Reflexiones sobre «Algunas dimensiones de Efraín Recinos», de Eduardo Spiegeler (en saludo al Festival Ícaro Nicaragua 2010)

1 febrero, 2011

Algunas  dimensiones de Efraín Recinos, del guatemalteco Eduardo Spiegeler, fue el documental ganador del Festival centroamericano Ícaro 2010. En este artículo, Miguel Ayerdis, nos ofrece sus reflexiones sobre el polifacético artista guatemalteco  y su retrato en este novedoso documental, mezcla de géneros y técnicas que logran un film complejo y expresivo. Acompañamos la reseña con una síntesis de 10 minutos del documental que preparó para Carátula su director Eduardo Spiegeler.


Resulta complicado comentar un documental sobre un tema artístico sabiendo que esta propuesta es también una expresión artística y que su puesta en estudio pasa por denotar esa característica. Es el caso del documental “Algunas dimensiones de Efraín Recinos…” dirigido por Eduardo Spiegeler, y que aborda aspectos o facetas de la vida y obra del prolífico artista guatemalteco Efraín Recinos (Quetzaltenango, 1928).

Pero la dificultad estriba en cómo encarar el reto metodológico del  análisis de un texto fílmico “biográfico” desde una perspectiva estética y/o técnica, sin menoscabar o mejor dicho, sin restarle el mérito a la vasta y compleja obra artística del maestro Recinos. En otras palabras, al establecer el documental un diálogo dentro de dos expresiones artísticas, visuales en su esencia, plantea el reto de aproximarse por separado, atendiendo la lógica y naturaleza estética particular de cada una de ellas.

Como bien sugiere el título del documental cualquier dimensión o faceta de la  vida personal de este quetzalteco de la antigua capital del fallido Estado de “Los Altos”, está ligada de manera irremediable a su inmensa producción artística y cultural. Su peculiar personalidad artística se ha modelado a partir de sus múltiples aventuras emprendidas durante su dilatada vida, con altibajos, pero fiel a su ideal estético: al “ser nosotros mismos estamos contentos”.

Recinos al pasar revista de la identidad guatemalteca, si bien lo hace a la luz de una “gramática” plástica de la modernidad, como lo hicieran el resto de sus colegas guatemaltecos de su época o anteriores al él. Su técnica plantea una nueva semántica que podría decirse está más cerca de lo que llaman posmodernidad. La esencia de su obra, no es tanto el (re) crear, como el poner evidencia su inconformidad con lo que ocurre en el país, en especial sobre la exclusión social, marginación, la violencia política, la condición de la mujer, la sensualidad, entre otros temas variados (Rocha Gámez, 2006: 122-139). 

Su obra se aleja de cualquier imitación o dependencia, dando riendas sueltas a las subjetividades de la reflexión creativa, creando un espacio de expresión autónomo, desde el cual re-descubre su Guatemala “profunda”. Otra dimensión que lo hace distinto al resto de artistas, es su incursión exitosa en una variedad de géneros artísticos, entre ellos la arquitectura, siendo esta expresión, por su naturaleza funcional, abierta al público, la que le ha acercado a la sociedad guatemalteca, aunque no sin contradicciones o recriminaciones.

La expresión difundida que advierten que la cuidad de  Guatemala es el “museo de Efraín Recinos”, evidencia una verdad insoslayable. No es nada extraño encontrarse durante una caminata por las calles de la capital con una obra de Recinos. Ir a la Biblioteca Nacional es encontrarse en su entrada con el  mural en relieve (1967-1968) cuyas formas eclécticas, –nada convencionales— denuncian la endémica violencia política del país. Como se menciona en el documental, esa libertad de creación, le valdría amenazas y censuras verbales de parte de los burócratas del régimen de turno.

Pero también, a Recinos se le puede encontrar al salir o entrar al aeropuerto internacional La Aurora, en cuya fachada exterior (1968) se aprecian los murales cuya temática está relacionada con el desarrollo de la técnica de la aviación y la utilidad que este medio de transporte ha tenido –y sigue teniendo– en la sociedad contemporánea. A un lado del Banco de Guatemala, en la 7ª avenida, está el edificio de Crédito Hipotecario Nacional, donde se observa la fachada “Poniente”, revestida por cinco paneles que conforman el mural en relieve, cuya conjunción artes plásticas y arquitectura hacen de esa parte del inmueble el más atractivo y en la temática se hace alusión a las funciones que cumple ese espacio, financiero, fomento a la producción industrial, agrícola, entre otros temas cotidianos.

Pero las obras más impresionantes del maestro se pueden encontrar en su labor de arquitecto. El diseño del Teatro Nacional (Centro cultural Miguel Ángel Asturias) (1962-1978) y la restauración y conservación del Conservatorio Nacional (1992-1995) podría decirse representan los “Magnum opus” de su carrera de artistas.

Están confeccionadas pensando en la cultura guatemalteca, en el entorno natural de la ciudad y en la presencia milenaria de los maya. El diálogo establecido –a propósito por el artista– entre arquitectura y naturaleza (Volcán de Agua y la pendiente del Teatro Nacional, entre otros detalles) busca de manera ideal, la armonía entre hombre y naturaleza. Los colores blancos del edificio hacen juego con el azul del cielo, en una alegoría a los colores de la bandera nacional.

Las obras pictóricas o escultóricas, menos “populares” por la condición especial de difícil acceso a las colecciones o muestras de parte del público, revisten de novedad por su valor estético, su originalidad temática, composición y técnica. En toda su obra, pero más aún en la pintura y escultura, se puede observar esa característica de su pensamiento estético: del “uso de lo racional para hacer cosas irracionales”, lo cual constituye –dice el maestro—el secreto de la poesía.

En obras como “La presidenta del cuartelazo” (escultura), “La peste, la guerra y la muerte”, esta última,  pintura, se observa una permanente búsqueda de expresión a través de formas y medios propios de la personalidad inconforme del artista. En ellas están presentes la situación desgarradora de su Guatemala querida: la violencia política, las desigualdades sociales, la marginación. Pero también, lo sensual y lo sensorial representada en las figuras estilizadas femeninas.

La segunda parte de estas reflexiones tienen que ver con la obra cinematográfica de Eduardo Spiegeler, “Algunas dimensiones de Efraín Recinos…” en el cual aborda la vida y obra de este artista guatemalteco. Este documental es una propuesta austera, sin grandes pretensiones, pero sí con una buena dosis de creatividad y de sensibilidad artística, no sólo por el objeto historiado o dramatizado, sino por el dominio conceptual y técnico del género al que recurre.

Spiegeler es un cineasta que tiene en su haber –según escueta información extraída del Internet– algunos trabajos en corto metraje documental. Algunas dimensiones de Efraín Recinos, es su primer largometraje en este género. Realizado como un homenaje a la dilatada labor de este artista plástico y arquitecto, esta propuesta cinematográfica, obtendría el premio al mejor largo metraje documental en el Festival de Cine Centroamericano Ícaro 2009.

En una primera aproximación al filme, el título sugiere una pregunta a desentrañar con el fin de tener una perspectiva de lo que se va a encontrar, siendo tal vez una buena entrada al análisis del filme. Cuál es el uso y alcance del término “dimensión” que acompaña al título? Según el diccionario Larousse esta palabra tiene distintas acepciones. Una de ellas está relacionada con criterios geométricos, de tamaño. También con las tres direcciones que conforman la extensión de un cuerpo (largo, ancho y hondo). En sentido figurado, remite a un criterio de valor, importancia. Todo ello sugiere que la intencionalidad del título es aprehender desde diferentes ángulos o perspectivas,  “algunas” –no todas— las facetas de la vida y obra del artista sujeto de la semblanza.

Otra entrada para comprender los entresijos del documental, es la comprensión de la estructura narrativa y “dramática”. El documental está organizado de tal manera que capta y proyecta la complejidad y/o particularidad de la vida en sus diversas facetas del maestro Recinos. La combinación de sonido e imágenes en movimiento (recientes e históricas) yuxtapuestas; fotografías, pinturas animadas, ambientes diversos (reales o imaginarios), y el contrapunto de la narración en off (por medio de “la Esperanza”) busca transmitir ese carácter fragmentado, inconexo, e incomprensible en ciertos momentos, que contiene la vitalidad práctica de la vida cotidiana.

La puesta en escena refleja una clara intención de privilegiar la anécdota, los episodios picarescos propios de la vida cotidiana, con la finalidad de establecer un diálogo simbólico entre el personaje y el público. Representan otra forma de acercarse a la prosopografía del personaje en su entorno natural. El personaje principal dice: “fíjate que eso era hace tiempo que no me acuerdo… la cosa era así” (…) Así se paraba mi papito para que lo fotografiara… ¡Estás filmando vos chancletudo ¡”.

De lo anterior podemos sugerir que en el documental se traslapan dos ámbitos o niveles del que se nutre la esfera del conocimiento humano: Memoria y la Historia.  La Memoria está representada por el diálogo vivo, sincero de Recinos con el espectador, siendo uno de los aspectos más interesante del documental, por la inocencia, humildad y honestidad que transmite. El nivel de la Historia se expresa a partir de diversas estrategias narrativas, simbólicas y estructurales. Es la parte más compleja y de mayor trabajo dentro del diseño de producción. El texto hablado (narrativo en off, “la Esperanza”) que acompaña las imágenes es un primer elemento que indica ese afán de ordenamiento lógico y secuencial, intencionado, propio del proceso de historización. Es una perspectiva –podríamos decir—academicista, cuya finalidad es ubicar en un contexto más amplio, “universal” la obra del artista.

La Historia también es representada por las imágenes de archivo, las fotos fijas familiares, de obras pictóricas escultóricas o de espacios arquitectónicos intercalados en las diferentes secuencias narrativas. Pero también se expresa en el diseño estructural del documental porque está pensado y organizado de forma cronológica: desde el nacimiento del artista hasta la actualidad; desde su primera producción artística hasta las más recientes.

Otro elemento a destacar es la técnica narrativa. La yuxtaposición de imágenes naturales o reales con animación nos remite a una sensibilidad artística de la contemporaneidad. Ya hemos hablando de la incorporación de uno de los personajes de las pinturas de Recinos –la Esperanza—en la historia del documental, en calidad de conductora del mismo. El recurso de la animación como contrapunto del testimonio del artista, recoge elementos del arte conceptual. Este enfoque sugiere que los significantes tradicionales de cualquier representación no expresan o explican la complejidad subjetiva del individuo y de la sociedad actual, por lo que se debe establecer un nivel donde lo lúdico, la reflexión y la sensorialidad articulen una posible aproximación a las interrogantes del cambiante mundo actual y las artes audio visuales y la animación son buenos recursos.

Puede establecerse otra interpretación del recurso de la animación a partir de un posible doble propósito: por un lado, buscando darle una perspectiva actual al tema, donde lo permanente (los objetos y/ sitios de memoria) se confronta de manera crítica y no complaciente, con lo evanescente, con el gozo sensorial, típico de una cultura consumista; por otro lado, puede representar un homenaje a una de las facetas más interesante de la producción pictórica del artista. Como dice el maestro Recinos en documental, al referirse a la obra “Guatemalista”: es una historieta que tenía la intensión de ser animadas, por eso el personaje principal “actúa en diversos escenarios y hace diversas actividades.

Para finalizar es útil hacer breve comentario al texto narrativo que acompaña al visual, puesto en boca del personaje “la Esperanza”, escrito con oficio y sin desperdicio. La redacción del escrito estuvo a cargo del escritor Mario Monteforte Toledo. Más que una semblanza bio-artística, su contenido expresa una reflexión profunda del pensamiento estético de Recinos.

No obstante, la voz que le da cuerpo al escrito (puesto en boca de “la Esperanza”) apaga el brillo y no permite el disfrute pleno del texto. Se podría decir que poco ayuda al contrapunteo con las imágenes y el sonido en su afán “dramático”. Al parecer el timbre de la voz buscaba darle una fuente “extraterrestre” al extraño personaje, con el fin de crear un ambiente particular,  donde vida y obra del autor –lo cual es buena idea—se fundiera en un solo cuerpo, no separada como en la realidad ocurre.

El documental recrear algunas dimensiones o facetas de la compleja vida del artista Efraín Recinos y de su heterogénea y extensa obra artística. Los recursos o estrategias cinematográficas utilizadas son variados y novedosos –podría decirse—para la historia del documental centroamericano.

Otro aspecto a destacar del trabajo de Spiegeler, es la combinación de memoria e historia. Este enfoque hace que la propuesta fílmica no se quede en un simple documento de reflexión o de denuncia. Le dan mayor amplitud al análisis porque incorpora una diversidad de tiempos y espacios,  con la finalidad de aprehender la realidad guatemalteca desde ámbitos diferentes. El resultado es una perspectiva cultural que plantea el problema de la libertad de creación y de la pluralidad de puntos de vista. En otras palabras, de las identidades en Guatemala y Centroamérica.    

Bibliografía básica consultada
– Córdova, M. (2006) Modernidad Cultura y devenir en el mundo actual. En Zeraoui Z. (Comp.). Modernidad y posmodernidad (p.135-159). México: Noriega Editores.
– Farías C. (2006) La posmodernidad y los lenguajes del arte: propuesta de fin de siglo. En Zeraoui Z. (Comp.). Modernidad y posmodernidad (p.161-181). México: Noriega Editores.
– Collado A. (2006) Historia: campo y comunicación (escritura). En Zeraoui Z. (Comp.). Modernidad y posmodernidad (p.77-101). México: Noriega Editores.
– Rocha J. (2006) Reflexiones sobre el arte en la modernidad y posmodernidad. En Zeraoui Z. (Comp.). Los paradigmas de la posmodernidad (p.117-144). México: Limusa.
– Rebledo V. (2004) Catálogo de recopilación de obras arquitectónicas y escultóricas del maestro Efraín Recinos. Guatemala, Facultad de Arquitectura, Universidad de San Carlos.

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Managua, Nicaragua, es graduado en Arte y Letras por la Universidad Centroamericana (1992), ha realizado estudios de postgrado en Historia y estética de la Cinematografía en la Universidad de Valladolid, España (1994). Es Master en Historia de Ibero América por la Universidad Internacional de Andalucía, España (2002) y Doctor en Historia de América Central por la Universidad de Costa Rica (2009).

En la actualidad se desempeña como docente en la Universidad Centroamericana impartiendo las cátedras de Historia de Nicaragua e Historia Contemporánea.

Pertenece al equipo de Investigación del Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica, institución adscrita a la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua.

Ha escrito artículos sobre cine, artes plásticas y cultura en general en revistas nicaragüenses y centroamericanas. Su libro: Publicaciones periódicas, formas de sociabilidad y procesos culturales en Nicaragua (1884-1926), editado por el Banco Central de Nicaragua, ganó el Premio Nacional de Historia Sofonías Salvatierra, 2002).