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Homenaje a los muchachos de abril (Al calor de la fragua)

29 marzo, 2019

Las frustraciones acumuladas durante once años de abusos gubernamentales detonaron el 18 de abril de 2018 con la rebelión pacífica de los universitarios, a la que, en los días siguientes, semanas y meses se sumó gran parte de la población. La desproporcionada represión dejó más de 400 muertos –niños incluidos- centenares de presos, desaparecidos, miles de exiliados, la sociedad partida y el país al borde de la debacle económica. De esos días de coraje, angustia y dolor tratan estos escritos. Ojalá el llanto y el crujir de huesos no se repitan nunca más en Nicaragua.


Ausencia

Cada mañana me parece que volveré a ver a mi muchacho saludándome con las greñas despeinadas, desayunar urgido y salir ateperetado para la universidad, porque otra vez le agarró la tarde. Vivía corriendo. Es que no me alcanza el tiempo, me decía. Y lo quedaba viendo sin decirle nada, viéndome en él. Así era yo cuando tenía sus veinte años recién cumplidos. Una noche de estas no volvió, la siguiente tampoco. Desesperada su mama comenzó a llorar, y lo buscamos en la universidad y preguntamos a su novia, a sus amigos. Nadie sabía de él. Y lo seguimos buscando hasta que lo hallamos en la morgue de un hospital. Mi muchacho tenía un balazo en la cabeza y sus greñas ensangrentadas.

La dictadura lo asesinó. Nos pusieron condiciones para entregarnos su cadáver y nos amenazaron si denunciábamos su asesinato. Lo sepultamos. Su mama está ida de este mundo. Llora y ora. Ora y llora. Y lo busca en su cama desarreglada como la dejó, en sus bluyines y camisetas. Sus tenis viejos lo esperan debajo de la cama; sus libros de clases revueltos con sus poemas sobre la mesa; las fotos con su mama el día que se bachilleró, y con su novia viuda y sus hermanos sobre la pared. Nunca más lo oiremos cantar ni reír. Jamás lo volveremos a ver vivo. Hay un inmenso vacío en la casa.

Pero en las calles, miles de muchachos y muchachas, como él, avivan el amanecer…

Managua, Ahuacalí
26 de abril 2018


Chavalas de abril

Racimos de chavalas irrumpieron en las calles exigiendo la salida del dictador. Están en las universidades, atrincheradas en tranques y barricadas, marchando en todo el país, curando heridos, llorando a sus muertos, cantando en los plantones, arengando a la resistencia, dignas, orgullosas, bellas, crecidas, amazónicas. Ellas son las rosas de abril con sus espinas insurrectas, mujeres de ñeque defendiendo a la Matria.

En ellas veo los rostros frescos de Arlen Siu, MIldred Abaunza, Luisa Amanda Espinoza, Angelita Morales, Aracely Pérez y tantas chavalas caídas en la revolución verdadera. Mañana, cuando Nicaragua sea libre, serán doctoras, escritoras, poetas, periodistas, arquitectas, ingenieras, profesoras, investigadoras, madres y lo que les dé su regalada gana, pero hoy, en mayo de 2018, ¡ellas son los ovarios de Nicaragua!

Managua, Ahuacalí
20 de mayo 2018


Tributo a las madres nicaragüenses

Está reconcentrado desde que se alzaron los chavalos y no conoce a su hija recién nacida. Es policía, francotirador. A 830 metros por segundo los colmillos de su fusil destrozan a una persona a 800 metros de distancia. Él mata en Managua. Otros, en otras ciudades. Desde la mira telescópica ve al gentío de rostros cubiertos y decide quién morirá. Apunta, sostiene la respiración y dispara. Entre la multitud alguien cae con el cráneo astillado.

Cuando mató al primero se sintió asesino, después ya no. De noche ve sus cadáveres en la televisión. Sólo exigían Libertad. Él aniquiló sus sueños y mutiló el alma de sus madres. De día sus rostros lo asedian desde pancartas en marchas gigantescas. De noche igual.  Nunca vivirá como gente normal. Ayer, en llantos, su madre le avisó que un francotirador en Managua mató a su hijo menor.

Managua, Ahuacalí
Mayo 30 2018

Managua 24 de Mayo 2018 Movimiento Madres de Abril realizan planton en el dia #34 de protesta por los familiares secuestrados, heridos y fallecidos. Foto Jader Flores/ LA PRENSA



Cada quien es dueño de su propio miedo

El Comandante recorrió 3 kilómetros escoltado por 2 helicópteros, 4 Mercedes Benz G63 VB AMG, 2 buses llenos de policías, 21 patrullas con oficiales súper armados, 10 policías cada 100 metros del trayecto, 20 motorizados, una ambulancia y centenares de agentes de civil en calles y semáforos de la peligrosísima ruta al Seminario de Fátima.

Esa mañana dirigiría una batalla crucial financiada por el imperialismo norteamericano y ejecutada por chavalos y chavalas universitarios entrenados por la CIA, en contubernio con obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y sus adláteres de la sociedad civil.

—¿Temía el invicto Comandante?

Managua, Ahuacalí
Mayo 18 2018


¡Vivirás Monimbó!

 En Masaya se dijo que Junior Gaitán Hernández, 15 años, se arrodilló y le imploró al oficial: —Por favor, no me dispare. Aquél le encarnó dos balazos en el pecho. Y que Donald López Ruiz retó a su verduga: —Si me vas a matar, matame. Ella lo ejecutó sin piedad. Tres masayas más fueron asesinados el sábado 2 de junio de 2018 en la Ciudad de las flores.

Después de su misa en Magdalena, Donald fue sepultado entre estallidos de morteros, cuetes, ¡que se rinda tu madre!, vivas a Nicaragua y Masaya, mientras los filarmónicos echaban al viento la música de Vivirás Monimbó. Su ataúd pasó sobre las barricadas en las que estuvo atrincherado, saludado en cada una por 100 puños agitados…

Ninguno ha muerto… ¡todos continúan en la lucha!

Managua, Ahuacalí
4 de junio 2018 

Managua 30 de Mayo 2018 Multitudinaria marcha del dia de la madre en honor a las madres de personas que han perdido la vida en las represiones de parte del gobierno de Daniel Ortega, a mano de la policia y las fuerzas de choque del gobierno. Foto Jader Flores/ LA PRENSA



Flashback

 Suicidio

Herodes ordenó la Matanza de los Inocentes en Belén y sus alrededores. En Managua fue superada la carnicería: un niño de 5 meses, su hermanita de 3 años y sus padres, fueron quemados vivos. Teyler, un bebé de 14 meses, murió de un balazo en la cabeza. ¡Fue un policía! -acusó la mamá enardecida. La Hoja de Epicrisis afirmó que el bebé se suicidó.

Alma

Marcelo yace abatido en una calle de Masaya. Un francotirador le encarnó una bala en el pecho. Debajo del cuerpo desangrado, su mano aún aferra la tiradora que usó en la lucha. —¡Ayudenmé! -clama su viuda, rodeada de antimotines insensibles a su dolor. La gente afirma que el alma de Marcelo se hizo fuerza y alimento. Por algo será.

Dignidad

Morteros alzados, torsos desnudos, ojos atentos. En cada calle, cuadra y barricada los hijos de Masaya resisten las embestidas. En territorio indígena, con letras apresuradas alguien escribió sobre una pared: Monimbó, volcán de dignidad. Nadie lo duda.

Paradoja

La Policía no capturó a quienes de abril para acá asesinaron más de 100 nicaragüenses ni el gobierno pidió perdón a las madres ultrajadas. Como si el dolor fuese insuficiente, el 30 de mayo, Día de las Madres, francotiradores mataron más chavalos. El 3 de junio, al fallecer su prócer de muerte natural, decretaron tres días de duelo nacional.

Ilógico

En Cristo todo lo podemos -afirmó Rosario en su letanía del mediodía. Carece de lógica. El hombre de Nazareth resucitó Lázaros, sanó lisiados, ciegos y leprosos, venció al diablo, no militó en el partido de Herodes y Pilatos ni jefeó paramilitares ni asesinó a su pueblo.

Inocencia

Al inicio de las protestas -después que mataron a Alvarito- otro niño de 15 años fue herido en las inmediaciones de la UCA. Los otros chavalos lo auxiliaron mientras las cámaras de televisión lo filmaban. —No me graben –pidió el niño- ¡porque si me ve mi mama me va a turquear cuando llegue!

Cáncer

La Comandante Macha es de Diriamba. Tiene 21 años y dispara morteros. Usa máscara antigás y, cubierta con la bandera, resiste en una barricada en Jinotepe. Dice que de allí se irá hasta que se vayan. Hay días que no la mortifican los dolores del cáncer.

Surrealismo

Los paramilitares irrumpieron a balazos contra las barricadas. La adrenalina enardecida ripostó con morteros y tiradoras. Junto a la trinchera, de costado y con traje diplomático, yacía Rubén Darío.

Tensión

Rostros cubiertos atisban atentos detrás de la trinchera, mientras en media calle cuatro chavalos, músculos tensos, esperan el desenlace. Si la bola pasa sobre la barricada es jonrón. Éste podría ser el último partido de beisbol callejero que jueguen en sus vidas.

Dron

Armas de guerra y tecnología de punta atacaron otra vez a los atrincherados en la UNAN. Y otra vez hubo heridos. Los morteros no lograron descachimbar el dron que los ubicó.

Ridículos

La tragedia degeneró a tragicomedia. La gente protestó con globos azules y blancos, los colores de la Matria. Y qué ridículos los antimotines intentando reventarlos, como el que cayó de la moto entre la rechifla o el viejo que los pisaba mientras una chavala le gritaba:

Sapo, cuánto vale la vida de los 400 muchachos que mataron…

Ahuacalí, 7-24 de junio 2018


Doña Coquito

 Quizá usted no sepa quién es Miriam del Socorro Matus, pero sí Doña Coquito. A sus 78 años sobrevive vendiendo agua helada. El 18 de mayo –cumpleaños de Sandino-  al iniciar el Diálogo Nacional regaló su agua a los sedientos de justicia que, en las afueras del Seminario de Fátima, esperaban los resultados de la plática que, con mediación de la Conferencia Episcopal, tenían chavalos y chavalas insurrectos con la gente del gobierno.

Esa noche Nicaragua la vio en los telenoticieros. Dice que desde entonces el asedio en su contra ha sido constante. Denunció que paramilitares la amenazaron con dispararle en los pies para que no siguiera marchando, pero también aseguró que nada la detendrá.

Quiero libertad para Nicaragua. Me conmueve demasiado ver llorar a las madres y morir a los jóvenes.  Ese dolor me lleva a estar en solidaridad con la gente. Lo mejor es que se vayan, ésa es la paz que este pueblo necesita. 

El domingo, 30 de septiembre del Año de la Bestia, oficiales de las Fuerzas Especiales de la Policía la capturaron con violencia cerca del mercado Iván Montenegro. Iba a protestar armada con la subversiva bandera azuliblanca de la Matria. La tomaron del cuello, la tiraron a la tina de una patrulla y presa la llevaron a la cárcel El Chipote.

Al sentirme demasiado oprimida y con dolor me desmayé por un momento… No me importaba si me dejaban presa porque sabía que iba estar con las muchachas que se han llevado y ellas no me iban a dejar sola…

¡Ésa es la vieja vandálica! -gruñó un oficial.

Sin entender por qué la apresaban, dice que les pidió compasión.

—¡Qué compasión ni qué ni mierda! –le dijo un antimotín que nunca tuvo abuelita.

Ahuacalí, 30 sep. 2018

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Diriamba, Nicaragua, 1954.
Autor de Voces en la Distancia, ¡Los de Diriamba!, Clarividencias, Los nicaraguas en la conquista del Perú, Mala Casta, La mujer del padre Prado y otros cuentos y 200 años en veremos. Editó la Revista Literaria El Hilo Azul y ha revisado obras de prestigiados novelistas, cuentistas, poetas, y ensayistas, incluidas la antología Pájaros encendidos de Claribel Alegría y la poesía completa de Leonel Rugama y Ernesto Cardenal. Cuentos, ensayos y artículos suyos han sido publicados en diarios nicaragüenses y de otros países y en la Antología del Cuento Nicaragüense de Fernando Silva, Revista y Antología de la Academia Nicaragüense de la Lengua, Revista Cultural Centroamericana Carátula, Editorial Alfaguara, Revista Cultural El Golem, México, L ́Ordinaire Latino-américain (Toulouse, Francia), Editorial Nuevo Ser (Argentina) y Memoria del Encuentro Internacional Rubén Darío en el centenario de su muerte.