Aventuras de lo cotidiano: Cuentos Completos de Sergio Ramírez

Ulises Huete

Algo del entramado cuentístico de Sergio Ramírez involucra la percepción de que “por lo general, los personajes de Sergio no son elocuentes, no expresan discursos complejos, más bien su fuerza expresiva es dramática, es decir, los conocemos por sus actitudes, sus acciones, sus silencios y, por supuesto, sus necesarias palabras”, a decir del ensayista Ulises Huete, en esta suerte de breve como intenso repaso por sobre los relatos contenidos en el libro Cuentos Completos, de Ramírez, publicado por el Fondo de Cultura
Económica.

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Los acontecimientos que aparecen fuera de nuestros cálculos, las contrariedades que nos toca enfrentar sin certeza de lograr superar, el descarrilamiento de las situaciones, esas sacudidas que desequilibran nuestros pasos, nos hacen trastabillar, caer, a veces levantarnos y nos obligan a tomar acciones que se salen de nuestra rutina, pero que necesitamos llevar a cabo para enderezar el camino, buscar otras rutas o simplemente para salir lo más pronto posible de esa turbulencia, todo esto y sus variaciones forman parte de la materia de muchos de los cuentos de Sergio Ramírez.

Muchos de los escenarios de estas historias son las ciudades semi-rurales donde las vidas de sus personajes transcurren en una aparente sencillez. Sin embargo, en estos ambientes asediados por la pobreza, sumidos en la monotonía y la resignación, se agitan las contradicciones, deseos, confusiones, ilusiones, desengaños y buena parte del elenco de las pasiones humanas. Frente a las circunstancias adversas estos personajes se sienten empujados a enfrentarse con lo incierto. Pero no actúan como autómatas, ni tampoco se sienten impelidos por una providencia o las condiciones sociales, sino que proceden voluntariamente, sabiendo o no las consecuencias de sus actos, pero dejándose llevar por sí mismos. De las tensiones que se producen entre estas dos fuerzas, las circunstancias y la acción humana, se entretejen estas narraciones.

Aunque estas historias presentan situaciones problemáticas, su autor, con mucha destreza literaria, las controla para que no caigan en lo patético. En cambio, utiliza la ironía, el escepticismo y la reticencia para guardar una distancia que imprime sobriedad a los cuentos. Esto permite revelar los diferentes matices que tienen las situaciones adversas, como por ejemplo, la dimensión absurda y cómica de los dramas de sus protagonistas, y por consiguiente, de nuestras propias tribulaciones. Esta ironía es un rasgo idiosincrático del autor que se percibe con mesura en el conjunto de sus narraciones. Asimismo, esta mirada funciona, entre otras cosas, para evitar un sentido moralizante y más bien sugerir un sentido crítico en los relatos.

Un músico de pueblo cuyas obras son producto de sus amores furtivos, un joven pitcher que se balancea entre la posibilidad de la gloria y la permanencia en la indiferencia, un tipógrafo adivino de las desgracias ajenas, unas hermanas que se disputan un premio, una huérfana que añora a su madre, un hombre que descubre de manera fortuita un curioso episodio de sus padres, entre otros, son algunos de los personajes que desfilan en sus cuentos, seres comunes y corrientes, que de pronto se ven envueltos en situaciones particulares y a veces insólitas.

Por lo general, los personajes de Sergio Ramírez no son elocuentes, no expresan discursos complejos, más bien su fuerza expresiva es dramática, es decir, los conocemos por sus actitudes, sus acciones, sus silencios y, por supuesto, sus necesarias palabras. El autor urde sus cuentos como un director de cine, enfatizando el desarrollo de las historias en las acciones y los acontecimientos. De este modo, el narrador es como una especie de cámara que nos va dando diferentes planos de la gestualidad de los personajes para que así los conozcamos.

El Fondo de Cultura Económica publicó recientemente los Cuentos Completos de Sergio Ramírez, una recopilación de siete libros de relatos, desde el primero, publicado en 1963, hasta el penúltimo, del 2006. Con la lectura de este tomo podemos identificar los elementos constantes y cambiantes de su estilo, la exploración incesante de diferentes temáticas y la caracterización de diversos personajes. Pero sobre todas las cosas, sumergirnos, cuento a cuento, en el universo narrativo de Sergio Ramírez y conocer las peripecias de sus protagonistas que andan caminando en cualquier calle de los pueblos latinoamericanos.