¿He tenido alas? Poesía rusa de la segunda mitad del siglo XX: Guennadi Alekséev por Ludmila Biriukova
14 enero, 2021
Ludmila Biriukova
Un mucho alejada de nuestro ámbito lector la poesía rusa continúa escribiéndose, tal como sucede en todas las latitudes. Algunos de sus autores son prácticamente desconocidos por estos lares y, tal defecto, lastima en cierta medida las sensibilidades dispuestas a profundizar en ella. Es necesario, no sobra recordarlo, acudir a los bardos, a los poetas, porque en ellos se aposenta el testimonio de la tribu que es transmitido mediante sus palabras. Ludmila Biriukova, poeta, geógrafa e investigadora universitaria residente en Puebla, también se dedica a la traducción de la poesía rusa al español y nos muestra su trabajo al presentarnos a Guennadi Alekséev, autor de inspirada creatividad. Una pluma sensible, la de Ludmila, da cuenta de una poética hasta hoy poco conocida entre nosotros, el poeta Alekséev.
Me invadió
Me invadió,
se apoderó de mí,
me asaltó,
me sujetó,
me puso patas arriba, me dio la vuelta,
me arrojó a un lado, pasó por encima de mi cabeza y desapareció a toda prisa.
Sigo de pie,
me sacudo.
Estoy muy contento.
Ocurre raras veces.
El universo y yo
En cuanto al universo,
éste es del todo decoroso,
sólo que está demasiado enamorado
de su maldito e imperturbable infinito
razón de su indiferencia hacia mí.
Solía a veces decirle:
“La constelación del Tauro
se alejó a saltos a algún lado,
¡ya es la tercera noche
que no le vemos en el cielo!”
Pero el universo
mira con el aire pensativo
y me responde fuera de lugar.
Por lo demás
estoy contento con él.
Poetas
He aquí, por ejemplo,
Balmont
pelirrojo
tartamudo
enfermizo
de estatura baja
o, por ejemplo,
Ánnenski
tiene unos bigotes gallardos
de un oficial
y en la cabeza de Voloshin
hay una densa jungla
en ella unos pajaritos
protegen a sus crías
pero, sobra decir:
¡cualquier poeta que ves,
es una rareza!
Arthur Rimbaud
traficaba con esclavos
Y François Villon…
sobre él mejor callaré
¡los poetas son un público curioso!
lástima
que son pocos
(13. 6. 82)
Figuras
El reloj da las doce
y aparecen las figuras
Cayo Graco,
Du Fu,
Maliuta Skurátov,
François Villon,
Moctezuma,
Nikolái Vasílievich Gógol
y el mariscal Tujachevski.
Las figuras toman el asiento en el cuarto,
y comienza un debate
en torno al sentido de la Historia.
Cayo Graco
grita más que todos,
pero Gógol
se sonríe con ironía.
Permanezco callado.
No había entrado aún en la Historia
¡Y no entrarás!
Me dice Maliuta Skurátov
y se ríe a carcajadas, sacudiendo su barba pelirroja,
¡Juro por Dios, no entrarás!
¡Qué te crees tú!
No me encontrarán
Tengo un deseo enorme
desaparecer
daré un salto
me aferraré al borde
subiré a pulso con las manos
me meteré en una repisa
me enterraré entre las revistas viejas
y me quedaré en silencio
me van a buscar
gritarán “oh”
¡se lo merecen!
lo importante es no estornudar
entonces, no podrán encontrarme
Hecho de bronce
Inclinándose del pedestal
me pidió un favor:
si fuera tan amable
una cajetilla de cigarros
y unos cerillos
los compré
y los metí en la palma de su mano de bronce
en la noche regreso a la plaza
y veo
se levanta una voluta de humo
no me delate
– dijo –
fumo a veces
no es fácil ser de bronce
le expresé mi compasión
pero¬ ¡cuántos
de bronce
saltan a la vista en las plazas!
(29. 9. 82)
¿He tenido alas?
¿He tenido alas?
¿o sólo las soñaba?
¿Acaso,
de verdad,
las he perdido?
¿Y si
realmente
eran largas y blancas?
¿Y si
crecerán de nuevo?
Siento últimamente
una comezón en la espalda.
Pero, ¿a dónde volar?
(1986)
Guennadi Ivánovich Alekséev (Leningrado, hoy San Petersburgo, 1932– 1987). Fue poeta, escritor, pintor, uno de los fundadores del verso libre ruso. Arquitecto de profesión, empezó escribir poesía en los años sesenta, algunos de sus poemas se difundían en samizdat, pero también se publicaban en las ediciones periódicas de Leningrado. Su primer libro Na mostú (En el puente) permaneció en la editorial siete años (se publicó en 1976). En total, en el transcurso de su vida se publicaron tres libros de sus versos. (1) “…una de sus primeras publicaciones en la revista Aurora fue apoyada en una reseña de Iosif Brodski, con la observación de que era poco probable que el verso libre predominara algún día en la poesía rusa.” (2) (Kupriyánov)
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(1) Plavuchi most (Puente flotante), revista de poesía, plavmost.org
(2) Viacheslav Kupriyánov, “Guennadi Alekséev”, plavmost.org