El alba de Gioconda Belli
30 noviembre, 2023
La poeta nicaragüense recibió el prestigioso Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, en su edición XXXII, acompañada por una exquisita edición antológica que publica la universidad de Salamanca, Parir el alba. Carátula publica el discurso íntegro de la poeta y un fragmento de la introducción a su obra por María José Bruña Bragado, editora de la antología de la universidad de Salamanca.1
Podría haber sido lo contario: quedarse con las manos atoradas, sentir el peso de los otros, esos fantasmas dichosos en un país tan poblado de ellos. Porque, cómo no temblar de imprudencia al imaginar un verso, si se ha nacido en la tierra de los Rubén Darío, Salomón de la Selva, José Coronel Urtecho, Ernesto Cardenal, Carlos Martínez Rivas, Claribel Alegría, entre otros. Cómo no titubear al abrir el cofre que dejaron. Cómo no dudar en escribir después de ellos. Si se piensa, sería imposible escribir una sola letra, y menos aún un solo verso.
Lo bueno es que no fue así. Hete aquí una mujer joven, que a inicios de los años setenta, tendida sobre la grama de una tierra de poetas, descubre que tiene una voz a la que convocan desde esa tradición literaria. Una voz nueva, llena de feminidad, de revolución, de desnudez, de libertad.
Y sucedió que la poesía le desató del miedo y de los convencionalismos. Y comprendió que solo tenía que seguir el ritmo natural del canto. Y se convirtió en una voz más, distinguible, en el coro de ángeles poéticos que es Nicaragua.
Sobre la grama, con la resonancia de Whitman (la poesía norteamericana tan presente siempre en el diálogo poético de Centroamérica), fue el título primero de una obra que, en su madurez, se corona este año con el mayor premio de la poesía en español: el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
El reciente galardón a Gioconda Belli se suma la lista encabezada por Ernesto Cardenal (en 2012) y Claribel Alegría (en 2017). Sucede en el mismo año en que, el premio Hiperión de poesía (uno de los más prestigiosos), recae en un joven nacido en Nicaragua, aunque afincado en España desde los cuatro años, William González Guevara, por su poemario, Inmigrantes de segunda.
Gioconda Belli es sin duda una de las voces literarias y poéticas que todo el mundo que lee ha leído alguna vez. Uno de esos paisajes por los que no se puede dejar de transitar hasta encontrarse con un verso que cala y deja huella. La inmortalidad para una poeta, decía la nica-salvadoreña Claribel Alegría, es que alguien recuerde un solo verso de su obra. De entre las palabras tejidas por Belli, hay sin duda algunas para recordar siempre, como esas de: “La solidaridad es la ternura de los pueblos”.
Desde Sobre la grama hasta en un período de madurez, como De la costilla de Eva o, más adelante, Fuego soy, apartado y espada puesta lejos, su obra se lee con la cercanía de un cuerpo, que transpira, a su vez, la sensualidad de la naturaleza, el país, la ternura y la pasión. La sexualidad femenina y su papel en la historia no es solo parte de su poesía sino también de su obra novelística, en la que destaca La mujer habitada. Sus novelas, de hecho, prolongan sus temas poéticos y hasta su forma, en el ritmo y la aproximación.
El exilio es ya parte de una triste tradición que afecta a poetas de todo el mundo. En particular, a los que sacan la voz y las palabras fuera de las páginas de sus libros, o cuyos libros salen a las calles y a las paredes.
El premio a Belli le llega en el exilio, en Madrid. Y, de hecho, en esta XXXII edición del galardón, el jurado destacó, además de la expresividad de su obra, su reivindicación de “los valores y la lucha contra la tiranía”, en palabras del rector de la universidad de Salamanca, que forma parte de las entidades que convocan este premio. Después de ser desnacionalizada de la patria en que nació, escribe: «No tengo donde vivir./ Escogí las palabras».
Parir el alba. Cuatro etapas de vida y poesía.
La introducción y edición del libro Parir el alba*, que recoge una amplia selección de toda la obra de la poeta, ha estado a cargo de María José Bruña Bragado, y es una excelente puerta a toda la obra de Gioconda Belli. La experta en literatura hispanoamericana de la universidad salmantina, que publica este libro dentro de la colección Biblioteca de América, contó con el privilegio de estar acompañada en la selección por la propia Gioconda Belli, desde su exilio en Madrid.
En su introducción, de la que carátula publica un fragmento, propone una lectura de la trayectoria vital y poética de Belli en cuatro etapas a través de las que maduran los temas iniciales de la feminidad y la sensualidad, insertas también en su relación con la patria, con los valores y el ideal. En las etapas medias, el sueño y el desengaño del devenir político de Nicaragua conduce a una revisión crítica desde la poesía y, finalmente, en su madurez, a la «autoconfianza femenina, la revisión del pasado y el amor a la vida», en palabras de Bruña. Gracias a esta introducción, enraizada en una revisión bibliográfica exhaustiva y en el diálogo directo con la autora, nos acercamos a las entrañas del proceso creativo de Belli, a su «ecléctico feminismo» y a su relación «erótica» con la patria y, por tanto, a su compromiso.
La colección Biblioteca de América recoge, entre otras obras, las ediciones antológicas de autores y autoras premiados con el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. En esta ocasión, además de los poemas seleccionados de Belli organizados según esas cuatro etapas descritas en la introducción, se nos ofrece, al final, una muestra de otros inéditos, escritos desde el exilio, entre 2021 y 2023, que comienzan con «Despatriada» (No tengo donde vivir. / Escogí las palabras) y terminan con «Pájaros mudos» (¿Quién cantará en mi casa secuestrada?), donde alude a hechos reales que marcan su vida en estos años. Palabra y vida siempre unidas.
Como en otros libros de la colección Biblioteca de América, este se cierra con un dibujo, o silueta alusiva, que encierra la fecha de impresión con referencias literarias que coincidan en ese día y que guardan relación con la obra de la autora. En este caso, se refrenda con la silueta de un ceibo (o ceiba), el árbol sagrado de los mayas, quienes tanto creían en los ciclos y conexiones temporales. El ceibo forma parte del paisaje habitual de Nicaragua y hasta sirve de referencia en las direcciones con que la gente indica las direcciones en ciudades como Managua, donde las calles perdieron sus nombres en un terremoto que sucedió en 1972, cuando la poeta comenzó su andadura literaria. Las del ceibo son parte de las «raíces innumerables» del canto de Gioconda.
*Belli, Gioconda.; Bruña Bragado, María José. Parir el alba. (Colección Biblioteca de América, 66) Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 2023.
- Texto publicado en el marco del «Especial Gioconda Belli» ↩︎
Nacido en Andalucía, tiene la doble nacionalidad hispano-nicaragüense, países en los que ha trabajado en el mundo de la docencia, la cultura, el periodismo y la cooperación. Licenciado en Filología, y master en Periodismo y Derecho Internacional. Es consultor de comunicación y cooperación. Escritor, docente y colaborador en varios medios en España (como El País) y Latinoamérica (Gatopardo, La prensa, Confidencial, Etiqueta Negra, etc.) sobre temas literarios y de actualidad internacional, crisis, cooperación y desarrollo. Ha publicado, entre otros libros de antologías y colaboraciones, ensayos y relatos (Las cien Novelas para siempre del siglo XX y Si estuvieras aquí, de la editorial Icaria). Fundó con Sergio Ramírez la revista cultural Carátula www.caratula.net , de la que fue editor. Ha sido profesor de Comunicación y Humanidades, traductor y responsable de información de Médicos sin Fronteras. Ha conocido de primera mano numerosos conflictos y crisis humanitarias. Fue coordinador de la Campaña de Acceso a Medicamentos en América Latina. También ha coordinado proyectos que unen el mundo humanitario y el desarrollo con la Literatura como la serie Testigos del olvido de El País Semanal.