Poemas de Arabella Salaverry
1 junio, 2022
Dónde (poemas de la pandemia)
Me quedo en pausa
No sé si la acción ya fue
o espera en el futuro
No sé si la desmemoria es un momento
entre los tantos donde se hilvana el tiempo
O es el tiempo
todo el tiempo
el antes el ahora el después
cabalgando sobre el inescrutable sueño
de mi espalda
No sé si ya me moví
o aún no dibujo en el aire mi silueta
camino y los pasos se deslíen
conducen a un destino clausurado
Abro un libro y la página fue
la historia se cierra circular
cada hoja agita su soledad perfecta
hermética
termina abandonándome
Reparo entonces que el hilo de la vida
se enreda
y se mezcla y se destiñe
en el cajón de las cosas olvidadas
En la ciudad del desierto
En la ciudad del desierto
trocamos los pájaros
Ahora el cielo entintece
su desnuda claridad con los misiles
Ya no hay alas bordeando el horizonte
En la ciudad del desierto
anulamos los pájaros
Solo un resplandor de plata que encandila
solo el pulcro estallido de las bombas
usurpa el espacio de los pájaros
En la ciudad del desierto
con la misma golosa dedicación
sacrificamos pájaros
asesinamos niños y mujeres
Y nos desinfectamos las manos
Llueven pájaros
Llueven pájaros
Azotan las ventanas
Pájaros que son ángeles agobiados
Llueven pájaros
los tejados repiquetean mientras los pájaros
golpean contra el claro de luna
llueven ángeles
que son pájaros
para hablarnos desde el grito infernal
de su caída
llueven pájaros
saetas
flechas malheridas
llueven pájaros
habitantes desmesurados de las nubes
Estos pájaros que suelen ser ángeles
lloran este planeta que arderá
quemado por nuestro propio desatino
Estos ángeles que suelen ser pájaros
se llenan la garganta con arena
mientras escupen fuego
Sus palabras son entonces pedernales
que nos golpean desde la arremolinada soledad
de la ceguera
New York
Las mariposas se incrustan
en el alto estallido del cemento
Juro que caminé tus avenidas
con la soledad a cuestas
en ese universo de piernas extranjeras
venidas de rincones extraviados
Traté de asir una mano
cualquiera
pero solo la materia fría
la argamasa
el acero
Las palomas bravías no encuentran
donde depositar sus nidos
y un viento de prisas y de ahogos
recorre tus calles ateridas
Sé que hay un mundo escondido en el asfalto
vibra como el corazón de un pájaro carpintero
trato de rescatarlo de la muerte
pero mis manos terminan en muñones
Te prometo
que seguiré hurgando en tus resquicios
hasta encontrar el mástil
donde ondeará el desvelo
y la noche entonces
se cubrirá con mareas
y en mi insomnio te seguiré nombrando
hasta que al fin seas mía
Managua, Nicaragua, 1946.
Premio Nacional de Cultura Magón 2021. Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría 2019 rama poesía. Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría 2016 rama cuento. Estudió Artes Dramáticas y Filología (México, Venezuela, Guatemala y Costa Rica). Publicó en editoriales nacionales y algunos textos en España: El sitio de Ariadna y Rastro de sal, novelas; Impúdicas Infidelicias e Íntimas, cuentos; Búscame en la palabra, Llueven Pájaros, Violenta piel, Chicas Malas, Continuidad del aire, Erótica, Dónde estás Puerto Limón, Breviario del deseo esquivo, Arborescencias en poesía. Su obra literaria está presente en periódicos, revistas, blogs literarios y antologías en Costa Rica, México, Ecuador, Italia, España, Turquía, Polonia, Francia, Colombia y la India. Ha sido traducida al inglés, al turco, polaco, catalán, italiano al húngaro al francés y al bengalí. Ocupó la Presidencia y la Vicepresidencia de la ACE (Asociación Costarricense de Escritoras); dirige el Grupo EL DUENDE desde donde desempeña una intensa gestión cultural.