Cien personajes del cine en Nicaragua. No.1 Adán Díaz Fonseca: El primer realizador nacional

1 febrero, 2014

La presente es una sección fija de Carátula.net en la que se publicarán semblanzas, entrevistas y (o) artículos sobre cien personajes del cine en Nicaragua. Se podrán encontrar publicaciones no solo sobre personajes nacionales sino también extranjeros que de alguna u otra manera han contribuido a la cinematografía de este país. La dinámica será publicar de forma aleatoria personajes de todos los tiempos del cine en el siglo XX y XXI sin seguir un hilo cronológico para que se puedan encontrar con personas tanto de los inicios del cine como de la actualidad. En cada número de la revista encontraremos un nuevo personaje.


Adán Díaz Fonseca es reconocido en Nicaragua principalmente como fotógrafo de estudio, que además de ofrecer un buen servicio de tratamiento fotoquímico e iluminación de fotografías antiguas, tenía entre otros encantos el de una atención completa, maquillando a sus clientes, prestándoles vestuarios, logrando obtener de ellos sus mejores ángulos y sonrisas, mostrando pajaritos cucú a los bebés y niños pequeños antes de las tomas para después obsequiarles un bombón, y de cierta manera formando parte de los momentos más importantes de la vida de su público nicaragüense. Sin embargo, ya sea porque su brillante y famosa carrera en la fotografía y el prestigio que tuvo su estudio durante ochenta años o porque la misma historia suele ser injusta muchas veces, se han opacado sus otras habilidades y oficios y casi se ha borrado su grande, y quizás insospechada por él mismo, contribución a la cinematografía nacional.

Procedente de Cuba y después de trabajar como fotógrafo ambulante en Managua durante los años diez cargando en hombros un caballito de madera y una valijita llena de sombreros, collares, moños, trajes charros para niños, sombrillas, velas para primera comunión, un sedoso y algodonado vestido de quinceañera, corbatas y otros accesorios, instaló su primer estudio en una casa sencilla de una planta sobre la Calle Principal de la antigua Managua, al que llamó Estudio Fotográfico Adán Díaz e Hijas (y que perdura hasta la actualidad manejado por una de sus nietas).

Sus cinco hijas después se convertirían en sus productoras de cine, asistentes de cámara, fotógrafas, maquillistas, maestras de fotografía, químicas de laboratorio fototécnico, administradoras del estudio y una de ellas, Matilde Díaz Landeros, fue actriz de radio, periodista y promotora del voto femenino en los años cuarenta, y según investigaciones de la escritora Helena Ramos, fue la primera mujer centroamericana en dirigir y ser propietaria de una radio. El estudio fue manejado por él hasta 1950 cuando se retiró para ejercer un cargo diplomático, dejando desde entonces y de forma definitiva el negocio a sus hijas. En el mismo local funcionaba una escuela de cine y la radio de Matilde, convertido en pasarela de las principales personalidades nacionales y extranjeras del teatro, la ópera y la radio.

Aunque la imagen que se tiene de este fotógrafo es que siempre trabajaba entre muebles, trípodes y telones con escenografías pintadas a mano, también fue por mucho años un cineasta y fotógrafo de campo. Entre sus principales aportes a la cinematografía de Nicaragua está el hecho de ser el primer realizador nacional que con esfuerzo propio y ayuda de algunos amigos cubanos y guatemaltecos, llegó a realizar nueve películas, que se ha comprobado son de su autoría, y cuatro más que no se ha podido verificar con fuentes y documentos de rigor, pero que se presume (porque algunas fuentes conducen a ello) forman parte de su filmografía.

Estos esfuerzos de realización de cine se entienden como una inversión personal porque entonces no existía en Nicaragua un instituto ni ministerio de cine que apoyara la producción fílmica, ninguna escuela de formación cinematográfica, ni un estudio de edición, no había venta de cámaras y accesorios para el cine, ninguna librería especializada y tampoco actores y actrices capacitados para llegar a la pantalla. Por esas razones, después de filmar su primera película en 1924 (Semana Santa en León, 35 milímetros, blanco y negro, 15 minutos), fundó en 1925 asociado con el cineasta guatemalteco Carlos Matheu, propietario de la compañía Ediciones Cinematográficas Matheu, lo que se puede considerar la primera academia de cine en Nicaragua, una escuela de dos aulas a la que llamaron Academia Cinematográfica Nicaragüense. Lo que se enseñaba era lo que en ese tiempo se decía “técnicas de cine”, es decir creación artística de escenografía e iluminación, actuación, maquillaje y vestuario para cine y teatro. Ningún documento histórico ha revelado que se enseñase edición, dirección, cámara o tratamiento de guiones. Por lo que se puede observar que los cursos de cine no estaban destinados para la profesionalización del oficio sino como entretenimiento y cultura general.

Anunciaban los inicios de cursos, planes de estudio, avisos y boletines en el diario La Prensa, en la sección cinematográfica semanal que dirigía el crítico de cine Mario León, como el siguiente anuncio publicado el 26 de agosto de 1926: “Curso de técnica de cine. Primer período: Lecciones impartidas para ambos sexos reunidos: cómo se puede llegar a ser artista de la pantalla. Segundo período: Lecciones impartidas para ambos sexos reunidos con escenas dramáticas y tragicómicas, prácticas de completo artístico. Tercer período: Lecciones teatrales para vestirse y adornarse según el arte. Peinados y trucos adaptados para las fotografías y usos de dichos trucos, por la técnica del arte. Lecciones de trucos especiales y característicos. El primer curso quedó abierto el domingo 15 del corriente”.

También en 1925 Adán Díaz junto a su socio Carlos Matheu produjo su segunda película Monseñor y el bautizo de las veinte niñas (35 milímetros, blanco y negro, 11 minutos) y realizó un concurso de cine. La convocatoria se hizo en agosto y la entrega de premios en diciembre durante las fiestas navideñas. El certamen se llamó Premio Nacional de Cinemáticos y estaba destinado a los creadores de cine nicaragüenses o extranjeros que vivían en Nicaragua, evento al que se presentaron once obras (tristemente no se han encontrado documentos que revelen la lista de obras y sus autores). La existencia de este concurso abre las expectativas sobre cómo se estaba desarrollando el arte fílmico en el territorio nicaragüense porque sin creadores ni camarógrafos dicho premio no hubiese tenido razón de ser. Las once obras presentadas conlleva a creer que había en los años veinte otros realizadores de cine, cuyas filmografías y nombres han quedado borrados por las páginas de la historia.

Como realizador y fotógrafo Adán Díaz trabajaba de forma independiente filmando para todos los partidos políticos y los diferentes presidentes, sin importar banderas. En 1927 realizó el cortometraje documental titulado Presidente Adolfo Díaz, festejo oficial (35 milímetros, blanco y negro, 10 minutos). Filmó en 1929 una pelea de boxeo que se hizo en el Malecón de Managua entre un infante de la Marina de Guerra de Estados Unidos y un boxeador nacional al que llamaban Chaparrón por su baja estatura, el filme se titula Pelea Chaparrón vs Thomas (35 milímetros, blanco y negro, 10 minutos). También el 1 de enero de 1929 había filmado un mediometraje documental de 30 minutos sobre la toma de posesión del presidente Moncada, que se proyectó un mes después en el Teatro Excélsior, como anunció el diario leonés El Chapulín en la página 4 de su edición del 3 de febrero de 1929: “Teatro Excélsior. Domingo: Hoy se exhibirá la película nacional de la toma de posesión del Sr. Presidente de la República Gral. José María Moncada, y la notable obra francesa que describe la guerra de Rusia, titulada: Las Crueldades del Amor”.

En septiembre de 1933 Adán Díaz realizó el rodaje de un acontecimiento que fue popular en Managua y un referente histórico muy importante en la historia de la cultura nicaragüense. Gracias a los esfuerzos del Comité Bronce Darío se inauguró el Monumento Poético a Rubén Darío en el centro de la capital. Se programó para realizarse la tarde del 15 de septiembre, pero a causa de una lluvia que duró varias horas el evento quedó suspendido y al final se realizó el día 24 del mismo mes. Asistió el público general, 70 maestros y varios músicos como invitados de honor. El monumento fue cubierto por un cortinaje celeste que lo tapaba por completo y caían sus puntas sobre una fuente. La cubierta fue retirada por el presidente Juan Bautista Sacasa, quedando la escultura al descubierto.

La película fue filmada con un rollo de cinta que donó el presidente guatemalteco Jorge Ubico. Fue editada en Guatemala con la colaboración del personal de los Estudios Cinematográficos de la Tipografía Nacional de ese país. Los intertítulos y la narración los realizó el periodista Gabry Rivas, como guionista y libretista de cine que era. Se presentó en privado a principios de diciembre de 1933 en Guatemala, también en Nicaragua ante un público exclusivo. En esa ocasión Adán Díaz fue contratado por el gobierno del presidente Juan Bautista Sacasa.

Entre los personajes nacionales conocidos que aparecen en este documental se encuentran Monseñor Lezcano, arzobispo de Managua; el general Anastasio Somoza García, jefe director de la Guardia Nacional; el doctor Juan Bautista Sacasa, presidente de Nicaragua; Rodolfo Espinoza, el vicepresidente; Leonardo Argüello, ministro de relaciones exteriores; Luis H. Debayle, famoso médico de León; Clodomiro Urcuyo, ministro de educación y Felipe Ibarra, maestro de primeras letras de Rubén Darío. También estaban Luis A. Delgadillo dirigiendo la orquesta que interpretó la partitura del poema Marcha triunfal, musicalizada por Delgadillo; Rafael Villavicencio, presidente del Distrito Nacional (Alcaldía de Managua); Sofonías Salvatierra, ministro de agricultura y trabajo; el doctor Fernando Morales, embajador de Guatemala en Nicaragua; Juan F. Aguerri, esposo de la famosa profesora Chepita Toledo de Aguerri; José Padilla Paiz, alcalde de León y trece muchachas vestidas con túnicas a las que llamaron “ninfas darianas”.

Ese mismo año de 1933 produjo, firmándose en el mismo metraje de las cintas como “Adán Díaz, fotógrafo, contratado por el Comité de Paz de Nicaragua”, tres filmes más: Traslado restos del héroe nacional, Gral. José Dolores Estrada (35 milímetros, blanco y negro, 7 minutos) en el que se muestra el acto oficial del traslado de los restos de este héroe nacional a la cripta de la Catedral Metropolitana de Managua; el presidente del Distrito Nacional, don Rafael Villavicencio, aparece llevando en brazos la caja cineraria. El segundo es Celebración Día de la Raza 12 de octubre (35 milímetros, blanco y negro, 9 minutos), que muestra las actividades con los colegios de Managua en el que se aprecia al presidente Sacasa, al público entonando el himno nacional y a la primera dama de la república, María Argüello de Sacasa, izando la bandera de Nicaragua. El tercero Festejos a Rubén Darío, visita a casa natal (35 milímetros, blanco y negro, 6 minutos) muestra en planos generales la casa natal de Rubén Darío, vistas de la Catedral de León y un desfile de estudiantes atravesando el Parque Jerez hacia la iglesia La Merced. Al frente del desfile camina el cuerpo diplomático de Nicaragua que incluye a Anastasio Somoza García conversando con su suegro, el doctor Debayle.

En febrero de 1964 se celebraron las festividades dedicadas a Rubén Darío en ocasión de la fecha de su nacimiento el 18 de enero y la de su fallecimiento el 6 de febrero. El Estudio Fotográfico Díaz participó en esa jornada dariana –que la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua realiza cada año hasta la actualidad– y presentó el documental sobre Daríoque por muchos años había guardado en su archivo. Desde 1963 había sido sometida a limpieza, restauración y sonorización para proyectarse, porque por treinta años había estado enlatada y en un archivo que a pesar de ser seguro estaba poco ambientado y sin mantenimiento químico. Al evento de estreno asistió una de las hijas de Adán Díaz en representación de su padre para hablar de la producción del filme. Existen además cuatro películas que se presume son autoría de Adán Díaz, pero este dato no se ha podido verificar: Llegada de US Marins (1927, resto de datos de la ficha no encontrados), Conmemoración héroes de la Patria, acto oficial. (1928, 10 minutos), Día del catolicismo nacional, con discurso oficial transcripto (1927, resto de datos de la ficha no encontrados), Bautizo de Alfredito Lacayo, con niños de la nación (1929, resto de datos de la ficha no encontrados).

Aunque muchos personajes del cine en Nicaragua han desaparecido para siempre en la historia general de la cultura nicaragüense, así como sus filmes, algunas películas consideradas antiguas por ser del periodo silente del cine han sido rescatadas por esfuerzos y contibuciones de países hermanos.

Los cuatro filmes de Adán Díaz Fonseca filmados en 1933, son ahora protagonistas de un acontecimiento histórico de nuestra cinematografía nacional, porque fueron rescatados en Guatemala en el año 2007 (donde han permanecido desde 1924 los rollos originales de las películas de Adán Díaz por ser su socio principal un guatemalteco y sitio donde se postprodujeron), por la Cinemateca Universitaria de Guatemala “Enrique Torres” fundada en 1970 y que funciona en la Universidad de San Carlos. El proceso de restauración de los negativos se hizo con la evaluación y revision del señor Marco Antonio Alonzo Vásquez, primero fueron restaurados y después digitalizados bajo la supervision de Walter David Figueroa, encargado de esta Cinemateca.

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Managua, 1980.
Comunicadora social con énfasis en prensa escrita y cuenta con postgrados en periodismo online y en marketing. Como periodista ha sido editora de revistas digitales e impresas como La investigación y Espacio Vital Magazine, jefa de sección literaria y de cultura de periódicos universitarios, articulista de suplementos culturales nicaragüenses como La Prensa Literaria, Nuevo Amanecer Cultural y la sección Voces del diario La Prensa.
Como escritora ha publicado poesía y narrativa breve. Ha recibido premios y reconocimientos interuniversitarios por su trabajo literario y un premio de fotografía. También se ha dedicado a la investigación histórica, la crítica y producción cinematográfica y a la gestión y desarrollo de proyectos y consultorías con organismos como Plan Internacional, CINEX, la UNESCO y el Instituto Nicaragüense de Cultura.

Es miembro de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (ANIDE), del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE) y de la Junta Directiva de la Fundación para la Cinematografía y la Imagen (FUCINE).

En el año 2012 publicó su libro Cita con Sergio Ramírez. Entrevistas, Artículos, Crónicas (Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, México) presentado durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en noviembre de 2012 con su presencia y la de Ramírez, y posteriormente presentado en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería en Ciudad de México en marzo de 2013, y en la Feria Internacional del Libro de Miami de 2013. Además, la obra se encamina a una reedición con Uruk Editores en Costa Rica y traducciones al francés y alemán. Actualmente la autora prepara otros libros de periodismo, historia y narrativa para su pronta publicación.