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» Homenaje a Claribel. Bud Flakoll: «Claribel es completamente vivaz, la persona más feliz que he conocido» (Carta a sus padres, 1947)

1 agosto, 2010

El 29 de diciembre de 1947, Claribel Alegría contrae matrimonio con el periodista y diplomático estadounidense Darwin J. «Bud» Flakoll (Dakota del Sur, 1923 – Managua, 1995), con quien vivió, viajó y desarrolló una extensa e intensa obra literaria por México, Chile, Uruguay, Argentina, Francia y Mallorca, España. Al triunfo de la Revolución Sandinista, en julio de 1979, el matrimonio Flakoll-Alegría decide visitar y posteriormente radicarse en Nicaragua.

Unidos por el amor y la literatura, escribieron a cuatro manos varios títulos, como el galardonado Cenizas de Izalco (1966), finalista del Premio Biblioteca Breve de Seix Barral, además de La encrucijada salvadoreña (1980), Nicaragua: la revolución sandinista: una crónica política 1855-1979 (1982), y Somoza: expediente cerrado, la historia de un ajusticiamiento (1993), por mencionar algunos títulos. También editaron y tradujeron conjuntamente, menciónese la antología New Voices of Hispanic America (1962), que reunió antes del Boom a buen número de sus mejores representantes; o menciónese también otra antología, On the Front Line: Guerrilla Poems of El Salvador, considerada en Estados Unidos como «un triunfo literario, un registro de las luchas, esperanzas y aspiraciones de un país desgarrado por la guerra». En varios otros títulos, Bud fue el traductor de Claribel, como en La mujer del Río Sumpul / Woman of the River (1987) y Luisa en el país de la realidad (1987), o bien, ambos se involucraron en libros de terceros, como traductores, ya sea The Cyclone (1967, al inglés) la novela de Miguel Ángel Asturias; en Cien poemas (antología poética) de Robert Graves (Lumen, 1982, al español), quien era su amigo y vecino en Deyá, Mallorca; o como editores, por ejemplo, de Blood pact and other stories de Mario Benedetti, gran amigo del matrimonio Flakoll Alegría.

Por esta unión singular, conectados amorosa e intelectualmente, tanto que uno terminaba lo que el otro había comenzado a decir, sus amigos y conocidos les apodaron «Claribud».

A la muerte de Bud, el Centro Nicaragüense de Escritores (CNE) declaró: «Al lamentar esta muerte de un hombre norteamericano de origen, pero que con su compañera se vino a renacer a Nicaragua desde 1979, queremos consignar su partida como una pérdida para la cultura nacional, pues la tenacidad y honestidad con que este hombre se entregó a servir entre nosotros y con nosotros, es la mejor carta de una nacionalidad nicaragüense con la que se hizo hermano nuestro, y con la que decidió partir hacia la eternidad».

En esta carta de 1947, perteneciente al Archivo Personal de Claribel Alegría, el joven Bud, de veinticuatro años, les escribe a sus padres anunciando su compromiso con la joven Claribel, de veintitrés. La carta fue enviada por Bud a sus padres, sin mostrarla a Claribel, y permaneció resguardada por la madre de Bud, Alma Austin Flakoll, hasta que ella, en 1988 (dos años antes de morir), entrega a Maya, la hija mayor de Claribel y Bud, toda la correspondencia familiar entre los Flakoll y Bud, el hijo mayor. Hasta entonces Claribel desconocía la existencia de esta carta escrita cuatro décadas antes.

Facilitada y autorizada ahora por el hijo de ambos, Erik Daniel Flakoll Alegría, Carátula entrega a sus lectores esta carta acompañada de su traducción al español, procurando respetar la escritura original de Bud y proporcionando notas de referencia para precisar datos presentados en la carta, misma que sin lugar a dudas constituye un valioso documento biográfico que evidencia la ternura y admiración que ambos sentían el uno por el otro, y que aún, a tantos años de partida física de Bud, permanece en el hogar y corazón de Claribel Alegría.


Tarde del lunes

Queridos Viejos:

Si el arraigado hábito periodístico de colocar los hechos importantes al inicio no fuera tan marcado, podría introducir suspenso aquí y desarrollarlo hasta un clímax. Sin embargo…

Estoy reciente y felizmente comprometido con la Señorita Clara Isabel Alegría y Vides1, y ustedes, imagino, atónitos.

Antes que todo, déjenme asegurarle que esto no es un hecho irreflexivo y producto del momento. Conozco a Claribel (la pronunciación en español es mucho más musical) por más de un año. Como relaté en mi última carta, no fui su pareja por razones éticas hasta que Jerry anunció su compromiso, pero durante todo este período nos vimos frecuentemente y nos hicimos amigos. (Nota filosófica: honestamente creo que la conozco mejor por esa razón que si hubiéramos sido pareja durante este tiempo, porque la atracción física se mantuvo fuera del panorama.) En este lapso hemos discutido de asuntos globales, libros, música, etcétera, y debatido sobre política, filosofía y religión mientras tomamos cerveza en Cahilli’s.

He salido aquí con muchas otras chicas, pero nunca me he molestado en mencionarlas en la correspondencia casera más que superficialmente porque nunca he tenido mucho en común con alguna de ellas, y no tenía nada interesante o entusiasta que referir. Y además, decidí hace largo tiempo que estaba buscando una muchacha como Claribel.

Así…. empecé a salir con ella cuando lo de Olson se despejó. La verdad nunca se me ocurrió dejar de hablarle, aunque sabía que ellos eran sólo buenos amigos. Pensando sobre ello, no comprendo por qué no lo hice. Decidí que quería casarme con ella después de la segunda salida.

La mayoría de la clase alta salvadoreña es considerablemente diferente… y el ritual de cortejo ampliamente más comedido que nuestra burda pero efectiva técnica norteamericana. Allá, las hijas de las clases más pudientes pensarían que es insólito dejar que un hombre les bese a menos que estén comprometidos. Claribel, aunque rápidamente se norteamericaniza, no es una excepción a ese conjunto de restricciones. Consecuentemente visualizo un camino largo y lento y me he cultivado en la paciencia y fortaleza.

Como dije antes, ya tomé mi decisión, y no tengo dudas o preguntas inquietantes flotando por ahí. Decidí que era sólo un asunto de vencerla. (No les escribí sobre esta campaña porque –como menciona en su última carta, papá- usualmente me inclino por asegurar que completaré un arduo proyecto sólo para después tener que aceptar la derrota.) La semana pasada presentí que Claribel me amaba y medité tanto sobre ella como sobre mí. Decidí que no había necesidad de esperar más. Le pedí que se casara conmigo. Dijo que sí.

Tan sencillo como eso.

Para calmar tus nervios, madre, insertaré aquí la declaración que no habrá boda hasta el próximo mayo2 cuando Claribel se gradúe de la Universidad George Washington.

Y ahora, una introducción a su futura nuera:

Claribel es completamente vivaz, la persona más feliz que he conocido. Es brillante, pavorosamente (tanto que tendré que apurarme para mantener su paso). Se bachilleró a los quince años, como yo. Adora la música –detesta el jazz, desafortunadamente-, el arte, la literatura, y su locura especial es, por supuesto, la poesía. Ha leído más clásicos en español y francés que yo (habla francés desde pequeña. Toda su familia se educó en Francia3, y la madre de Claribel le hablaba nada más que francés desde que nació, permitiendo que su español lo tomara del resto de la familia. ¡Qué forma maravillosa de aprender un idioma!) Está bien informada en historia y en los eventos de actualidad, con un intenso interés en todos los asuntos importantes del mundo.

Ella, y toda su familia (excepto un tío rico) son liberales y humanistas. Claribel misma es una socialista y la única discusión que hemos tenido hasta ahora es porque ella piensa que Henry Wallace es asombroso y yo que tiene piedras en su cabeza.

Origen familiar: (no pongo esto primero porque sea elitista, sino porque se me viene a la cabeza ahora y porque creo que puede ser importante para ti, madre.) Claribel es castellana pura4 y se puede rastrear a sus antepasados hasta Pedro de Alvarado, el teniente de Cortez y viejo cabrón sanguinario, quien buscó el sur después que Cortez se instalara en el trono de Moctezuma y dispuso un reino propio en América Central después que había sofocado a los mayas. Tiene una nariz respingona (atribuible, no hay duda, a su antepasado favorito: un cura de origen irlandés, pelirrojo y renegado que se volvió pirata y tomó a tres esposas en diferentes puertos. Estuvo casado simultáneamente en España, Nicaragua y El Salvador5, según Claribel.) De otro modo jamás la confundirían por alguien que no sea española. Su padre es un muy prominente doctor en El Salvador. Es ciudadano nicaragüense, ahora exiliado debido a su furiosa oposición a la dictadura somocista. Somoza le pidió que fuera su embajador en otro país latinoamericano, y el Dr. Alegría respondió:

«Jamás seré una herramienta de tiranos». Dramático, ¿no?

Tuve suerte en conocer a la madre de Claribel, quien este verano estuvo aquí en Washington por cuatro meses con Claribel y su hermana Anoushka6. (Anoushka es el apodo de Ana María. La mamá de Claribel leía Ana Karenina justo antes que Ana María naciera. ¡Ay estos latinos influenciables!) Como les decía, la Señora Alegría es probablemente la mujer más hermosa que he visto… y no estoy siendo infiel a Claribel, porque lucirá como ella cuando envejezca. Anoushka tiene 16. La Señora Alegría la trajo a los Estados Unidos para estudiar música. En estos momentos está en un colegio católico cerca de Baltimore, estudiando inglés. El próximo año irá a la Escuela de Música de Juilliard. Es una pianista talentosa, los profesores de su colegio actual se niegan a tocar el piano frente a ella porque es mucho mejor que ellos. Una familia asombrosa.

La casa Alegría siempre ha sido, con certeza, un salón para los grandes artistas e intelectuales de América Latina. Creo que mencioné que Claribel y yo fuimos a un recital en la Unión Panamericana el pasado domingo (hace una semana) y Claribel me presentó a (creo que es Raoul) Cabezas, el violinista concertista que tocó. Es un gran admirador de Anoushka, pero su español me es demasiado rápido para que pueda participar mucho de su conversación.

No sé porqué debería merodear lejos de nuestro tema principal, Claribel, excepto para ilustrarles qué extraordinaria familia y amigos tiene.

Claribel es un año y tres meses más joven que yo. Ha permanecido por cuatro años en los Estados Unidos y habla inglés con un acento dulce. Quiere que le ayude a deshacerse de él, pero yo rotundamente me opongo. Ella, por supuesto, me está enseñando español y yo mejoro cierto y rápido con tal incentivo.

Se está graduando en filosofía en GW y recibirá su título en mayo. Universitariamente, estudió algunos años en El Salvador7, pero empezó desde primer año aquí porque estaba aprendiendo inglés.

Ella y yo tenemos intereses más idénticos, puntos de vista más similares y aspiraciones e ideales más equivalentes que cualesquiera otras dos personas de que yo esté al tanto. Honestamente, ella es maravillosa y yo sólo deseo que la conozcan de inmediato. Puedo sentarme aquí y escribir sobre ella en mi estilo torpe, pero si pudieran verla y hablarle por cinco minutos ustedes se preguntarían porqué estoy dispuesto a esperar siete meses para desposarla.

Sé que la duda religiosa les incomoda, pero no hay nada de qué preocuparse. Si Claribel no hubiera nacido en un seno católico ella sería actualmente una buena unitaria. De hecho, es una buena unitaria que asiste a la iglesia de vez en cuando porque su naturaleza de mujer le demanda el misterio y el ritual de la religión. Hemos hablado sobre esto y dejé clara mi posición. Me inquietaba, debo decirlo, pero no había necesidad de estarlo. De esta forma lo haremos: nos casaremos en la iglesia católica8 –en la puerta lateral más bien, pues no me uniré a la iglesia y ella jamás lo ha pedido. A esto se le llama un matrimonio mixto, y es necesario. Sin esto, ella viviría en pecado. Lo comprendo. Los niños también serán bautizados, y hasta ahí veremos. Estas dos concesiones son las únicas que se necesitan hacer, y son para contentar a sus familiares. Si fuera por ella, no habría ninguna diferencia. Todos los hombres en su familia son librepensadores quienes, aparentemente, nunca asisten a la Iglesia. Las mujeres salvaguardan las formas. Ella tuvo a un abuelo que era un viejo ateo vigoroso –el tipo de sujeto que mantenía los discursos de Robert Ingersoll como lecturas de cabecera- pero nadie en la familia trató de salvarlo o se preocupó por su alma. Claribel misma no fue a un colegio católico, la circunstancia más inusual en Latinoamérica como deben saber. Uno de sus tíos librepensadores montó un colegio (muy similar como el colegio Francis Parker en San Diego) y Claribel estudió ahí desde primer grado hasta la secundaria. Así es que nunca ha tenido el dogma penetrado en ella como la mayoría de los católicos lo tienen. Ella no acepta el dogma, observa la corrupción en la iglesia por lo que actúa muy libremente. No quiere saber de santos o de la virgen María, etcétera, pero responde a la belleza de las ceremonias y se siente religiosa en su propia manera especial. No tiene mayores deseos que yo respecto a que un pomposo extraño tome a nuestros niños y caliente sus mentes con Dios y el Infierno y la condenación y besos de sotana. Sé que ella no lo dice sólo para facilitar y tranquilizar mi sentir, y sé que jamás procurará defender la doctrina católica con nuestros hijos. Será una madre maravillosa como tú has sido, mamá, porque piensa y cree y siente de la misma manera respecto a las cosas importantes. (Ella es una de cinco hijos; a propósito, una familia muy pequeña según estándares latinoamericanos).

Y ahora, respecto a ciertos temas específicos…

Los padres de Claribel sin duda estarán aquí para la boda en mayo. Será algo pequeño y nada pretencioso, desde luego. Espero (y Claribel también) que ustedes puedan estar aquí. Con un aviso de siete meses, no debería ser tan difícil, ¿no? 9

Claribel trabaja cuatro horas al día en la Unión Panamericana (traduce documentos del francés y español al inglés) y gana $100 al mes. Se tomará libre el verano y regresará a trabajar en el otoño. Yo no tomaré ningún curso de verano en la universidad. Tendré unas vacaciones de dos semanas para entonces, que calzan bien con los planes de luna de miel (Cabo Cod, hemos decidido tentativamente –siendo el costo de vida el actual.10)

Para entonces esperamos haber encontrado un apartamento decente, y ambos estamos inmersos en un estricto programa de economía, en un intento de hacer los pagos iniciales más fáciles si tenemos que amueblarlo nosotros. ¡Empiezo a descubrir que estas cosas cuestan una cantidad espantosa de dinero!

(Nota de paso: Claribel insiste en que yo obtenga mi Máster. Ha planificado lograr el suyo, pero lo pospondrá hasta que me vea en toga y birrete. No habrá descanso para mí, lo presiento.)

Madre, ¿recuerda haber dicho que su zafiro dorado iría a la primera novia en la familia Flakoll? A menos que Cub haya estado tremendamente ocupado en los últimos meses y me ganara, me gustaría reclamarlo. Sé que Claribel estará muy emocionada de tenerlo. Está un poco preocupada porque conoce la visión cerrada que muchas familias norteamericanas toman hacia los «extranjeros» en la familia, y recibir el anillo –tu anillo de compromiso- representaría mucho para ella. Por favor hazme saber de esto lo más pronto posible, ¿sí?

Ahora mismo estoy completamente cansado… completamente en la quiebra (con el nuevo plan de ahorro)… y completamente feliz. Ya les he presentado a Claribel de forma rápida, y ella les manda saludos y quiere conocerles pronto. Les escribirá en cuanto pueda (estamos en exámenes de medio año, y cuando no está trabajando o en la universidad, o conmigo, o escribiéndole a sus numerosos parientes sobre los últimas novedades, está estudiando.) Debo escribir una carta en impecable español en los próximos días, pidiendo formalmente su mano. Una vieja costumbre española, ustedes saben.

Todo esto es mucho más interesante que casarse con una muchacha norteamericana corriente, insípida y estereotipada. Soy un muchacho con mucha suerte y tengo mucho con lo que estar a la altura. Si habrá alguna desilusión, temo, seré yo quien la cause: me atemoriza que tenga ideas bastante extravagantes de éste su hijo mayor. Espero que nunca despierte y tome una buena mirada objetiva a mí… aunque me he inclinado a no tergiversarme a mí mismo. Lo mejor que puedo hacer es tratar de mantener el sueño vivo, supongo.

Imagino que suena ridículo, pero he tratado de ser objetivo e informativo sobre este tema… y no he pasado nada por alto. Sé que la amarán cuando la conozcan, y espero que no tengan reparos sobre mi decisión. Es una sorpresa para ustedes, pero esto se ha desarrollado lenta y sólidamente. Es mi mayor logro hasta ahora, y caramba, me enorgullece.

(Les envío algunas fotos no tan buenas que tomamos el pasado invierno cuando caminábamos en la nieve.)

Es tarde ahora, y debo trabajar mañana.

Escriban con sus reacciones
(favorables, desde luego)
bud…

Pd: Planeamos hacerles juntos una llamada, en la próxima semana o siguiente. Tendrá que ser una noche de viernes, sábado o domingo, déjenme saber cuándo estarán en casa.
La dirección de Claribel es 1708 R. st., NW.

Bud

Descarga la carta original aquí.

Original: Archivo Personal de Claribel Alegría (autorización de Erik Daniel Flakoll Alegría)
Traducción del inglés y notas: Ulises Juárez Polanco
Fotografía del matrimonio Flakoll-Alegría: Archivo Personal de Claribel Alegría

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Notas:

1. El nombre completo de Claribel es Clara Isabel Alegría Vides. «Claribel» fue dado por José Vasconcelos (1881-1959), cuando se conocieron en la casa de los padres de ella, quien tenía seis años y él casi cincuenta. Así recuerda Claribel el encuentro en Mágica tribu (2007):

–Profetizo que vas a ser poetisa- me dijo una mañana mirándome con sus ojos bondadosos, profundos-, pero creo que debes cambiarte de nombre. Clara Isabel es muy hermoso, pero parece más el nombre de una abadesa. ¿Por qué no lo cambias a Claribel? Ese mismo día les anuncié a mis padres, a mi abuelo y a quien quisiera oírlo, que ya no me llamaba más Clara Isabel. 

2. Cuenta Claribel que la boda se adelantó a petición de Bud, y se casaron en diciembre de ese mismo año de 1947. 

3. Sólo el abuelo materno de Claribel, Federico Vives, se educó en Francia. 

4. En realidad, Claribel es mestiza, «y a mucha honra», afirma.

5. Los puertos fueron en España, Guatemala y El Salvador. 

6. La familia Alegría usaba la grafía Anushka. 

7. Claribel Alegría se bachilleró en El Salvador a los quince años, a los dieciocho años es admitida a un colegio para señoritas en Hammond, Louisiana (EE.UU.), donde estudió inglés. Estando ahí conoce que el Premio Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez vivía en Washington, D.C. En el libro Mágica tribu (2007), Claribel narra este episodio de esta manera:

…me puse feliz, pensé que éramos vecinos, que era como en El Salvador, donde las ciudades están cerca.

Averigüé su dirección y le escribí una carta, sin pensar por un momento que iba a tener respuesta. Necesitaba decirle cómo lo admiraba, cómo Platero y Yo fue de los libros fundamentales en mi adolescencia.

Cuál no sería mi susto cuando días más tarde, encontré en mi apartado postal una tarjeta de Juan Ramón (…)

Para mi buena suerte, él conocía algunos poemitas míos, los había leído en Repertorio Americano, la revista de don Joaquín García Monge, en San José de Costa Rica, que con gran generosidad publicaba a los jóvenes. (…)

Sugirió que le gustaría conocerme y para las vacaciones de fin de año, 1943, mi hermano y yo tomamos un autobús hacia Washington, D.C.

Para cuando Claribel conoce en persona a Juan Ramón Jiménez ya había recibido una beca de cuatro años para estudiar en la Universidad de Loyola (Nueva Orleáns, EE.UU.), pero el Premio Nobel le sugiere que se mude a Washington, donde él le ayudaría a establecerse y así él podría ser su tutor mientras ella asistía a alguna universidad local. Tomando el consejo, Claribel renuncia a su beca en la Universidad de Loyola y se matricula en la Universidad George Washington para completar un Bachelor of Arts in Philosophy and Letters (1948). Así lo recuerda ella (ídem):

Él y Zenobia, su mujer, nos estaban esperando en la estación. Nos hospedamos en su apartamento. Era un lindo apartamento, Dorchester House, en una zona muy elegante de Washington. Juan Ramón y yo nos quedamos conversando después de la cena. Al final de una larga plática me dijo que le gustaría ser mi mentor. Yo estaba que brincaba de alegría, pero había un problema: me había ganado una beca para estudiar filosofía en la Universidad de Loyola durante cuatro años. Mis padres estaban felices, pues no eran ricos, y eso les significaba una gran ayuda. Se lo dije a Juan Ramón.

–No te preocupes -sonrió. Puedes estudiar el verano que viene en Loyola. Mientras tanto Zenobia y yo haremos lo posible por conseguirte un trabajo a medio tiempo y tú podrías empezar en una de las universidades de aquí (te recomiendo la George Washington), en septiembre del año próximo. 

8. La boda fue en la Cathedral of St Matthew the Apostle (Washington D. C.). 

9. Como la boda se adelantó a diciembre, los padres de Claribel no pudieron estar presentes. Tampoco estuvieron presentes los padres de Bud. Como anécdota, quien sí estuvo presente, además de la hermana de Claribel, fue el mismo Jerry Olson (mencionado por Bud en esta carta en los párrafos segundo y cuarto). Olson fue su padrino de bodas. 

10. Finalmente la luna de miel fue en Williamsburg, Virginia (EE.UU).

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Managua, Nicaragua, 31 de octubre de 1984 - 25 de agosto de 2017.
Autor de cinco libros de cuentos, incluyendo La felicidad nos dejó cicatrices (España y Centroamérica: Valparaíso ediciones, 2014); Los días felices (Costa Rica: Uruk editores, 2011). La Feria Internacional del Libro de Guadalajara lo nombró en 2011 como uno de Los 25 secretos mejor guardados de América Latina, un proyecto para «dibujar una ruta de las letras que se gestan a lo largo y ancho del continente, 25 voces y lenguajes para descifrar, hoy, América Latina». Cuentos suyos han sido traducidos al inglés, francés, alemán y portugués, y aparecen en antologías y revistas de los continentes americano y europeo.

En 2009 mereció una beca de escritor del gobierno mexicano en el Programa de Residencias Artísticas para Creadores de Iberoamérica y de Haití en México; y en 2015, la Beca Valle-Inclán del programa de becas MAEC-AECID de Arte, Educación y Cultura del gobierno español, para una estancia creativa en la Real Academia de España en Roma (2015-2016).

Fue cofundador, coordinador general, director ejecutivo y director asociado de Centroamérica cuenta (2012-2015); co-fundador y coordinador de Leteo ediciones, iniciativa editorial sin fines de lucro para la promoción de la nueva literatura nicaragüense. Coordinador del proyecto #Los2000, autores nicaragüenses del nuevo milenio (2012 y 2013), que reunió a diversas voces de la generación literaria del 2000. Fue jefe de redacción y editor en jefe de Carátula, revista cultural centroamericana (2009-2015) y de El hilo azul, revista literaria del Centro Nicaragüense de Escritores (2010-2015).

Fue también miembro del Centro Nicaragüense de Escritores y del PEN Internacional / Nicaragua, miembro fundador de Global Shapers Managua, parte de la comunidad Global Shapers. En 2014 recibió una beca para el Global Competitiveness Leadership Program (GCL) de Georgetown University, Washington, EE.UU., siendo el primer escritor en recibir esta distinción.