Signo, texto y cuerpo en “poesía reunida” de Nicasio Urbina
20 mayo, 2016
Anastasio Lovo
– El análisis literario a través de una lectura despiadada del libro Poesía reunida, de Nicasio Urbina, por parte de su colega, también poeta Anastasio Lovo, conduce a este último, al atrevimiento expresivo, dicho como una virtud crítica, para postular tres elementos sustantivos en la poética de Nicasio Urbina: signo, texto y cuerpo, de cuya conjunción emana, para Lovo, una cierta dosis de sustancia surrealista, en un “hablante que a mí como lector de poesía me encanta… el antipoeta, el de las locuras, el de la irresponsabilidad y el de los fracasos…”, emparentada a su vez, en la búsqueda de la re-significación de la “sintaxis de la existencia humana”, y que nos recuerdan inevitablemente, rasgos, tal vez, de la escritura de Nicanor Parra.
Nicasio Urbina (Buenos Aires 1958), es un sobresaliente escritor nicaragüense que ha producido obras significativas en poesía, relatos, crítica literaria académica y artículos de opinión. Actualmente se desempeña como un destacado catedrático en el Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Tulane en New Orleans, Louisiana, Estados Unidos. También es uno de los Vice-Presidentes del Festival Internacional de Poesía de Granada y coordinador de sus actividades académicas.
En Poesía Reunida 1984-2015 (Colección Baños del Carmen, Ediciones Vitrubio, Madrid 2015), Nicasio Urbina ha compilado cinco poemarios de su autoría: Consejos de un poeta irresponsable, Viajemas, Juegos Vitales, Pájaros humanos ySintaxis de un signo.Este conjunto de aparentemente disjuntos textuales, que cronológicamente fueron producidos entre 1984 y 2015, plantea un serio desafío crítico para intentar conferir un posible sentido a la lectura a este torrente de original poesía: vigorosa, generosa, inundante, invasiva, irónica, abrasiva, erótica, arriesgada y siempre muy cerebral.
Atrapar este conjunto compuesto de cinco series textuales, producidas por la íntima necesidad de Nicasio por poetizar, es una tarea ardua. Máxime cuando lo cargado del programa de presentación de libros esta tarde nos exige brevedad. Esto no es óbice para no agradecerle al Maestro Nicasio Urbina, la oportunidad de leer con ojo crítico y de presentar su obra que nos ha dado al poeta Humberto Avilés Bermúdez y a éste que les habla.
Analizando los textos de Poesía reunida de Nicasio Urbina, me atreví a derivar tres elementos esenciales en su obra, que estructural y semióticamente funcionan como un triángulo que establece una dinámica trialéctica entre ellos y que nos sirven para postular una hipótesis sobre el sentido de esta obra.
Los tres elementos que conforman el triángulo son: signo, texto y cuerpo.
TEXTO
SIGNO CUERPO
En Poesía reunida de Nicasio Urbina, ninguno de estos tres elementos tienen primacía o son dominantes o determinantes de los otros: son equivalentes, polivalentes e infinitamente polisémicos. El poeta Urbina en este pasaje semántico de tres vías ha logrado crear una máquina de significaciones y sentidos posibles que me atrevo a enunciar así: Poesía reunida es un signo que se hace texto que se hace cuerpo y al mismo tiempo es un cuerpo que se hace texto que se hace signo.
Subyacente a esta hipótesis de trabajo, solamente formulada para esta breve presentación y aún sin demostrar lo que sería motivo de un trabajo académico muy serio, encontramos que este triángulo (signo, texto y cuerpo) produce unos niveles de sentidos más amables, gozables o fruibles si tomamos, por ejemplo, al hablante lírico como signo de Poesía reunida. Este signo es:
Un Perseguidor de la verdad del ser.
Un Avatar del Destino.
Un Fabricantes de ilusiones y fantasía.
Un Producto del Deseo.
Estos indicios son evidentes para mí en las series textuales agrupadas bajo los títulos de Consejos de un poeta irresponsable, Juegos vitales y Sintaxis de un signo.
En cambio en esa maravillosa colección de postales poéticas que conforman la serie de Viajemas, la serie de la antropomorfización de las aves y su simbólica en la poesía en Pájaros humanos y también en esa magnífica construcción poética que es Sintaxis de un signo, vamos a encontrar: Un cuerpo que viaja. Un cuerpo que se escribe y se convierte en escritura. Un cuerpo que piensa y que intenta someter la pasión con la teoría. Un cuerpo que enloquece con sensualidad, placer y desborde ante la belleza de la mujer, del paisaje, del mundo y del lenguaje. Un cuerpo que reflexiona y sufre ante la cruel realidad, la mentira, las injusticias, el desamor y su propia íntima represión más la coerción social a que todo signo, texto y cuerpo son sometidos.
Quizás es el momento de anotar que el hablante que a mí como lector de poesía me encanta es el surrealista, el antipoeta, el de las locuras, el de la irresponsabilidad y el de los fracasos. Hay una vena antipoética en estos textos de Nicasio que me parece la más feliz y lograda. Emparentada a esta vena antipoética, encontramos elementos surrealistas que configuran un estado de locura entendido como salvación poética.
Frente a estos seductores desatinos postmodernos del poeta Urbina, como un cancerbero se yergue su propia reflexión filosófica, epistemológica, teórica, muy estructurada pero como siempre constituye una amenaza al libre vuelo poético. Y esto en Urbina, me preocupa, que la razón (ratio) mate a la pasión (eros).
Desde el punto de vista morfosintáctico me planteó incógnitas que aún no despejo, motivo de un verdadero análisis, el uso que hace Urbina de la “Y griega” a lo largo de sus textos poéticos. Aparentemente es un recurso fácil, apresurado y podría suponer un lector despistado, hasta fallido. Pero las “Y griegas” utilizadas profusamente por el poeta Nicasio Urbina, maravillosamente funcionan como y copulativa, pero también como una y disyuntiva.
Poesía reunida, de Nicasio Urbina es una poesía copulativa, erótica, imanta naturaleza y cultura, seres que se aman y se desaman, paisajes y paisajistas, palabras y sentimientos, sintagmas y pensamientos. Pero también la “Y” aporta a la construcción de una poesía disyuntiva donde se unen el demonio, el mundo y la carne; una poesía que trata de pegar un mundo hecho añicos por el amor, el desamor, el desarraigo, los viajes, los exilios…
Es decir un mundo fragmentario como los signos que obliga a la búsqueda de una sintaxis re-estructurante, re significante, resemantizadora de la existencia humana.
A través de esta disyunción poética entra la maravillosa veta surrealista y antipoética de Urbina como una vieja recreación de la frase de Lautréamont, abuelo del surrealismo y lo antipoético: “Bello como el encuentro fortuito de una máquina de coser y un paraguas sobre una mesa de disección”.
Símbolo que en relación a Poesía reunida, podemos decodificar así: Un paraguas para que Nicasio Urbina, piantao y antipoeta, vuele repartiendo viajemas sobre los techos de Buenos Aires, Granada o New Orleans; y una mesa aséptica para diseccionar cualquier signo, texto o cuerpo.
Bluefields, Nicaragua, 1952.
Poeta y crítico literario educado en Juigalpa, Chontales, y formado en Chile, donde se especializó en Literatura Hispanoamericana y Semiótica. Ha sido asiduo colaborador de revistas y suplementos literarios. Entre sus obras más recientes figuran Frutos del deseo (Poesía, Managua 2012), Carlos Martínez Rivas: Una poética de dimensión humana (Crítica, Managua 2012) y la novela La Mujer que Olvidó el Amor (Secretariado de Cultura de Puebla, 2000, México).