Sandino y el cine

1 febrero, 2013

Augusto C. Sandino y el cine nacieron el mismo año con siete meses de diferencia, el primero el 18 de mayo de 1895 y el segundo el 28 de diciembre. De ahí se inicia la conexión y a la vez lejanía que Sandino, como emblemático personaje latinoamericano que es, tendría a lo largo de su vida y de su muerte con la cinematografía.


La única imagen en movimiento de Sandino de la que se tiene conocimiento público y circulación internacional es una toma de nueve segundos donde aparece quitándose el sombrero para saludar al camarógrafo que lo filmaba, como se acostumbraba en esa época, quitarse el sombrero para entrar a una casa, para saludar a una señorita, a un personaje de importancia pública, a un artista y otras cortesías sociales.

Es irónico, y más aún, paradójico, que tratándose de un personaje como él, que ha sido seguido y aplaudido por millones, estudiado por cientos desde distintos puntos de vista, novelado y cantado en muchos idiomas; habiéndose invertido millones de dólares para crear un filme de ficción sobre su vida, que se haya escrito decenas de poemas en su homenaje, edificado monumentos, bautizado calles y colegios con su nombre, creado significativas pinturas y murales de su rostro y de su causa, además de haber alcanzado una enorme fama mientras vivía, que se asemejaba solamente a la del posible canal interoceánico en Nicaragua del que se hablaba a nivel mundial desde finales del siglo XIX o a la del escritor Rubén Darío y que resulte que no haya más cintas fílmicas a disposición en las que él aparezca. Sólo esa famosa imagen se conoce entre tantos segmentos noticiosos y entrevistas que se le hicieron en sus presentaciones públicas. Pero sobre todo debemos tomar en cuenta el hecho de que Sandino vivió y emprendió su heroica misión en plenos años veinte, época del boom de las llamadas “revistas cinematográficas” o “noticiarios de cine” a nivel mundial. Lo que conduce a una interrogante que permanece aún sin poder contestarse objetivamente.

La misma aparición de esas imágenes en Nicaragua tiene una historia de muchas versiones que no se ha podido resolver con documentos y fuentes de rigor. La versión del camarógrafo Felipe Hernández, empleado del presidente Anastasio Somoza Debayle en la Secretaría de Información y Prensa de la Presidencia de la República entre 1970 y 1976, se remonta a los años cincuenta, pues según explicaba en entrevistas, fue adquirido ese noticiario completo,  ̶  duraba varios minutos  ̶   guardado en el archivo familiar de la familia Somoza y mucho tiempo estuvo sobre un estante en unas bodegas de películas que administraba él bajo supervisión de Hope Portocarrero.

Otra versión   ̶ casi manejada con el paso de los años al estilo de leyenda popular  ̶  se ubica en los años setenta: que el padre Álvaro Argüello las compró mientras estaba haciendo una pasantía en la Universidad de Georgetown en Washington para investigar documentos sobre Nicaragua en la Biblioteca del Congreso. Sin embargo, algunos cineastas internacionalistas afirman que no fue de esa manera que vinieron las imágenes a Nicaragua sino que fueron traídas exclusivamente de México y que en la década de los setenta ya circulaban de forma clandestina entre directores de cine o periodistas y se habían transmitido en algunos canales de televisión del Distrito Federal en actitud de solidaridad con Nicaragua.

El escritor Sergio Ramírez en su libro Estás en Nicaragua afirma  ̶ y cientos de testimonios lo confirman ̶  que la mañana del 19 de julio se transmitía constantemente en las pantallas de televisión la toma fílmica de Sandino quitándose el sombrero, que al rebobinar para repetir daba la impresión de estar quitándoselo y poniéndoselo. He ahí lo contradictorio, si la empresa PRODUCINE S.A fue confiscada ese 19 de julio de 1979 en la noche y estaba guardada allí la toma fílmica, según se refería Felipe Hernández, de forma tan secreta, entonces no podría haberse estado transmitiendo en un canal de televisión desde tempranas horas cuando apenas las tropas sandinistas entraban victoriosas a Managua; y si el padre Álvaro Argüello las compró de forma muy privada y con permiso exclusivo para su investigación personal  ̶  según algunas presunciones se conservaban en ese archivo de Washington copias únicas  ̶  no podría entonces haberse transmitido en la televisión en México años antes.

El historiador de cine y crítico Franklin Caldera afirma que el noticiero completo se presentó por primera vez en Nicaragua en la televisión en 1978 a través de la señal del Canal 2 y presentado por Julio Vivas Benard, quien le hizo bastante promoción anticipada, por lo que al llegar el día del triunfo de la revolución las imágenes ya estaban archivadas y fue por eso fue casi instantánea su transmisión por la televisión ya que estaban a mano. Entre tantas incertidumbres de la conexión de Sandino con el cine lo acertado y seguro es que muchos años después de su muerte, la única imagen que ha sobrevivido a censuras, al deterioro del soporte fílmico y que pudo rescatarse de las agencias de noticias de los años veinte era la que abría la revolución que se había hecho en su nombre.

LOS HERMANOS SANDINO. IMÁGENES REALES DE CINE

Y no es que Sandino no haya sido entrevistado para las cámaras de cine o que poco se le haya filmado, las fuentes bibliográficas indican que se dio suficiente cobertura de prensa a sus eventos, homenajes y declaraciones públicas. Esto por décadas ha despertado fascinación y curiosidad colectiva por saber cómo sonreía, cómo miraba, cómo gesticulaba aquel hombre tan nicaragüensemente aferrado a su causa y tan mexicanamente vestido.

En el libro El verdadero Sandino o el calvario de las Segovias, que se publicó en 1936 bajo la autoría titular de Anastasio Somoza García, se hace referencia con ironía a los tantos noticiarios que eran proyectados por las grandes cadenas comerciales de cine, donde Augusto C. Sandino era visto por todos los ojos que pudieran ver y entendido por todas las mentes que pudieran razonar: “Éste era el Sandino que inició el movimiento de las Segovias y que más tarde el mundo vio, sorprendido, en las pantallas luminosas y en las columnas de los grandes rotativos elevado a la categoría de Defensor de la Soberanía de Nicaragua, héroe máximo de la raza indohispana y alrededor de él se juntaron todos los enemigos de los Estados Unidos… Y principió una campaña de publicidad bien dirigida y exagerada”.

Tan grande era su fama que llegó al corazón de China hasta el Kuomintang (Partido Nacionalista de China), donde le pusieron su nombre a un escuadrón. Y la información de esto no la publicó una agencia de noticias que quisiera exagerar a favor de Sandino y su ejército sino la mismísima Marine Corps Gazette, acontecimiento del que hace referencia el escritor José Román en el libro Maldito país: “En 1928 las tropas del Kuomingtang, en China, entraron victoriosamente en Pekín, llevando en alto un enorme retrato del Gral. Augusto César Sandino y una división de avanzadilla de dicho ejército, se llamaba Sandino”.

Los nueve segundos que pasarían a la historia se filmaron cuando Augusto C. Sandino visitó México en julio de 1929 y la agencia Paramount Pictures realizó una cápsula noticiosa, en la que podía verse el movimiento social emprendido para recibirlo en Mérida y Veracruz: pancartas, reunión de estudiantes, conferencias, marchas de obreros y otras actividades. En una de las intervenciones con los periodistas, el joven héroe que porta un gran sombrero mexicano se acerca a los camarógrafos de cine, se lo quita para saludar al reportero mientras a su lado se amontonan sus amigos y seguidores. Por otro lado el Departamento de la Comunicación y Cinematógrafos de la U.S. Marines Corps realizaba sus official films con propaganda negativa, hasta habían creado un segmento que se titulaba Tierra de bandidos, exclusivo para dar seguimiento a las giras de solidaridad.

Y no sólo él era el centro de atención, su hermano menor, Sócrates Sandino Tiffer, apareció también más de una vez en los official films. En unas tomas está dando declaraciones ante las cámaras en Nueva York en 1927 y habla sobre el movimiento de obreros en el que participaban “algunos hispanoamericanos” que apoyaban la causa sandinista con los comités de solidaridad neoyorkinos. Fue filmado originalmente por la agencia de noticias internacionales Kinograms Newsreel “The visual news”. Lógicamente los operadores de cine que realizaban los official films nunca pudieron lograr una entrevista con él ni en Nicaragua ni en Estados Unidos, por lo que para uno de sus noticieros sobre Sandino tuvieron que usar las imágenes de Kinograms Newsreel, poniendo su crédito al pie de la pantalla y titulando la cápsula noticiosa “Rebel Leader´s Brother Here” (“Hermano del líder rebelde está aquí”). Sócrates aparece de pie en plano completo en el patio de unos planteles, vestido de saco oscuro, corbata de figuras geométricas, zapatos de punta cuadrada y sombrero tipo stetson, se lo quita saludando a la cámara y se ve su cabello peinado hacia atrás con una grasa que le da bastante brillo y porte de estrella de cine.

Las tomas se intercalan entre unos textos pues el filme es silente y los entretítulos explican de lo que se trata: “New York – Sócrates Sandino, kin of General who is fishting Marines, is Brooklyn mechanic” («Sócrates Sandino, familiar del General que combate contra los Marines, es mecánico en Brooklyn»). Una vez sin la sombra que el sombrero daba a su rostro se le nota un gran parecido a su hermano Augusto, en los labios, la frente y la nariz  ̶ su frente es más amplia y su nariz menos ancha que la de Augusto ̶  además, puede observársele la piel un poco marcada por un viejo acné en las mejillas y en la nariz. Con la expresión indecisa entre una sonrisa y la seriedad ve hacia un lado, donde probablemente está el periodista entrevistándolo, habla moviendo las manos y el texto explica su declaración: “He denies his brother is a bandit and likens him to George Washington” (“Niega que su hermano sea bandido y lo compara con George Washington»).

EN LA FICCIÓN: HÉROE Y ANTIHÉROE

La guerra que lideraba Sandino y todo el movimiento que estaba causando en los países vecinos, no sólo motivaba a la producción cinematográfica de documentales y noticiarios, también inspiraba a los directores artísticos de Hollywood. Entre 1929 y 1942 se produjeron varios largometrajes de ficción de grandes recursos económicos y en los que los productores soñaban que vencían al personaje de ficción que creaban como un  paralelismo y equivalencia con Sandino.

En 1929 se realizó en Los Ángeles el largometraje Flight, inspirado en la intervención norteamericana en Nicaragua, ubicado en 1927 y dirigido por Frank Capra. Aparece “Lobo, el personaje clave que de forma nada discreta encarna a Sandino, pues vive en un campamento en las montañas rebelado contra las autoridades hasta que los soldados y aviadores marines lo encuentran y capturan. En 1932 se produjo The Stocker, que cuenta las aventuras de Dick Martin, el hijo de un naviero norteamericano y de Margarita Valdez, una muchacha del departamento de Ocotal, interpretada por Dorothy Burgues. Aparece un personaje malo, el inspirado en Sandino por supuesto, un forajido que hacía de las suyas en el campo con los agricultores humildes, abusando de su ignorancia. Al final fue derrotado por los infantes de la Marina de Guerra y todo termina feliz.

En 1933 se produjo El paracaidista, del director Alfred E. Green. Comienza en Nicaragua, pues dos expilotos de la infantería norteamericana tienen que sobrevivir durante la depresión económica de 1929 trabajando para un gánster en Nueva York. Habían sido expulsados de la Marina por mala conducta cuando estaban en Nicaragua porque el avión en el que volaban sobre las montañas fue derribado por el ejército sandinista, entonces huyeron y en vez de reportarse en su base se fueron de fiesta por el país hasta que los arrestan borrachos en una cantina de Managua.

Aun en 1939 los guionistas de Hollywood se inspiraban en la intervención norteamericana pues se realizó el largometraje The Marines Fly High, dirigido por George Nichols. Es una historia ambientada en la Nicaragua de 1927 cuando trajeron a Managua una flota de siete aviones DH-4 para combatir contra el ejército de Sandino y los protagonistas luchan contra un insurrecto que se esconde en las montañas.

La planificación de una película de ficción sobre la vida y lucha de Augusto C. Sandino comenzó desde la década de los setenta como iniciativas independientes del cineasta puertorriqueño Diego de la Texera y del escritor Sergio Ramírez. Cada uno individualmente tenía su propio proyecto sin saber de la existencia del otro y habían realizado una investigación documental. Encontrándose ambos en San José en 1976 decidieron elaborar una propuesta cinematográfica que demandara una vasta producción, llena de recursos artísticos de suficiente envergadura. Diego de la Texera planeaba realizar su filme con su productora justamente llamada Sandino Filmes Inc radicada en Nueva York y Sergio Ramírez había sometido su guión titulado Viva Sandino a CONACINE de México, pero ninguno llegó siquiera a la preproducción.

Durante la insurrección a comienzos de 1979 algunos cineastas internacionalistas que colaboraban en el Frente Sur idearon la realización de un filme sobre Sandino, pero no llegaron a concretar un proyecto. A inicios de la década de los ochenta el escritor Lizandro Chávez Alfaro también elaboró un guión que tenía potencial de llegar a ser un filme de qualité. El cineasta inglés David Munro, había escrito un guión para un largometraje de acción basándose en la vida de Sandino, visitó Nicaragua en varias ocasiones en la década de los ochenta e hizo revisiones a su guión con el escritor Sergio Ramírez, pero nunca logró filmarlo.

Al final el único largometraje de ficción sobre Sandino no fue dirigido por ningún nicaragüense. El cineasta chileno Miguel Littin había escrito algunos apuntes y fue él quien con el apoyo de instituciones y personas de México, España y Nicaragua lo realizó y lo tituló, sin más adornos, Sandino. El rodaje se inició el 2 de mayo de 1989. El reparto estaba encabezado por el actor portugués Joaquim de Almeida como Sandino en compañía de Kris Kristofferson, Dean Stockwell, Ángela Molina, Victoria Abril, Omero Antonutti, Blanca Guerra, José Alonso y Fernando Balzaretti, además de extras nicaragüenses como el Grupo de Teatro Nixtayolero, Evelyn Martínez, Luis Enrique Mejía Godoy, Gonzalo Zapata, Oyanka Cabezas, Alejandro Parodi, Alenka Díaz, Carlos Alemán, Charles Castaldi, Mercedes Moncada, entre otros. El rodaje finalizó en agosto de 1989 después de dieciséis semanas, filmándose un total de trescientos mil pies de cinta y estrenándose en La Habana en 1991.

Y de esa manera, aunque no en archivo fílmico histórico, Sandino fue rescatado del olvido de las imágenes en movimiento a través del cine de ficción y puesto como un personaje digno, como un héroe latinoamericano y mundial. Así que ha sido visto como villano algunas veces y como héroe muchas otras, pero indudablemente un gran personaje en todas.

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Managua, 1980.
Comunicadora social con énfasis en prensa escrita y cuenta con postgrados en periodismo online y en marketing. Como periodista ha sido editora de revistas digitales e impresas como La investigación y Espacio Vital Magazine, jefa de sección literaria y de cultura de periódicos universitarios, articulista de suplementos culturales nicaragüenses como La Prensa Literaria, Nuevo Amanecer Cultural y la sección Voces del diario La Prensa.
Como escritora ha publicado poesía y narrativa breve. Ha recibido premios y reconocimientos interuniversitarios por su trabajo literario y un premio de fotografía. También se ha dedicado a la investigación histórica, la crítica y producción cinematográfica y a la gestión y desarrollo de proyectos y consultorías con organismos como Plan Internacional, CINEX, la UNESCO y el Instituto Nicaragüense de Cultura.

Es miembro de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (ANIDE), del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE) y de la Junta Directiva de la Fundación para la Cinematografía y la Imagen (FUCINE).

En el año 2012 publicó su libro Cita con Sergio Ramírez. Entrevistas, Artículos, Crónicas (Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, México) presentado durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en noviembre de 2012 con su presencia y la de Ramírez, y posteriormente presentado en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería en Ciudad de México en marzo de 2013, y en la Feria Internacional del Libro de Miami de 2013. Además, la obra se encamina a una reedición con Uruk Editores en Costa Rica y traducciones al francés y alemán. Actualmente la autora prepara otros libros de periodismo, historia y narrativa para su pronta publicación.