Sergio Ramírez: acercamiento crítico a sus novelas

1 febrero, 2014

Diferentes miradas, diferentes escrituras y análisis sobre la obra narrativa de Sergio Ramírez, se dan cita en el libro Sergio Ramírez: acercamiento crítico a sus novelas, compilado por José Juan Colín y él mismo hace la presentación enumerando a los autores de esos textos críticos que, arrojan luces de las cualidades y razones sobre la ya vasta e importante literatura del nicaragüense, otro recorrido más sobre las historias recreadas por Ramírez que, re-significan y revaloran su calidad.


Estoy poniendo a consideración del lector potencial esta colección de artículos críticos de varios autores en torno a la obra novelística de quien, a mi modo ver, es el escritor más sobresaliente del Istmo centroamericano hoy en día y sin duda uno de los de más proyección a nivel latinoamericano, el nicaragüense Sergio Ramírez Mercado. Debido a la variedad y experiencia de los autores en sus diferentes campos de estudio, los artículos se acercan con diferentes y analíticas miradas, aunque sin menosprecio de la crítica, a cada una de las novelas del mencionado escritor.

El volumen abre con una introducción que de forma entusiasta realizó Nicasio Urbina, quien es en la actualidad uno de los críticos literarios mas reconocidos en lo que se refiere a la literatura centroamericana. En este prólogo, además de presentar los textos, Urbina critica severamente el veto que se le hiciera al escritor nicaragüense cuando una editorial española, auspiciada por El País, dispuso la edición completa de la poesía de Carlos Martínez Rivas y pedía a Sergio Ramírez como prologador. El gobierno de Nicaragua encabezado por Daniel Ortega se opuso a ello y finalmente el prólogo no lo hizo Sergio, tampoco lo publicó El País. El debate culminó con el mordaz Comunicado de Guadalajara en contra del veto que firmaron escritores de la talla de Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Fernando Sabater, Tomás Eloy Martínez, Carlos Monsiváis, Juan Gelman, y Gonzalo Celorio entre muchísimos otros. El texto de Urbina es por demás revelador.

Luego, en el primer capítulo, el que esto escribe comenta la novela Tiempo de fulgor (1970), primera novela de Ramírez. Este relato acusa la fuerte influencia del boom; es decir, privilegio a la oralidad, creación de mitos, multiplicidad de voces y planos narrativos, tiempos y espacios, y el acercarse a tratar diferentes temas en una sola narración. Y es que por ese tiempo pocos se blindaron a esta forma de escritura.

Tuve el gusto de colaborar (muy poco) con Huei Lan Yen  en el análisis de ¿Te dio miedo la sangre? (1977) segunda novela de Sergio, y en ella se discute un tanto la memoria, la identidad individual, la colectiva, y algunos de los efectos político-sociales del periodo de la guerra contra la dinastía Somoza, pero siempre basándose en la memoria. El exilio, y la consecuente fragmentación individual y colectiva, también forman parte de este estudio.

Con Castigo divino (1988), tercera novela del escritor que aquí se atiende, Eduardo Santa Cruz practica un acercamiento en términos fílmicos y compara la novela con la película Payment deferred protagonizada por Charles Laughton y Maureen O’Sullivan. Santa Cruz hace además un guiño a la novela de detectives en su texto.

Leonel Delgado Aburto lleva a cabo un desglose postmoderno de Un baile de máscaras (1995) y se acerca a la novela por el lado de las contradicciones que exige escribir literatura tratando de sacudirse la influencia de la realidad del cambio social. Delgado se pregunta también si esto es posible o haría falta otra generación que no haya experimentado los movimientos sociales para darle vuelta a la página.

A través de Rubén Darío como icono cultural, William Clary aborda Margarita está linda la mar (1998) y se adentra, por medio de los estudios culturales, al debate de la conciencia revolucionaria que, según él, se advierte en la novela. El regreso de Darío a Nicaragua marca el punto de partida del tema para desarrollarse luego en una cuestión cultural.

Con Martha Galván nos acercamos al libro de memorias Adiós muchachos (1999) y exploramos a los personajes femeninos que aparecen en la narración. El intento, a través del lente feminista, fue destacar su participación y la forma en que el escritor las recuerda e intenta darles su lugar en los eventos enmarcados en la revolución sandinista. Se deduce que fueron elementos importantísimos antes, durante y después del conflicto armado.

Magdalena Perkowska nos advierte, en su análisis de las novelas ¿Te dio miedo la sangre? y Sombras nada más (2002), del gran ausente (silencio elocuente le llama ella) que es la revolución nicaragüense. Magdalena discurre sobre la forma en que la revolución está pero no está en la narrativa; describe cómo se puede sentir e intuir a lo largo de los textos pero sin ser descrita, explicada o narrada. A final de cuentas, el artificio novelesco se impone, según Perkowska, sobre la realidad.

Fernando Valerio Olguín analiza Sombras nada más y hace una muy llamativa comparación con La fiesta del chivo de Mario Vargas Llosa. Se acerca a ellas a través de un subgénero como la novela del dictador. Valerio Olguín, en este marco, examina las relaciones de poder ejemplificando con la comparación de las novelas y se apoya en lo que él llama “poética de la corrupción” y la forma en que se aborda en las novelas en cuestión.
Luciana Namorato medita sobre Mil y una muertes (2005) y, por medio de La cámara lúcida de Roland Barthes, se acerca al personaje central, el fotógrafo nicaragüense Castellón y la imposibilidad de su creación total, completa, que, según observa Namorato, comunica la narración. Por medio de una suerte de desencuentro entre una fotografía y su referente, es que Namorato discurre también sobre esta imposibilidad de diálogo que Ramírez, por medio de la escritura, comunica al lector.

Para la novela El cielo llora por mí (2008), última de la colección, Emiliano Coello Gutiérrez se aventura por los vericuetos de la literatura policiaca y hace un análisis que se inicia en la tradición clásica de Chandler y Hammett, hasta desembocar en la policiaca centroamericana actual. El artículo oscila entre los rasgos de la novela policiaca y aquellos de la novela negra, aportando importantes evidencias de ambas en la novela que discute. El artículo concluye ubicando la novela en la vertiente de la novela policiaca clásica.

El espacio siguiente debería estar ocupado por el estudio correspondiente a la última novela de Ramírez titulada La fugitiva (2011). Pero no, las linduras de escribir sobre autores vivos y productivos conlleva siempre ciertas desventajas; y es que como críticos, estamos siempre jugando a las carreras con los escritores y siempre nos toca la de perder. En todo caso, les puedo adelantar que La fugitiva es una novela en la que Ramírez literaturiza a la escritora costarricense Yolanda Oreamuno; quien fue una de las primeras escritoras en América Latina que exigió la igualdad de género, a la par de un cambio en la temática de la literatura latinoamericana, todo esto allá en los albores del siglo XX.

El epílogo está a cargo del mismo Sergio Ramírez quien, sin limitar su amabilidad con mi persona, accedió a mi petición sin meditarlo siquiera y me envió una semblanza sobre la génesis de todas las novelas comentadas en este volumen.

Como decía al principio, es una compilación con perspectivas analíticas muy variadas cuyo único hilo común es obvio. En todo caso, los autores de los textos esperamos que su lectura sirva como un mínimo aporte al estudio de las novelas de este gran escritor centroamericano.  

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Después de completar sus estudios de doctorado en la Universidad de Nuevo México, Albuquerque, se dedica a impartir la cátedra de literatura latinoamericana contemporánea (siglos XX y XXI) en la Universidad de Oklahoma. También da clases de cultura latinoamericana en la misma universidad.

El enfoque de sus investigaciones gira en torno a las literaturas mexicana, centroamericana y del Caribe, con especial énfasis en la que involucra lucha social que floreció en la década de 1950, 60 y 70 de esa región.

Nacido y criado en la ciudad de México, Colín tiene un profundo amor por su país y su cultura, y disfruta mucho enseñarla. Ha publicado artículos en revistas especializadas sobre escritores como Parménides García Saldaña, Sergio Ramírez, Rafael Menjívar Ochoa, Gloria Guardia, Tatiana Lobo y Mayra Montero, entre otros. Ha presentado los resultados de su investigación en numerosos foros nacionales e internacionales. Ha publicado el libro Los cuentos de Sergio Ramírez (2004), Sergio Ramírez: acercamiento Crítico unas novelas suspensiones (2013).

Tiene en puerta otros dos proyectos de libros, uno de ellos sobre el estudio de las novelas del escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya y el otro una perspectiva crítica sobre la Literatura de la onda en México.