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Si estuvieras aquí. Francisco Javier Sancho Más

1 diciembre, 2010

En los relatos de Si estuvieras aquí, de Francisco Javier Sancho, se habla de un país sin nombre y maltratado que podría ser cualquiera pero que, desafortunadamente, no lo es. Un país maltratado por la dictadura y por la corrupción política, maltratado por las guerras, aún no olvidadas. Se habla de un País con heridas abiertas que sangran en los rostros y en la memoria de sus habitantes. En estos relatos, las vivencias de los protagonistas son las experiencias que sirven para perfilar el retrato de un sueño roto, y también la incierta esperanza de poder recuperarlo.

Hay una mujer en el exilio que decide volver cuando descubre en una foto que, quizás, el derrumbe de su casa fue otra mentira más del gobierno. Hay una niña que vive en su propia piel el dolor que la guerra causa en su país. Está también la terrible prueba que una banda callejera impone a su nuevo miembro, obligándole a traicionar lo que más quiere para sobrevivir. Y un depósito de cadáveres, repleto de muertos sin nombre, al que llega una anciana asesinada que sin embargo no ha perdido su sonrisa. Y, por supuesto, está también el escritor que se obsesiona con su gran última obra, sin darse cuenta de que podría estar escribiendo la Historia. Ejemplos del espejismo revelado que el autor nos presenta para hablar de la grieta que separa a personas e ideales.

Es un libro en el que se apela a la vivencia y a la emoción, en el que todo se narra a través de la confrontación entre la inevitable memoria enfrentada y la necesidad imperiosa de poder olvidar. Con poesía, como si la narración fuera un sueño apenas recordado, este libro viaja sobretodo por la mirada, por la mirada perdida de personas que, a pesar de todo, siguen buscando recuperar su identidad y sus raíces. Con un alto poder simbólico, Francisco Javier Sancho Más construye un testimonio imprescindible para hablar de la experiencia común que han vivido demasiados países a los que no deberíamos olvidar, y lo hace poniendo voz a quien más ha sufrido y a quien más derecho tiene a usarla: sus habitantes.

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