Claudia Neira Bermúdez / Foto: Rodrigo Castillo
Claudia Neira Bermúdez / Foto: Rodrigo Castillo

Claudia Neira Bermúdez: “Dirigir un festival literario te acerca a los creadores de una forma distinta”

1 septiembre, 2021

A propósito de la séptima edición de Centroamérica Cuenta, compartimos una reciente entrevista a Claudia Neira Bermúdez, directora del festival que este año se celebra de manera virtual como invitado de honor de Filgua, Guatemala


Hay mujeres sin las cuales sería imposible entender buena parte de la historia literaria en nuestro idioma, dínamos que mantienen encendido cualquier motor o mecanismo generador de ideas. Carmen Balcells o Beatriz de Moura, por sólo citar dos nombres, se han hecho con su pedestal por méritos propios. La nicaragüense Claudia Neira Bermúdez pertenece a esta raza.

Detrás de la fachada de esta mujer dicharachera y sencilla se encuentra una de las empresarias más premiadas de su país y el cerebro de CREA Comunicaciones, la firma más importante en su rama en Nicaragua. Ella misma es la síntesis de Latinoamérica en carne y hueso: nació un viernes santos en Brasil pero su talante no es de joven penitente. De padre peruano y madre nicaragüense, con un profundo activismo político, su vida ha estado signada por un pasado que incluye una infancia en México, cambios de colegios, estudios de periodismo, pasantías en diarios, una maestría en la Marshall University y un trabajo en el Banco Interamericano de Desarrollo.

Inventar su propia empresa, CREA, era el paso lógico a seguir en alguien tan inquieto que no acepta un NO por respuesta. Eso lo supo Sergio Ramírez, quien desde 2015 involucró a este feliz huracán humano en el naciente festival Centroamérica Cuenta. Su olfato no lo traicionó. Desde entonces, nuestro proyecto hermano mutó en un organismo tentacular, incansable, genuino, que es el vivo reflejo de Neira Bermúdez hecha evento. Tan es así que no sería errado afirmar que si Sergio Ramírez es el alma del festival, ella es su corazón.

– Llevas años en el mundo de la comunicación, y al mando de CREA Comunicaciones. ¿En qué se parece tu mundo profesional al de la literatura? 

– En ambos mundos, contamos historias, vidas, países, personas. Conectamos mundos, sueños y construimos realidades. Es curioso, nunca me habían preguntado esto. Gracias, porque me hace pensar en el hilo que une mi vida profesional. Yo siempre digo que tengo dos o tres vidas. Ahora veo claro el hilo que las amarra. 

– ¿Cuéntame cómo entras a liderar Centroamérica Cuenta (CAC)?

Centroamérica Cuenta llegó a la vida de Crea Comunicaciones como cliente de la mano de Sergio Ramírez y de Ulises Juárez. A mí me une una relación de amistad y cariño de toda la vida con Sergio Ramírez, de quien conocí del proyecto desde el inicio. Con el tiempo me fui involucrando más, y en un momento llegué a ser Directora Asociada. Ulises recibió una beca, se tuvo que marchar un tiempo a Roma; y nos tocó llevar a cabo la siguiente edición con su guía a la distancia. Ha sido un camino maravilloso, a veces sinuoso, pero, que sin lugar a dudas vale la pena por el maravilloso equipo que hemos conformado. También por contar con Sergio, que siempre saca tiempo para nosotros. 

– ¿Cuáles fueron los objetivos que te trazaste al momento de asumir la dirección de este evento literario internacional? 

– Quería que más gente lo conociera, que más autores se sumaran, poder internacionalizarlo, llevar y traer lo mejor la literatura a y desde Centroamérica. Creo que ese viaje de ida y vuelta, al que se ha referido Sergio en diferentes oportunidades, nos deja grandes ganancias al mundo en español. Nos invita a reflexionar sobre dónde estamos y dónde queremos llegar. Nos desafía, nos mueve el piso. Hemos hecho de todo: intercambiar ideas, conversar, poder ofrecer talleres formativos, visitar colegios, universidades… Todo eso nos hace aportar en la construcción de mejores sociedades. Hace a la cultura como una parte fundamental en la construcción de una ciudadanía informada. Por ende, nos democratiza. Otro de mis retos es poder tener una pluralidad de voces en el festival. Para contar de verdad, debemos hacerlo desde diferentes puntos de vista y eso solo se consigue con la diversidad. Creo que eso lo estamos haciendo. 

– ¿Estás consciente que la transformación del CAC virtual post COVID fue un éxito a nivel internacional? ¿Cuál fue la receta para lograrlo? 

– Estamos muy contentos con los resultados. Leer el contexto nos permitió poder crear soluciones rápidas, y, por supuesto, la disponibilidad y el tiempo de las personas que hicieron posible llevar a cabo la agenda de Autores en casa. Con el tiempo hemos ido moderando las actividades y adaptando nuestra programación. Pasamos de ser un festival presencial que sucedía en cinco días una vez al año, a cambiar de modalidad con al menos una actividad virtual permanente y otras presenciales una o dos veces al año.

– ¿Cuál es tu percepción de la literatura y de los autores desde que estás al frente de este proyecto? ¿Ha cambiado en algo? ¿Eres mejor lectora? 

– Me ha permitido humanizar a los escritores, editores, agentes y lectores. Creo que dirigir un festival literario te acerca a los creadores de una forma distinta, y también ayuda a entender un poco más su obra, su aporte. ¿Mejor lectora? Desde que dirijo CAC leo mucho más y, sobre todo, me ha permitido conocer diversas voces. No sólo he ampliado mi lista, sino que me he convertido en más curiosa. Trato de balancear entre mis gustos, novedades literarias, volver a leer clásicos y descubrir voces nuevas. Sin lugar a dudas leo más y mejor. 

– ¿Sergio Ramírez es un buen maestro? ¿Qué has aprendido de él? 

– Creo que trabajar a su lado es una lección de vida. He aprendido la importancia de la diversidad y respeto a los puntos de vista; de lo necesario que es discernir para poder construir. Su memoria privilegiada y generosidad con su tiempo nos permite como equipo discutir por largas horas sobre programación, recomendaciones literarias, películas, música y disfrutar su gran sentido del humor. También ha sido clave para conocer de cerca el gran tamaño de su corazón y el de Tulita, su gran motor. Me llama la atención lo abierto que está a temas de tecnología, y cómo confía en el equipo. Esta confianza viene con una gran responsabilidad. Creo que Sergio es una especie de bisagra literaria de la cintura de América Latina. 

– CAC, cada vez más, se acerca a su primera década. Cuéntanos de tus mayores felicidades, peligros o anécdotas al mando de este proyecto. 

– Tengo mucha ilusión de volver a las actividades presenciales. Si bien es cierto, fuimos pioneros de la virtualidad al inicio de la pandemia, extraño al público conversando con los autores, las selfies, las sobremesas, las charlas presenciales, el abrazo y las sonrisas. Me hacen falta esas amistades que hemos forjado en este peregrinar. Los peligros son muchos y conversando con colegas de otros festivales o ferias, los compartimos. Más que eso trato de enfocarme en los retos que vamos teniendo en cada edición, presencial o virtual, retos de innovación, de programación, de financiamiento, especialmente en Centroamérica donde la cultura ha sido más con un fin de entretenimiento que de educación o de transformación de sociedades. Sobre las anécdotas hay muchísimas, buenas y malas, todas hacen que valga la pena seguir contando.

– En retrospectiva, ¿sientes que aún hay algo que te falta por hacer con este encuentro que ya es referencia obligada? 

– Claro, nos falta mucho. Esto es como una carrera donde la meta se va alejando en la medida que la vas alcanzando. Eso lo hace hermoso. El día que todo esté hecho será como copiar y pegar. Siempre hay contextos y autores nuevos, por lo cual siempre habrán nuevos retos. La tecnología nos plantea otros desafíos, nuevos destinos, nuevos capítulos. El Caribe es un reto permanente, los pueblos originarios, así como incluir otras disciplinas de la literatura y del periodismo. Eso es lo que nos permite un festival con una pluralidad de voces desde Centroamérica. 

– ¿Tienes alguna sorpresa que nos quieras compartir con respecto a CAC?

Este año tenemos dos grandes novedades. Primero en la séptima edición, durante la XVIII Feria Internacional del Libro en Guatemala, tendremos 30 mesas virtuales con más de 100 autores de 19 países. Y la segunda gran novedad es que nos vamos con un mini festival a Madrid. Del 13 al 19 de septiembre tendremos cinco días de actividades en Casa de América. Arrancamos con un diálogo entre Mario Vargas Llosa y Sergio Ramírez, moderado por Pilar Reyes y Carlos Granés. Seguiremos con cuatro actividades en las que participarán autores hispanoamericanos y proyectaremos La llorona, película del guatemalteco Jayro Bustamante. Entre los autores participantes estarán Horacio Castellanos Moya, Clara Obligado, José Adiak Montoya, Paulina Flores, Carlos Fonseca, Berna González Harbour, Santiago Roncagliolo, Karina Sainz Borgo, Javier Sancho Mas y  Winston Manrique Sabogal.

– Si tuvieras que resumirle a alguien qué es CAC ahora mismo, ¿qué le dirías? 

– Que es un punto de encuentro de ideas desde Centroamérica. 

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Revista bimensual y digital que promueve las ideas, la creación y la crítica literaria. Fundada en 2004 por el escritor Sergio Ramírez