
3 poemas de Rachel Whalen
1 junio, 2025
En estos poemas, el cuerpo cotidiano —una taza, un pulpo, una ambulancia— se transforma en símbolo íntimo, violento y tierno. Con imágenes inesperadas y una voz que oscila entre la ironía, el asombro y la pérdida, estos textos nos sumergen en un mundo donde lo banal se vuelve sagrado, y lo absurdo revela una verdad profundamente humana.
Tenía un pulpo
Por un tiempo yo
tenía un pulpo. Y qué
fuerte era, qué amargo,
qué fugaz, qué tonto a veces, como
todos podemos ser; a veces infiel, a veces
deprimido, pero era mío. Fue
un fracaso, mi pulpo, mi propio
milagro, lo veía con ganas de llorar, te digo
que fue un encanto y qué
glorioso fue. Y qué misteriosa
mi mano que lo apachaba, mi boca
que lo besaba (besos ácidos, besos rojos, besos fútiles);
lo perdí algunas veces en la brecha;
le pedía disculpas en vano; me perdonaba en vano;
qué pude hacer sino odiarlo, tratar de leerlo
como una profecía; allí estaba en la esquina comiendo
sus propios brazos, traicionándose; dime qué
pude haber hecho, cuál opción tenía
sino cederme a mi impulso; él me veía
y me conocía con sus ojos sobrios,
sus tres corazones, su sangre azul; querido
pulpo, perdóname:
corté tu garganta
y la reclamé como mía.
Ambulancia
Las sombras eran mitos; los mitos tienen caras. Cuando llegué sus narices ya se estiraba por el pasto. Se estaban burlando de mi. Un perro me mordió y cuando llegó la ambulancia, reconocí el conductor de un sueño o tal vez de otra vida que vivía hace años. “Tú no eres nada más que un hombre con un hueco en sí mismo,” me dijo en el camino. Fui al hospital, y en el cuarto al lado del mío alguien cambió este mundo por otro.
Mug
Día tras día te
agarro, taza, tazón—
en mi idioma nativo
te llamas mug,
lo que también puede ser
un acto de violencia.
Pero de todos modos
te agarro, entendiendo
que tu idioma nativo
es agarrar. Tenemos
una relación reciproca:
con lo que te lleno
me llenas. Lo que te doy
me das. A través
de este acto de darme
por darte me despiertas
o me entregas
a mis sueños.
Es posible que,
algún día,
para puntuar una frase rabiosa,
te tire a la pared
y así te mate.
O es posible que
por accidente o
por un deseo inexplicable
de entender lo más allá
me saltes de la mano
y así te conviertas
en un mosaico de mil ojos. O quizás
crezcamos juntos
y algún día
tendrás frío en tu alacena
y yo lo tendré en la mía
y ese frío
será nuestra despedida
silenciosa. Pero por el momento
estamos aquí
besándonos enfrente
de la ventana
en el fresco de la vida
y el sabor de esta mañana.
Estados Unidos, 1997. Es escritora y traductora. Su obra más recién es la traducción del libro A veces despierto temblando (Pengiun Random House, 2022) por Ximena Santaloalla, publicado en inglés como Sometimes I Wake Up Trembling (Editorial Mantis, 2024). También ha publicado poemas en New Delta Review, Louisville Review y Laurel Review, entre otros. Tiene una maestría en escritura creativa de NYU. Puedes encontrar sus obras en rachel-whalen.com