Un libro necesario para Nicaragua

Vidaluz Meneses

– Con distancia geográfica de mi país y con perspectiva emocional, he terminado de leer el libro de Rosa (Cuta) Salaverry Ocón, «Una vida es una historia para contar» y no resisto el impulso de recomendar estas memorias a jóvenes y no tan jóvenes por tratarse de una historia de amor a la familia y a la patria con un profundo contenido ético.

---

A pesar de las privaciones económicas de la infancia y la ausencia del padre que ella la asimila rápidamente sustituyéndola por la figura de los abuelos y familia ampliada, las primeras páginas descriptivas de la sociedad granadina de los años 40 son amenas  y arrancan  más de una carcajada.

Luego de un angustioso noviazgo caracterizado por las restricciones propias de la época y clase social, comienza la historia de amor y lucha por la sobrevivencia, la integridad de la pareja que llegó a constituir su autora y el compromiso por la transformación de Nicaragua que asumieron ambos.

Su testimonio revolucionario muestra la mejor cara por la que tantas personas nos comprometimos a trabajar por un proyecto de justicia social en nuestro país, en el caso de Cuta, logrando involucrar a toda su familia de ocho hijos y entregando la vida de  uno de ellos, hecho doloroso que le reafirmó su compromiso ético con una realidad que aún se debe transformar.

Rosa , Cuta, como le ha gustado siempre que la llamen, ubica con franqueza a cada persona que menciona a través del proceso y cuando debe reconocer las cualidades, da, como el sano ejercicio lo prescribe, su lugar de dignidad a cada una de ellas, independientemente de su filiación política y su nivel social.

Diciembre es un mes para la reflexión, las familias tienden a juntarse y comparten la cena navideña, quienes ejercen la política salen de vacaciones. Creo que es tiempo propicio para leer un libro como éste que relata una vida concreta de compromiso cristiano.

Desde los años noventa se hacen esfuerzos tanto de parte de  los gobiernos de turno como de  la población en general para reconstruir materialmente nuestro país, pero ésta debe ser acompañada de la reconstrucción moral.

Las memorias de Rosa, Cuta, Salaverry, enseñan cómo se vive el compromiso cristiano en una familia numerosa que renuncia a la “instalación”  tal como dice el evangelio de Jesús (Marcos 9,2-13) y asume los retos que se le van presentando.

Este libro es un buen regalo de navidad. Gracias Cuta por compartir tu vida realmente ejemplar.