cine-gcalvo-cduran-cuchillosenelcielo-poster

La mirada efectiva de Chicho Durant

1 febrero, 2013

Con el estreno de su última producción Cuchillos en el Cielo (2012), el versátil director peruano Alberto “Chicho” Durant vuelve a mostrar que a lo largo de una carrera que incluyen seis largometrajes de ficción y varios documentales, consigue escapar de la rigurosidad de los géneros y estilos; rompiendo sin miedo convenciones y pruritos.


Con el estreno de su última producción Cuchillos en el Cielo (2012), el versátil director peruano Alberto “Chicho” Durant vuelve a mostrar que a lo largo de una carrera que incluyen seis largometrajes de ficción y varios documentales, consigue escapar de la rigurosidad de los géneros y estilos, rompiendo sin miedo convenciones y pruritos.

Nacido en Lima en 1951. En 1968 viaja a Houston, Estados Unidos, con una beca de  la Teagle Foundation para estudiar en Rice University; se gradúa en 1972 como “Bachiller en Artes”, especializado en Economía. Durante su último año de universidad, debe cursar una materia electiva y como ya no había cupo en Fotografía, le resultó interesante la opción de “Critica Cinematográfica”. Ignoraba de que se trataba, pero como el programa parecía sencillo, “Solo era ver una película a la semana y escribir un ensayo”, optó por ella sin saber que le cambiaría la dirección de su vida. Esa experiencia resultó reveladora y finalizó su pasó por el Rice Media Center, rodando un par de cortometrajes experimentales. “Me fascinó esta cualidad que tiene el cine de transmitir, sin texto, un concepto, una idea, un sentimiento. Tener a 40 personas en una sala a oscuras viendo lo que había hecho me atrapó por completo”, declararía muchos años después.

De vuelta en su país, pese a su experiencia cinematográfica, continúa sus estudios de Economía, al tiempo que comienza a participar del mundillo de los cines club donde conoce a mucha gente vinculada al ambiente cinematográfico. De esa experiencia quedaría trunco un documental sobre La Procesión del Señor de los Milagros, ya que él y sus amigos desconocían, entonces, la construcción del relato cinematográfico.

Al año siguiente, en 1974, abandona sus estudios de Economía y viaja a Europa para ingresar al “Institute des Arts de Diffusion” de Bruselas y en 1975 al “London International Film School”, donde finalizará sus estudios en 1977.

Otra vez en Perú rueda el corto documental A un viejo poeta en el Perú (1977), sobre la vida de Martin Adán, un importante representante de lo que se conoció como la “Vanguardia Latinoamericana”. En ese tiempo, Chicho comenzará a ejercer también la crítica cinematográfica en la Revista Marka bajó el seudónimo de Juan Lucas Gómez.

Chicho ha desarrollado una importante carrera en el mundo del cine, más allá de su producción como director. Fue presidente de la Asociación de Cineastas Peruanos de 1988 a 2000; consultor de guiones en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños donde también ha dictado seminarios sobre producción; asesor del Festival de Cine Latinoamericano ELCINE, que organiza el Centro Cultural de la Universidad Católica de Perú, y miembro del Comité Consultivo del Latin Chicago Film Festival, en Estados Unidos. Es Miembro Fundador del Consejo Superior de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y ha sido representante de Perú ante la Federación Iberoamericana de Productores Cinematográficos y Audiovisuales (FIPCA).  En 1995 obtiene la prestigiosa beca de la Fundación John Guggenheim de New York.

Su mirada absolutamente diferenciadora acerca de la “piratería” a la que entiende como un complemento utilísimo para que las nuevas generaciones del Perú puedan acceder a películas que ya han salido de los circuitos comerciales, clásicos y los corpus fílmicos de los grandes directores, films que son imposibles de ver si no es por este servicio sustancial que brindan los famosos y beneméritos “piratas”. Toda su particular, novedosa e interesante teoría la explica en su libro ¿Y donde está el pirata? (2009). Como era de presumir el libro, si bien se puede conseguir en librerías, tiene una versión en la web para bajar y difundir o piratear sin cargo de conciencia en: “http://www.intermediarte.org/downloads/PIRATA%20FINAL.pdf”.

En 1981, dirigió su primer largometraje Ojos de perro, donde Durant navega en las siempre difíciles corrientes del realismo mágico. Ojos de Perro se ambienta en los años veinte, durante las tensas jornadas de la creación un sindicato azucarero. Chicho elegiría narrar visualmente su film con una sucesión de retablos, registrados a través del plano secuencia. Con este film obtendría sus dos primeros reconocimientos internacionales Mención del Jurado  en el Festival Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba y Film Ducat en el Mannheim Film Festival, Alemania.

En 1986 realiza su segundo largometraje Malabrigo (1986),  film que Durant continúa con Alias La Gringa de 1991 y Coraje de 1998. Esta trilogía se articula en torno a la violencia que el Perú comenzó a vivir a partir de la irrupción del grupo guerrillero Sendero Luminoso en 1980 en el pequeño poblado de Chuschi en la región de Ayacucho y que no se contuvo hasta más allá de la detención de su líder Abimael Guzmán en 1992. El Perú sufrió la sangría de  dejando  según fuentes oficiales cerca de cien mil muertos y un número en torno a los treinta mil desaparecidos, producto de las acciones guerrilleras y la represión ilegal de gobierno. Esta solapada guerra civil cambiaría para siempre el inconsciente colectivo peruano.

La desbastadora experiencia sin duda conmovió al director en ciernes y ya en su segundo largometraje Malabrigo  de 1984, Durant  trabaja sobre un grupos de marginales cuyas vidas son atravesadas por la violencia, de forma constante y casi doméstica más allá del trasfondo político, la historia tiene mucho de policial. Malabrigo fue elegida en 1986 Mejor film peruano del año y elegida para competir por los Premios Goya en España.

En Alías la Gringa (1991) segundo film de esta trilogía de la violencia aborda ya de modo más cercano, los percances de esa guerra oculta que se libraba en todo el país.  Durant narra  la desesperante violencia de su país de modo tangencial, siguiendo una de las tantas huidas de La Gringa, un delincuente común, famoso por su capacidad para fugarse de sus prisiones. En el film, Durant, vincula dos mundos tan distintos, como distantes: el hampa con sus códigos, personificado por La Gringa, quién en una nuevo aprensión es enviado a un a un reclusorio de alta seguridad, donde conocerá a un preso político, para quién el mundo de las ideas y la discusión filosófica, es su territorio. Los universos personales de esos dos hombres colisionan, como colisionaban en todo el Perú la vida de todos sus habitantes  secuestrados por un remolino de violencia sin fin.

Durant trabaja con solvencia sobre la caracterización de los personajes, sin que su mano se note. Ellos toman vida absolutamente propia, todo el casting parece alejarse de la voluntad del director y moverse libremente con un potente anclaje en la realidad.

Sin duda este film marca el comienzo de la madurez de Chicho y prueba de ello son los importantes premios obtenidos: Mejor Película, Mejor Fotografía, Mejor Actor del Festival de Bogotá. Mejor Edición en el Festival Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana. Premio Oficina Católica Internacional de Cine- OCIC en el Festival de Montevideo, Uruguay.   Premio Radio Exterior de España para el Festival de Huelva, España y pre-seleccionada para  Premios Oscar de la Academia en la categoría Mejor Película Extranjera.

En Coraje, de 1998, Durant entra de lleno en la violencia ejercida por el Sendero Luminoso en las barriadas pobres de Lima, sobre la gente a quienes decía defender. El guion se estructura a partir de un hecho real, basándose en los últimos meses en la vida de María Elena Moyano, dirigente popular de la Villa El Salvador, cuya actividad social fue reconocida en el Perú y el exterior con el Premio Príncipe de Asturias. Su notoriedad la puso en la mira de muchos y una sospecha de corrupción, terminó de sentenciarla. El Sendero Luminoso finalmente la ejecutó, produciendo una ola de indignación popular y uno de los descalabros políticos más importantes de la organización guerrillera. Durante todo el film Durant anuncia el final demoledor de las historia, pero más allá de esas señales a la hora del desenlace el espectador sufre el shock, tal como si nada se hubiera insinuado. Coraje, es quizás el producto más complejo en la filmografía del director.

Obtuvo también importantes premios como: Gran Premio Oficina Católica Internacional de Cine – OCIC en el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar, Chile.  El Colon de Oro Premio del Público del Festival Iberoamericano de Cine de Huelva, España, donde también se llevó el premio Mejor Actriz.

En su siguiente pelicula Alberto Durant cambia absolutamente de registro con Doble Juego (2004) podríamos decir una tragicomedia, una clásica películas de timadores, que alguna crítica, pretendió vincular a la argentina Nueve Reinas (2000) de Fabián Bielinsky o a alguna otra norteamericana, como si alguien hoy pudiera adjudicarse la paternidad o propiedad de un género. La génesis del film parte de una vivencia personal de Chicho, que no se ha cansado de narrar en cuanta oportunidad tuvo, hasta conseguir realizar el film.

Doble Juego, es sin duda una válvula de escapé para el director, un ejercicio de exorcización. Una película que sin tener la hondura y la tensión dramáticas de sus tres trabajos anteriores. Respeta con agudeza las reglas del género y convierte una anécdota casi fútil y cotidiana, un clásico cuento del tío, en una historia por momento desopilante, por momento dramática. Siete personajes urgidos de dinero son atrapados en la tela de araña de un excéntrico personaje, que los sumirá en una historia por momentos tan hilarante como real, tan cruel, como desesperada. Aquí Chicho vuelve a mostrar su maestría en la dirección de actores y despliega su timing cinematográfico a niveles de vértigo.

Que la historia transcurra a pocos días de la caída de la dictadura de Alberto Fujimori, para un director con los antecedentes de Durant, no es casualidad. No se puede dejar pasar como dato político si de tela de arañas y timadores hablamos. El film tuvo un amplio recorrido por festivales internacionales como el Sundance, Mar del Plata, Rio de Janeiro, Chicago, Santa Cruz, Bolivia, Los Angeles, Nueva York, Hamburgo, Pusan (Corea) y Oslo.

Con El Premio (2009), Chicho retoma su mirada inquisitiva a la sociedad peruana y hace de alguna manera control de daños después que la tormenta del Sendero Luminoso y el ignominioso gobierno de Fujimori hubo pasado. Al tiempo no soslaya un tema ausente hasta entonces en su cinematografía y que han abordado con distinta suerte algunos de sus colegas y muchos escritores peruanos, el choque sierra-costa, tradición-modernidad de alguna manera: cultura indígena versus cultura occidental.

Antonio el maestro de la escuela de Pariamarca un pueblo cercano a Lima en lo geográfico pero culturalmente todavía muy distante, ya viudo solo puede mantener a sus hija, su hijo mayor trabaja de mandadero en Lima. El sueño de Antonio es poder volver a reunir a sus hijos. Cuando gana la lotería parece que ese sueño se podrá concretar, al viajar a Lima para cobrar esa pequeña fortuna. Lo poco cierto y concreto de su vida se desequilibra, su hija es seducida por un personaje oscuro y peligroso, al tiempo que su hijo en la ciudad no deja de involucrarse en problemas. La situación estalla cuando es asaltado en la calle apenas sale de cobrar el premio. Más la envidia y las necesidades de los otros, parientes y vecinos obligaran a Antonio a preguntarse cuanto hubo realmente de suerte en ese irónico guiño de la vida. Sin duda la pregunta es trasladada al espectador que finalmente saldrá con un sabor amargo de la sala, recordando aquello de Las Plegarias Atendidas, de las que hablaba el escritor norteamericano Truman Capote.

El premio fue considerada la Mejor Película Peruana de 2009, participó en los festivales de  Paris, Málaga, Ceará, Los Angeles, Chicago e India.

En su última película Cuchillos en el Cielo, que habrá estrenado este último 31 de enero Alberto Chicho Durant vuelve a meter la mano en la realidad, basándose en una historia real. Cuchillos… cuenta habla de Milagros una mujer acusada de terrorismo que  después de pasar diez años en prisión, fue declarada inocente y liberada. Durante su encierro tras varias violaciones, queda embarazada de una niña.

La hija desconoce su origen pues ha crecido en casa de la abuela quien le ha mantenido en secreto la historia de su madre. Al salir de prisión Milagros deberá establecer lazos con su hija al tiempo que intenta llevar ante la justicia a sus victimarios. El nudo dramático se centra en la disyuntiva de la protagonista cuando tendrá que decidir si se queda con su hija o continúa con el proceso judicial.

Como en cada estreno de Chicho Durant el mundillo cinematográfico limeño se ve convulsionado, esperaremos a las críticas y ver esta última producción para poder confirmar que seguimos frente a uno de los grandes directores latinoamericanos.

Comparte en:

Buenos Aires, Argentina, 1955.
Escritor, periodista y crítico de cine, especializado en problemáticas (violencia social, política, migraciones, narcotráfico) y cultura latinoamericana (cine, literatura y plástica).

Ejerce la crítica cinematográfica en diferentes medios de Argentina, Latinoamérica y Europa. Ha colaborado con diversas publicaciones, radios y revistas digitales, comoArchipiélago (México), A Plena Voz(Venezuela), Rampa (Colombia),Zoom (Argentina), Le Jouet Enragé (Francia), Ziehender Stern(Austria), Rayentru (Chile), el programa Condenados al éxito en Radio Corporativa de Buenos Aires, la publicaciónCírculo (EE.UU.) y oLateinamerikanisches Kulturmagazin (Austria).

Realiza y coordina talleres literarios y seminarios. Es responsable de la programación del ciclo de cine latinoamericano "Latinoamericano en el centro" , uno de los más importantes del país, que se realiza en el Centro Cultural de la Cooperación de Buenos Aires.

Ha publicado la colección de cuentos El Guerrero y el Espejo(1990), la novela Señal de Ausencia(1993) y La guerra de la sed (2009),con prólogo de Sergio Ramírez.

Es colaborador de la sección de "Cine" de Carátula.