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Rimbaud; rehilete de México

21 noviembre, 2019

– Mucho del lenguaje poético de Arthur Rimbaud abreva de aquello que se dice acerca de la Poesía: “La poesía siempre ha padecido la fama de ser un lenguaje abstruso, que sacrifica el sentido en función del sonido, que prefiere estremecer antes de armonizar con la razón (Omar Oilhaborda. Epígrafe del prólogo a Una temporada en el infierno, de Arthur Rimbaud. Gpo. Ed. Tomo, 2002)”, pero he aquí que Arturo Vázquez no evita arriesgarse en su exploración, comulgando la misma pretensión del decir distinto, cuando aborda el poema Las vocales, del susodicho poeta francés, y cuya brújula crítica lo orienta hasta emparentarlo con el compositor mexicano de música para niños, Gabilondo Soler, Cri – Cri, después de atender los poderosas referencias de Saint-John Perse, Garcilaso de la Vega, Lévi-Strauss, Roman Jakobson, Borges, Hegel, Lezama Lima, Quevedo, Hölderlin, entre otros, a manera de apuntalar su perspectiva.


Rimbaud

A María Dolores Galindo Gil por el largo brazo de la Ley.

Viene girando los brazos y dice: ¡…, México…, ! Canta mi tocayo Rimbaud el color de las vocales, …, las santas hijas, las santas hijas…,(Perse).

Soneto alejandrino, musicalidad de la lengua español en el canto profundo de la Naturaleza.

Hegel en el pautado de la Filosofía traza la partitura de la Poesía con su Poética e indica con su batuta: en la poesía lírica, que surge con el desarrollo de la Nación, se encuentra el soneto que es reflexión y pensamiento, hace desaparecer el canto más el lenguaje se metamorfosea en melodía.

Aquí mi amiga música, Elena Remigio, dice: la melodía es a la música al igual que la palabra es a la poesía.

Melodía, palabra, música y poesía en el poema, Las Vocales, de Arthur Rimbaud:

A, negro, E, blanco, I, rojo, U, verde, O, azul
algún día contaré vuestros nacimientos latentes
A, negro corsé velludo de moscas deslumbrantes
que zumban alrededor de sanguinarias pestilencias
golfos de sombras; E, candores de vapores y carpas
lanzas de dignos glaciares, reyes blancos, temblores de umbelas
I, púrpura, sangre escupida, risa de labios hermosos
en cólera o en embriaguez penitentes;
U, ciclos vibraciones divinas de los mares verdosos,
paz de las dehesas sembradas de animales, paz de las arrugas
que la alquimia estampa en las anchas frentes estudiosas
O, Supremo Clarín lleno de estridencias extrañas,
silencios atravesados por Mundos y por Ángeles:
¡oh el Omega, rayo violeta de Sus Ojos!
(Traducción: Carmen Morales y Claude Debois -según la versión de La Pleíade, Gallimard-)

Aquí el Dulce Stil Nuovo, de la Vita nouva, del poder Dante, en la prima de Beatriche, Prima Vera, primer sendero, donde Garcilaso de la Vega renueva la musicalidad -melodía-en español.

Semillas vocálicas que remiten a la floración de la Luz, y que en el ensayo de Pipa Passes, De Sonidos y Colores -08/04/2018-, a partir del parto del libro de Lévi-Strauss, Regarder, Ecouter Lire (Ed. Plon, París, 1993) hace saber que: …, Rousseau, Diderot y Voltaire se burlan del invento del padre Louis Bertrand Castel (1688-1757): su clavecín ocular o cromático, más el compositor Teleman fijó su contemplación en esta creación.

Castel sabe de la Sincronicidad (Jung-Peat) por el sonido…, estar inmutable ligado al tiempo*…, -<> (conocimiento chamánico)-; …, el color, sujeto al lugar, es fijo y permanente como él. Brilla en el reposo.

Re/posa y brilla con su cascabel en la arena en sus aves marinas quien dona identidad a Francia y su República: ¡Arthur Rimbaud!

Passes cita a Castel: en el canal de luminosidad hay dos canales cromáticos: el rojo y el verde…,

I – U, Rimbaud.
…, el amarillo y el azul.
O, – por la alquimia verbal de Arturo-.
Castel teoriza: Negro, abundancia de colores…,
A, con Arthur.
Blanco, mezcla de todos los colores…,
E, de Rimbaud.
…, el negro los contiene en potencia…,
A – E, Vocales.

Castel a/trae a los tinteros que obtienen el negro, al empapar las telas con tres baños de colores primarios, la A que es tintura y la E que no es, porque viene del negro para “perderse” en blanco.

E, de Rimbaud que es diana.

Pipa Passes argumenta con Roman Jakobson, sin citar su libro, que es: La Forma Sonora de la Lengua, en colaboración con Linda R. Waugh.

Se dice de este libro que es la síntesis del pensamiento de este lingüista ruso, quien da fiesta a la Poesía en su propia Libertad: …, la “a” y “u” las de mayor amplitud vocálica.

A, negro – U, verde. Rimbaud.
I, la más baja, (Hála) cita Jakobson.
I, rojo. Arthur.

Jakobson afirma: Vocales son la sonoridad, las consonantes amortiguan…, El sonido nace de los rasgos distintivos, rasgos de oposición, que surgen al estudiar el sistema rúnico; Borges Canta con la Mandrágora, alrune, cosa escondida; que permite oír el rumor del Uni -r- verso; origen de la Magia, Alquimia Verbal (Rimbaud).

Jakobson cita a Grammont, fonetista francés, por el poder evocador de las vocales…, -Rimbaud las convoca y tienen boca del Arcoiris- …, que es un hecho objetivo y universal…, porque el habla afectiva y, aún más la poesía es una manifestación completa de los valores ocultos de las vocales.

Rimbaud sabe despejar sus raíces de y en ellas al sembrarlas en el sueño que recuerda:

I, rojo y Roman, porque se asocia a las cosas pequeñas.
Jakobson recurre a Ella Deloria y Cantan:
a, roja, e, amarillo, i, blanco, o, u, oscuras.

Y señala Jakobson, debe evitarse la mezcla de estas maneras usuales de traducir el nivel de los sonidos del habla al de los colores con declaraciones literarias que con frecuencia son forzadas y deliberadamente hechas “à rebouis” -cuenta regresiva-.

Mas considero que mi tocayo Rimbaud crea el aeródromo poético y despega: 10, 9, 8…, porque el poeta debe ir más allá de su imaginación e intuición (Hegel).

Considero que el soneto, musicalidad de la lengua del español (Toledo), conlleva al Misterio y devela: encarna en su proporción áurea.

Siento y pienso que el soneto, pongo el ejemplo de: Amor Constante más allá de la Muerte, de Francisco Quevedo, el sin dientes pero con dientes (Lezama), en su primer cuarteto acaricia el Misterio: la sombra, la muerte, el alma -que es femenina (conocimiento órfico)-, el segundo cuarteto hace un acercamiento crítico al enigma: orilla, memoria poética, llama que sabe nadar en el agua fría, trascender al confrontar, el primer terceto propone el Fuego Celeste: Alma, Dios, Venas, fuego, medulas -sic- (musicalidad sublime), el segundo terceto comunión celeste y terrenal con alegría: no hay cuerpo sólo cenizas, polvo -aquí La Biblia- ¡más polvo enamorado!; el amor que todo lo alcanza (Hölderlin).

Templemos Las Vocales en el caldero del hijo del hechicero que se nutre con el hígado etrusco (Lezama).

El primer cuarteto a/borda el color de las vocales y hace a/parición al palpar el corsé velludo de moscas deslumbrantes / que zumban alrededor de sanguinarias pestilencias, símbolos de excrementos y que recuerdan A una carroña, de Charles Baudelaire.

He aquí el amor de Rimbaud en su decir: …, ¡México!…, por nuestra diosa Tlazoltéotl, la de las inmundicias divinas; <> porque devora los pecados; M. Griaule argumenta que el excremento se enlaza con la significación alquímica del oro que se sublima en cobre rojo (Chevalier-Gheerbrant).

¡Ah! La a, roja, de Jakobson; la alquimia verbal, de Arthur.
A, negro ¿Por la materia oscura del Uni -r- verso?

Invertir en la inversión de la A: ▼ -aun cuando el manuscrito original de Rimbaud es en minúsculas, la I, rojo, de Rimbaud porque se asocia a las cosas pequeñas (Jakobson)-.

A que es pubis ◊ y es corsé que acaricia los vellos púbicos –¿moscas deslumbrantes?-, origen de placeres, vida y menstruación.

¡Negro y Rojo! Contradigo y acuerdo con Jakobson.

A formación de vuelos de grullas, donde Mercurio contempla y crea a partir de ellas las vocales, donan los augurios; hacen terminar la guerra (Graves).

Alquimia Verbal, Rimbaud, Resurrección en la A.

A, negro por la Diosa Negra de Robert Graves que cita los Fragmentos Órficos y es la Noche que da luz al dios del Amor, Fanes.

Ella, la Diosa Negra: certidumbre milagrosa en el amor y el hijo del hechicero danza y convoca a brujas, chamanes, PoetasMagosPoetas…,

Poetas con la A que es Ailm, femenino, árbol de abeto -¿abecedario?- consagrado a Artemisa -Diana la cazadora-, diosa del parto*…,

A, negro, porque el color negro en Oriente es fertilidad* (Graves).

A con ritmo hesicástico de placer, y ritmo sistálsico, agonía; descanso, asombro: ¡Ha, a, a, a, aaa, aaa, aaa!

La a es el pulgar, el sexo. (Graves).

El segundo cuarteto en/cabalga: golfos de sombras; -E, blanco-, E, candores de vapores y carpas / lanzas de dignos glaciares, reyes blancos, temblores de umbelas / sinestesia, augurios del cambio climático, recordemos otro verso de Rimbaud en otro poema: …, el infinito rodó blanco de tu nuca a tus nalgas…, -En copia de Verlaine-, Serpiente tántrica, iluminación del hipotálamo –te da hipo en el tálamo (Toledo)-; la A consagrada a Artemisa, flecha en la diana, por esto el encabalgamiento, blanco en el blanco porque la E es el dedo anular, el del amor…, E que es EADHA, álamo blanco, equinoccio de Otoño y de la ancianidad (Graves) ¡las canas!. Hércules se ciñó la cabeza con las hojas de este árbol en señal de triunfo cuando mata a gigante Caco (“el malo”)…, (Graves).

¡Ah! Canto E por los reyes blancos, temblores de umbelas.

Los dos últimos versos del segundo cuarteto a/bordan la I, rojo, púrpura, sangre escupida, risa de labios hermosos / en cólera o en embriaguez penitentes; /.

La I que es el meñique, allí el INRI, dedo de la muerte; el color púrpura de Jesucristo, y la sangre escupida -¿símbolo y metáfora de eyaculación?- de Jesucristo, Dionisos, Quetzalcóatl que tienen Resurrección, Reyes blancos, Terateía, vencen a la muerte; dedo médico, poder oracular, su árbol el tejo consagrado a Hécate, que se le sacrifican toros en su honor, y las ánimas hacen lamer la sangre (Graves): o en embriaguez penitentes; /.

La sangre, líquido precioso (León-Portilla).

Primer terceto, –U, verde- ciclos vibraciones divinas de los mares verdosos, / paz de las dehesas sembradas de animales, paz de las arrugas / -Divinidad por El Espíritu Santo que es color verdeque brinda la paz de las dehesas -el bosque que es alfabeto (Graves)-.

Verde que te quiero verde…, -Ver de ver (Víctor Toledo)- la paz, que encarna por la A, de Arthur Rimbaud.

La paz de la vejez y el Consejo de la Sabiduría, de nuestras raíces mexicanas, que yo tuve por más de trece años en el INAPAM, Puebla, coordinando el taller de poesía.

La U por URA, brezo, árbol consagrado a Venus Ericina -prostitución sagrada-, del solsticio estival, rojo y apasionado -¿y la I, roja, de Jakobson?-, el dedo medio -el tonto-; el caballero verde que al final surge ileso (Graves): ¡U, verde!, Rimbaud, y su compañero el caballero verde.

¿Resurrección?

Segundo terceto, –O, azul- Supremo Clarín lleno de estridencias extrañas -¿Los estridentistas, Manuel Maples Arce, Arqueles Vela, Germán List Arzubide (el Rimbaud mexicano)…, donan reconocimiento en algún poema a la profecía de Arthur Rimbaud?-

…, estridencias extrañas / silencios atravesados por Mundos y por Ángeles:…, / oxímoron, que crea nuevas imágenes (Borges), guía a la verdad (Eco); Ángeles que son anunciadores.
¡oh el Omega, rayo violeta de Sus Ojos!

Del azul al violeta en correspondencia con Carlos Pellicer: Hay azules que se caen de morados, y Gabriel Zaid develando, son los senos ya maduros…,

Y este rayo…, -el relámpago que es la alegría, Canta Hegel; ¡lóstregos, lóstregos!, en lengua gallega.

…, de Sus Ojos, visión Divina donada por Arthur Rimbaud con el Alma, que es femenina, y el Espíritu, que es masculina (conocimiento órfico).

Y nuestra bandera de México que ondea con una nueva luz que el águila devorando a la serpiente ha preñado con Rimbaud y Jakobson: U, verde; E, amarillo más O que es oscura, -se acerca al azul- surge el verde-; E, blanco – I, blanco; I, rojo – A, roja.

Vocales, de Rimbaud que giran en el rehilete del nombre de ¡México!

Y mi país con Cri Cri, el grillito cantor¿Quién es el que anda ahí? Es Cri -Cri…, México, Rimbaud, Jakobson y Cri – Cri: aaah…, tambores y flautas -el chamán invocando a los cuatro puntos cardinales y zapatea en el cuadrito del palo de la Ceiba con el vuelo de los hombres-pájaros voladores, Tajín donde nacen los relámpagos, Papantla y su vainas de vainilla-:

que dejen toditos los libros abiertos / aaah / ha sido la orden que dio el general / aaaa / que todos los niños estén muy atentos / aa aaa / las cinco vocales van a desfilar…

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Según propia confesión Arturo Vázquez dice:
Nací donde el árbol tiene sus raíces en el agua: Álamo, de la Vera Cruz, México, cuando los pájaros bajaban a beber en el río por las tardes. Al momento de nacer las abejas siguieron a mis padres, me pasaron de una habitación a otra y las abejas nos seguían.
Digo que soy Licenciado en Lingüística y Literatura Mexicana, por la Universidad Autónoma de Puebla. A punto de ser Maestro en Literatura Mexicana por la misma Universidad.
En 1999 participé en La Habana, Cuba en la Casa de las Américascon la ponencia: Borges: Aleph del Sur.
Fui becario en el género de Poesía FONCA-CONACULTA, Puebla, (2002) con el proyecto:Al encuentro de la Diosa Negra.
Invitado especial, por el Gobierno de Tocantins Brasil, en la Feria Internacional del Libroen Lengua Española (2006), y presenté el libro: Miscelánea Erótica, editado por la UAP. También di una conferencia en la Universidad de Paraíso, Tocantins Brasil: Blanco, de Octavio Paz y la raíz In Xóchitl In Cuícatl. En el 2009 presenté mi libro de poesía, en la Facultad de Filosofía y Letras: Stoicheia. Participé en el X Congreso Internacional de Poesía en el Centenario de José Lezama Lima: La Imago y la Sangre en el poema a Octavio Paz (2010). El proyecto actual que me ocupa, y que la Diosa Negra nos proteja y guíe, es realizar el Doctorado enJosé Lezama Lima, en la Imago. Ya tengo el poema seleccionado y es el que el PoetaMagoPoeta crea al Che Guevara.