Mensaje de amor y desagravio a Ernesto Cardenal en su galaxia
29 marzo, 2020
– «Tus cenizas son ya tierra de Nicaragua y la tierra en Solentiname ya es sagrada. Hasta allá llegarán peregrinos de todas partes a honrarte en tu santuario. Y los que hoy hasta en la tumba te persiguen, serán sólo podredumbre engusanada. Dormí tranquilo, Padre. El Amor ganará.»
I
No recibirás mis palabras. Serán interceptadas, retorcidas, deformadas para que se estrellen en el silencio y no las escuchés; lo sé muy bien ahora que anciano y frágil no podés ser aquel indoblegable con la mentira que amedrentabas a los anfibios de aguas turbias enarbolando la verdad como una bandera de pureza. Cuánto lamento, Padre, no estar como entonces a tu lado ahora que dicen que te has dulcificado y quienes te adversaban llegan a tu casa como si fuera de ellos, deseosos de sacarte el último provecho. Cómo han de hostigarte creyéndote domesticado como un animalito; cordero dispuesto para el banquete, y vos, anuente a que te despedacen porque estás en tu galaxia y ya dejaste todo aquello atrás, y no te importa que cada quien se lleve su pedazo.
II
Pero ahora te has muerto. Qué alivio entre los batracios deseosos de manosearte. En el Olimpo acuoso del poder croan tu nombre, te alaban y se enorgullecen con falsa gratitud, pues creen que sí te has muerto y podrán robar palabras tuyas que les atemorizan para decirlas como si fueran propias y nadie va a percatarse del engaño. Viven en el engaño y del engaño de que algo dicen y no dicen Nada, son maestros de la Nada, de la que vienen y a la que volverán, mientras vos ascendés a tu galaxia y tu palabra, viva entre nosotros, se esparce por la Tierra y alza vuelo al Universo adonde ahora estás, abrazado a Dios.
III
Libre ya del cerco y del acoso, volviste a ser el mismo rajatabla. Qué poder en tus palabras, las últimas que dejaste dichas, esgrimiendo la verdad de frente ante el engaño. Desde tu estrella habrás visto desatada la furia de la del bosque estéril. Sus huestes enardecidas cercándote en tu muerte, inútilmente. Tus cenizas son ya tierra de Nicaragua y la tierra en Solentiname ya es sagrada. Hasta allá llegarán peregrinos de todas partes a honrarte en tu santuario. Y los que hoy hasta en la tumba te persiguen, serán sólo podredumbre engusanada. Dormí tranquilo, Padre. El Amor ganará.
Poeta y escritora nicaragüense. Su libro más reciente El encuentro absoluto (Visor Libros, Madrid, 2024), obtuvo el XXIII Premio Casa de América de Poesía Americana 2023. Su poesía ha sido publicada internacionalmente en antologías de más de treinta idiomas y en The Oxford Book of Latin American Poetry (2009). Su obra ha recibido reconocimientos. Ha dado recitales y conferencias en diversos países. Enseña en la Universidad Estatal de San Francisco. Fue viceministra de cultura de su país.