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Libro de los muertos. Apuntes 1942-1988. Elias Canetti

1 octubre, 2010

Polémico, contradictorio, rechazado en círculos académicos y desterrado al territorio de los inclasificables, Elias Canetti (1905-1994), escritor y pensador británico de origen búlgaro, no deja a nadie impasible con su visión del ser humano. Desde muy joven se obsesionó con el tema de la muerte, algunos aseguran que fue tan pronto como a la edad de siete años cuando, después de jugar con su padre, le toca presenciar la muerte de éste, ya inerte en la sala familiar después de un alarido aterrador.

En la década de los treinta, ya adulto, Elias tenía en mente escribir una novela cuyo personaje principal sería “el enemigo de la muerte”, pero por diversos motivos este proyecto quedaría apartado, aunque no enteramente. En 1942 inicia una suerte de diarios de apuntes no sobre el tema, sino contra éste, escribiendo: “Hoy he decidido apuntar mis pensamientos contra la muerte tal como vienen por azar, sin ninguna coherencia y sin someterlos a un plan tiránico”. El resultado de este proyecto es el Libro de los muertos. Apuntes 1942-1988, que su autor, merecedor del Premio Nobel de Literatura 1981, no logró ver publicado en vida y que se presenta en una edición hermosamente cuidada como rigurosa primicia para lengua castellana por Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores.

La recopilación de más de doscientas páginas abarca la zoología, la antropología, la filosofía, la historia, la religión, la física, entre otros campos de interés incorporados como notas, frases, ideas, pensamientos, extractos o aforismos, cuyo péndulo transita por la ironía, la nostalgia, la ternura, lo alegórico e inclusive lo humorístico, cualquier recurso que permita acercarnos a la dimensión del tema abordado:

“Cincuenta y cuatro marineros chinos amenazados de expulsión por negarse a salir de nuevo a la mar tras haber sido torpedeados, adujeron que eran canadienses por reencarnación. Dijeron que habían muerto en el Atlántico después de que su barco fuera torpedeado y se habían reencarnado en un barco canadiense que los recogió. Las autoridades canadienses no estuvieron de acuerdo con esta explicación y los chinos tuvieron que hacerse de nuevo a la mar…”

Su misión de vida, según Elias, era “anular [la aceptación y conformidad humana frente a la muerte] (…), enfrentarse a la muerte… es decir, no huir, al contrario, combatirla de forma aguda y directa”. Marcado por la tragedia, el autor abandona este proyecto (frente a otros cuyas esfuerzos requerían energías monumentales, como Masa y poder) y sólo lo retoma a raíz de los golpes sucesivos por las muertes súbitas de su padre, su madre, su maestro, su amante y discípula, su primera esposa, su hermano y de su segunda mujer. “Mi odio contra la muerte presupone una permanente conciencia de ella; me maravillo de poder vivir así”. “Mis listas de muertos, ¡qué multitud!”. “Toda rebelión es, en realidad, una rebelión contra ella”.

“Voy donde mis antepasados”. De ahí que el título no sea El libro de la muerte, sino de los muertos, los muertos de Elias Canetti. No es un libro terminado y pulido, pero es sutil y contundente y nos llevará a la reflexión sobre uno de los temas claves en la cultura occidental. Elias escribió: “Allí, en el momento de la muerte cada cual se sumía por completo en el olvido”. Es cierto que no hay muerte oportuna ni muerte feliz, pero como humanos debemos rechazarla hasta anularla. Porque luchar contra la muerte es luchar contra el olvido, y “el objetivo serio y concreto, la meta declarada y explícita de mi vida es conseguir la inmortalidad para los hombres”, dijo el Nobel, quien murió en 1994, pero dejó, entre sus inéditos, estos apuntes que merecen ser leídos por quienes aman la vida.

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Managua, Nicaragua, 31 de octubre de 1984 - 25 de agosto de 2017.
Autor de cinco libros de cuentos, incluyendo La felicidad nos dejó cicatrices (España y Centroamérica: Valparaíso ediciones, 2014); Los días felices (Costa Rica: Uruk editores, 2011). La Feria Internacional del Libro de Guadalajara lo nombró en 2011 como uno de Los 25 secretos mejor guardados de América Latina, un proyecto para «dibujar una ruta de las letras que se gestan a lo largo y ancho del continente, 25 voces y lenguajes para descifrar, hoy, América Latina». Cuentos suyos han sido traducidos al inglés, francés, alemán y portugués, y aparecen en antologías y revistas de los continentes americano y europeo.

En 2009 mereció una beca de escritor del gobierno mexicano en el Programa de Residencias Artísticas para Creadores de Iberoamérica y de Haití en México; y en 2015, la Beca Valle-Inclán del programa de becas MAEC-AECID de Arte, Educación y Cultura del gobierno español, para una estancia creativa en la Real Academia de España en Roma (2015-2016).

Fue cofundador, coordinador general, director ejecutivo y director asociado de Centroamérica cuenta (2012-2015); co-fundador y coordinador de Leteo ediciones, iniciativa editorial sin fines de lucro para la promoción de la nueva literatura nicaragüense. Coordinador del proyecto #Los2000, autores nicaragüenses del nuevo milenio (2012 y 2013), que reunió a diversas voces de la generación literaria del 2000. Fue jefe de redacción y editor en jefe de Carátula, revista cultural centroamericana (2009-2015) y de El hilo azul, revista literaria del Centro Nicaragüense de Escritores (2010-2015).

Fue también miembro del Centro Nicaragüense de Escritores y del PEN Internacional / Nicaragua, miembro fundador de Global Shapers Managua, parte de la comunidad Global Shapers. En 2014 recibió una beca para el Global Competitiveness Leadership Program (GCL) de Georgetown University, Washington, EE.UU., siendo el primer escritor en recibir esta distinción.