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Historia del cine en 25 carteles: Cartel #22: Busco mi destino, un western en choppers Harley-Davidson

1 junio, 2014

Franklin Caldera, en su historia del cine en 25 carteles, nos regala esta vez Busco mi destino, de Dennis Hopper. Demostrando que el arte del cartel refleja la magia y encanto del cine, acompaña cada cartel con una crónica de la película en menos de 500 palabras y nos brinda una rápida mirada a la historia del cine. El uso en la revista de estos carteles es exclusivamente cultural y educativo y en ningún momento se espera obtener beneficios comerciales.


Figuras señeras del auge del cine independiente estadounidense en las décadas de 1940 y 1950, fueron la poetisa surrealista Maya Deren, Herbert Biberman (La sal de la tierra, 1954), Andy Warhol, Kenneth Anger, Morris Engle y John Cassavetes. Alfred Hitchcock y Stanley Kubrick incorporaron elementos del cine experimental respectivamente en Psicosis (1960) y 2001: Odisea del espacio (1968).

Busco mi destino (Easy Rider, 1969) fue producida de forma independiente por el actor Peter Fonda (con un presupuesto de 400,000 dólares) y dirigida por Dennis Hopper. Sigue las aventuras de dos motociclistas (interpretados por Fonda y Hopper) durante un viaje desde California al carnaval de Mardi Gras en Nueva Orleáns.

Compartiendo con el western el amor por los espacios abiertos, no contaminados por la civilización, la película refleja la corriente hippie de la contracultura (1960-1979), época caracterizada por las luchas en pro de los derechos civiles y las protestas contra la guerra de Vietnam. Los hippies propugnaban una revolución libertaria, no construida sobre la apropiación del aparato político-económico del establishment.

Los protagonistas visitan una comuna hippie y conocen a un abogado borracho (Jack Nicholson), que decide acompañarlos. Los tres pierden la vida por la intolerancia circundante. La música es de Steppenwolf, los Byrds y Jimi Hendrix.

El guión (de Fonda, Hopper y Terry Southern) exalta las drogas como vía de liberación personal, antes de que el abuso de estupefacientes erosionara el hippismo. El documental Woodstock (1971) de Michael Wadleigh es título clave del movimiento.

El éxito inesperado de Busco mi destino (distribuida por Columbia Pictures, produjo más de 60 millones de dólares y obtuvo el premio a la mejor ópera prima en Cannes) impulsó las producciones independientes e impuso la reorientación del cine hacia la juventud y los mensajes contestatarios, tendencia iniciada en 1967 con El graduado de Mike Nichols (con Dustin Hoffman) y Bonnie y Clyde de Arthur Penn (con Warren Beatty y Faye Dunaway).

Influyó en el nuevo Hollywood la desintegración del sistema paternalista de los grandes estudios (que pasaron a formar parte de poderosos conglomerados), sustituido por un entorno más descentralizado y competitivo, en el cual, los directores-productores desempeñan un papel determinante: Clint Eastwood (Unforgiven, 2004), Francis Ford Coppola (El padrino, 1972; Apocalipsis ahora, 1979), Martin Scorsese (Taxi Driver, 1976); George Lucas (La guerra de las galaxias, 1977), Steven Spielberg (Tiburón, 1975), Oliver Stone (Wall Street, 1987)…

El apoyo de la distribuidora Miramax revitalizó el cine independiente; Spike Lee (Do the Right Thing, 1989; Malcolm X, 1992; con Denzel Washington) lideró la corriente afroestadounidense. Algunos indies, como Jim Jarmusch (Mystery Train, 1989), mantienen una relación tangencial con la gran industria; otros han sido absorbidos por ella, como Quentin Tarantino (Pulp Fiction, 1994), cuya obra revela múltiples influencias, desde los teóricos soviéticos hasta las películas de violencia de Hong Kong.

Paralelamente al cine de expresión personal, la característica sobresaliente del Hollywood de la era digital son las franquicias multimillonarias, siendo la más exitosa la serie de Harry Potter (2001-2011; producción Warner), según novelas de la británica J .K. Rowling.

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Poeta, ensayista, traductor y crítico de cine. Es abogado. Desde 1968 publica en La Prensa Literaria poemas, críticas literarias y de cine y traducciones de poesía en lengua inglesa. Fue uno de los asiduos de la cafetería La India, el emblemático sitio de reunión de los poetas y pintores de la Generación del 60 y leyó sus poemas en La tortuga morada, la primera discoteca de la Managua de antes del terremoto.
Desde temprana edad tuvo gran afición por el cine y junto con Ramiro Arguello es uno de los auténticos y últimos cinéfilos y contadores de películas de nuestro tiempo. Ha escrito numerosas críticas y crónicas en revistas nicaragüenses e internacionales y ha participado en seminarios junto a cinéfilos de la talla de Guillermo Cabrera Infante y Manuel Puig.
En 1983 escribió con a Ramiro Arguello, Datos útiles e inútiles sobre cine; en 1996, Luces cámara acción: cien años de historia del cine. Guarda un libro de poesía a la espera de publicación. Es co-editor, con Ligia Guillén, de la revista “Poesía Peregrina”. Reside en la Florida desde 1985, donde goza de los constantes reestrenos de películas noir. Es miembro del equipo de Carátula y colaborador permanente de su sección de \”Cine\”.