Omar D’León: poemas escogidos
1 abril, 2012
IL RITORNO DI’L AMORE PRODIGO
1950
En un convento de México City.
Junto a mí el hálito de la Divina Egregia:
Sor Juana Inés de la Cruz
¡Ay! Corazón lejano que así lates extraviado:
¿Que sabes tu dulzor mío,
lo que arrastran mis zozobras
con silencios del cenit sombrío?
Si la fragancia deshoja la corola florecida
más hiere tu ausencia en alma desolada…
¡Ay insensible Cronos sin flamas desbastas vida
y despojas la hermosura de su altiva lozanía…!
No perdamos al instante que nos depara el idilio
y nuestras sombras en ansias sean puro desvarío…
¡Ay Core mío ajeno, que ya no lates desamado!
Ya somos gloria con este amor pródigo desnudo
del éxtasis tan desmedido:
que muerte y tiempo no sirven ya para nada,
sobre el tálamo donde yace con nosotros amada
sobre rosas, mirtos y nardos, Felicitas perfumada:
toda íntima, láctea, exhausta y desparramada…
¡Albricias, Destinos favorables, ya no existe el recuerdo!
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ESTANCIA VALLE DE GOTTEL
1967, Nicaragua
Ya no contemplo,
la oscilante llama de los candiles
sobre el yugo de los bueyes
que tiran la carreta por las noches
de angostos senderos de polvos y lodo.
Ya no escucho,
la repercusión nostálgica
del sonar de las grandes caracolas.
Ni veo a los carreteros amigos
hacer su estancia con sus fogatas,
ni comer tortillas de maíz con queso,
ni tomar el café caliente,
ni escuchar sus guitarras y sus cantares
bajo las grandes sombras móviles
de árboles de jenízaros y guanacastes,
ni al narrador de insólitas historias
de miedo y leyendas pavorosas,
ni la mansedumbre de los bueyes
rumiando apacibles sus manojos de zacate.
Ya no platico ni comparto con ellos:
el principio de la noche,
los aromas y vahos nocturnos,
ni el ululante aullido de los coyotes
que emergen de la montaña…
¿Entonces que más me queda
para ver, escuchar, compartir y guardar
estos recuerdos de la infancia?
¡Oh mi Creador de leyendas y pretéritos!
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ESTIGMA DEL INICUO
Diciembre, 1978
(A Los inicuos tan abundantes
sobre todo el orbe terrestre)
Perdiste tu alma:
Eres abismo solitario
que invoca otro abismo,
donde el eco no hace resonancias
en ese misterioso e ignoto fondo.
Toda esta inexplicable incertidumbre
es la esencia de tu dolor humano,
es fantasma de tu vacío eterno,
es agobio de tu capullo en la sequía.
La carne de tu amor será cenizas
porque naciste escoria
para no ser correspondido.
No enciendas tu lámpara votiva
porque su luz ya no penetra
las tinieblas de tales abismos.
Así vivirás hasta que fenezca el tiempo,
porque un Avatar divino
te exiló al interior del cerdo
para conservarte como miasma
de los chiqueros:
¡Oh inicuo:
tu eres el estigma del orbe!
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MISTERIOS DE REMEMBRANZAS
1979, California, USA
Estos altos cielos y pálidas lunas
bajo el incipiente filo del frío,
me hacen retorno ávido y constante…
Y frente al mar
la flor etérea seda de los cañales,
desprendida por la brisa
se une con espuma que asciende:
espuma-flor o flor-espuma
en una identidad que traspasa rozante
la ondulación alineada y silenciosa
del vuelo de aves marinas al atardecer…
Tengo el alma abierta y fuerte afecto
por una tierra lejana…
¡Oh Poetas!
¿Qué atributos podrá tener toda esta belleza
sin los mares tibios de Nicaragua?
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¿QUIÉN?
1979 CALIFORNIA, USA
Ante la hojarasca
del agitado viento del verano
observo:
La fuerza, el secreto
y el producto del placer,
donde no puede morir el amor
entre pasiones y tempestades…
¿Quién podrá cantar
desde otras lejanas costas,
los mitos y leyendas
que recalen las formas
de su tierra y sus mares?
¿Quién podrá ahora transformar
en palabras las espumas?
Porque ya nadie podrá suplantar
el apasionado gorjeo
de su sentir infinito
por aquel territorio lejano:
mágico, sibarita, alucinante,
místico y hermoso,
pero insólito, siniestro,
dinástico y destructor!
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UN LIBRO
1981
El carro tiene cuatro ruedas.
La bicicleta y el hombre solo dos ruedas.
Una mujer lleva siempre el timón
pero el Olmeca lleva siempre el arte de la eternidad.
Solo conozco a uno que otro poeta de siglos pasados;
soy muy ignorante en el consorcio
de las naciones modernas;
Tengo algunos amigos poetas
y artistas contemporáneos
pero ellos tienen muchos siglos de vivir
y muchos siglos de conocernos.
He visto en los árboles floridos del guachipilín
a los monos acicalándose
de estos menudos ramilletes de oro
como si fuesen divinidades de olimpos eternos.
Los muchachos juegan con la pelota del mundo
las muchachas se divierten con ellos
mientras la noche tiene luceros curiosos
que estiban a los ancianos en sus tálamos serenos.
Las maquinas ya tienen alas en el sueño de la larva
mientras en el hoyo de mis zapatos vacíos
hay fantasmas de barro con dioses de humo.
El día reposa y la tarde me llena los brazos
de frutas maduras y dulces fragancias
que sellan el último verso de este libro escrito:
¡Memorízalo, Oh lector desconocido!
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SENTIR
1983
Las cosas no me dicen ya nada
yo tampoco les digo a ellas nada…
¿Como arrancar este sentir
que embarga mi pecho y le aprisiona?
Un mudo tornado
invisible me desplaza
subyugando al espacio
del tiempo que me forma.
De su altitud rebota el corazón
para caer en trampa sutil elaborada
por un sino de serpiente acorralada
y depone todo el sol de mi cielo claro,
hundiéndome enajenado
en ansias de mi fatal ensueño…
Y adolorido de no ser correspondido,
la obsesión me devora avergonzada
de no continuar esa su lucha
que carece de victorias y derrotas!
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(A TRESIDONIA: DIOSA MESOAMERICANA
QUE RESIDE ENTRE EL ÉXTASIS Y LA TRAGEDIA)
A RUBÍ ARANA L. – POETIZA
1984
Ayúdame Dios que voy desnudo
en la estela del leopardo que yace inerme
entre plumas
de la serpiente raquítica y exhausta.
Ayúdame Dios que voy desnudo
entre zarza de amarga y escabrosa ortiga.
Levanta hasta tu hálito esta ínfima espiga
iluminada sobre nocturno sismo,
y viértela desnuda en tu forma incandescente:
Copula de oro que liberta el corazón del yugo
de toda esta cruel escoria,
irredenta plaga sin salida.
Ayúdame Dios que si voy desnudo,
sea tu piel de amor la que recubra mi alma.
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PASEANTES
1984
Por las noches, por los acantilados,
por las cúspides, por las montañas,
un hombre pasea por ellas.
Mientras yo con leve jaqueca paseo
por el mundo de mi estudio de pintar.
Un verano de abstinencias circunda
trasmutándome en mis propios hijos.
Por las noches ese hombre y yo
paseamos separados muy distantes
meditando lo mismo
en diferentes octavas de vocablos y cantos…
La edad del espacio
es anciano de días vibrátiles
que sostiene latente una luz inapagable,
y el insomnio brinda gorjeos noctámbulos…
Por las noches ese hombre y yo
paseamos lejos pensando lo mismo,
y solo talvez por la oscura distancia
no logro distinguir cual de los dos
es una sombra del espectro verdadero!
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AL GÜEGÜENSE
1984
El Güegüense ladino y zamarro
anda cantando por la provincia,
coplas y sátiras que hoy transcribo
respetando en absoluto
su expresión muy pueblerina.
I
A los medio días bochornosos
en la Provincia de Nicaragua,
el Güegüense le canta coplas
al virrey hediondo de sobacos
que coge una hermosa musácea americana,
madura, pelada y no la come: la usa!
apaciguando al cráter de sus pasiones
del lírico revoloteo de las musas no afiliadas.
II
Un banano pelado y turgente
es tan inmoral como ese mal bardo servil,
exclérigo artesano Güegüense burlesco,
masturbador colonial sinvergüenza
ante los querubines y ángeles
del altar mayor
en la Catedral de León
de la Nicaragua Colonial:
el muy degenerado y puerco… hijo de puta!
Mientras garzas circundan la quietud
del calvo Momotombo:
cíclope echado
a la vera derecha del lago Xolotlan
con sus tardes y albas siempre legendarias!
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YO NO SOY…
1997, Islas frente a Santa Bárbara, CA
Yo no soy de este mundo material y decadente,
yo no soy ángel, ni demonio, ni el desamor,
ni hombre, ni mujer, ni bestia, ni monstruo.
Yo no soy un concepto,
ni un fonético halo de pretérito,
ni tampoco soy el frenético trastorno
que ciñe al corazón de sueños,
quizás vomitados en un instante
por el indómito enigma del tiempo.
Yo no soy un impacto cualquiera
mecido por una brisa indolente.
Yo no soy una turbulencia
que altera el ciclo de las razas,
ni la infinita madurez
al extremo del hastío y el instinto.
Lo único que yo sé y quizás es mi verdad:
es que yo soy un alguien
pintor de la poesía y poeta de la pintura
en contacto con algo sublime y misterioso
que no puedo explicar, ni discernir.
Quizás solo eso soy,
quizás una infancia y nada más,
donde la persuasión no identifica
a éste libre haz de luz penetrando el sitio
donde el caos no existe y solo reside
el rostro que no puede nombrarse,
porque no tiene nombre y es eterno.
Revista bimensual y digital que promueve las ideas, la creación y la crítica literaria. Fundada en 2004 por el escritor Sergio Ramírez