Poemas de Fanor Téllez
1 octubre, 2024
REMEMORACIÓN FÚNEBRE ANTICIPADA
Vino poca gente. Y para mi sorpresa, aquellos
con quienes fui distante y malo, me acompañaron.
Su humildad les permitió verme con sabiduría
y cariño. Olvidaron mi falla, mis agravios, no a mí.
Los más no se dieron cuenta
o el día les puso trampas para no venir.
Otros estuvieron silenciosos, sentidos, cómodos
en un cortejo sencillo, sin personajes de copete,
magnates, del gobierno o del alto clero.
A lo largo, el desfile ralo, se desgranó
por los que dieron por cumplida su parte.
Y ya en la caja de tierra pude estar solo
en soledad de muerto pero no en soledad humana
pues uno siente quién lo quiere. Y de este puñado
que me siembra, digo: el cariño es la cosa más grata
en este mundo para un muerto,
aunque solo el de Dios permanecerá entero
cuando todos, en la corta vida de los hombres,
me hayan olvidado.
29 de noviembre del año 2014
LLAMA DEL VIENTO
A Jorge Eduardo Argüello
Ajá poeta, ¿qué dice el mono simbolista?
El torcedor de la verja de su ventana.
El que oye su Angélica Diana.
El que esboza un frío.
El que sabe que vive en lo que no existe.
El de traje de lino y barba blancos.
El de los ojos azules.
El loco, el poeta, el furioso poseído por los dioses,
El que dijo, yo un humilde trabajador del arte.
Aquel a quien le conocimos su casa,
su familia, su letra microscópica, entre rejas
con su sombrero ajado, sus anteojos de leer imposibles
y de ver donde Dios no alcanza a pellizcar la piel de la noche.
El que dijo: yo soy más profundo que Darío Sarmiento
y se levantó con su guitarra de madera de árbol místico.
El leonés de la Calle Real
y del kilómetro cinco fuera de Managua.
El almuecín que no se cansa de decir orad,
llenad las ansias del vacío
y deja pulsando en el éter la claridad de sus violines.
Y así hasta el sin fin.
Querido poeta ¿qué dice su trozo de azul?
30 de agosto del año 2014
VIERNES SANTO
Cuando me levanté lo primero que vi fue
el sol pegando duro sobre los caminos secos
y la tierra maciza con el monte casi blanco, ralo.
Los robles llaneros con flores escasas, pelones de hojas.
El jiñocuabo de oro
mientras el sol cuerea y el resplandor chima la mirada.
Chorejas. Jocotes. Una guardatinaja busca sombra
en el terreno del francés, aquí en Las Carolinas.
A las tres cuadras, la carretera sur es un fogón
ofensivo a esta hora cuando
en Masaya el viacrucis ya salió
y puedo ver con mi catalejo de recordar
la cruz verde, pesada, florida, cargada por la imagen
de un galileo sufriente con su mano ensangrentada,
a lo largo de la calle de las caídas, regada
y alfombrada de serrín, pero no veo a ninguna Solís
(madres, hermanas y nietas) en la puerta de su casa
de la calle de El Calvario. Ya hicieron su vía sacra.
Ya no están. Ya pasaron.
Y no veo ni a mi mama ni a mi papa
ni a Huguito ni a Ruy, bajo el sol,
ni a mamita Lacayo
ni a Hispano. Ya hicieron su vía sacra.
Ya no están. Ya pasaron.
Solo oigo de lejos las escalas del sousafón transitando
de un compás a otro por una indefinible
marcha fúnebre que vuela su bandada
de blancas y negritas, fusas y semifusas y silencios
a través de ramas peladas, en penuria, de robles
llaneros callejeros.
3 de abril del año 2015
ESTOY LA BARBA EN LA MANO CONTEMPLANDO
Nadie llega hasta mi casa -fuera de la ciudad-
para visitarme.
No recibo a ningún amigo por causa de fiestas.
Me mantengo aislado con mi esposa,
aunque ella frecuenta más la sociedad humana que yo.
Los cítricos han crecido, el mango tommy
y el perfumado ilang ilang tiene un espléndido follaje.
Leo uno o dos libros, los mismos y poco.
Y, la verdad, no quiero saber nada libresco
ni de habladurías de los hombres.
Me perturban gesto, compañía
o alardes de erudito.
La guitarra la mantengo en su estuche.
Me gustan el invierno y el verano
y no dejo pasar en vano la flor del mundo.
Sin embargo no me obsesionan los deseos
por las cosas, por prevalecer ni brillar.
Me gustan las rosas y las frutas y los granos
pero no los cultivo. Vivo de mi pensión de vejez
del Seguro Social
y tengo enfermedades que llevo con pudor.
La política me interesa alejado de ella.
No soy humilde. No soy bueno
ni amable ni silencioso. Pero a veces
me brotan destellos esperanzadores.
En el fondo este poema ya lo escribió Po Chu I
y yo solo lo adapto con otros signos a mi persona.
Él se alegraba de hacer la vida en su otoño cordial,
al punto que decía de ella con otros signos
el equivalente grato de “no me disgusta”.
Yo tampoco me quejo.
26 de agosto del año 2016
RAMA, LUNA Y VIENTO
Hacia el oeste la rama se extiende rala
y fina. La luna viene
y se posa callada en ella. Hay un fondo azul claro.
Luego el viento, raudo, sacude la fronda.
La luna, impoluta, sigue brillando tranquila.
25 de noviembre del año 2016
JARDÍN
Detrás de este jardín, está lo que no veo
ni puedo dibujar ni pintar
ni llamar con un término que lo defina
pues ninguna forma lo limita a una figura.
Y a lo que se parece más es a no ser.
Y así es como nada.
Si lo imagino como un no-algo
antes del principio
o después del fin de lo existente,
sin ninguna semejanza con lo limitado,
solo caigo en la vanidad de pensar.
Detrás del jardín ninguna palabra habla,
ningún silencio calla.
Las formas de verdes y de flores, a la vista,
y la maravilla invisible,
unidas -ese es el misterio- su unidad no hace nada,
pero de ella nacen los milagros.
Managua, 5 de octubre de 2017
PLENITUD HECHIZA, TIERRA DE LAS ALTERACIONES
En la tierra de los estados alterados de conciencia
se nos enseña a tener por dicha el oro,
las finas vestiduras
y cosas que lucir. Posesiones
y posiciones de poder. Prestigio.
También somos inducidos a innumerables ambiciones
y banalidades como ejercicios de plenitud.
Y a ser vasallos de las cosas exteriores.
Bajo esta convicción, emergen desbocados
de ingenio, destreza y audacia,
quienes construyen sin piedad su imperio
-un cielo hechura del hombre-
que tiraniza al cielo
y desecha al prójimo
y produce este espejismo
que impide el conocimiento verdadero.
El mundo piensa así,
y sin esas dichas exteriores y hechizas, se entristece
“¿No es una estupidez?”
Ante el deslumbre de los fastos de esta tierra,
la vida sencilla nos trae la claridad de la conciencia ordinaria.
19 de enero de 2018
HOGAR
Este hogar será un día viejo
y estos árboles habrán desaparecido
para dar lugar a otros nuevos
y diferentes vidas se moverán
por este piso, por estas habitaciones.
Volverán a repetirse las mismas risas,
iguales trabajos, las aflicciones de siempre,
y luego ya no será más viejo
ni nuevo. Se habrá pulverizado
entre las cosas levantadas
y caídas. Y se mostrará al fin en su lugar
tras de haber existido de contrarios modos,
prevaleciendo sobre toda oposición
pues volvemos desde ahora a un hogar
sin figura corpórea, que parece no ser
y sin embargo, en todo alojado
y no dejando nada fuera de su albergue,
desde antes del principio permanece.
20 de diciembre del año 2017
TODO EN TODOS
Para llegar a esta maravilla de volver a tener cuerpo,
mi alma inmortal no irá al vacío cuando muera
ni paseará por el universo donde quiera
como una vagabunda de astros y de espacio,
sino al Dios que se nos ha mostrado
en su Hijo, primero en carne y hueso
y al poco en un cuerpo, que nos da el sentido,
y el modelo de hombre que seremos.
En el Dios de la Revelación como en un nido de esplendor
esperaremos fuera del tiempo
el último día de la vida caduca cuando el INRI
y su anatomía primogénita ciña nuestras ánimas partidas
para ser Dios todo en todos, cuerpo y reino de Cristo.
Esto se nos ha revelado con esta frase misteriosa:
se siembra corrupción y se cosecha incorrupción.
Pero en mis días terrestres como y bebo
de las especies de la vida eterna.
El presbítero me dice : “El cuerpo de Cristo”
y yo le contesto: “Amén”, confesando mi esperanza.
23 de mayo 2022
(1944-2024). Poeta nicaragüense originario de Masaya, cuya obra poética tardía se encuentra disponible en Amazon bajo el título Conjunto y que recoge sus poemas finales y más maduros (2014-2023), de los que presentamos acá una sugestiva muestra. Comenzó a publicar poesía desde muy joven, despuntando con La vida hurtada en 1973. Siguieron luego sus poemarios Los bienes del peregrino (1974), El sitial de la vigilia (1975), El don afluente (1977) y otros más. Su poesía reflexiva final indaga más allá de la realidad empírica hasta alcanzar lo invisible e inefable. Partiendo de experiencias cotidianas el poeta se adentra en soliloquios filosóficos y religiosos. En su obra primigenia se encuentran también expresiones dionisíacas de erotismo y humor. Observador sagaz de su entorno y de sí mismo, Fanor Téllez hace gala de la ironía y la crítica social, evitando el tono panfletario. Será recordado por su entusiasmo, su sentido del humor, sus alegres tertulias y su brillante inteligencia, oscilando entre el hedonismo y la fe cristiana.