7 poemas de Daisy Zamora

1 octubre, 2024

Vida con sordina

Da wurden ihm die Toten so bekannt,
als wäre er durch sie mit einem jeden
ganz nah verwandt.
   Rainier Maria Rilke

Cada vez más, convivo con mis muertos
Me levanto y me acuesto con ellos

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Fotografías

La música que devuelve
lo vivido.  Las canciones
que colman la memoria

El olor de una comida
cocinándose

Un gesto.  Un ademán
facciones    voces    risas
y hasta hábitos
de alguien en la familia

El aroma de la lluvia
en la tierra empapada

El perfume de unas flores, el sabor
de alguna fruta, la luz de ciertos días
después de un aguacero

El fragor de una noche
sembrada de relámpagos

Y los sueños, sobre todo,
los sueños

en los que vuelven, vivos,
                      nuestros muertos.

Aguatinta

Sola en su casa, la madre se conforta
en el amor a las hijas

Les enseña a leer    pintar    escribir    cantar

Baila con ellas.    Juega los inocentes juegos
que hacen brotar la risa de sus niñas

Y ella ríe también.    De sus ojos se borra por instantes
la pena del desamor

Brocal del pozo infinito de la angustia
que pretende engañar buscando explicaciones

como pájaro herido
que justifica la honda del tirador.

Raíces

                                           A George

Vos sos mi país.    Yo soy el tuyo

No importa dónde nacimos
arraigada estoy a vos
y vos a mí
en esta tierra que somos
vos y yo

Nuestro país    
     el único que habitamos

y del cual solo la Muerte
puede exiliarnos.

Razones de amor

If thou must love me, let it be for naught
Except for love’s sake only. 
Elizabeth Barrett Browning

Un día me diste
ciento y una razones para amarme
y treinta y dos más
en una lista secreta

Yo también te habría dado
mi lista de motivos para amarte
a la vista de todos y en privado

Pero sabemos
que son solo maneras de decir
lo que, en verdad,
no requiere explicarse

como un ramo de rosas
el oleaje del mar
la luz de una mañana
o un ruiseñor.

La mejor madre

La mejor madre es la madre muerta

No más reclamos por lo que hizo o no hizo
o dejó de hacer por hacer otra cosa

No más índices apuntándola

Porque, casi siempre,
el padre se sale con la suya

Al fin y al cabo, es hombre,

y los hombres
yerran

Pero no la madre, por siempre obligada
a tal perfección

que ha de morir para lograrla.

Vislumbre

                       A Cecilia Renée

¿Y alguna vez he sonreído así?
¿Fui como tú de luz, candor que tiembla?
          Juan Gelman

Aquella niña que tenía ojos
de agua clara

La que creció, sin saberlo,
afortunada

bajo el amparo de dioses y diosas
tutelares

que murieron un día

—y con ellos, el amor
y la bondad del mundo—

Ha vuelto en tu risa de jazmín
y en tus pequeños gestos y tus llantos

Otra vez canta, como jilguero,
su corazón en el tuyo

Y en el asombro de tus ojos puros
se vislumbra la misma transparencia

de aquellos —hace tanto y ya por siempre
nublados—.

Kintsugi

Recojo este corazón
en añicos

y pego los pedazos
con laca de oro

que resalte    a la vez
belleza y daño.

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Poeta y escritora nicaragüense. Su libro más reciente El encuentro absoluto (Visor Libros, Madrid, 2024), obtuvo el XXIII Premio Casa de América de Poesía Americana 2023. Su poesía ha sido publicada internacionalmente en antologías de más de treinta idiomas y en The Oxford Book of Latin American Poetry (2009). Su obra ha recibido reconocimientos. Ha dado recitales y conferencias en diversos países. Enseña en la Universidad Estatal de San Francisco. Fue viceministra de cultura de su país.