El cineasta del siglo veinte en Nicaragua: Leo Aníbal Rubens
24 octubre, 2018
La presente es una sección fija de Carátula.net en la que se publican semblanzas, entrevistas y (o) perfiles sobre personajes del cine en Nicaragua. Se puede encontrar publicaciones no solo sobre personajes nacionales sino también extranjeros que de una u otra manera han contribuido al desarrollo de la cinematografía en este país. El orden es aleatorio, los protagonistas de la sección pertenecen a todos los tiempos del cine desde la existencia de este arte hasta la actualidad, por lo tanto la secuencia de los artículos no obedece a un orden cronológico.……
Tal como ocurre con el cineasta francés Gabriel Veyre o el director chileno José Bohr, el de Leo Aníbal Rubens es un caso similar: siendo extranjero y con una gran trayectoria internacional, su paso por Nicaragua marcó un momento clave en la historia del cine en este país. Impulsó y desarrolló las filmografías de diez países latinoamericanos durante los cincuenta años que dedicó al periodismo y al cine, creando lo que hoy se consideran sus primeras escuelas en este arte, en unos casos, y la producción de sus primeros archivos fílmicos que se custodian como patrimonio histórico de la nación, en otros.
Con su trabajo como documentalista, creó una memoria con la filmación de imágenes que rescatan del olvido el pasado, dando vida a personajes que hicieron historia, así como la arquitectura y acontecer urbano de muchas ciudades. Este es el caso de Managua, destruida completamente por el terremoto de 1972 y luego reconstruida en una ciudad nueva; sus imágenes previas a la destrucción inician en 1939 y son las más completas que se han preservado hasta hoy.
Documentó con sus cámaras de 16 y 35 milímetros —la mayor parte de su trabajo fue en blanco y negro— a presidentes y dictadores, ejércitos y armamentos, paisajes, artistas, modelos de belleza, eventos diplomáticos, cumbres continentales, condecoraciones de Estado, tomas de posesión de presidencias, entierros de personajes ilustres, representaciones teatrales, conciertos, filmaciones de exteriores e interiores de edificios emblemáticos; la recreación de imaginarios culturales y toda una ilustración de las épocas.
Como productor, director y guionista de cine ha quedado su filmografía en Nicaragua, Costa Rica, México, Honduras, Cuba, Uruguay, Argentina, Brasil, El Salvador y Panamá. En Nicaragua filmó entre 1939 y 1967 cincuenta documentales de extensiones medianas; produjo por años dos noticieros de cine y decenas de cortometrajes noticiosos; impulsó un cortometraje de ficción que no llegó a realizarse y colaboró para la creación de una compañía productora cinematográfica nacional y una escuela de cine, que tampoco tuvieron éxito. La mayor parte de sus archivos fílmicos se han perdido, otros han quedado confundidos en los laboratorios donde pos-produjo sus películas y los que se han podido catalogar forman una de las partes más valiosas del Archivo Fílmico de la Nación que custodia la Cinemateca de Nicaragua.
Nacido en la ciudad Concepción del Uruguay en la provincia de Entre Ríos, Argentina, el 12 de julio de 1902, comenzó su vida profesional en los años veinte como periodista de prensa escrita. Sus padres, Enrique Rubens y Berta Clara Toubas (también se firmaba como Berta Rubens) eran periodistas y siguiendo sus pasos se inició como fotógrafo en una revista argentina de notas sociales. Se encontraba fotografiando a jóvenes y señoras muy bien vestidas e iluminando (coloreando) fotografías del siglo diecinueve cuando fue contratado como fotógrafo en un diario brasileño. Para ejercer este trabajo debía acompañar a un científico y a un cronista en la selva amazónica. De estas expediciones resultó una colección fotográfica de la selva, que pertenecía al archivo de la revista. Fue así como comenzaron sus aventuras y peregrinación por el continente.
Antes de llegar a Centroamérica había trabajado en México y Cuba. Su trayectoria desde Buenos Aires hacia el norte empezaba en una escala en Río de Janeiro, donde debía pedir los visados para los siguientes países. Sus numerosas solicitudes de documentos migratorios de tránsito o estadías se conservan en el Archivo Nacional de Brasil en su colección Fichas Migratorias 1909-1965 y en el archivo Documentos Consulado General de Buenos Aires.
Casi nada se conoce de su vida personal, pero por la información de las tarjetas de migración escritas a base de las respuestas que les daba a los funcionarios, se pueden sacar algunas conclusiones a partir de los cuarenta años. Por ejemplo, en 1942 se presentó a la embajada de Brasil en Buenos Aires a solicitar visa temporal, se la entregaron el 23 de septiembre con un sello en su pasaporte número 5591, expedido el 29 de noviembre de 1940, y allí se identifica como soltero, viajando sin niños y de ocupación periodista, su domicilio en Argentina era el número 700 de la calle Lavalle.
Cinco años después, el 22 de septiembre de 1947 solicitó una visa en la embajada de Brasil en México y se presentó como casado, productor de cine, viajando sin niños, con pasaporte expedido el 13 de octubre de 1946, número 3946. Señaló el Hotel Gillow de México D.F. como su lugar de residencia. En 1960 en la embajada de Brasil en Argentina solicita visa brasileña para tránsito, está casado y refiere como su domicilio el número 909 de la calle Ayacucho en Buenos Aires. Pero en 1962 el panorama cambia un poco, se presenta a la embajada de Uruguay en Buenos Aires para solicitar visa temporal, se identifica como cineasta y viudo. En las fotos de todas sus fichas de migración se aprecian cambios en su estado físico, notándose el paso del tiempo. Todas las tarjetas que tienen que ver con sus estadías en México dan como referencia de su domicilio al Hotel Gillow. Siempre viajó solo, sin niños, había estado soltero, casado y viudo. Además de esos datos, hasta ahora no han surgido investigaciones documentales que complementen la información de su vida personal.
En Cuba uno de sus trabajos más destacados en los años treinta fue el documental El caso de Margot Maldonado en 1939 y una decena de documentales cortos desde mediados hasta finales de esa década. En Costa Rica produjo los cortometrajes documentales Costa Rica: Cuna de libertades en1949, Hospital San Juan de Dios y Asilo Chapui en 1952, Así es Costa Rica en 1953 y Costa Rica coffee bureau en 1953, todos en 35 milímetros y en blanco y negro, pos-producidos en los Estudios y Laboratorios Azteca en México.
Leo Aníbal Rubens no estaba radicado en México como equivocadamente se había afirmado en algunas investigaciones sobre su vida. En Nicaragua primero se acopló a los trabajos de los italianos Cariari y Vittorini, contratados por el presidente Anastasio Somoza García. En 1942 se marcharon los italianos y en 1943 comenzó a trabajar por su cuenta. La dinámica consistía en filmar en Nicaragua por un mes y posproducir en México. Pero no fue ese su inicio en este país, desde 1939 Rubens había realizado otros trabajos en Nicaragua. En esa época era muy solicitado en Centroamérica, daba servicios completos desde pre-producción hasta pos-producción y disponía de todos los equipos técnicos. Trabajó también para los gobiernos de Honduras con el presidente Tiburcio Carías Andino y en Costa Rica para José Figueres; Guatemala y El Salvador tenían sus propias productoras que daban servicios locales, por lo que en ellos no incursionó, aunque en El Salvador hizo algunas producciones esporádicas en los años cuarenta.
Los noticieros cinematográficos abordaban diversas temáticas y duraban poco. Con una serie de estas piezas ajustaba la cuota de quince minutos, que es lo que se exhibía en los cines. Este tipo de cine oficial del gobierno somocista era de carácter obligatorio porque se proyectaba en los cines antes de las películas, pero como los espectadores no querían verlo, llegaban pasados los quince minutos para disfrutar de la película por la que habían pagado. Ante esta situación, los Jueces de Espectáculos enviaron una nueva reglamentación a las administraciones de los teatros y cines: que no se dejara entrar a nadie después de la hora establecida. Todos debían ingresar a la sala justo antes de la proyección de los quince minutos de noticias nacionales, así se aseguraban de que las mismas fueron vistas. Para observar el cumplimiento de esta reglamentación, se ponía un vigilante de la policía vestido de civil. Esto solamente se implementaba cuando había noticias nacionales. La narración de estas noticias estaba entonada con afirmaciones poéticas y textos literarios, en algunas ocasiones elaborados por escritores nicaragüenses como Gabry Rivas, Pablo Antonio Cuadra y Agenor Argüello.
Anastasio Somoza García aparecía en la pantalla de primero en todo, a propósito se dejaban correr planos secuencias largos de él y su esposa, la señora Salvadora Debayle. El mensaje en off estaba copado de continuas expresiones superlativas, como “El señor presidente de la república”, “El excelentísimo general Anastasio Somoza”, “Un gobierno que ha sabido dar a las masas el bien que se merece”, “El presidente y su distinguida esposa”. Había otros que tenían toques exagerados, llegando a presentar al presidente como un semidiós: “Su excelencia, el general Somoza, genial santo benefactor de Nicaragua” o “El presidente, nervio y cerebro de la nación”.
Estos mediometrajes se titulaban Sucesos Nacionales, se registraban a nombre de Anastasio Somoza García como programas cinematográficos de variedades y política para pantallas de cine y ondas de radio, pero los noticieros como obras audiovisuales estaban registrados en México a nombre de Leo Rubens. Las producciones eran encargos y no presentaban la realidad que se vivía en Nicaragua, lo que se mostraba en los filmes eran actos inaugurales, fiestas de la sociedad dominante, exhibición de modas, de sus casas con piscina, sus fincas, joyas, peinados, sus perros de raza, sus enormes caballos, lujos que el pueblo que pagaba por ir al cine no podía obtener y eso generaba críticas, inconformidad y gritos de protesta en la sala de exhibición.
Entre los cortometrajes producidos en los primeros años de la década de los cuarenta se encuentran Ascensos de la Guardia Nacional, Homenajes al presidente Somoza, Grande inauguración del presidente Somoza, Más excelentísimas obras del presidente Somoza, Honor a quien honor merece y Muestra de afecto del pueblo al presidente Somoza, un reportaje sobre inauguración de la estatua ecuestre frente al Estadio Somoza. Puede observarse que todos los temas son oficiales.
Para tener un control sobre lo que se producía, a partir de 1941 se hacía una proyección y posterior discusión sobre el contenido de los filmes, en una sala de la Casa Presidencial sobre la loma de Tiscapa. A estas citas asistían intelectuales, diputados o ministros que opinaban y daban sugerencias al cineasta. Con la lista que salía de este debate se hacía el corte final.
Luego comenzaron las filmaciones en exteriores y el cine se volvió cercano para el ciudadano común porque Leo Rubens iba a las calles a filmar, tenía el apoyo de la policía para parar el tráfico, entrar a edificios estatales, ir a los parques, plazas y avenidas y eso atraía a la población, que llegaba a ver y a interponerse en la filmación. Participaban viendo y saludando a los extranjeros, aunque en el resultado final se cortaban esas tomas y quedaban solo las de la familia presidencial y sus allegados.
Para ese tipo de trabajos contrataban a Rubens el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación, la Academia Militar, el Palacio de Comunicaciones, el Palacio de Gobierno, el Distrito Nacional o Alcaldía de Managua, el Aeropuerto Internacional Las Mercedes que se estaba modernizando, entra otras instituciones. Para todas hizo producciones en fechas de navidad, vacaciones, inauguraciones, cumpleaños de los altos jefes y efemérides.
Una vez cumplido el éxito de la parte de los cortometrajes de noticias y las filmaciones de exteriores, vinieron los documentales no noticiosos. De esta etapa resultaron, entre muchos otros, los cortometrajes León, ciudad de historia y abolengo, Hacienda Montelimar y En las isletas de Granada. Todas producciones turísticas que mostraban el país como un lugar seguro para visitar e invertir. Antes de iniciar los filmes de este tipo había una frase publicitaria de inicio: “Realización de esta película bajo las auspicias del gobierno de Nicaragua”.
La realización de los noticieros Sucesos Nacionales finalizó en 1958, dos años después de la muerte del presidente Anastasio Somoza García. En 1948 Leo Rubens había cambiado de laboratorios y de socios, comenzando con Laboratorios Cinematográficos México, S.A, donde se procesaban solamente películas en blanco y negro, propiedad del reconocido director de cine mexicano Enrique Rosas Priego. Leo no tenía su propio laboratorio de cine pero sí un productor general que tenía buenas relaciones de negocios con grandes cineastas de América Latina. Tampoco tenía una empresa productora, sino que él se presentaba como tal: al inicio de sus películas aparecía el texto en letras blancas “Leo Aníbal Rubens presenta” y con eso bastaba para que se reconociera su marca.
Adquiría los servicios de Fernando Marcos como narrador en off, los de edición de Luis Sobreyra, supervisión artística de Arany Dutra, efectos especiales de Francisco Gómez, jefe de laboratorio Fernando Gómez. Fernando Marcos era productor de cine, entrenador de fútbol y futbolista en los años treinta, comentarista deportivo y narrador de radio desde 1939, su voz es quizás una de las más famosas en las cinematografías oficialistas de ese tiempo, se puede escuchar no solo en los archivos fílmicos de Nicaragua y los de otros países en producciones de Rubens, sino en archivos de España, Argentina y Estados Unidos, solo por mencionar algunos. En los años cuarenta era famoso como narrador de noticieros para salas de cine y actor de radio, en los años cincuenta lo sería para la televisión.
El personal variaba según las producciones. Los noticieros producidos por Rubens que datan de finales de la década de los cincuenta estaban procesados aun en Laboratorios Cinematográficos México, S.A y en Estudios Churubusco Azteca, empresa fundada en 1954 por Enrique Rosas Priego para películas a colores. La edición de sonido de las producciones más cuidadas técnicamente las hacía con Adolfo de la Riva, propietario y director de Estudios Cinematográficos Españoles (TRECE) y del sistema de registro sonoro para cine y radio, comercializado como Rivatón de América.
En 1948 Leo A. Rubens produjo Así era antes, largometraje que aborda el proceso de unas obras de progreso que se estaban realizando en ese momento. Ese filme no se proyectó inicialmente en las salas comerciales sino en programaciones privadas para familias y empleados públicos. Ese mismo año el presidente apoyó a varios amigos que querían hacer su propia productora y la llamaron Nica Films, pero no tuvo éxito.
Con la colaboración de Rubens y de la actriz argentina Pepita Serrador, que se encontraba en Nicaragua, algunos empresarios de la radio planearon establecer en Nicaragua una escuela de cine, especializada en la enseñanza de la actuación, con el proyecto de realizar cine de ficción en el futuro inmediato. Los exhibidores recibieron con entusiasmo la idea y decidieron apoyarla. La escuela funcionó durante unos meses en las instalaciones de Radio Panamericana. Con camarógrafos de Laboratorios Cinematográficos México, S.A traídos por Rubens se instalaron escenografías y se comenzó la filmación de una película que se basaba en la historia de una pareja de enamorados. El hombre estaba representado por el actor de radio Euclides Téllez con el nombre de Carlos, pero el proyecto nunca llegó a realizarse.
En 1949 el gobierno y la Iglesia Católica recibieron al Nuncio Papal Liberato Tosti, designado por el Vaticano para Honduras y Nicaragua. Leo hizo contrato con el entonces presidente de Nicaragua, el señor Víctor Manuel Román y Reyes, para filmar el documental. Después Rubens produjo un documental sobre una cumbre internacional que se realizó en Managua a la que asistieron embajadores, ministros y cancilleres de veintidós países, para ese filme se solicitó los servicios del periodista Agenor Argüello, que escribió el libreto. Ese mismo año realizó otro documental encargado por la dirección de la Guardia Nacional, titulado La Guardia Nacional de Nicaragua patentiza al jefe del Estado su admiración y completa solidaridad. Se trata de un evento que se llevó a cabo en el Casino Militar, asistieron a la fiesta oficiales de la Guardia y, por supuesto, Anastasio Somoza García y sus hijos, que aparecían siempre en los primeros planos.
Para cerrar la década, Rubens fue contratado para dirigir el documental Managua, la ciudad que se negó a morir, sobre la ciudad que había sido destruida por el terremoto de 1931 y la nostalgia que sentían los ciudadanos al recordar y pasear por el malecón donde ya no estaban las edificaciones y parques de antaño. También el cineasta puso en exhibición en los teatros del país otro documental que había filmado en 1948, Nicaragua, tierra de esperanzas y se estrenó el 2 de abril de 1949 en los teatros Luciérnaga y América, con el lema publicitario: “Fenomenal estreno de la gran producción de Leo Aníbal Rubens”.
En 1950 se le encargó un documental sobre el Campeonato Nacional de Béisbol celebrado ese año en el Estadio Somoza, que había sido inaugurado el 20 de noviembre de 1948 en ocasión de la X Serie Mundial Amateur de Béisbol con un documental que Rubens filmó. También en el mismo año hizo otras producciones sobre la vida de la familia Somoza, entre las que se encuentra Salvadora Debayle, Primera Dama de la República, festeja su cumpleaños, que muestras las actividades, donación de ambulancias a la Cruz Roja como agradecimiento, una misa, la fiesta, los regalos. Al finalizar el año produjo el documental Como un cuento de hadas, sobre el casamiento de Anastasio Somoza Debayle, el hijo del presidente, con Hope Portocarrero, celebrado el 10 de diciembre. Los textos narrativos del filme fueron escritos por el periodista Gabry Rivas y se estrenó en Managua en el cine Luciérnaga el 16 de enero de 1951 a las cuatro de la tarde con presencia del cuerpo diplomático, altos funcionarios del gobierno, la familia Somoza García y familias amigas, periodistas y el equipo de producción del filme.
En 1954 la Alcaldía de Managua se encontraba haciendo obras y lo contrató para filmar el documental Arriba Managua, en el que se reflejan los logros de un país y el texto comienza con narración en off: “Esta es la historia de un esfuerzo y de una promesa en marcha”. El filme busca un sentido cultural y se forra con la canción Managua de Tino López Guerra. La capital aparece en panorámicas, edificios, calles, gente, todo parece vivir un ambiente venturoso de felicidad y fiesta.
Ese año produjo el documental de cincuenta minutos Así es Nicaragua. La prensa escrita y la radio le dieron cobertura a cada una de las actividades de la agenda de la filmación porque se trata de un recorrido por el país. Comienza en Managua con imágenes de la laguna de Tiscapa, el lago, panorámicas y la vida urbana los ministerios y oficinas públicas, a la que los viajeros acudieron para verificar que trabajan “y que trabajan bien para la nación”, se dice en off. El recorrido lo hace un grupo de periodistas que viajan y el narrador va explicando sus comentarios e impresiones, no se escucha la voz de estos visitantes, la narración es la que hace la crónica. Van por Nicaragua de extremo a extremo, comenzando por las ciudades y pueblos de la zona del Pacífico, siguiendo por la zona central, la región norte hasta llegar al río Wanki, conocido como río Coco y al Cabo Gracias a Dios en la frontera con Honduras, luego bajan hasta el sur a la frontera con Costa Rica, pasando por Bluefields y Río San Juan.
En las mismas fechas filma el cuarto documental de 1954, Homenajes sin precedentes de los residentes extranjeros al presidente Somoza, sobre un banquete ofrecido en el casino Militar de Managua. Los embajadores le habían entregado diplomas y medallas en representación de sus países como reconocimiento por sus buenas relaciones internacionales.
Entre los noticieros de inauguraciones se produce Instituto Ramírez Goyena. Grandiosa obra inaugurada, en el que se muestran todas las etapas de los actos de protocolo, como tomas del edificio, los jardines, las aulas, los campos de juego, discursos del presidente y otros funcionarios, corte de cinta y el brindis. En julio de 1954 se celebró la visita del presidente de Haití y Leo Rubens produjo un documental sobre esta jornada de una semana, de este documental, según las referencias, el presidente Somoza le donó una copia a la nación de Haití.
El 14 de septiembre de 1956, siete días antes de ocurrir el ajusticiamiento del presidente Anastasio Somoza García por Rigoberto López Pérez y a quince días de su muerte a consecuencia del mismo atentado, se celebró en Nicaragua el centenario de la heroica Batalla de San Jacinto y el 135 aniversario de la independencia de Centroamérica. Leo Rubens realizó un largometraje documental que ilustró detalladamente la jornada patriótica en todas sus actividades celebradas en Managua durante tres días.
Las celebraciones comienzan el 14 de septiembre por la mañana con el desfile de las escuelas e institutos que marcharon sobre la Calle Colón hasta la explanada de la loma de Tiscapa. Aparecen en el filme el presidente dando su discurso desde la Tribuna Monumental, una representación teatral sobre la Batalla de San Jacinto en un escenario en la Plaza de la República, desfile de carrozas, reinas de belleza, bailes folklóricos, números de gimnasia rítmica y eventos diplomáticos. También se filma los actos en la Hacienda San Jacinto donde se iza la bandera, se admira la entrada de los abanderados centroamericanos, el acto de encender la antorcha, discursos del ministro de educación, embajadores, estudiantes, cantos. El ambienta era de fiesta popular según se ve en la película y había varios eventos simultáneos.
El 15 de septiembre continuaron las fiestas, se filmó el maratón atlético en la madrugada, que comenzó en la Hacienda San Jacinto y concluyó en la Plaza de la República; las premiaciones a los campeones, entregas de medallas, eventos en el malecón de Managua y la fiesta de esa noche con toda la gente del ambiente militar, político, empresarial y diplomático.
Al terminar las celebraciones, los presidentes de Centroamérica se reúnen en la Embajada de Guatemala en un acto formal, donde se realiza la clausura con la lectura del acta de independencia. En el salón de actos del Distrito Nacional el embajador de Francia pone al presidente Somoza García la Cruz de la Legión de Honor y se entrega el premio del concurso de Historia y Cultura, organizado por Radio Experimental de Nicaragua. La Guardia Nacional también hizo sus honores con cañonazos y desfiles coreográficos. La cinta tiene un gran valor histórico porque son las últimas imágenes de cine que se conservan en el Archivo Fílmico de la Nación en las que aparece vivo el presidente Somoza, que falleció el 29 de septiembre de 1956. Después, Rubens para despedir a su fiel cliente, realizó un mediometraje sobre su funeral, los homenajes, velorio y actos de honor al que tituló Funerales del Generalísimo Anastasio Somoza García. Se exhibió en Managua hasta meses después aunque estaba listo la siguiente semana de su entierro, pero por respeto al duelo de la familia no se proyectó pronto.
Luis y Anastasio Somoza Debayle continuaron contratando a Leo Rubens. En 1957, un año electoral, filmó una serie de documentales dedicados a la campaña del Partido Liberal y a la candidatura de Luis Somoza Debayle. El 22 de febrero de ese año se presentaron en el Teatro Margot tres de estos filmes: Bajo el signo de la democracia, sobre un encuentro multitudinario de los liberales en la Plaza de la República ocurrido el 27 de enero, Día Nacional de la Aviación, que recoge los detalles de un evento en la base de la Fuerza Aérea de la Guardia Nacional en el que se exhibieron aviones de Nicaragua, de América Central y de Estados Unidos, y Así habló Nicaragua, que muestra todo lo que ocurrió el día 3 de febrero con los comicios electorales, tomas largas de las filas en las centro de votaciones y todo el ambiente de elecciones.
Siguió siendo el cineasta del Estado nicaragüense durante muchos años más. En 1967, también año electoral, realizó el documental ¡Con Somoza For Ever!, una campaña política a favor de la candidatura de Anastasio Somoza Debayle. Esta campaña se volvió histórica porque fue muy mediática. El material publicitario y los souvenires que se regalaban a la población eran muchos y diversos. El filme muestra placas de carros, camisetas y gorras que tenían esa frase impresa, incluye las celebraciones del partido y de Anastasio Somoza Debayle por haber ganado las elecciones. En mayo de ese año dirigió el documental Toma de posesión de Anastasio Somoza Debayle, en el que se filma el acto completo, con sus discursos y el ambiente popular.
Quien firmaba los contratos con Leo Aníbal Rubens era Óscar Sevilla Sacasa, el ministro de relaciones exteriores, y se publicaban en La Gaceta. Diario Oficial, en cuyas páginas se pueden apreciar decenas de contratos en los años que produjo cine en este país, incluso algunos de estos documentos refieren títulos de películas que el Estado de Nicaragua no posee en su Cinemateca. El costo de las filmaciones se mantuvo por los casi veinte años a dos dólares el pie de película para dar a un total de dos mil dólares por cada producción corta. Los largometrajes se pagaban más caros, a seis dólares el pie de película. Es así como este director y productor realizó una larga filmografía, convirtiéndose en el cineasta que más produjo cine en Nicaragua en el siglo veinte.
Managua, 1980.
Comunicadora social con énfasis en prensa escrita y cuenta con postgrados en periodismo online y en marketing. Como periodista ha sido editora de revistas digitales e impresas como La investigación y Espacio Vital Magazine, jefa de sección literaria y de cultura de periódicos universitarios, articulista de suplementos culturales nicaragüenses como La Prensa Literaria, Nuevo Amanecer Cultural y la sección Voces del diario La Prensa.
Como escritora ha publicado poesía y narrativa breve. Ha recibido premios y reconocimientos interuniversitarios por su trabajo literario y un premio de fotografía. También se ha dedicado a la investigación histórica, la crítica y producción cinematográfica y a la gestión y desarrollo de proyectos y consultorías con organismos como Plan Internacional, CINEX, la UNESCO y el Instituto Nicaragüense de Cultura.
Es miembro de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (ANIDE), del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE) y de la Junta Directiva de la Fundación para la Cinematografía y la Imagen (FUCINE).
En el año 2012 publicó su libro Cita con Sergio Ramírez. Entrevistas, Artículos, Crónicas (Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, México) presentado durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en noviembre de 2012 con su presencia y la de Ramírez, y posteriormente presentado en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería en Ciudad de México en marzo de 2013, y en la Feria Internacional del Libro de Miami de 2013. Además, la obra se encamina a una reedición con Uruk Editores en Costa Rica y traducciones al francés y alemán. Actualmente la autora prepara otros libros de periodismo, historia y narrativa para su pronta publicación.