Alberto-Chimal

Credo cuentístico

6 febrero, 2022

Presentamos el segundo CREDO LITERARIO de varios que la FIL Guadalajara, a través de su Encuentro Internacional de Cuentistas, lleva adelante como un espacio para reflexionar y dialogar en torno al cuento.En esta ocasión, el credo corresponde al autor mexicano Alberto Chimal.


Creo en nuestro más remoto antepasado: en el hombre o la mujer de las cavernas que inventó el primer enunciado declarativo para referir un hecho real, o soñado, o temido, y así se lo dio a recordar a otros.

Creo en nuestro último descendiente, que no muere y siempre es más joven que quien lo contempla: que utiliza las herramientas a su alcance sin temor ni vergüenza, que cuenta lo que sabe y lo que desea.

Creo en la imaginación, que hace germinar la voz más humilde y causa horror y rabia, como debe ser, a los policías del pensamiento.

Creo en los cinco sentidos, y también en el otro, que no es común. Creo en la sintaxis, el esqueleto animado y translúcido del lenguaje.

Creo en la lengua a la que pertenecen estas palabras, que no comprenderé en un siglo o dos y algún tiempo después se extinguirá, pero ahora, justo ahora, permite decir esto.

Creo en los cuentos que conocí desde la infancia: los que se contaban Melusina, sola en su baño, y los jinetes de la Noche y del Día que se perseguían por las estepas, y el pescador Urashima, preso en un solo instante y sin saberlo dentro del palacio del Rey del Mar.

Creo en los maestros que me tocaron en suerte: en los poetas vivos y los narradores muertos, los que llegaron demasiado pronto y los que llegan ahora, cuando espero que no sea demasiado tarde.

Creo en las transformaciones constantes, por igual las ya conocidas y las por venir; dicho de otro modo, creo en la minificción, las narraciones mutantes, las escrituras intangibles de la red y las otras, las que aún no tienen nombre.

Creo en mi propio derecho de contar lo que me plazca, como me plazca, y de pelear a mi modo con el lenguaje y con el mundo. Creo en la imposibilidad de no estar en el mundo, se haga lo que se haga. Creo en la revelación que no se dice.

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Toluca, México, 1970.
Ganó el Premio Nacional de Cuento por su libro Éstos son los días (2004) y el Premio Colima por Manda fuego (2013), una antología personal de su obra breve. Ha publicado una docena de libros de cuentos, entre ellos Los atacantes (2015) colecciones de ensayos y dos novelas; de estas, La torre y el jardín (2012) fue finalista del Premio Rómulo Gallegos en 2013. Varios de sus trabajos han sido traducidos al inglés, italiano y francés. Actualmente vive en Ciudad de México, donde escribe y es profesor de literatura y escritura creativa. También es activo promotor de la narrativa de imaginación fantástica y de la escritura por medios digitales.