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El sótano del ángel. José Adiak Montoya

1 agosto, 2011

Solo a seis meses desde su presentación el pasado octubre del 2010, esta novela ha cautivado a sus lectores, provocando así, a una segunda edición.

Esta primera novela de José Adiak Montoya es una apuesta muy acertada en la narrativa nicaragüense, por su forma y técnica. El autor muestra una gran capacidad en cuanto a la creación de sus personajes, haciendo que uno pueda casi caminar con ellos. No siempre uno se encuentra con una novela donde no solo sea entretenida, sino también donde esa novela te invite a ser parte de los pensamientos y sufrimientos de los protagonistas, como también del lugar donde se desarrollada la obra; en este caso, el pueblo ficticio Los Almendros.

Debo admitir con mucha seguridad, que los treinta y cinco capítulos cortos del El sótano del ángel no me decepcionaron, al contario me atraparon, guiándome desde el inicio a una curiosidad de ver como finalizaba esa historia de Leonidas y Elia; como esa obsesión de conquista lo guiaba día a día a sucesos inesperados; pero sobre todo, ver como se desarrollaba la forma limpia y buena estructura de narración que Montoya imprimía en cada línea. Eso sin duda es lo que realmente me interesa en un autor.

Nuestro país sin duda es un gran productor de poesía, de gran calidad, aunque también es gran lector de novelas. Nicaragua ha tenido muy buenos narradores en el pasado como Adolfo Calero Orozco (1899-1981); Lizandro Chávez Alfaro (1929-2005), o en el presente como el mismo Sergio Ramírez (1942) y Arquímedes González (1972). Ahora se levanta una nueva generación, que como Montoya, está manteniendo viva y ampliada la narrativa.

De una lectura fácil de aceptar, pero aún así, con un gran empleo del lenguaje, adjetivos y descripciones. Una novela de interiores, es decir, podíamos hondar en los pensamientos de cada personaje, sabiendo como el tiempo, las desventuras, los problemas, la tristeza, la frustración y la soledad estaban más que tatuados en sus vidas. También es como una metáfora de la cabeza o de la mentalidad del personaje principal. Un ambiente olvidado, perdido y aislado. Es una novela que realmente acerca al lector, haciéndolo parte de los sucesos y vida provinciana.

En una entrevista José Adiak Montoya señaló su deseo de que su novela fuera juzgada por su calidad y no por un azar generacional. Sin duda alguna esta novela está poniendo un ladrillo al grito en la narrativa de Nicaragua.

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