Radiantes, documental de Ramiro Lacayo Deshón acerca de los 85 años de vida de Ernesto Cardenal

1 diciembre, 2010

Radiantes es una obra documental de 15 minutos realizado por Ramiro Lacayo Deshón, en homenaje al 85 aniversario del poeta Ernesto Cardenal. El trabajo recoge de manera creativa y con un montaje dinámico, aspectos de la vida del poeta y fragmentos de su Cántico cósmico.


Radiantes, documental de Ramiro Lacayo Deshón. Cortesía del autor.

Es radiante porque es un precioso y artístico documental realizado este año 2010 con motivo de los 85 años del poeta Ernesto Cardenal. Uno de los mejores regalos al poeta y a nosotros los espectadores, a quienes nos deja radiantes. Producción de Camila Films y teniendo como productor asociado a su propio director, Ramiro Lacayo Deshón – con agradecimientos para el Centro Nicaragüense de Escritores y Gota Film-, cuenta también con un equipo de lujo, que incluye en la fotografía a Frank Pineda, una especie de leyenda en la filmografía nicaragüense, cuya experiencia y sensibilidad lo hacen imprescindible como sello de garantía para obras cinematográficas de calidad; Koki Ortega, en montaje; Rossana Lacayo, en foto fija; Armando Moreira, en sonido directo; y Eduardo Cáceres , en mezcla sonora. Toda una confabulación de profesionales para lograr quince minutos que son una pequeña obra maestra, y que corresponden con creces a los esfuerzos del director de “Radiantes”, Ramiro Lacayo, poeta, novelista, pintor y director de cine, vocaciones que aquí se conjugan con un respaldo técnico de primera categoría.

Si bien el “Cántico Cósmico” está dividido en cuarenta y tres cantigas, éste documental se divide en cuatro, y a esos cánticos o cántigas (pues se puede decir de las tres formas) se adaptan magistralmente la lectura que hace Ernesto Cardenal de sus poemas, y sus breves y concisos comentarios. Todo, voz y sonido unidos en una especie de serenidad cósmica.

En su orden, la “Cantiga de la Poesía” sintetiza la vida en el amor de Ernesto: Muchachas, historia de su vida, estudios, aclaraciones con respecto a su obra sobre la concreción de la poesía y la abstracción de la filosofía. Un “rápido tránsito” por la naturalidad de su ser.

En la “Cantiga de la Sanación” habla Ernesto con infinita ternura, con gozo de alma y cuerpo, de su experiencia con los Talleres de Poesía a Niños con Cáncer, a quienes una vez por semana visita en el Hospital “La Mascota” y junto con un grupo de poetas alienta e instruye en los menesteres poéticos. Infundir vida y compartir la muerte inminente, que es la otra vida. Con la obra de estos niños-poetas Ernesto ha recopilado y prologado dos libros: “Sin Arco Iris fuera triste” (Anamá, 2006), y «Me gustan los poemas, y me gusta la Vida” (Anamá, 2009). De su prólogo al primer libro, tomamos lo siguiente: “Ignoro cuánto será el beneficio terapéutico que les produce la poesía, pero sí veo la gran alegría que les produce cuando la oyen leer y más cuando la hacen ellos mismos…Todo estos poemas reunidos son como un himno a la belleza de la creación. ¿No es este el sentido del universo, y para esto es que ha sido creado?”.

Cito para decir que ese espíritu se logra plasmar en éste documental. Agrego que con igual convicción y sentimiento en ésta “Cantiga de la Sanación” nos lee “La Zenzontla” de Deybis Aguinaga y “La hoja casi en blanco” de José Alejandro Martínez, tal y como también nos lee “transido de Dios” su poemas “Estrellas y luciérnagas” y “Omega”.

En la “Cantiga del barro” surge Ernesto el alfarero, el artesano; barro mismo. El escultor paciente como en una especie de Génesis, que habiendo pasado hasta por la plastilina, concluye en el barro, en los orígenes, con profundas raíces en la tierra. ¿Será modelar una pieza como hacerle un homenaje a la creación?.

De aquí a la eternidad. De la tierra al universo. De la “Cantiga del barro” hacia la “Cantiga del Cosmos” –“Cántico Cósmico”- en el que vuelca todo su interés por la ciencia, la naturaleza y la creación. “Un canto a los misterios científicos”, dice en un momento. Pasión cosmogónica reflejada o mejor dicho filmada en este viaje de quince minutos por el universo de Ernesto Cardenal.

Comparte en:

Escritor nicaragüense nacido en Panamá,1942.
Fue uno de los redactores de la nueva Constitución Política de la República de Nicaragua. Es fundador del Centro Nicaragüense de Escritores, del que ha sido secretario general y presidente. “Premio Latinoamericano de Poesía Rubén Darío”, l983. “Cruz de Caballero de la Orden Isabel la Católica”, 1980. “Orden de los 300 Años del Estado Búlgaro”, 1984. “Orden Darío-Cervantes”, Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, 2009. “Distinción de Honor al Mérito”, Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, 2011. Ha publicado “Domus Aurea” (poesía), 1968; “Ejercicios de composición” (prosa), 1974; “Phocas” (poesía), 1983; “La vida consciente” (poesía y prosa), 1996; “Dichoso el árbol” (fotografías), 1997; “Un solo haz de energía ecuménica” (prosa), 1998; “La vida consciente”, 2005; “PEDRO. ``Teniendo conocidos en cielo” (prosa”), 2008; y “Me quema la palabra” (antología de artículos periodísticos, 1982-2011). Es académico de número en la Academia Nicaragüense de la Lengua.