Naturalismo y La nueva mujer (New Woman) en “Tío Terrones” y La gota de sangre (1911) de Emilia Pardo Bazán

2 diciembre, 2024

Mucho se ha escrito ya sobre Emilia Pardo Bazán; la crítica en torno a su obra es amplia y abarca diversas perspectivas. No obstante, en el presente estudio se propone un enfoque comparativo que explora la contradicción entre el naturalismo y la representación de la “Nueva Mujer” (New Woman) en el desarrollo de los personajes femeninos en dos de sus obras: Tío Terrones (1911) y La gota de sangre (1908). En primer lugar, es preciso ofrecer una breve explicación sobre estas dos corrientes literarias opuestas. En este sentido, Ann Heilmann, en su libro New Woman Fiction: Women Writing First-Wave Feminism, define dicho movimiento de la siguiente manera:

¿Quién o qué fue una mujer nueva (New Woman)? ¿Un constructo, una fabricación noticiosa y marcante de una rebelión, o una mujer “real”? ¿Una escritora, una reformista social, o una activista del feminismo? ¿Una chica hija de la clase media ansiosa de estudiar una carrera, una mujer casada irritada por la desigualdad legal de la mujer? ¿Una solterona amante de las mujeres? La verdad es que incluso escritores y escritoras definidos como nueva mujer fueron propensos a cuestionar y cambiar los parámetros de dicha categoría… (2)12

La definición de Heilmann destaca la diversidad y complejidad del movimiento, así como los numerosos matices que lo enriquecieron. Esta variedad resulta inclusiva, abarcando figuras como la mujer casada, la hija y la mujer que desea estudiar, entre otras. Sin embargo, en América, particularmente en los Estados Unidos, esta perspectiva se ve limitada por las complejidades raciales que ya estaban profundamente arraigadas hacia finales del siglo XIX. En términos generales, se puede caracterizar a la «Nueva Mujer» (The New Woman) como un movimiento feminista, social y literario británico de fin de siècle (Rich, 1). A esto se añade un componente visual, en el cual algunas mujeres montaban en bicicleta, usaban pantalones y fumaban. Este último aspecto no solo resonó ampliamente en Inglaterra, sino que también recibió gran atención en países como Estados Unidos y Canadá. La «Nueva Mujer», en efecto, se dio a conocer alrededor del mundo, y es por ello fundamental analizar la obra de la condesa desde esta perspectiva.

Por otro lado, el naturalismo fue, en esencia, un movimiento literario, y conviene aquí esbozar brevemente sus orígenes y propósitos. Se suele reconocer a Émile Zola como su principal precursor. En su obra La novela experimental (1893), Zola plantea la novela como resultado de una investigación empírica rigurosa. Él mismo lo aclara al afirmar que “la novela naturalista es simplemente un cuestionamiento de la naturaleza, los seres y las cosas” (123). Además, agrega: “Es el sueño del fisiólogo y del doctor que experimenta, el mismo del novelista que emplea el método experimental en sus estudios del hombre como un simple individuo y como un animal social” (25)3. Esta perspectiva de Zola generó un auge del naturalismo que atrajo no solo a escritores, sino también a profesionales como abogados y médicos. Estas premisas fundamentaron el llamado naturalismo radical, caracterizado por una representación extrema de situaciones y espacios.

Emilia Pardo Bazán fue una gran estudiosa del naturalismo de Zola, como se evidencia en La cuestión palpitante. Asimismo, en su libro El naturalismo en la Pardo Bazán, Fernando F. Barroso explora esta influencia en la narrativa pardobaziana y señala que muchas de sus novelas y otros trabajos presentan escenarios naturalistas. Sin embargo, Barroso también destaca que la narrativa de Pardo Bazán carece del determinismo característico del naturalismo radical. Cabe mencionar que el darwinismo social, una ideología que promovía el determinismo en el fin de siècle, se observa en la obra de autores del naturalismo radical, como Federico Gamboa. Ideología que no se percibe en relatos como “Tío Terrones.” En dicho cuento, las situaciones representadas reflejan conductas sociales y familiares plausibles para las mujeres de finales del siglo XIX, y en su mayoría, los personajes femeninos cuentan con perspectivas de futuro positivas.

Naturalismo.

En “Tío Terrones,” el lector se encuentra con una familia de un pueblo rural compuesta por un padre y sus tres hijas. Al padre, en el pueblo, todos lo llaman “tío Terrones.” Sin embargo, un día surge un rumor inesperado sobre una de sus hijas, Petronila, quien supuestamente mantiene una relación con un hombre del pueblo. Este rumor basta para que tío Terrones la expulse violentamente de su casa. Petronila busca refugio en la taberna local, donde la dueña, Hilaria, la ayuda a sobreponerse. Posteriormente, Petronila se traslada a Madrid, donde logra establecerse, casándose con un comerciante acaudalado. Tras varios años, regresa al pueblo convertida en una mujer exitosa y adinerada, con el deseo de expresar su gratitud a Hilaria, persona quien le ayudó a salir del pueblo, comprándole un terreno en el pueblo. Este gesto no pasa desapercibido para tío Terrones y sus otras dos hijas, quienes, a pesar de cuestionar el éxito de Petronila, no encuentran motivo alguno para dudar de la legitimidad de su fortuna. Crisín Terrones y su hija siguen interrogándose sobre el origen de su riqueza.

Ya corre por el lugar, y ayer en la botica lo explicó el médico don Tiodoro… Paice que está la Petronila en Madrí, y que vive en una casa grande a mo de palacio y por no faltarle cosa alguna, hasta coche lleva, con dos yeguas rollizas … ¡Alla ellas! –Refunfuñó el tío Terrones ásperamente, sombrío y ceñudo — ¡Lo mal ganao, que le a proveche a quien lo come! … –¿Y usté qué sabe si es mal ganao? Dios manda a pensar lo mejor. (1355)

Se alude al dinero ganado por Petronila, insinuando de manera indirecta que pudo haber recurrido a la prostitución; sin embargo, la hija de Tío Terrones rechaza esta posibilidad. En otras palabras, el texto no presenta evidencia alguna de mala conducta social.

La autora fue una profunda estudiosa del naturalismo, en su crítica se distancia de los clichés y del determinismo propio de este estilo. No obstante, en “Tío Terrones” se presentan situaciones que, sin llegar a ser clichés, resultan similares a las de otras narrativas naturalistas, en particular las del naturalismo radical. En Santa (1903) de Federico Gamboa, por ejemplo, encontramos un personaje principal homónimo, Santa, que proviene del campo; es una joven campesina de apariencia agradable, que se ve involucrada en una relación sentimental con un militar recién llegado al pueblo. Gamboa enfatiza la visión de inocencia y sencillez de este personaje al referirse a las mujeres campesinas: “¡Su historia! La historia vulgar de las muchachas pobres que nacen en el campo se crían al aire libre, entre brisas y flores; ignorantes, castas y fuertes al cuidado de la tierra” (39). En esta descripción, la mujer del campo aparece casi como un elemento paisajístico, criada al aire libre, como las flores. También se describe su relación con el alférez Beltrán: “Todo, en verdad, habíaselo dicho a Santa; las palabras inocentes y cándidas con las que es de ley que comiencen los amores” (55).

De manera similar, Pardo Bazán nos presenta a Petronila, aunque de un modo más conciso que Gamboa, pero no menos significativo: “En el pueblo de Montonera, por espacio de dos meses no se habló sino del ejemplar castigo de Petronila, la hija del tío Crispín Terrones. Al saber el desliz de la muchacha…” (1354). Sin embargo, a diferencia de Santa, Petronila muestra un desarrollo más progresivo; no solo evita la única alternativa del burdel, sino que construye una vida exitosa al casarse y lograr independencia económica. Es relevante señalar que ambos personajes son despojados de la seguridad social, psicológica, económica y moral que les ofrecía el hogar. En el caso de Santa, toda su familia la rechaza y la expulsa de casa.

Hasta este punto, observamos claramente dos jóvenes campesinas en situación de vulnerabilidad: dos mujeres solteras que se ven involucradas en relaciones sentimentales y sexuales con hombres, sin que estas relaciones culminen en el matrimonio, y que, además, son expulsadas de la seguridad que ofrece el hogar. La novela de Gamboa emplea un tono casi bíblico para representar esta expulsión del hogar:

la que ha cesado de ser virgen, la mala hija y la doncella olvidadiza … hay que rechazarla … Volvió su rostro y solo contempló a su madre entre los brazos de sus hermanos, la diestra levantada como cuando mandara irse, en solemne grupo patriarcal de los justicieros de tiempos bíblicos (65).

Del mismo modo se ve la expulsión del hogar en el cuento de Pardo Bazán:

Al saber el desliz de la muchacha, su padre había empezado por aplicarle una tremenda paliza con una vara de taray…hecho lo cual, la maldijo solemnemente como quien exorciza a un energúmeno y, al fin después de entregarle un mezquino hatillo y treinta reales, la sacó de la casa … (1354)

Es importante recordar que, en el contexto histórico del siglo XIX, una mujer soltera con un historial de relaciones sexuales era considerada socialmente como desvalida y, por ende, sin oportunidades. Esta situación podría replicarse en ambos relatos, pero no es el caso. Aquí radica la mayor diferencia entre las dos narrativas.

Mientras que en Santa encontramos a un personaje que, poco a poco, se va destruyendo debido a su vida en el burdel, el rechazo social, la falta de oportunidades, el alcoholismo, las enfermedades físicas y, finalmente, la muerte, en la narrativa de Pardo Bazán, como ya se mencionó, se observa un naturalismo sin determinismo. Además, el cuento no deja lugar a dudas sobre cómo Petronila supera exitosamente su situación económica y social. Esta resolución del conflicto central del relato pone de manifiesto la postura de algunas narrativas de Pardo Bazán frente a la situación de la mujer en su tiempo. Una postura que fue fuertemente criticada por varios escritores, y especialmente por Leopoldo Alas (Clarín), quien sugiere que el naturalismo de Pardo Bazán carece del conocimiento necesario debido a su falta de acceso a “ciertas mujeres.” A este respecto, cabe señalar el Prefacio a Un viaje de novios, en el cual la Condesa realiza una crítica a algunos trabajos naturalistas:

No censuro la observación paciente, minuciosa, exacta, que distingue a la moderna escuela francesa; al contrario, la elogio; pero desapruebo como yerros artísticos la elección sistemática y preferente de asuntos repugnantes o desvergonzados, la prolijidad nimia, y a veces cansada, de las descripciones, y, más que todo, un defecto en que no sé si repararon los críticos: la perenne solemnidad y tristeza, el ceño siempre torvo, la carencia de notas festivas y de gracia y soltura en el estilo y en la idea (572)

En este contexto, Pardo Bazán deja clara su postura negativa hacia los trabajos alineados con el naturalismo radical, pero al mismo tiempo, no descarta el naturalismo como una opción literaria válida, tal como lo afirma en la primera oración de la cita mencionada: “No censuro la observación paciente, minuciosa …” Además, el párrafo revela cómo la autora, en su propio trabajo, emplea ciertos clichés orientados hacia una representación digna de la mujer, como se observa en Tío Terrones. El cuento contiene ciertos elementos que revelan la perspectiva de Pardo Bazán en relación con el naturalismo y la “Nueva Mujer” (New Woman).

La nueva mujer (The New Woman).

Sin embargo, la postura de Pardo Bazán respecto a la mujer no solo se refleja en sus obras narrativas, sino también en sus ensayos de crítica. En su columna “La vida contemporánea” del periódico La ilustración artística de septiembre de 1901, escribe un artículo titulado “Como en las cavernas,” en el cual describe cómo las mujeres son víctimas de crímenes difíciles de resolver y cómo carecen de ventajas sociales, además de estar sujetas a una gran desventaja económica. En Tío Terrones, la posición de la autora con respecto a las mujeres es clara, así como la posibilidad de sus historias de éxito. No se puede ignorar la similitud de su perspectiva con la de la nueva mujer (The New Woman). Una de las premisas fundamentales de este movimiento es la solidaridad entre mujeres, ayudándose mutuamente a alcanzar el éxito, además de contribuir a su educación y bienestar económico. Este patrón es evidente en la producción literaria de la nueva mujer británica. Aunque Pardo Bazán no se autodenominó como autora de la nueva mujer, sus personajes femeninos comparten características con los personajes creados desde esa perspectiva británica. El personaje de Petronila, por ejemplo, no se ajusta al arquetipo del «ángel del hogar» ni a representaciones similares. Por el contrario, ella no regresa a su hogar para solucionar los problemas, sino que lo hace para mostrar su éxito y su independencia económica. Es importante señalar que, en la mirada de la nueva mujer, el matrimonio no se considera una solución exitosa. En el caso de Petronila, el matrimonio no es más que un recurso de Pardo Bazán para descartar la opción de la prostitución. Además, Petronila desea ayudar a Hilaria en retribución por su apoyo: “—Todos los lujos asiáticos de la tía Hilaria, ¿sabe usté de dónde salen? ¿A qué no? ¡De la Petronila, ni más, ni menos! …” (1355). El hecho de que Petronila regrese con la intención de ayudar a Hilaria muestra su gratitud y nobleza. Al mismo tiempo, coloca a sus familiares en una posición completamente diferente, pues Crispín Terrones se muestra cruel, violento y ambicioso:

Advertía una humillación grande … al persuadirse de que la de allá, la maldita, la echada, la barrida, la culpable, tenía en sus manos la felicidad según comprendía Terrones: poseía los bienes de la tierra … Pero ¿Y la hora? ¡Bah! ¿A quién le importa la honra de un pobre? … (1355)

La contraposición entre Petronila y Crispín revela otro tipo de abuso: el control económico. Además, el fragmento también pone de manifiesto la ambición material de Crispín, quien antepone sus intereses materiales al honor, el mismo concepto que fue el origen del daño causado a Petronila.

La nueva mujer (The New Woman) posee intereses que van más allá del entorno doméstico o familiar; ella busca construir su propia vida, resolver sus problemas y colaborar en la solución de los de otras mujeres. Estas características también se reflejan en la novela Ideala (1888) de Sarah Grand. Su protagonista, Ideala, es una mujer inteligente, autónoma y separada. A lo largo de la historia, Ideala se enfrenta a diversos problemas sociales y físicos, siendo su enfermedad uno de los más destacados. Aunque el problema de salud no se especifica con claridad, ella finalmente logra superarlo. En su ensayo The New Aspect of the Woman Question, Sarah Grand (Frances Elizabeth Belleden Clarke) aborda la autonomía femenina y el derecho de las mujeres a la dignidad:

Hay más de cien mil mujeres en Londres condenadas a la incertidumbre y a la miseria por la ley del hombre; y aunque se atrevan a morir, y a la infamia de la falta de sustento como medio de vida y vivir así; mientras tanto el hombre encargado de los asuntos de la mujer se sigue preguntando, contra que podemos protestar en el nombre de nuestro sexo. (276)4

Grand cuestiona tanto el aspecto legislativo como el sistema de poder en Londres, y cómo estos afectan la capacidad de las mujeres para desenvolverse por sí mismas con dignidad. Este análisis nos remite a un Londres de finales del siglo XIX, donde las posibilidades para las mujeres solteras eran sumamente limitadas. Tanto Grand como Pardo Bazán coinciden en su evaluación de la situación social de la mujer en el fin de siècle. Asimismo, es pertinente mencionar a Tamar Mayer, quien expone cómo, a finales del siglo XIX y principios del XX, en el contexto de la construcción de la nación, las mujeres mayores eran responsables de moldear a las mujeres jóvenes según el modelo patriarcal. Esto se refleja, de alguna manera, en el comentario de Zoila a Crispín, citado anteriormente, sobre el destino del dinero de Petronila.    

No es únicamente en Tío Terrones donde encontramos un personaje con la posibilidad de un progreso constructivo. En la novela La gota de sangre (1911) también se presenta a una mujer con una historia personal compleja, pero que finalmente resuelve su situación. La novela es narrada por Selva, el personaje principal, quien desempeña el rol de investigador privado, similar a un Sherlock Holmes. Este personaje posee características que merecen ser destacadas: es inteligente, astuto e imaginativo. La trama gira en torno a un asesinato ocurrido en Madrid, en el cual se introduce a Julia Fernandina (Chulita Ferna), un personaje que Selva describe de la siguiente manera:

Durante el no muy largo trayecto, hervía mi imaginación reconstruyendo la historia de la única mujer de la vecindad que podía a ver intervenido en el suceso … Era la hermana de la actual condesa de Tolvanera; pertenecía a familia virtuosa, muy grave muy ilustre … ¿cómo Julita la niña de la mejor sociedad, se había convertida en la Chulita Ferna, astro de la galantería equívoca? Como sucede en estos casos: empezando por el amor juvenil, loco, pero sagrado y acabando por el vicio y la decadencia… A los veintitantos años escandalizando a la high-life andaluza, la aristocrática joven se fugaba con su maestro de francés. En París abatieron el vuelo de los tórtolos. De la vida parisiense de Chulita se contaban horrores … Julia, que vino a Madrid y se instaló con lujo. Ninguna señora la trató; pero hubo dos o tres como ella caídas y expulsadas de la sociedad que asistieron a sus tertulias… (1005)

Selva sugiere la problemática social que enfrenta el personaje de Julia Fernandina. En primer lugar, el personaje sigue un patrón similar al de Santa de Gamboa, una joven enamorada e involucrada en una relación sentimental. Sin embargo, en el caso de Chulita Fernandina, se distingue por su singularidad: a pesar de las consecuencias sociales y económicas, ella toma la decisión de abandonar su hogar por voluntad propia. Este aspecto la diferencia, no solo de Tío Terrones, sino también de Santa. No obstante, como se mencionó anteriormente, se mantiene la premisa planteada por Barroso, ya que, al igual que en el caso de Tío Terrones, también se observa una falta de determinismo en el desarrollo del personaje. Contrario a “Tío Terrones” o Ideala en Santa si se encuentra un claro determinismo:

La enfermedad de Santa era tan característica, tan avanzada se hallaba que el galeno tuvo de sobra con un solo examen … Terminado el examen, llamó a Hipólito a la azotehuela … y sin medias tintas disparó la nueva:
–Lo que padece la señora es un cáncer tremendo y sin cura … ¡Es un mal incurable! …
                        ¿Dice usted que sin operación es infalible y pronta la muerte de la enferma …?
–¡infalible y pronta sí señor! … ¿Cómo se llama la operación? –preguntó Hipólito …
¡Histerectomía! … (283)

En el caso de Santa, se le atribuye el cáncer a su actividad como prostituta, refiriéndose a la enfermedad como “característica” de dicha práctica. Santa no solo es aislada socialmente y destruida económicamente, sino que su deterioro físico es retratado de manera progresiva, dolorosa y mortal. Todas las consecuencias que trae consigo la prostitución, el único camino disponible para el personaje, están presentes a lo largo de la novela. Santa es un personaje que se desmorona de principio a fin, sin ninguna otra alternativa más que la enfermedad y la muerte derivadas de su situación. Es importante señalar cómo el personaje de Santa se ajusta al concepto de determinismo, en el cual la novela se enfoca considerablemente. No obstante, hay que reconocer que Gamboa realiza una denuncia eficaz de ciertos aspectos sociológicos y políticos, como, por ejemplo, la complicidad de médicos corruptos que expiden certificados de sanidad a Santa, cuando ya estaba enferma, permitiéndole continuar trabajando. El caso de Santa, como se sugiere en la novela, probablemente refleja la norma entre las mujeres marginadas de la época, lo que podría interpretarse como una prueba irrefutable del determinismo social. Sin embargo, esta situación no es más que el resultado de la desatención hacia estas mujeres, lo cual refleja una falta de consideración por parte de la sociedad en la que se desarrolla la obra. Esto contrasta notablemente con las soluciones que ofrece Pardo Bazán, que son claras, sencillas y efectivas, sin recurrir al determinismo.

Es importante resaltar que la falta de predeterminación en los personajes femeninos de Pardo Bazán resulta en una mayor oportunidad para los mismos. Esta premisa se evidencia en el desarrollo final de La gota de sangre. Aunque Selva conoce el papel de Chulita Ferna en el asesinato, decide dejarla ir. Cabe señalar que este personaje actúa más como coadyuvante que como asesina, ya que su implicación en el crimen es secundaria. De este modo, vemos cómo Selva le sugiere a Chulita Ferna:

–Quien debe desaparecer inmediatamente eres tú–exclamé, enterado yo de cuanto quería–. Vístete de trapillo; ponte sombrero pequeño, velo tupido y dentro de una hora, si no recibes aviso en contra vete a la esquina de la calle ***. Allí te aguardará un automóvil alquilado por mí, que te llevará a Francia. Toma un poco de dinero; el mecánico te entregará un sobre con alguno más. Si puedes, no vuelvas a pecar… Puesta en salvo Chulita, faltaba hacer otra cosa. … (1012)

A diferencia de Santa, el personaje en La gota de sangre tiene otra oportunidad. Se presenta una situación similar a la de Ideala, quien finalmente logra desligarse de su marido y vivir de acuerdo con su propia voluntad. De manera análoga, Petronila sobrevive en Madrid sin recurrir a la prostitución. Este patrón, que identifica de manera más clara el trabajo de Pardo Bazán como parte de la corriente de la nueva mujer (New Woman), se observa también en otras de sus obras. Por ejemplo, en la novela La piedra angular, encontramos a un personaje femenino que abandona a su marido y se establece en unas condiciones más favorables para ella. Es importante destacar que, en dicha novela, la presencia femenina es casi nula, lo que deja un mundo completamente dirigido por hombres, caracterizado por la violencia y el desorden social y personal, en el que los jóvenes tienen pocas oportunidades de crecer adecuadamente.

            En definitiva, se puede afirmar que el uso del naturalismo en Emilia Pardo Bazán adquiere un propósito distinto y se aleja de la esencia misma del movimiento. Es decir, la narrativa pardobaziana no se limita a la idea de hacer de la novela o el cuento un estudio estrictamente científico, como sugería Zola. Por el contrario, la autora ofrece diversas alternativas para sus personajes femeninos, personajes que, aunque no se ajustan a una observación formal, son, sin embargo, plausibles y posibles. Este enfoque se destaca en los trabajos mencionados, los cuales presentan un paralelo significativo con los objetivos del movimiento de la nueva mujer. En este sentido, se puede argumentar que estamos ante un acercamiento claro a los principios de la nueva mujer, aunque, como se ha señalado, la condesa nunca se identificó explícitamente como una autora de este movimiento. No obstante, resulta innegable que su obra refleja puntos en común con las ideas feministas. Como se ha demostrado, uno de los aspectos clave de la obra de Pardo Bazán es la ausencia de determinismo, lo que diferencia a sus personajes, como Petronila y Chulita Ferna, de figuras representativas del naturalismo radical, como Santa. Esta falta de determinismo también pone de manifiesto cómo, a finales del siglo XIX y principios del XX, la sociedad no se preocupaba por mejorar las condiciones de vida de las mujeres. Esta situación se observa no solo en Pardo Bazán, sino también en los trabajos de Gamboa y Grand. Las narrativas aquí expuestas dejan una sensación amarga sobre la situación de la mujer ante una sociedad misógina y punitiva.

 


Bibliografía

Barroso, Fernando J. El naturalismo en la Pardo Bazán. Plaza Mayor S. A, 1973.

            Gamboa, Federico. Mi Diario: Primera SerieIII (1920). Ediciones Botas México,                                  1920.

Grand, Sara. Ideala, 1888. Valancourt Books, 2008.

—. “The New Aspect of the Woman Question:” Sex, Social Purity and Sarah Grand.

Edited by Ann Heilmann and Stephanie Forward. Routledge, 2000, pp. 29-35.

Heilman, Ann. New Woman Fiction: Women Writing First-Wave Feminism. MacMillan P

Ltd, 2000.

Mayer, Tamar. “Setting the stage.” Gender Ironies of Nationalism: Sexing the

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Pardo Bazán Emilia. La cuestión palpitante. Obras completas 1883. Tomo 3, 1957,

  1. 574-647.

—. La gota de sangre. 191. Obras completas Tomo 1. Aguilar, 1964,

  1. 275-349.

—.. La piedra angular. 1891. Obras completas Tomo 2. Aguilar, 1957, pp. 994-1014.

—. “Tío terrones.” Obras completas 1920. Tomo 2, Aguilar, 1957, pp. 1354-1355.

Rich, Charlotte J. Transcending the New Woman: Multiethnic Narratives in the

Progressive Era. U of Missouri P, 2009.

Zola, Émil. The Experimental Novel. The Cassell Publishing, 1893


Notas

1 Traducción propia del párrafo original:

Who or what was the New Woman? A literary construct, a press fabrication and discursive marker of rebellion, or a ‘real’ woman? A writer, social reformer, or feminist activist? A middle-class daughter eager to study for a career, a married woman chafing against legal inequality, a woman-loving spinster, a reluctant mother, a sexual libertarian? Even the factual writers who defined and were defined as New Women were apt to shift and contest the parameters of the category… (2)

2 Nota extraída en forma literal del libro de Jose F. Rojas-Viana

3 Traducción propia del inglés.

4 Traducción mía del siguiente fragmento:

“There are upwards of hundred thousand women in London doomed to damnation by the written law of man if they dare to die, and to infamy for a livelihood if they must live; yet the man at the head of affairs wonders what it is that we with the power of protesting against in the name of our sex”(276)

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Medellín, Colombia. Dedicó varios años a la música y a la enseñanza musical antes de trasladarse a los Estados Unidos en 2005. Desde entonces, sus intereses intelectuales han evolucionado hacia las humanidades y la investigación académica. José obtuvo una licenciatura en Artes Liberales en la Universidad de Louisiana en Lafayette (University of Louisiana at Lafayette) y completó una maestría en Estudios Hispánicos con concentración en variación lingüística y sociolingüística en la Universidad Estatal de Louisiana (Louisiana State University). Posteriormente, obtuvo un doctorado en Literatura Comparada en la misma institución.
Actualmente, es un investigador activo en los campos de la sociolingüística y la literatura comparada. Ha publicado diversos artículos académicos y un libro sobre literatura comparada. Sus áreas de investigación incluyen la variación lingüística y las representaciones de la mujer en la obra de autores como Emilia Pardo Bazán, Federico Gamboa, Sara Grand, Thomas Hardy, Refugio Barragán de Toscano y Kate Chopin.