Los Nadies

5 agosto, 2022

LIBRO GANADOR DEL PREMIO DE POESÍA JOVEN “ANTONIO CARVAJAL” EN MADRID. Será publicado por Hiperión, en octubre 2022.


  • Fallo del jurado

En Albolote, el día 28 de junio de 2022, reunido el jurado del Premio de Poesía Joven “Antonio Carvajal”, parte a través de videollamada grupal y parte presencial, una vez examinados los libros finalistas, de muy alta calidad, acuerda por unanimidad proclamar ganador de la vigésimo quinta edición al libro Los nadies, del que es autor William Alexander González Guevara, de 22 años de edad y nacido en Managua (Nicaragua). El jurado ha resaltado su «poesía de raigambre lírica, musicalmente heredera de la de su compatriota Rubén Darío, arraigada en la realidad social contemporánea, que el autor conoce muy de cerca: emigración, pobreza, desarraigo, marginación, trabas burocráticas, trabajo duro, el mundo real, con sus urgencias y necesidades acuciantes y universales, que no parece preocupar ni interesar a otros poetas de su edad». Y ha calificado la obra ganadora como un libro que nombra «a quienes otros llaman Menas, y lo hace con tanta verdad como belleza».

  • Sobre Los Nadies (opinión del autor)

Los Nadies es un poemario que escribí —más del 90 % de la obra— de los 11 a los 17 años de edad. Desde mi llegada a España allá por 2011 (etapa final del colegio) hasta mis vivencias de adolescentes en Carabanchel, barrio obrero del sur de Madrid, donde me he criado y desarrollado la segunda parte de mi vida hasta hoy en día. Estudio un Doble grado de Lengua y Literatura más Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos. Los Nadies es mi primer libro y mi debut en el mundo poético joven. • Primer Nicaragüense en Ganar el Premio Antonio Carvajal. • Segundo Latinoamericano de la historia del premio desde 1997 cuando lo ganó Andrés Neuman (Argentina).

  • Sergio Ramírez:

Este es un libro sobre el ayer perdido vuelto a recuperar con las palabras. La nostalgia de la patria lejana divisada en las brumas de la memoria. Los pasos extranjeros del muchacho nicaragüense que escribe, ensayando su destierro desde niño. Y los pasos perdidos de los exiliados en las calles y plazas ajenas, cargando con su miseria y con sus penas. Nómadas, inmigrantes ilegales. Nadies. Expatriados, desterrados, la garra de la lejanía clavada en el corazón. La lenta prisa del que camina en dirección opuesta. La búsqueda sin fin de la identidad perdida, las huellas dactilares borradas de las manos de la madre por la lejía. La carga de los recuerdos que no alivia sino la escritura cuando se toca fondo. ¿Cómo nombrar lo que no tiene nombre?  De esta manera, con la poesía, tocando fondo. Y el gozo de leer a un poeta de 22 años que empieza con buen pie su camino.


VIII

Olisqueo, contemplo los ayeres,
recuerdo las baldosas del recreo
con su cromática gris de difunto.
La carcajada de Mario se oxida
junto con la de Marta.
Una ráfaga de aire me sacude,
por mi lado derecho corretea.
Mis compañeros lloran falsamente,
sin lágrimas. ¿Por qué? ¿Por qué lo harán?
Lloran a una sardina de papel,
uno por uno saltarán su soma.
Abdel, Souhaila, Justo, los Trillizos
se precipitan por encima de ella
sin temor a las llamas, sin temor
a ser niebla y favila.

(16 de febrero, 2012)

PLAZA ELÍPTICA

A los inmigrantes ilegales de la plaza

Escondidos en una esquina buscan
migas de pan reseco. Los escucho
igual que el canto undísono del pájaro.
Sostienen que desean trabajar,
seguramente los contraten horas
para la construcción de pisos, dúplex,
chalés en las afueras de Madrid.
A veces, les regalo una taza de café
giran y giran la cuchara como
si en ese ínfimo remolino de la taza
morase su futuro impenetrable.
Al mutismo se enfrenta el inmigrante,
al transcurrir senderos de penuria,
al dolor que generan los kilómetros.
El inmigrante evita morir de lejanía.

NÓMADA

Dónde nos llevará la lenta prisa
del que camina en dirección opuesta.
Esos que trazan líneas blancuzcas
sobre arcoíris lúgubres.
El inmigrante nómada.
No hay destinos marcados, predispuestos
para aquel que abandona su país.
Al fondo, el alba terca desdibuja
adioses decaídos.
Al fondo, el alba terca desdibuja
la faz de la existencia.

LEJÍA

A las empleadas de hogar latinoamericanas
que cuidan mayores y limpian edificios

Mi madre, trabajadora de lunes a lunes,
se ha escondido del cosmos.
Han desaparecido sus huellas dactilares
por el hipoclorito de sodio, la lejía.
Una mujer sin nombre que rebusca
devastada su propia identidad.
¿En qué escalera las habrá dejado?
Intenta recordar el lugar exacto donde
pudo haberlas perdido.
La lejía la convirtió en anónima.
¿Cómo nombrar lo que no tiene nombre?
En esas escaleras que pisáis
están fosilizadas las huellas de mi madre
fundidas con hipoclorito sódico.

ESPAÑA

Mientras hago de canguro en Mirasierra

El portero me pregunta cómo se ve España
en los ojos de un extranjero. Tiene
curiosidad por mi retina, le encantaría
introducirse donde las pulsiones
eléctricas transmutan en figuras.
Dentro de mí retengo la silueta
de una España trabajadora, obrera
la España dictatorial y monárquica
la España de Garcilaso y Quevedo
la España de Zambrano y Josefina
la España de las erratas y hambrunas
la España con su cola de parados
la España del universitario sin futuro
la España de las becas, becas MEC
la España de los sabios en cuneta
la España del exilio:
Alberti, Cernuda, León Felipe.
El portero me pregunta cómo se ve España
así desde mi pupila extranjera.
España se ve encallada a su historia,
la amargura de unos es la alegría de otros.

NIE

Los extranjeros que, por sus intereses económicos, profesionales o
sociales, se relacionen con España, serán dotados de un número
personal, único y exclusivo, de carácter secuencial.

Ministerio del Interior

Dos letras. Siete números.
Un código informático de seguridad.
Un himno doloroso. La bandera sin asta.
¿No seréis extranjeros encubiertos?
Abandonáis lugares, ciudades y personas.
Abandonáis canciones, recorridos, amores.
Incluso abandonáis libros a mitad de página.
Emigrando. Emigrando se nos pasa la vida.

INSHA’ALLAH

Allah hace que caiga agua del cielo
con la que vivifica la tierra después de muerta.

El Corán, Sura An-Nahl

Moha me sirve un kebab que cuesta 2, 50.
Doble, mixto y sin salsa.
Me confiesa que cerrará el negocio,
ayer su madre falleció y volverá a Marruecos.
Me dice que al cruzar el estrecho esparcirá
sus restos por el Mar Mediterráneo.
Mi ingrata incertidumbre disimulo
al no saber si su bendita madre
será corriente del Mediterráneo o Atlántico.
Lo consuelo: «Tu madre no está muerta,
ha querido ser agua».

Comparte en:

Nicaragua, 2000.
Es estudiante de un Doble Grado de Lengua y literatura más Periodismo. Ha forjado su faceta periodística en las secciones de cultura de elDiario.es y ABC. Además, colabora en revistas como Rísbel Magazine y Carátula. Ha publicado Los nadies (Hiperión, 2022 – XXV Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal), Me duele respirar (Valparaíso, 2023 – IV Premio de Poesía Hispanoamericana Francisco Ruiz Udiel) e Inmigrantes de segunda (Hiperión, 2023 – XXXVIII Premio Hiperión de Poesía).