Bestias en un hotel de paso. Jorge Boccanera, Ediciones Perro Azul, 1ra Edición. San José, Costa Rica, 2002
1 junio, 2008
“Me presento a concurso y gana este dolor”, dice un poema de Jorge Boccanera, poeta argentino que obtuvo recientemente el VIII Premio de Poesía de Casa de América (Madrid, 2008). En Latinoamérica y ahora en Centroamérica celebramos este nuevo galardón en su carrera literaria.
Fue el 13 de julio del año 2003 cuando escuché la voz de Jorge Boccanera. Lo conocí en Managua mientras daba un recital en el Centro Nicaragüense de Escritores. Para entonces leyó aquel poema que lleva por nombre “El peluquero”: “Mi abuelo maquillaba al espejo con estrellas de / talco y usaba un pulcro saco blanco./ La muerte-que también es prolija- le envidiaba/ su colección de peines”.
Fue a través de su voz que encontré un ritmo capaz de despertar en sus versos una enorme fuerza: la del relato poético. Desde entonces he tenido una amistad cercana con él. Más tarde supe que fueron las charlas de dos grandes lo que marcaron cierto rumbo en su vida: las del nicaragüense José Coronel Urtecho y las del guatemalteco Luis Cardoza y Aragón.
Aprovechando ahora que Carlos Aguilar de la editorial costarricense Perro Azul me envía un libro de Jorge: Bestias en un hotel de paso, busco entonces encontrar esa primera emoción que dejó en mí una huella imborrable en aquel invierno del 2003. La experiencia de entrar nuevamente en sus páginas produce en mí una melancolía comparable a un tango, amaneceres rojos que nacen en la garganta de los poetas.
Al abrir las primeras páginas de “Bestias en un hotel de paso” uno puede notar el silencio poetizado, los secretos de los espejos, secretos que sólo el autor conoce y que muestra en grandes alegorías como el poema “El callado”, dedicado a Juan Gelman. Contar en la poesía el silencio de las cosas, los exilios, tema frecuente en la poesía de este argentino tan querido por todos. Pero hay exilios más esenciales, aquellos sin retornos donde la soledad se vuelve una vida ambulante, hoteles de paso para albergar la rabia.
Decía que en el libro hay muchos espejos. Espejos donde un lector puede verse y como resultado tendrá una reacción “levemente odiosa”. Pero también hay una enorme alegoría a aquellos “espejos que debieron haber llorado de vergüenza y espanto”, como nos recordaba Neruda.
Quizá la clave del libro está en un poema titulado “Lugares”, donde Jorge alza ante nuestra mirada un paisaje invisible, “el lugar es el nombre del animal más grande de la tierra”, dice. Y son más bien esos lugares que andan con su peso agobiante sobre el tiempo. Quizá aprendamos a ver más allá de esos espejos, de esos lugares que han dejado algo en nosotros, aún por salvar.
Estelí, Nicaragua 1977 - Managua, 31 de diciembre de 2010.
Realizó estudios de poesía bajo la tutela de su mentora, la poeta nicaragüense Claribel Alegría, discípula del Nobel español Juan Ramón Jiménez.
Ha publicado el poemario “Alguien me ve llorar en un sueño” (Premio Internacional Ernesto Cardenal de Poesía Joven 2005). También publicó “Retrato de poeta con joven errante”, antología poética de su generación con prólogo de Gioconda Belli. Su poesía aparece en las antologías “La poesía del siglo XX en Nicaragua” (Editorial Visor, España 2010); Antología de poesía nicaragüense: Los hijos del minotauro (1950-2008) (Revista TRILCE, 2009) y en la Antología del IV Encuentro Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer (Trilce, Villahermosa, 2008). Poemas suyos aparecen además publicados en las revistas “Karavan” (Suecia, 2006); Revista Oliverio (Argentina, 2005); Revista Maga (Panamá, 2005); Revista “Lichtunten” (Alemania, 2009); Revista Nómada dirigida por Jorge Boccanera (Argentina, 2008); Revista Prometeo (Medellín, Colombia, 2008) y en la memoria poética del Encuentro “El vértigo de los aires”: Poesía Iberoamericana (México, 2009) y las memorias del I, II, III, IV y V Festival Internacional de Poesía de Granada (Nicaragua).
Asistió como invitado a diversos Encuentros y Festivales poéticos internacionales, entre los que figuran: V Festival “La poesía tiene la palabra”, Casa de América (Madrid, España, 2005); IV Festival Internacional de Poesía de El Salvador (San Salvador, 2005); XXII Festival Internacional de Poesía de La Habana (Cuba, 2007); Fiesta Literaria de Porto de Galinhas, Estado de Pernambuco (Brasil, 2007); XVIII Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia, 2008); IV Encuentro Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer (Villahermosa, México, 2008); Festival Internacional de Poesía de Costa Rica (San José, Costa Rica, 2009); Encuentro Iberoamericano de poetas en el Centro Histórico 2009: El vértigo de los Aires (México, 2009); VII Festival Internacional de Poesía de Granada (España, 2010).
Su poesía ha sido elogiada por célebres poetas y escritores como Jorge Boccanera, Waldo Leyva, Sergio Ramírez y Ernesto Cardenal. Según el crítico peruano Julio Ortega, Ruiz Udiel se cierne como uno de los herederos de la poética latinoamericana y según el crítico francés Norbert-Bertrand Barbe, "de todos los nuevos poetas de Nicaragua, Udiel es sin duda uno de los que tiene mayor voz propia".
En 2004, junto al escritor nicaragüense Ulises Juárez Polanco, fundó Leteo Ediciones, proyecto sin fines de lucro que promueve la literatura joven de su país. Entre las publicaciones como co-editor se encuentran: Memoria poética: Poetas, pequeños Dioses (Managua, 2006); Sergio Ramírez: Perdón y olvido, Antología de cuentos (1960-2009), (Managua, 2009); Claribel Alegría: Ars Poética (Managua, 2007); Missael Duarte Somoza: Líricos instantes (Managua, 2007) y Víctor Ruiz: La vigilia perpetua (Managua, 2008).
Antes de su prematura muerte trabajó como editor de Caratula, revista cultural centroamericana dirigida por Sergio Ramírez.
También era periodista colaborador de la sección Variedades de El Nuevo Diario, de Nicaragua, y laboró como relacionista público del Centro Nicaragüense de Escritores.
Era miembro de la Red Nicaragüense de Escritores y Escritoras (RENIES); miembro de la Red Internacional de Editores y Proyectos Alternativos (RIEPA) y miembro del PEN INTERNACIONAL por el capítulo de Nicaragua.