
Elegía a Cristina Downing
1 junio, 2009

Cristina prima de mi mamá
era quinceañera entonces
delgadita de cintura
canillas flacas recuerdo
y yo tenía siete años
era la era
de Doña Carmela Noguera
escribió Joaquín Pasos
(Doña Carmela la
de veladas de escuela
donde colegiala
se lució Cristina)
y era la era de Greta Garbo
Lindbergh Baby Ruth Chaplin
novia de los poetas vanguardistas
no siguió siendo quinceañera
ni yo niño tampoco
los últimos años
entre cuatro paredes
no recordaba nada
ni siquiera quién era
Baby Ruth el de los jonrones
era cuando yo era niño
tal vez no sabés quién es
hace mucho que murió
La Dickinson decía:
si ya no estoy viva
al de corbata roja
dale por mí una miga
murió Merton
morirán las estrellas sin calor
frías como el alrededor de ellas
y Eliot: “todos caen en lo negro”
Los hoyos negros también desaparecen
En mi taller de poesía
de niños con cáncer
un niño escribió
de niños deshauciados
esperando su turno
Todos en el cosmos
esperamos turno

Huérfanos en el mundo mecanicista
a merced del accidente y el azar
el Ford al que subo
puede ser el de la muerte
¿Qué es la vida
hecha de partículas
partículas elementales
que no están vivas?
“el mundo es como es”
decimos todos
la mecánica cuántica ha comprobado
que no es como es
o no trabajarían las computadoras
Igual que envejecemos
deberíamos desenvejecer
no hay simetría
esta asimetría del tiempo
¿de dónde vino?
¿de dónde venimos nosotros
hijos del tiempo
en medio de belleza perecedera
ansiando belleza perdurable?
Si hay Dios somos inmortales
y si no hay no somos
no hay de otra
no hay otra alternativa
que ser eterno
o eternamente no ser
o eternidad o nada no hay otra cosa
sólo el tiempito que estuvimos vivos
tan sólo esos días ya pasados
y no habrá nunca jamás nada más
más nada por siempre jamás
no ser por toda la eternidad

Un día la conciencia
se volvió a sí misma
conciencia de sí
y desgraciadamente
de su muerte
Único animal que sabe que va a morir
Tuvo que haber conciencia
que conociera el universo
Y al conocer el universo
conoció que moríamos
La aparición de la conciencia
fue otra existencia biológica
El no sólo conocer sino conocerse
no sólo saber sino saber que sabe
La certeza de la muerte
como fruto de ese avance
Los animales conocen
pero no a sí mismos
conocerse a uno mismo
fue conocer que morimos
La conciencia un peligro para la especie
Poder sobrevivir la certeza de la muerte
y a pesar de ella no habernos extinguido
Cazador-recolector
en la selva negra
sin médicos
el menor malestar
aterrorizaba
y entre leones
indefenso y desnudo
una comida ambulante
cortaba las frutillas
mirando a todos lados
temeroso de la muerte
mirando las bellas estrellas
sin entenderlas
¿qué serán ellas?

Cazadores-recolectores
concientes de ser concientes
concientes de la muerte
moría el ciervo herido
y el matador sabía
que él también moriría
Allá arriba entre las ramas
no había muerte
el mono está en el presente
intensamente
sin nada de pasado
ni de futuro
Ni hay muerte para los niños
¡quién fuera niño siempre!
cuando yo tenía cuatro años
maté un chocoyo con un coco
y di gritos por lo que hice
(así supe de la muerte)
En la selva negra
donde todo puede pasar
la muerte es la única
certeza que tenemos
Desde que hay humanidad ha habido
religiones
¿supersticiones si querés?
o es que tal vez
fue fe
Así no nos extinguimos
sabiendo que moríamos
Hay Dios o el universo es absurdo
Y si no hay morimos para siempre
En este sentido sería la trascendencia
una adaptación de la evolución en la mente
o mecanismo de defensa de nuestra especie
ante el efecto paralizante de la conciencia
de la muerte
Así sobrevivimos
Religiones o supersticiones
siempre fue fe
en la inmortalidad
Llegará un día
en que no habrá astronomía
y el cielo estará vacío
las galaxias se separan
y van quedando solas
sin ninguna otra a la vista
y en cada galaxia aislada
las estrellas apagándose
y cuando se apague la última
todo será tinieblas

(esto no es ciencia-ficción)
Si así es la cosa Cristina Downing
en este cosmos no hay salvación
Salvo
un prodigio biológico
-la Encarnación-
Una evolución biológica
que acabe en Dios
Somos un solo Cuerpo
el de uno resucitado
de entre los muertos
La humanidad es una
orgánicamente una
si resucita uno
resucitan todos
“Si no ha resucitado estamos jodidos”
1 Corintios 15, 17
La evolución tiene dirección
que es la unión del universo:
el Amor de una humanidad sin soledad
incompatible con la muerte total
Todo determinado y por eso se dice:
“Para que se cumplan las Escrituras”
No fue profetizado porque sucedería
sino sucede porque fue profetizado
Resucitan todos
los que son uno
en un pasado futuro presente
Cristina Downing
¡P r e s e n t e!
O será tal vez como nacer otra vez:
una vida nueva en un nuevo universo
Las Escrituras dicen
tenía que morir
para resucitar
20 de enero de 1925, Granada, Nicaragua.
En 1935 ingresa en el Colegio Centroamérica de los Jesuitas en Granada donde completa sus estudios de bachillerato. Más tarde viaja a México e ingresa en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, publicando ya sus primeros poemas en algunas revistas mejicanas.
En 1947 obtiene la licenciatura y entre 1948 y 1949 estudia Literatura Norteamericana en la Universidad de Columbia (Nueva York) donde termina doctorándose. De mediados del 1949 a mediados de 1950 viaja por Europa (París, España, Italia) para regresar este mismo año a Nicaragua.
En esa época empieza a escribir sus famosos "Poemas históricos" e inicia un trabajo de traducción de poesía norteamericana que se prolonga por bastantes años hasta formar una voluminosa antología que después fue publicada por Editorial Aguilar. También por esta época comienza a realizar trabajos escultóricos, siendo algunas de sus obras exhibidas en galerías de los Estados Unidos.
Por entonces, también, empieza a manifestar su militancia política contra la dictadura de Anastasio Somoza con poemas de contenido político, algunos de los cuales circularon por el extranjero de forma anónima, sin que se sospechara quien era el autor, y así fueron publicados por Pablo Neruda en La Gaceta de Chile.
Es en 1957 cuando su vida da un giro total al decidir hacerse monje trapense e ingresar en el Monasterio de "Our Lady of Gethsemani", en Kentucky, EE.UU. donde Thomas Merton, maestro de novicios y consejero espiritual, se convierte en su gran amigo desde entonces.
Debido a su delicada salud debe abandonar la orden de la Trapa en 1959, continuando sus estudios religiosos en el Monasterio Benedictino de Cuernavaca, México, donde permanece dos años. Allí escribe dos obras, fruto de sus experiencias místicas: "Gethsemani Ky" (1960) y "Vida en el amor".
En 1961 continúa sus estudios de Teología en un seminario católico en la Ceja, Colombia. Desde allí publica las obras "Salmos" (1964) y "Oración por Marilyn Monroe" (1965), obra que contiene algunos de sus poemas más intensos, e inicia la colección de poemas indígenas que serían publicados después (1969) con el título de "Homenaje a los indios americanos".
A principios de 1966 funda una comunidad contemplativa en una isla del archipiélago de Solentiname en la región de Río San Juan. En esa comunidad fomenta el desarrollo de cooperativas y crea una escuela de pintura primitiva que ha sido muy apreciada en Nicaragua y en el extranjero y un movimiento poético y político entre los campesinos basado en una interpretación libre y revolucionaria del Evangelio.
Posteriormente publica otros extensos poemas: "Canto Nacional" y "Oráculo sobre Managua" (1973), "Cristianismo y revolución" (1974), "La santidad en la revolución" (1974). También, "El Evangelio en Solentiname" (1977), comentarios revolucionarios del Evangelio hechos por él y los campesinos de Solentiname.
La poesía de Ernesto Cardenal es una poesía exteriorista formada en la lectura de la poesía norteamericana, la Biblia y los textos latinos clásicos, y se mueve entre el epigrama, la crónica y el salmo. Cardenal une el lenguaje místico con el épico, los problemas del proletariado de su pueblo con la magia de lo cotidiano; la ironía con la intensidad de la vida moderna.
Sus extensos poemas son verdaderas composiciones sinfónicas que expresan la ira del profeta enfrentado a la dictadura y que a la par revelan el asombro del poeta ante la naturaleza y la historia.
Pero por encima de todas estas apreciaciones, Cardenal reivindica una y otra vez la dignidad para el pueblo que tanto ama y para las comunidades indígenas.
Aunque su poesía no sea elitista, los críticos no dudan en afirmar que "El estrecho dudoso" es uno de los grandes aportes a la poesía contemporánea en lengua española.