Ximena Gómez para Carátula
2 febrero, 2018
Además de escritora, es psicóloga, traductora, y profesora de español como segunda lengua.
FELICIDAD CON MOSCA
Hay un pote de miel sobre un platillo,
rebanadas de pan,
una jarra de leche,
cafetera de cobre,
un huevo espera en la tacita china
todo puesto en la mesa
y el tufillo a café…
Hay un sol que se mira en el cristal
y una mosca aletea en el mantel.
ADVERSIDAD
Alguien deja un cascarón en la caja de huevos
alguien saca los huevos
alguien pone el cascarón en la basura
alguien bota una pila de huesos
el cascarón se aplasta
gotea albúmina
debajo
de los huesos
nadie lo advierte.
TARDE
Aire
limpio.
Telarañas
enredadas en cardos,
nadie las sacude.
En el bochorno
se cuecen unas uvas.
Cabeceo en la silla,
estrépito de añicos
de un vaso
la despiertan.
BLANCO Y NEGRO
En declive de hielo,
patos negros y blancos
brotes de plumas sobre la luz.
Frotándose las patas,
en un plato, una avispa
resplandece en un borde de luz.
Imposible atrapar
el esplendor de un gato
bebiéndose la luz de la mañana.
HUÉSPED
Una puerta entreabierta,
las doce campanadas
los gatos en el techo…
Él entra con sigilo,
un vestido cae en un tapiz
un caracol sale de su concha,
un espádice de anturio se yergue,
una gata aúlla de placer en el tejado.
SIESTA
Un árbol,
tamiz de luz,
envuelto en colcha amarilla
un bufón sueña.
ESQUINA
Quise volver aquella tarde
había calles encharcadas
y piedra,
pirámides de piedra
ese no era el camino.
Era un mal sueño
Sin árbol
la calzada era yerma
no existía la casa
Sobre restos de cascajo y polvo
habían erigido un edificio
con acero y blanco
no era un sueño
los geranios
habían
quizás
alimentado
el basurero,
el humus de la tierra…
Un fósil de chicharra
casi pulverizado
entre losas de cemento
se deshacía
oí entonces su grito
el árbol trunco
se levantó de nuevo
la casa resurgió.
ASEO
Mosca
se limpia las patitas
de harina y porquerías
para probar la fresa
que se pudre.
TERNURA
Estábamos
allí en el diluvio.
Un cuervo azul
chasqueando las alas
se alejó del corrillo
de cuervos del cableado
una rama negra en el pico
acaso presagiaba el aluvión.
Una lluvia finísima caía
sobre la crecida del mar
en la avenida flotaban
migajas de caliza
plumas, hedor
de la nueva Atlántida.
No teníamos llaves
la casa era
un navío anegado,
parados a la puerta
aún teníamos
los brazos y la voz
para darnos abrigo.
BODEGÓN CON MOSCAS
Comedor de barrio
En el aire un tufo a pino,
a frutas y legumbres rancias.
Dos moscas se enredan en el aire
En la mesa repollo agujereado,
bananos con pecas de la edad
un jugo agrio de sandía en jarra
y huevos con estiércol de gallina.
Dos moscas pasean por los huevos.
Hay risas allende la pared,
y voces de barítono en sordina.
Una doña se arrulla sobre un hombre.
Dos moscas aterrizan en sus pechos.
POSTOPERATORIO
La mesita,
la taza,
los restos
de almíbar y café
cristalizados.
Dos rajas de limón
cortado hace tres días.
Mosquitos que recorren
las tripas de la pulpa.
Frascos de vidrio
con azúcar
y miel seca.
Todo está en orden.
Hay talco en el resuello
las sábanas, las fundas,
talco aún en los pies,
el pijama y el suelo.
Todo está en orden.
Reflejos de Vermeer
en los objetos,
en el rostro de cera
en las marcas
de la crucifixión
con agujas de suero.
Parece que él durmiera.
BROTES DE ANTURIO
La mano sobre el pecho, de virgen otra vez, que el piyama de flores descubre. En la cama ella se quedó inmóvil. Es tarde, es hora de la ronda del auxiliar de turno, hora en que el miedo anda por el patio, por el camino de acceso. Hay griteríos, cuchicheos, alguien corre, traen silla de ruedas; una ambulancia llega, la transbordan. En la mañana, la luz se filtra al cuarto por la rendija de la cortina. Brotes de anturio rojo han nacido en el tiesto que ella solía regar. La auxiliar limpia, saca el pote de anturios y cancela la puerta con candado.
ÚLTIMO DÍA
Mosca.
Se agita entre boñiga,
entre bazofia y miel,
roe pulpa de plátano,
liba
un pozo de Pepsi,
una herida de toro.
Es el último día de calor.
El frío avanza. Se cobija
en un rincón oscuro.
Amanece en el cristal
de una ventana,
rodeada de un halo
de luz, el vientre abotagado.
Alguien la barre,
la tira entre la tierra.
Otra mosca la roe.