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Homenaje: «Anotación»

1 diciembre, 2011

En fin, el hombre como su par Rubén fue maestro del “mi arte es mío en mí”, favorecido por natura con un talento enorme que supo acompañar con el ñeque, el tesón requerido para transformar la materia de lo real en poesía, sueño y asunto perdurable.   


¿Fue antes o después del encuentro con sus colegas nacionales que Armando Morales les llamó “caterva de maletas, de mediocres”?, no se recuerda, pero la comparecencia fue deplorable ya que al hombre le preguntaron por la pintura como si fuera un químico, fabricante o distribuidor de marcas y propiedades, en fin, en aquella tarde inocua ningún cerebro dio para más. El caso es que ya sea poeta, artista, boxeador o beisbolero a partir de Darío el que aquí quiere destacar y tener éxito real en la difusión de la obra, reconocimiento, pesos y centavos, debe salir en guinda del país antes que la gazmoñería y mezquindad galopante lo asfixien, pues con lo que depredan políticos y empresarios compinches se tendría suficiente para retribuir con justicia los logros de los creadores. Bien hizo “la Mecha”¨en pegarse mecha, en instalarse a pintar en el centro del arte mundial: Nueva York para competir de verdad confrontándose con lo mejor, obvio es que no llegó con las manos vacías ni los pinceles sin estrenar porque cargaba un premio de alto prestigio continental y una formación sólida.

De inmediato le dio al medio una sopa de su propio chocolate, si la abstracción estaba en boga nada mejor que abordarla con el tema de los ferris, típico transporte acuático newyorquino representado en grandes superficies de colores planos, elementales y esenciales, jalando el interés por el “menos es más” que tanto ocupara al arquitecto Mies van Der Rohe. Pero lo insólito en su carrera fue el tránsito de la inicial economía de medios, de la austeridad al recargamiento, pues en muchos procesos creativos se parte de la abundancia para arribar a lo básico, a lo decantado, así el derroche primerizo deviene en contención y mesura, despojan la pulpa para llegar al hueso, a la semilla, fuera carne, fuera carne quedando sólo el esqueleto y su estructura. El caso del pintor es uno de los pocos donde lo contrario se dio con excelencia siendo el cambio paulatino, madurado, como siguiendo en secuencias el arte de saturar, un ir sumando agregando color, temas y técnicas.

Antes de la plenitud volumétrica de los desnudos representó los cuerpos a caballo entre lo simplificado y cuasi abstracto que remiten las formas corporales a patrones de costura con sus segmentos pespunteados y a maniquíes colocados en espacios abiertos, lo que lo emparentó con De Chírico, cuando llegan las frutas los cuerpos se desmesuran no sólo en vientres y periformes culos prominentes sino en texturas de las pieles muy táctiles derivadas en una suerte de celulitis pictórica que acabará por invadir como una bella peste deseada toda la superficie del cuadro, en este sentido convergen los términos morbo y mórbido pues los pigmentos manipulados en raspados, veladuras y frotage traspasan lo físico instalando un campo visual excitante hasta el límite de lo sensorial.

Es el tema de las junglas el que propicia la explosión de su “barroco churrigueresco”, la verticalidad arbórea y la atomización-condensación de las masas frondosas le sustentan el juego total de raspados, acuchillamientos o gillettazos, superposiciones y fraccionamiento de gamas tonales con todos los delirios técnicos aplicados en su “cocina”, (como la elaboración de una gallina rellena bien henchida, versus la ensalada frugal). En estos temas deviene en “lo latinoamericano” haciendo un paralelo con la literatura de Carpentier y otros intelectuales de la corriente del “realismo mágico”, donde es notable la conciencia y voluntad férrea del artista de ser auténtico, atemporal, muy al margen de modas y dictados a cargo de curadores de opereta que manipulan a artistas emergentes o destacados cargándolos con mucho ruido y pocas nueces de teorías y conceptualizaciones a ultranza.

Con “La saga de Sandino” al igual que Chagall universaliza su aldea con toda una secuencia de imágenes memorables que concurren en el asesinato de nuestro héroe antiimperialista, posicionando la nacionalidad nicaragüense en el contexto mundial.

Por último insistiendo en paisito y su constante violencia de cualquier índole es penoso que en su última entrevista el máximo pintor haya tenido que tildar con mucha razón de brutos e imbéciles a quienes borraron su mural en el Jockey Club de Granada. En fin, el hombre como su par Rubén fue maestro del “mi arte es mío en mí”, favorecido por natura con un talento enorme que supo acompañar con el ñeque, el tesón requerido para transformar la materia de lo real en poesía, sueño y asunto perdurable.   

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Acoyapa, Chontales, 1949.
Escritor, arquitecto y artista plástico nicaragüense.

Se graduó en 1972 como arquitecto, en la Universidad Nacional Autónoma de México. Realizó en 1979 estudios de Restauración de Monumentos en el Instituto de Restauro en Florencia, Italia, y de Desarrollo Rural en la Universidad Estatal de Bélgica "La Cambre" en Bruselas.

Como arquitecto ha realizado diversos proyectos sociales en diversas partes del país como Prinzapolka, Paiwas, Matiguás, Río Blanco, Mulukukú y La Meseta de los Pueblos. Realizó los diseños del Complejo Habitacional San Antonio Viviendas Duplex de dos plantas, así como las obras arquitectónicas del Parque Luis Alfonso Velázquez Flores, entre otros.

Como artista plástico ha participado en diversas bienales, como la Primera Bienal de La Habana, Primera y Segunda Bienal de Santo Domingo, Sexta Bienal de Cuenca, Ecuador, Expo "Tierra de Tempestades" Harris Museum en Inglaterra. Su obra se ha presentado en destacados centros de arte como el Museo de Arte Extranjero, Riga, Lituania; Museo Galería de la Ciudad de Kazanläck, Bulgaria; Colección de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de York, Toronto, Canadá; así como el Museo Fundación Hugo Palma-Ibarra y el Museo de la Fundación Ortiz Gurdián en Nicaragua.

Como escritor, ha publicado de bien decir y de maldecir (2001), La feria de la carne (2003), Escritos abrasivos (2006) y, próximamente, Historia de Jesucristo y sus Relatos.