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Historia del cine en 25 carteles – Cartel No.12. Nido de ratas

1 octubre, 2012

Franklin Caldera, en su historia del cine en 25 carteles, nos regala esta vez Nido de ratas (1954). Demostrando que el arte del cartel refleja la magia y encanto del cine, acompaña cada cartel con una crónica de la película en menos de 500 palabras y nos brinda una rápida mirada a la historia del cine. El uso en la revista de estos carteles es exclusivamente cultural y educativo y en ningún momento se espera obtener beneficios comerciales.


En la década de 1950 se desarrolló en Nueva York un tipo de cine de inspiración neorrealista, con énfasis en el mensaje social y rodaje en exteriores auténticos (interiores filmados en los foros de sonido de Hollywood).

Este tipo de cine tiene sus raíces en el Actors Studio, grupo teatral de Nueva York fundado en 1947, donde se entrenaba a los estudiantes en el Método (del moscovita) Konstantin Stanislavski, que se  basa en el aprovechamiento de las experiencias y emociones de los actores para la construcción de sus personajes (realismo psicológico).

La partida de nacimiento del Método en el cine fue Un tranvía llamado deseo (1951) de Elia Kazan (cofundador del Actors Studio), sobre pieza de Tennessee Williams, con Vivien Leigh y Marlon Brando, entrenado en el Método por Stella Adler.     

Brando protagonizó el filme seminal de esta escuela, Nido de ratas (On the Waterfron; en España, La ley del silencio; 1954), dirigido por Kazan, que denuncia la infiltración del hampa (y otros elementos extraños: nótese el personaje que fuma mientras escucha las denuncias del protagonista por televisión) en los sindicatos de estibadores de Nueva York. De interés es la figura del sacerdote católico (Karl Malden), involucrado en lucha de los trabajadores por recuperar el control de los sindicatos.

Con guión de Bud Schulberg (sobre artículos periodísticos de Malcolm Johnson), el filme se distingue por el dinamismo de su fotografía (a cargo de Boris Kaufman, hermano de Dziga Vertov) y la intensidad interpretativa (la secuencia en el asiento trasero de un taxi en la que Brando reclama a su hermano, interpretado por Rod Steiger, el haberlo convertido en un vago, es de antología). La música inspirada en Stravinski y Aaron Koplan fue compuesta por Leonard Bernstein.

Kazan y Schulberg habían pertenecido al partido comunista de EE.UU. y su actitud sumisa ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses (del Congreso) durante las investigaciones, en los albores de la guerra fría, de una posible infiltración comunista en Hollywood, los convirtió en figuras controversiales.

Junto con Brando, los mayores exponentes del Método en el cine son Montgomery Clift, protagonista de Ambiciones que matan (A Place in the Sun, 1951) de George Stevens; James Dean, protagonista de Al este del Edén de Kazan, Rebelde sin cause de Nicholas Ray (ambas 1955) y Gigante (1956) de Stevens; y Paul Newman, protagonista de El audaz (The Hustler, 1961) de Robert Rossen.  

Al Pacino (copresidente del Actors Studio con Harvey Keitel y Ellen Burstin) y Robert Duvall (egresado del instituto) acompañaron a Brando (don Vito Corleone) en El Padrino (The Godfather, 1972), versión cinematográfica del bestseller de Mario Puzzo dirigida por Francis Ford Coppola. De Niro fue el joven Vito en El padrino segunda parte (1974), del mismo Coppola, en la que actuó Lee Strasberg, director del Actors Studio de 1951 a 1982.

El padrino muestra la influencia del cine postneorrealista de Luchino Visconti, en especial El gatopardo (1963), con Burt Lancaster, con gran despliegue de realización y sumo cuidado en las caracterizaciones y el trabajo de cámara.

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Poeta, ensayista, traductor y crítico de cine. Es abogado. Desde 1968 publica en La Prensa Literaria poemas, críticas literarias y de cine y traducciones de poesía en lengua inglesa. Fue uno de los asiduos de la cafetería La India, el emblemático sitio de reunión de los poetas y pintores de la Generación del 60 y leyó sus poemas en La tortuga morada, la primera discoteca de la Managua de antes del terremoto.
Desde temprana edad tuvo gran afición por el cine y junto con Ramiro Arguello es uno de los auténticos y últimos cinéfilos y contadores de películas de nuestro tiempo. Ha escrito numerosas críticas y crónicas en revistas nicaragüenses e internacionales y ha participado en seminarios junto a cinéfilos de la talla de Guillermo Cabrera Infante y Manuel Puig.
En 1983 escribió con a Ramiro Arguello, Datos útiles e inútiles sobre cine; en 1996, Luces cámara acción: cien años de historia del cine. Guarda un libro de poesía a la espera de publicación. Es co-editor, con Ligia Guillén, de la revista “Poesía Peregrina”. Reside en la Florida desde 1985, donde goza de los constantes reestrenos de películas noir. Es miembro del equipo de Carátula y colaborador permanente de su sección de \”Cine\”.