Vasco Szinetar, o la fotografía como testimonio
1 junio, 2022
La fotografía de Vasco Szinetar ha tenido múltiples recorridos, pero en especial se ha centrado en el paso del tiempo y en la imposibilidad de detenerlo. Artista en todo el sentido de la palabra (editor, promotor de entusiastas ideas, poeta), Szinetar es la energía personificada en cada proyecto o etapa de su vida profesional. Hablamos de un fotógrafo de una fuerza que a veces se manifiesta en el humor, en la carcajada estruendosa, en la ironía inteligente y constante y que ha ido construyendo su carrera desde la conciencia honda de un proyecto personal. Un proyecto personal en donde ha sido testigo central de la historia intelectual de América Latina y Europa y, en especial, de muchos de sus protagonistas desde el campo de la cultura.
Estoy convencido de que la esencia en Szinetar viene de la poesía, arte que ha cultivado de manera constante a través de varias publicaciones. Hablamos de algo difícil en un país que encasilla rápidamente a sus talentos: Venezuela te permite tener un solo oficio; tener más de dos, ya es una osadía en el mundo de las artes. Cuando hablo de su esencia hablo, por supuesto, de una poética propia. En Szinetar siempre hay el afán, la silenciosa urgencia de dejar constancia del estar aquí. Suyo y de otros. Y de él y los otros en conjunto. Como poeta, ha dejado este paso en varios poemas. Como fotógrafo, también.
Está claro que la trayectoria artística de Szinetar está sostenida en sus grandes alcances como fotógrafo, y por eso podemos leer y ver esta justa y valiosa publicación de La Fábrica (un conglomerado de creativos que se pierde de vista gracias a la ejecución de magníficos proyectos, dentro y fuera de España). Pero su trabajo como creador y gestor de proyectos culturales en el Celarg, en el Museo Alejandro Otero y en el Archivo de la Fotografía Urbana, por mencionar algunos espacios, así como desde su poesía, muestran un todo orgánico que vale la pena resaltar: el poeta y gestor hacen más que complementar al fotógrafo: lo integran. Hay un solo Vasco y es todas las cosas que ha podido acometer creativamente en su vida, como una fuerza de la naturaleza.
La máquina Vasco Szinetar es responsable de la organización de múltiples exposiciones, así como participante en muchas de ellas. Uno levanta cualquier espacio lleno de ideas y él está ahí. Digo esto porque entender la presencia inevitable y valiosa de su fotografía pasa por su presencia como individuo. En cada foto, Vasco está ahí. También sus afectos y admiraciones. Pero también sus visiones oscuras, luminosas, críticas del mundo.
En este libro que celebramos, podemos ver rostros destacados de la literatura y el pensamiento contemporáneo. La clave de Szinetar ha sido la del testigo que busca ser presencia constante. En esa presencia se encuentra un elemento fundamental: su presencia es la nuestra, pues nos multiplica en el espejo junto al autor. Esos autores han sido Gabriel García Márquez, Emile Cioran, Jean Baudrillard, Marcel Marceau, Salman Rushdie, Jacobo Borges, Fernando Botero, Mario Vargas Llosa, Héctor Abad Faciolince, Enroque Vila-Matas, María Kodama, Rafael Cadenas, Nicanor Parra, Hertha Müller, José Saramago, Roberto Bolaño, Carlos Cruz-Diez, Juan Villoro, Reinaldo Arenas, Allen Ginsberg, Yolanda Pantin, entre muchos otros.
Pero hay también en Szinetar otras exploraciones artísticas notables, en donde la exploración de las fotos, los sótanos, los estacionamientos, las calles, las sombras y la luz artificial, las pantallas de los ordenadores y los rostros desde ahí, representan la imagen en nuestro tiempo hipermoderno. Series como El ojo en vilo (ver las tres fotos a Amada Grande), Deconstrucción salvaje (ver al artista Carlos Zerpa), la melancolía de Cuerpos de exilio, el lugar del artista, el autor y el intelectual en la Venezuela contemporánea en la serie Altamira Suites y la contundencia testimonial, desolada, decadente en Caracas postcards nos revelan un recorrido serio en Szinetar. Y al fotógrafo que los retrata, que nos representa, que es él y es todos junto a él.
La fotografía de Vasco Szinetar es uno de los proyectos culturales contemporáneos más serios de nuestro tiempo. Este libro es un abreboca importante, un homenaje y una forma de conocer esta labor.
Para seguir indagando en ella, porque es infinita.
Ciudad Bolívar, Venezuela, 1976.
Escritor, gestor cultural. Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela. Fue profesor del departamento de Literaturas Occidentales de la Escuela de Letras de la UCV, y ha dictado clases también en otras universidades venezolanas, en pregrado y en diplomados. Fue co-creador de la Feria del Libro del Oeste en la Universidad Católica Andrés Bello. Ha publicado el poemario Maneras de irse (Ìgneo, 2014), el diario Constancia de la lluvia (Fundación para la Cultura Urbana. Ganador del XIV Concurso Anual Transgenérico de esta fundación), el libro de ensayos Otros bosques (El taller blanco editores, 2020) y la antología, con Diajanida Hernández, Poesía contra la opresión. 1920-2018. (Provea, 2019). Actualmente es director de la Fundación La Poeteca.
Foto de Vasco Szinetar.