colón, estudió y se graduó en la Universidad Nacional del Sur. Ha traducido diversos poetas del griego, latín, francés e inglés, publicado ocho libros y varios de sus poemas han sido incluidos en publicaciones de nuestro país, Chile, México, Perú, Cuba, Bolivia, Uruguay, Costa Rica, Nicaragua, Colombia, Brasil, Ecuador, Venezuela, España, Estados Unidos e Inglaterra. (Tomado de La Nueva, Bahía Blanca, Argentina)


Uranga_600pxs

Foto: Emmanuel Briane-La Nueva.

En el nombre del padre

Tú que quitas el pecado del mundo:
ten piedad de los otros: defini-
tivamente creo existes, de ex – sistere:
estar fuera: conforme con lo cual voy
a exigir siquiera el pan: papá fue hoy
como hijo, flores en las manos, al
cementerio y no halló la jardinera
en el mármol negro donde la lápida de
su padre: debió pintar, naturalmente, otra
de blanco y en color grabar el apellido: es
la ilusión, sin embargo, el caso se revierta:
existan las causas generadoras de dolor
y dejes tú, en cambio, de hacerlo, de suerte
tal las plegarias se perpetren: lo mismo
va para la muerte, a pesar de la sintaxis. Sea

Interacción comunicacional

Sí, dijo esa noche con el vaso de ron vacío, después de
la conversación que derivó en temáticas no adecuadas
para el fin sexual que la reunión tenía como propósito:
porque después del diálogo, después de comprar el diario
de madrugada al chico de 6 años, después de años de
no comer monedas de chocolate, después de ella y de mí
es decir después de nosotros que parecíamos para siempre
la idea de llegar hasta su cuarto a desordenar las sábanas
empezaba a convertirnos en objetos: quizá por eso la deci-
sión de tomarla de la mano en calle Mitre y caminar hasta
Alem, para subirme al colectivo y dejarla ahí en la esquina
parada, diciendo ahora con la mirada un auténtico sí, un sí
legítimo: el sí que había sido no empezaba, con sus íconos
gestuales o metalingüísticos, en el momento menos indicado
a ser sí: la palabra del otro, el habla ajena introducida en otro
contexto, sea cual fuere la exactitud de su transmisión, se ve
sometida, siempre, a determinadas modificaciones semánticas:
cuando yo recupero el sí que dijo, inevitablemente dejo fuera
una constelación de lo que también dijo con sus ojos: quiero
decir que el lenguaje nunca tuvo la facultad de ser la forma
absoluta del pensamiento: lo supe después, cuando ella quedó
sola en la esquina diciendo sí, mientras yo me preguntaba
sobre la ventanilla de la 500 cómo se lee una mujer

† Nihil aut de gemina elegeia: funus †

Después de todas las teorías, Caroline
literarias, después de todos los
movimientos de avanzada, ahora, septiembre
dos mil seis, ahora, que la litera-
tura no existe, ahora, que el poema se nos vuel-
ve tan íntimo, porque, repito
hoy, ahora, la lit no existe, elijo el poema
para construir, así en la forma
como en el fondo, este signo, estético, que
muestra la nada que hay, hoy, en sus prin-
cipios, lo imposible que se vuelve el verso
para arar con el lenguaje la re-
presentación, Caroline, de tus ojos, fe-
roces, por ejemplo, regresando
mansos, al presente, de las drogas; un a-
gravio, una imprudencia, un ultraje, el tu-
yo, Caroline, dejarme, así, como si nun-
ca, así, como si nada, así, como
hoy la lit, de suerte tal que deba, en nuestros
tiempos, recurrir a esto, lo que, ahora
septiembre, dos mil seis, no es, meramente, más
que, de momento, cicatriz, recuer-
do, esto que, hoy, no es, repito, ahora, septiembre, nue-
ve, dos mil seis, cuando la lit no exis-
te, y yo me lo apropio para, con la forma
decir, también, no hay, no queda, acá, nada

de El ella real

Campo de mayo

“la figura humana”, dijo, “en la pared”, “en
la del polvorín”, dijo, “la figura humana en la
pared del polvorín dibujada a balazos”, dijo
“dibujada a balazos”, “la figura humana”, dijo
“dibujada a balazos”, “la silueta de un hombre”
“en la pared del polvorín”, dijo, “y una rejilla
abajo hacia las cuencas cloacales ”, dijo, “una
rejilla”, “50 x 50 cm”, “hacia el sistema cloacal”
dijo, “dibujada a balazos”, “la silueta de un hombre”
“y una rejilla”, “de un hombre”, dijo: “sabés cuántos”

Soler 618

A juzgar por prejuicio o por mandatos establecidos
hubiera jurado eras analista, secretaria, mujer de
empresario, corredora de bolsa, doctora; sin embargo
evidenciando tu no ser de la ciudad, o bien poéticamente
embelleciendo la culpa, la vergüenza, soles a lo último
dijiste, porque hubiera semejado, en tu voz, al estruendo
del trueno o la ráfaga de rayo Ballantines night club, Jac-
queline: estás quebrada. Porque nadie va a pensar qué pasó
por tu corazón para que volvieras mercado tu cuerpo ni qué
cuando la no correspondencia entre forma y fondo quedó des-
cubierta, y devino la mujer que ahora te habita: estás social-
mente quebrada, Jacqueline. Ninguno va a escuchar que estabas
cansada de la espera en hospitales públicos, urgida por el ácido
en la sangre, que sólo querías cobertura social y mantel dignos
que el sacrificio está destinado también a la cirugía en Chile
y a tu tan necesaria luna, blanca, en polvo sobre la mesa

de a-letheia

Como un portazo, como un golpearse fuerte de
la puerta: eso que al parecer era la puerta y que
al cerrarse decididamente como una puerta con
violencia clausuró un espacio: lo que era, lo que
parecía ser aquel conjunto sólido, aquella masa
con la que estaba, con la que parecía estar dis-
puesto el cuadro del que incluso también yo era
parecía ser, parte: la pared, el piso mismo donde
estábamos, donde estuvimos, donde parecimos
estar de pie: me refiero a mí y a ese ella tan am-
biguo hoy, que antes identificaba con una voz
y unos ojos respectivos: ese complejo de datos
ese compuesto de materia al que aporté, lo confieso
más de la cuenta: más de mí que de vos, Caroline
y que di en llamar Caroline: este dispositivo absurdo
casi tan vacío como tus gestos de ternura: después
bajar los párpados, mis párpados bajados para que
lo compacto, lo homogéneo en apariencia, empezara
a resquebrajarse: esta torpeza tuya en el proceder
Caroline: tu optar por el mar cuando dijeron cáncer:
se dio vuelta, en efecto, el viento: nombrarte
intentar nombrar esa imagen sustitutiva y difusa


gente que espera, un mínimo decorado de plantas
revistas sobre el vidrio de la mesa, telas ajustadas
donde hubo cabello: pareciera el color un modo de
resistir al claro hospitalario: acorde a las paredes
hay también un hombre: no fue un mal sueño esto
es la clínica y está de pie el oncólogo: C. P. : grado
cuatro: (en números) 4, (en letras) cuatro: no queda
ningún margen para interpretar: fue a quemarropa
sin clase alguna de piedad: fue todo miseria, de un
pleno vaciado afectivo: no habrá tampoco ningún
cuerpo azul, lleno de grasa y sangre llorando al ver
el mundo: 200 mg en píldora de una toma rasparon
el óvulo alojado: fue íntimamente abrasivo, a destajo:
en veinte milímetros anunciando el sonido algo como
etimológicamente una metáfora nuestro amor: va ella
ahora haciéndose hacia el mar, haciéndose a sí en su
hacerse hacia el mar, hacia la arena del centro turístico:
vendrá, Caroline, entonces la muerte y no tendrá tus ojos

de ramalaje

sin conclusión Jill de nuevo se pregunta, nuevamente
pregúntase, dase a interrogar Jill por Greg concluso:
ya concluso Greg año atrás, pues ha, Greg, concluido
doce meses de su conclusión, sí, y se pregunta aún
sobre la noche, Jill, última de Greg, previo al apagón:
la noche que ultimó a Greg, ultimolo una noche pues
y yace ahora en Cawthra, en el Cawthra Square Park
su nombre en el metal se lee, a cincel dice “Greg”
el nombre en la placa a cincel de Greg brilla al sol
tan absorta toca Jill a Greg tallado ahora en bronce
lo que era amor ahora es marcada placa, nombre:
cómo fue, año después, su noche última, piensa Jill
tu última noche, entristecida piensa Jill, cómo fue:
la placa y Greg no responden, no pueden responder:
su cabeza, la de Jill, en su cabeza giran sin cesar
los acontecimientos, las semanas antes de saber
previo al Cawthra Square Park y la placa al sol:
nada en el estudio, en las habitaciones: habitan
al estudio y las habitaciones sólo franjas alquitrán
negras botas de montar sin Greg calzado a salir:
narcótica giran fuero adentro imágenes en Jill:
Gilligan al viento agitado y alguien sin recuerdo
no recuerda a alguien Jill, entorpecida la memoria:
entorpece la memoria a Jill tan frío Greg en el metal
la placa cincelada en Cawthra Square Park de Greg:
frente a un banco en mármol negro intenta asimilar
qué ha de ser de ahora en más lo que vive incluso
de Greg en placa cincelada afuera, abiertamente
tan abiertamente al sol de cada día, tal cual Jill
sentada esa tarde ante el brillo cincelado Greg
leyendo acaso a cenizas sepultadas y una placa
su dedicatoria, buscando entonces una conclusión

de Materna

se colocó a llover este 5 de septiembre: colocada a llover
la tarde esta: tantas gotas a caer sobre un total vacío:
grietados por tan dulcemente habernos sido: ahora
qué si estarme así, en el hondo corazón escenas tornan
gastado amarillo de acá en más, pues estamos en el fondo
corazón amarillado juntos, sin más abiertos, traspasados
de nunca más decirnos algo y decirnos cada día, cada
abierto sol que rompe en tu rostro, tus nuestros rostros
de cada día en que juntos éramos aun sin nada, siquiera
un propio rostro tuyo, un propio rostro mío: sin embargo
5 de septiembre, ha colocado a llover, no estoy tranquilo:
este volcado en vacío donde no estás, acaso no estamos:
estarme con el fondo corazón, tuyas imágenes amarillo:
lo sé, acaba de estallar la guerra al otro lado, la miseria
a lo largo del globo se extiende: mintieron en la infancia
nos dieron mentira, no sé qué hacer si las malditas ahora
historias infantiles no existieron sino en la pantalla, sino
en la materna voz leyendo a que abaje al niño el sueño:
no sé dormir ahora, cómo se duerme digo, cómo hacer
que abaje el sueño al hombre si la pantalla es pedazos
si está apagada la materna voz: se ha colocado a llover
colocada en la tarde esta noche a llover, septiembre 5:
estarme tal como si niño a la intemperie sobre un páramo
estarme niño a la intemperie páramos adentro: estarme
cuando quiero estamos en verdad: no se me quita esto
de escribirte amor, lo sé, aunque una guerra al otro lado
Auschwitz, cámaras de gas, empuado alambre, números:
si estúpidamente no razono y me calma “fuimos sanados
por sus heridas”: y me enajeno en la lengua para decir ven
sígueme, deja todo y sígueme: amarilla el fondo corazón
empedazado en que sí estamos: no se me quita estarme:
el estamos amarillo en el fondo corazón que me sucede
que nos sucede, pues pongo mis palabras en tus labios
desesperado sigo a Jeremías: ven, sígueme, deja todo y
sígueme: con lazos humanos, con el atado de amor, tal
como quien alza una criatura hasta la mejilla: ven, deja
todo, sígueme a poblar páramo adentro este niño: dar
hasta que duela dijo Agnes Gonxha Bojaxhiu, por dios
llamada, Santa Madre Teresa de Calcuta: qué importan
las inútiles palabras, vista en el Time, en portales diversos
ahora del mundo: alguien cansado en el ´81 abordó el vuelo
en Cincinnati, Ohio: cruzó el cielo celestial de Ohio a Kansas:
blanco-azul las ropas, nacida en Uskub, Macedonia, el 26 de
septiembre de 1910 como Agnes Gonxha Bojaxhiu, Madre
Misionera de la Caridad: dar hasta que duela dijo: y falló el
enorme corazón de Agnes Gonxha Bojaxhiu o Santa Madre
Teresa de Calcuta: qué importan los modos, las formas de
nombrar lo que se nombra: un 5 de septiembre se apagó el
diverso corazón en Teresa o Agnes de Calcuta, India: qué
importa la forma, acaso el nombrar de lo nombrado: y no
se me quita sin embargo el amarillo fondo corazón en que
estamos, estarme en que tuya la palabra bastará para sanarme
saltando la cuerda lo decía, casi cantando: una
y otra vez decía, por la madre aprendido, a diario
dicho cada vez lo dulce compañía: y sin palabra
lo que se dice acaecido a ocultas, testigo alguno
pruebas, lo que llaman en lo escuro: un sujeto en
la antemeridiana plena luz, por dios, de Santa Marta
Magdalena, en la urbanización de Terranova, suroriente:
el mundo niño hecho raspas tras el fogonazo a Salua
sin parámetro ahora clínico alguno: la Santa Marta oscura
de Magdalena, las hechas del samario ensueño niño ahora
sin más se apagan: si juntó la manos como siempre incluso
y claro dijo ni de noche ni de día, como cada noche, casi
cantando, como cada día, lo aprendido, madre de dios, y
parámetros clínicos sin más se apagan en, sin ángel, Santa
Marta, Magdalena: si antes del sueño, si casi cantando
si una y otra vez, juntas las manos, si juntó las manos
ni de noche ni de día, previo al antemeridiano apague
las samarias manos juntas, desamparadamente, tan
sin amparo Salua, en Santa Marta, dulce compañía:
pesa esta pródiga Magdala que tan real regresa:
es amargo, Salua, en la noche, así en la noche, en el día
así en el día: este grave aparecer despierta, desangelado
tan este cotidiano, y fogonazos hay, y hay cantos quemados
aunque juntaras las manos, Salua, aunque juntaras las manos


estudiantes en protesta el septiembre 26 pasado
Escuela Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos
Iguala, en el sureño estado de Guerrero, México
por ser discriminados en lo relativo a la repartición
de plazas en favor de escuelas urbanas por parte
del gobierno de Guerrero: oficiales de seguridad
abrieron fuego contra buses en que se trasladaban
normalistas: el saldo: 25 heridos y 43 estudiantes
desaparecidos: luego: de 140 estudiantes, 100
están ausentes tras los 43 vistos nunca más después
de los ataques en Iguala el septiembre 26 pasado:
miedo es lo que hizo que 67 desertaran: en Iguala
lo ocurrido fueron agresiones de la Policía Preventiva
dijo PGJE, Procuraduría General de Justicia del Estado
y anunció que 22 policías fueron detenidos y trasladados:
72 horas después, el alcalde de Iguala, José Luis Abarca
aseguró no tener conocimiento en absoluto de estudiantes
desaparecidos y huyó al día: el 4 de octubre en un cerro
cerca de Iguala hallan seis fosas comunes con 28 cuerpos
calcinados por entero: de 15 a 90 días llevaría revelar
dijeron, la identidad de los quemados: 5 días más tarde
descubren otras cuatro fosas que ocultaban calcinados:
un sobreviviente de la masacre en Iguala cuenta detalles:
11 de octubre: informan que los cuerpos encontrados
en las fosas clandestinas no corresponden a los estudiantes
3 días más y encuentra policía comunitaria otras seis fosas
con restos de lo que fue amor humano y ropa de niños:
aseguran que ninguno de los restos corresponde, según
estudios de la ciencia genética, a los desaparecidos en Iguala:
el 18 de octubre un sacerdote afirma haber escuchado a
un testigo decir que están quemados en vida y enterrados:
23 de octubre y hallan nueve fosas más al menos, en un
paraje de Iguala, restos escolares entre la tierra revueltos:
el reporte sobre el hallazgo de más fosas se da a conocer
horas después de que el gobernador Ángel Aguirre Rivero
solicitara licencia a su cargo: el estudiante Omar García
denuncia en teleSUR que estudiantes de escuelas normales
son víctimas del Gobierno, debido esto a ejercer resistencia
frente a la educación privatizada: 38 fosas es el resultado a hoy
encontradas en Guerrero: los familiares dijeron no asistirán
a una segunda reunión hasta que haya resultados tangibles
de los hoy intangibles estudiantes de Ayotzinapa, Iguala
y fue bloqueado el aeropuerto de Oaxaca por docentes
de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
para que nadie volara el cielo sur mexicano de Oaxaca
porque familiares escucharon el ofrecimiento a cada uno
de 100 mil pesos mexicanos y que ninguno más buscara nada
pero un padre no sólo bloquearía el aeropuerto sur de Oaxaca
sino el cielo mismo hasta que dios oyera y no enterrara a su hijo

de al grave aparecer de lo que ser ahí

Comparte en: