Horas-altas

Horas altas (Breve antología). José Emilio Pacheco Fundación Casa de Poesía San José, C.R., 2009

1 agosto, 2009

¿Cuándo terminaréis con las palabras? (1) Sabemos que es José Emilio quien pregunta y se lanza de nuevo al abismo, Horas altas (2) es un vuelo sobre y dentro del laberinto que todos habitamos, en donde los otros, en ocasiones, no son más que una voz sin rostro que nos impreca.

En las paredes del laberinto hay letras, marcas de cosas pasadas, de cosas por venir, caracteres que guardan algún secreto, sonidos táctiles que nos distraen y José Emilio Pacheco parece que descifra el mundo pasando su mano por las paredes, sintiendo la textura de las piedras y los símbolos que las pueblan.  Pacheco habita con nosotros el encierro, igual que a nosotros se le tiene prohibida la vista extramuros, aún así él presiente el mundo, su dolor, el miedo, su violencia y lo descubre-vive a puro tacto para anunciar: vamos a ciegas por la oscuridad, caminamos sin rumbo por el fuego. (3)

Su paso por la celda que compartimos es un re-conocerse, tratar de detener un poco el tránsito de las cosas que se pierden para siempre.  Pacheco nos acerca a este estado de pérdida constante, desde una visión que roza lo mítico, nos coloca frente al espejo donde nos percatamos que somos el héroe imperdonable que escapó del combate y apoyado en su escudo mira arder la derrota (4), porque no existe otra forma de enfrentarse contra el mundo que no sea por medio de la confrontación y la huida para mirar las cosas arder y recordar fascinados, por el alcance de las llamas, un pasado donde ese temor era sagrado.

Pacheco nos muestra la opresión del laberinto leyendo en braille la historia de las cosas.  Así, escuchamos sobre animales rehuyendo la inmortalidad, lanzando la noche por su boca antes de dar su último suspiro, arrastrando su cuerpo por el mundo y dejando pedazos de ellos mismos a su paso, bestias que viven de viejas victorias y se esconden en su celda a la espera de que los alimenten con otras bestias, seres primitivos y diminutos que roen los papeles; otros, banda sonora de la noche, su sonido indescifrable e inútil.

La poesía de Pacheco es un mar que nos contempla y contempla los territorios en los que nos vamos perdiendo antes de ceder ante la locura.  En Horas altas se hace un tributo a ese caudal poético, que marca espacios fundamentales en la poesía latinoamericana, y nos acerca a lo inevitable al final porque las profecías van a cumplirse (5) los poetas acaban viviendo su locura (6) y como en la vida en la poesía no hay final feliz (7).

1. Del poema Job 18,2
2. Antología publicada en Costa Rica con motivo del VIII Festival Internacional de Poesía, en el cual José Emilio Pacheco fue nombrado el invitado de honor
3. Del poema Horas altas
4. Del poema Éxodo
5. Del poema Éxodo
6. Del poema Vidas de los poetas
7. Del poema Vidas de los poetas

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