Imágenes fílmicas de Rubén Darío
1 octubre, 2012
Ver a Rubén Darío gesticulando, pestañeando, dar pasos, escuchar con atención a quien le entrevista y apreciar las alas de su sobretodo que no se resisten al viento mientras camina acompañado en París en 1904, sigue siendo la fascinación de muchos investigadores e historiadores, pero sobre todo de dariístas, dariólogos y dariólatras (último término expresado por el historiador Jorge Eduardo Arellano) que durante muchos años han dedicado energías, neuronas y tiempo al estudio de su vida y obra literaria.
El sueño fue casi posible en 2007 cuando llevaba tres años de investigación para mi libro sobre historia del cine en Nicaragua y un historiador belga quiso saber de mi trabajo, pidiéndome una entrevista. Se hizo, pero revertida, quien terminó haciendo las preguntas no fue él sino yo, al descubrir que su paso por Centroamérica era corto, y para hacer más misteriosa su presencia, habló de forma ambigua de unos archivos cinematográficos franceses en los que aparece Darío (entre otros ilustres personajes de la región latinoamericana contemporáneos suyos), durante la celebración de dos o tres eventos públicos a los que asistieron operadores del cinematógrafo Lumière y lo filmaron.
Después, vía correo electrónico, explicó su verdadero objetivo: vender unas imágenes fílmicas de Darío que tenía en su poder, en formato DVD, de buena calidad y que aseguraba habérselo vendido solamente a tres personas en América Latina, que tienen “excelentes y riquísimas” colecciones privadas, además de ser poseedores de otras cintas en las que Darío aparece. Pero de pronto dejó de comunicarse abandonando sus ofrecimientos pues no le interesaba entenderse con el Estado ni academias. En una búsqueda en internet usando su nombre como referencia se puede descubrir que murió el año pasado en un accidente de carretera en Colombia, donde estaba radicado; pero por respeto a su profesión, su familia y a su voluntario y estricto anonimato, ahora omito su nombre, a lo que como periodista e investigadora tengo pleno derecho.
Lo importante de la experiencia del año 2007 fue descubrir con seguridad de rigor que las imágenes existen, cuyo título original es: “M. Ruben Dario à Paris. Entretien avec Mlle Anne P. Mars 1904” y que según sus propias palabras se describen de la siguiente manera: “Rubén Darío caminando por las calles de París (una acera frente al lobby de un edificio) dialogando con una periodista del diario que le entrevista mientras caminan… el fotógrafo va detrás con su cámara de flash integrado con bombillo y los abrigos meciéndose al viento en el paso ligero de ellos tres… Rubén dirige su rostro a ella mientras habla y caminan. 15 segundos. 35mm”. Es necesario aclarar que en marzo de 1904 Rubén Darío era Cónsul de Nicaragua en París.
La búsqueda documentada y ordenada de las imágenes fílmicas de Darío la ha emprendido el ahora ex Técnico Investigador de Fondos Fílmicos de la Cinemateca de Nicaragua, Yamil Rodríguez Valverde, con una pista independiente a la mía. Su teoría base se fundamenta en la relación de Darío con el rey de España Alfonso XIII de Borbón, a quien el entonces diplomático nicaragüense presentó sus credenciales de Ministro de Nicaragua en 1908, evento para el que usó su famoso traje que en la actualidad se exhibe en el Museo Archivo Rubén Darío de León, Nicaragua. Alfonso XIII era un fanático del cine y todos sus eventos los hacía filmar. Actualmente se conservan en la Filmoteca Española de Madrid y se componen de decenas de horas fílmicas que abarcan un período desde posiblemente 1904 hasta 1931. No en vano el destino había tejido ciertos designios porque Rubén Darío y Alfonso XIII habían tenido el mismo profesor de matemáticas durante la educación básica, don César Sánchez, Darío en Granada de Nicaragua y el rey de Borbón en Aranjuez y en el palacio real de Madrid. Y no sólo eso, Darío escribió una amplia semblanza o apuntes para una biografía de Alfonso XIII y otros personajes de la realeza, que ganó la admiración de toda la corte de España y que fue publicado por su hijo Rubén Darío Sánchez en Madrid, terminándose de imprimir el libro de más de doscientas páginas el 4 de diciembre de 1921.
Siendo tan importante la presentación de credenciales del entonces reconocido poeta en España y resto de Europa, Estados Unidos y América Latina, Yamil Rodríguez considera como una alta posibilidad que existan archivos que aún no hayan sido catalogados por la Filmoteca y que muestren ese u otros eventos en los que aparezca Darío, además planea buscar la forma de negociar con coleccionistas privados, fundaciones y otras instituciones que puedan ayudar a esta investigación. Mientras Rodríguez estudiaba en España tuvo cercana comunicación y relación profesional con su tutor, Alfonso del Amo, jefe del Departamento de Investigación de Fondos Fílmicos de esa misma institución, quien le apoya en su investigación actual. Basándose en los archivos de París su trabajo ahora tiene más luces y horizontes para la búsqueda en los distintos catálogos o bóvedas de cintas aún no clasificadas.
Asimismo la Fundación para la Cinematografía y la Imagen (FUCINE) en Nicaragua tiene un proyecto de búsqueda de archivos fílmicos para enriquecer el Archivo Fílmico de la Nación, que consiste en la recuperación y rescate de filmes o vistas de cine de personajes como Rubén Darío y Sandino, en lugares como España, México y Nueva York, donde ambos personajes vivieron un apogeo de gran representación ante la prensa internacional.
Como era natural en la sociedad de principios del siglo XX en París, Darío admiraba la magia de poder ver imágenes en movimiento que representaban la vida real y asistió a varias funciones cinematográfica, prefiriendo siempre el teatro y considerándolo mejor espectáculo que el cine, según le compartiría muchos años después Francisca Sánchez a la escritora Carmen Conde en una entrevista para el libro Acompañando a Francisca Sánchez. Según el libro Rubén Darío de Juan Antonio Cabezas, por esos años el poeta asistió en París a la “Exposición”, que era una escenografía creada para un filme documental que nunca llegó a filmarse, pero no solamente esa, también presenció otras filmaciones (probablemente de noticiarios fílmicos) en España y Nueva York.
Otro de sus acercamientos al cine fue su breve amistad con la actriz de teatro y cine “americano” Carmen Rodríguez, a quien le escribió el poema Cabecita rubia. En 1933 Carmen se integraría al cine español, declarando siempre haber sido “iniciada en el arte por el insigne Rubén Darío”. Además, en su texto Todo al vuelo, publicado en Madrid en 1912, el poeta subtitula Films de París a una sección, que es más bien prosa poética compuesta de una serie de comentarios e impresiones de temas diversos. El título no alude en nada a lo que se comenta en los párrafos, pero quizás se debe a que fueron escritos a manera de tips, como era el cine en ese tiempo. El escritor Rafael Utrera describe en su investigación Modernismo y 98 frente a Cinematógrafo (que se puede encontrar actualmente en la Biblioteca Virtual “Miguel de Cervantes”) que Films de París se trata de “relatos cortos a modo de visión cinematográfica, como metafóricamente pasan por la pantalla hechos y personajes semejantes”.
Es grande la cantidad de poemas, versos y episodios de la vida de Rubén Darío que han sido llevados al cine o sobre los que se ha creado canciones, videoclips y cortos de caricaturas animadas tanto en Nicaragua como en el resto del mundo. Entre estos se destacan seis trabajos principalmente, el más antiguo data de 1933 cuando Adán Díaz filmó en Managua el documental sobre la inauguración del Parque Darío en el centro de la capital, que se celebró con musicalización de La Marcha Triunfal por el compositor Luis A. Delgadillo, desfile de “ninfas darianas”, discursos, develación de un monumento, recitales y una bandada de palomas que se soltó al viento después de una lluvia de cintas y lazos lanzados desde un avión hacia la plazoleta del parque donde estaba la enorme concurrencia popular.
El segundo es el filme ¡Ya viene el cortejo!, un documental filmado en 1939 en España, que es más bien una adaptación cinematográfica dirigida por Carlos Arévalo, en la que se recita en off La Marcha Triunfal por Juan de Orduña, editor de filme, con imágenes de triunfo y llegada de soldados bajo arcos y calles anchas, todo ello como una alusión a los momentos históricos que vivía España. Se estrenó en el Cine Callao de Madrid el 4 de marzo de 1940. El tercer trabajo es Mas es mía el alba de oro de Rafael Vargas Ruiz, una obra experimental de docuficción, filmada en 1983, sobre la vida y obra de Rubén Darío con lectura en off de sus poemas por el declamador Hugo Hernández Oviedo. Vargas Ruiz creó poco después Únanse tantos vigores dispersos, adaptación cinematográfica del poema Salutación al optimista, siendo éste el cuatro trabajo. El quinto es el cortometraje de ficción Betún y sangre, realizado por la productora Camila Films en 1989, basado en el cuento homónimo de Darío. En 2001 el investigador y poeta Julio Valle Castillo realizó el sexto trabajo, el documental El cantor va por el mundo, que narra los viajes de Rubén por América y Europa.
Por esa misma época Julio Valle Castillo, César Prado y el escritor y economista Francisco “Panchito” Mayorga, pretendían desarrollar un proyecto de cine, un largometraje de ficción basado en la novela biográfica sobre Darío, La Puerta de los mares, autoría de Mayorga. Pero ésta pronto se convirtió en una película frustrada, quizás por sus ambiciones dantescas comparadas con la realidad de Nicaragua pues según los reportes de los diarios de la época los organizadores deseaban realizarla con Antonio Banderas en el papel de Rubén Darío, Andy García como el presidente José Santos Zelaya, Gerard Depardeau como Víctor Hugo, Anthony Hopkins como Oscar Wilde, Victoria Abril como Francisca Sánchez, Gabriel Traversari como Luis H. Debayle y Evelyn Martínez como Rosario Murillo. En 2006 se creó el videoclip A Margarita Debayle, de lamusicalización de Ofilio Picón al poema del mismo título y después se han creado decenas de animaciones digitales, musicalizaciones, videoarte, poesía fílmica, videos experimentales que abarcan muchos temas de su vida y obra, y otras adaptaciones que se encuentran en internet actualmente.
Pero todo eso se trata de ficción o recreaciones. Encontrar mediante investigaciones documentadas y de rigor las imágenes fílmicas reales de Rubén Darío de las que se tiene referencias concretas y el significado que eso tendría, sería un valor inmenso para los estudios darianos, para la historia del cine y la literatura de Nicaragua y para la investigación sistematizada de esa faceta del Rubén Darío que no hemos podido observar en movimiento. Un sueño más que posible.
Managua, 1980.
Comunicadora social con énfasis en prensa escrita y cuenta con postgrados en periodismo online y en marketing. Como periodista ha sido editora de revistas digitales e impresas como La investigación y Espacio Vital Magazine, jefa de sección literaria y de cultura de periódicos universitarios, articulista de suplementos culturales nicaragüenses como La Prensa Literaria, Nuevo Amanecer Cultural y la sección Voces del diario La Prensa.
Como escritora ha publicado poesía y narrativa breve. Ha recibido premios y reconocimientos interuniversitarios por su trabajo literario y un premio de fotografía. También se ha dedicado a la investigación histórica, la crítica y producción cinematográfica y a la gestión y desarrollo de proyectos y consultorías con organismos como Plan Internacional, CINEX, la UNESCO y el Instituto Nicaragüense de Cultura.
Es miembro de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (ANIDE), del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE) y de la Junta Directiva de la Fundación para la Cinematografía y la Imagen (FUCINE).
En el año 2012 publicó su libro Cita con Sergio Ramírez. Entrevistas, Artículos, Crónicas (Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, México) presentado durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en noviembre de 2012 con su presencia y la de Ramírez, y posteriormente presentado en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería en Ciudad de México en marzo de 2013, y en la Feria Internacional del Libro de Miami de 2013. Además, la obra se encamina a una reedición con Uruk Editores en Costa Rica y traducciones al francés y alemán. Actualmente la autora prepara otros libros de periodismo, historia y narrativa para su pronta publicación.