Poesiario
24 mayo, 2016
Valeria Valencia Zamudio
– En esta selección de poesía de Valeria Valencia, que la autora llama “Poesiario” la voz poética encausa el discurso en dirección a un “tú”, que comienza siendo personificado en la orilla del mar y en su brisa, para luego transformarse en una voz que inquiere y se hace ambigua en el poema “Sin decir adiós…”, en donde la segunda y tercera personas pueden fácilmente dar forma a una meditación autorreflexiva. En “A Josce… y Pina” (tal vez Josefina), la voz describe el instante ineludible de la pérdida de ese “otro” y probablemente el límite que alcanza el lenguaje al momento de la separación y el duelo, esto último en caso que esta separación surgiera de la muerte. En el último poema de esta selección “Cómo (? ) fue, no sé decirte, (?) cómo fue(?)…” la voz parece explorar por medio de la paradoja, las infinitas posibilidades de la ilación del sentido.
Tú.
Mueves con suavidad las hojas
Empujas dócilmente los tallos.
Meneas divertidamente la palma.
Hoy, todo lo acaricias tiernamente.
Brisa del mar..
Flotando sobre el mar
salado,
transparente,
tibio.
Tiernas hojas verdes
cubren tus rocas,
negras rojas porosas,
quiero ser tú.
Quiero ser tú
y ser roca.
Quiero ser tú
y ser tierra.
Quiero ser tú
y ser arena.
Quiero ser tú
y sentir cómo la lluvia
y el viento
rozan mi rostro.
Sin decir adiós…
Y de pronto piensas,
que esa amiga que dejaste de ver,
estaría bien.
Que a pesar de que sonreía poco
y a veces mucho,
estaría bien.
Tal vez sentada
recordando la presencia
de la abuela.
Tal vez enojada por lo injusto
de las cosas.
Que estaría trabajando o
tomando un autobús hacia el centro.
O tal vez caminando sin fijarse en el tiempo.
Y de pronto piensas que está bien,
y que duerme calentita al cerrar los ojos, que un día prepara algo de comer
para su hija.
Y que tranquila admira los cuadros sombríos
pintados por su esposo.
Y nunca,
pero nunca piensas
que de pronto pedirá un refresco,
que segundos después
perderá el aliento,
que habrá dejado todo,
y sin decir adiós...
A Josce… y Pina
Cuando las palabras
no alcanzan para despedirse,
cuando la ternura
no es suficiente para saciarse,
cuando estás sola,
suspendida sobre un pie,
cuando madres y hermanas acuden a ti,
cuando mamá se va y no regresará.
Sólo un eco queda, una mano
que acaricia suave una espalda,
unos pechos
que se saludan al contacto,
unos labios
que rozan las mejillas,
lágrimas
que mojan el rostro y los pañuelos,
un «no me olvides»
permanece en el aire.
«Cómo(?) fue,
no sé decirte, (?)cómo fue…(?)»
(No) ver lo que es visible,
(no) pensar en lo impensable,
soñar con lo indecible,
respirar lo respirable.
Ignorar lo ignorable,
suspirar lo inefable,
lamentar lo indescifrable,
ocultar lo inocultable.
imaginar lo inventable,
despedir lo inocurrible / importunable / fantaseable / incomunicable,
callar lo enamorable,
soltar lo inencontrable
Mirar lo lamentable,
Parpadear lo inescrutable,
Preguntar lo incontestable,
Olvidar lo ilusionable.