Poemas de Arturo Gutiérrez Plaza

4 abril, 2022

POÉTICA DEL CAMINANTE

De paseo, sin rumbo fijo
veo un zapato solo
a un lado de la carretera,
desalojado, huérfano de pie
y de costumbres.
Veo, entonces, por añadidura
un hombre que camina descalzo,
una tristeza adherida al día,
un ojo que escruta 
por la cerradura de una puerta 
el aire abandonado
de una habitación vacía.

Al referirme a esto
y otras cosas -me doy cuenta-
retomo el hilo
de un obstinado soliloquio.
Apruebo con la frente 
el lugar que ocupa
cada presencia a mi alrededor.
Me detengo y anudo con fuerza
los cordones de mis zapatos.
Sólo después sigo mi curso.
Digo, el discurso que dictan mis pies.

LA MUJER IMAGINADA

Una mujer imaginada en los andenes
de cualquier estación del metro de esta ciudad.
Una mujer que no llegó, que no vino
y sin embargo camina entre la gente
buscando las mismas salidas que nosotros.

Una mujer imaginada, perdida
en el bosque de Chapultepec
o en la espesura de algún sueño.

Una mujer imaginada, simplemente,
huyendo como todas ellas
de alguna foto que nadie ha tomado aún.

Ellas nos acompañan sin saberlo,
sin siquiera imaginarlo.

Por ellas caminamos junto a ellas,
sobre las mismas accidentadas aceras
o pisamos hojas imaginadas, tal vez ya pisadas
por ellas, que apenas conocen la existencia del otoño.

LA GENTE INVISIBLE

When you have city eyes 
you cannot see the invisible people.

Salman Rushdie

Alguien debe recoger los muertos:
los de antes, los de ahora, los de siempre.
Alguien debe hacerlo.

Son urgentes la amnesia,
las calles limpias
y las flores en las aceras.

Tal vez sea la gente invisible
quien se ocupe de ellos.

Gente que al caminar
apenas deje huellas.

Gente sin padres ni abuelos.
Gente que está por nacer,
y vendrá con aguaceros.

La gente invisible sabe cantar
pero prefiere el silencio,
sabe gritar si corresponde
pero no se deja tentar por quimeras.

La gente invisible procura
hacer todo invisible,
lo que vemos y lo que no.
Por eso si alguien se los lleva serán ellos.
Para que las calles queden limpias,
sin sangre ni recuerdos.

LOS OFICIOS DE LA CASA 

Su madre muerta
ayer apareció a su lado.

Finalmente, todo había sido un mal entendido.

La desenterraron antes de que despertara
y continuaron en silencio
los oficios de la casa.

Su madre había muerto un día
en que amaneció cansada.

Los hijos la acompañaron
para decirle adiós,
la guardaron en un féretro
y la cubrieron de flores.

Agradecida, al principio enmudeció
pero ha vuelto
y lo ha dejado claro:
ya no aguanta esa soledad tan pesada.

Sin necesidad de hablarlo
siempre supieron que volvería. 

Tanta tierra apilada encima,
aquejumbra los huesos.  

Ahora duerme mientras se repone.

Desde el fondo vino para decirles
que no dejaran de quererla,
para recordarles que estar sola,
allá abajo, le hace daño.

Ellos en silencio la escuchan
y atienden los oficios de la casa.

HOGAR

Vivo en esta ciudad, en este país despoblado,
avergonzado por sus propios fantasmas,
confinado a cuatro paredes hurañas.

Vivo en cuartos vacíos.
En habitaciones que a ratos se encogen
expulsando todo aquello
que hasta ayer me acompañaba.

Vivo en su centro como viven los moluscos,
babosos e invertebrados, cordializando 
con la concha que los protege.

Doy rondas, tanteo su superficie,
hago trampas: intento horadarla
guardando la esperanza de encontrar
respiraderos al otro lado. 

Pero soy de acá, este es mi hogar
y aunque me vaya, aunque me escape lejos,
este encierro siempre será mío.

Vivo como el cangrejo ermitaño,
como un decápodo errante,
refugiado en conchas vacías,atrapado, impenitente, confiado
en la bondad de alguna ola que me arrastre
o termine de ocultarme en la arena.

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Caracas, Venezuela, 1962.
Poeta, ensayista y profesor universitario. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Al margen de las hojas (Caracas: Monte Ávila, 1991), De espaldas al río (Caracas: El pez soluble, 1999), Principios de Contabilidad (México: Conaculta, 2000), Pasado en Limpio (Caracas: Equinoccio, bid&co, 2006), Cuidados intensivos (Caracas: Lugar Común, 2014), Cartas de renuncia (Caracas: La Poeteca, 2020), El cangrejo ermitaño (Madrid: Visor/FCU, 2020) e Intensive Care (Miami: Alliteration, 2020). Ha obtenido diversos premios y becas nacionales e internacionales, entre ellos el Premio Hispanoamericano de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz, en 1999 (México), y el Premio de Poesía de la III Bienal Mariano Picón Salas, en 1995 (Venezuela). Ha colaborado en diversas revistas internacionales, tanto académicas como de difusión literaria. Actualmente es editor asociado y fundador de la revista Latin American Literature Today, de la Universidad de Oklahoma. Textos suyos se han incluido en varias antologías de diversas partes del mundo y han sido traducidos a diversos idiomas.